La actividad comunicacional es inherente al ser humano e inevitable en las organizaciones; todas nuestras actividades, sociales y comerciales, positivas y negativas, éxitos y fracasos, ruido y silencio, dependerán siempre de su uso.
1. Comunicación, factor inherente e inevitable en el quehacer
humano y organizacional.
Importancia de un Departamento de
Comunicación
Por José David Vergara López.
La actividad comunicacional es inherente al ser humano e inevitable en las
organizaciones; todas nuestras actividades, sociales y comerciales, positivas
y negativas, éxitos y fracasos, ruido y silencio, dependerán siempre de su
uso.
En el campo organizacional es preciso tener claro que toda empresa u
organización produce y estructura mensajes; el manejo profesional indicado
de éstos no sólo permite la optimización de la comunicación, también
gestiona la propia organización, es decir, toda organización que busque el
éxito interno y externo debe saber comunicar. Es imposible organizar sin
comunicar.
La buena gestión de la comunicación permite a empresas y organizaciones
otorgar valor a los mensajes que ofrecen a sus diferentes "stakeholders". La
comunicación puede mejorar los errores y de esta forma mejorar el camino
hacia el éxito, si no hay calidad en la comunicación, es probable que los
resultados no sean los deseados.
De otro lado, encontramos la web 2.0 y 3.0, donde la generación de
contenidos estratégicos es cada vez mayor, dándole así a la comunicación el
más alto grado de importancia por parte de las empresas y organizaciones
en los últimos años. Éstas, gracias a estos nuevos estilos de interacción
social, se han visto obligadas a tener en cuenta a sus públicos para generar
cualquier acción social o de marketing; incluso, las nuevas dinámicas y
herramientas comunicacionales y de medios que traen consigo estos estilos
web, las han llevado a que deban anteponer siempre el estudio de la
comunicación informal previa a la emisión de sus mensajes.
2. Hoy, el evidente avance de la tecnología, condiciona la forma en que las
empresas se relacionan con su entorno y cambia la forma de las relaciones
públicas. El acercamiento de las empresas y organizaciones hacia sus
stakeholders es mayor y diverso y requiere una gestión integral de la
comunicación, algo que sólo un área o departamento de comunicaciones
bien estructurado puede hacer.
La importancia de un área o departamento de comunicaciones permite
también que organizaciones y empresas puedan blindarse con una
comunicación estratégica y estructurada para momentos de crisis.
Asimismo, el área comunicacional dará las claves y cimientos para la
generación del "know how" empresarial, y hará que la organización pueda
sortear distintas situaciones de manera metódica y práctica sin que la
percepción de sus clientes y usuarios cambie.
Actualmente vivimos en un estado de crisis, donde el constante cambio
tecnológico marca las directrices de nuestros comportamientos al generar
distintas realidades sociales y comerciales. Este cambio está por encima de
cambios como el político, empresarial, social, incluso, a un nivel superior
del cambio cultural; éste último, a nivel organizacional, es el más
importante y el que demanda mayor cuidado ya que los golpes culturales
dentro de las organizaciones se fortalecen o se facilitan única y
exclusivamente con una buena comunicación.
La comunicación es la que se encarga de cohesionar a las diferentes áreas
de la organización para el trazo o direccionamiento de acciones orientadas
hacia el logro de los objetivos; es el puente indicado que permite establecer
relaciones entre la organización con sus diferentes públicos. También ofrece
feedback (realimentación), para posicionar la identidad y cultura
corporativas en escenarios adversos.
Finalmente, la clave del éxito para las organizaciones, actualmente, se
encuentra en la habilidad del "relacionamiento", donde la construcción y
establecimiento de un Departamento de Comunicación es algo
indispensable para su logro a nivel interno y externo, ya que éste construye
la cultura organizacional, la cual debe ser comunicada a cabalidad para que
normas, valores, creencias, filosofía y simbología generen un buen clima
que se vea reflejado en comportamientos y decisiones organizacionales
socialmente responsables.