El crecimiento microbiano se ve afectado por la actividad de agua, la cual depende de la concentración de sales y azúcares en el medio de cultivo. Bajas actividades de agua, promovidas por altas concentraciones de NaCl y sacarosa, inhiben el crecimiento de muchos microorganismos. La desecación también afecta la viabilidad microbiana, aunque la muerte no es inmediata y depende del microorganismo y factores ambientales.