El bienestar socio afectivo se logra cuando se cubren las necesidades básicas del individuo y se respalda en una serie de disposiciones legales que dan derecho a los ciudadanos a recibir prestaciones y servicios sociales de parte del estado, como educación, salud, espacios y programas culturales. En el caso de los adolescentes que viven una etapa en la que buscan consolidar su identidad y sentido de pertenencia, en las que se trazan metas y experimentan importantes cambios físicos y emocionales.