Pico della Mirándola reinterpreta el Génesis para argumentar que el hombre fue creado en último lugar y dado libertad para decidir lo que quiere ser, en contraste con otros seres con determinaciones fijas. Esto sitúa la dignidad humana en la capacidad de elegir y realizarse a sí mismo, no en atributos preestablecidos. Esta énfasis en la posibilidad sobre la determinación tuvo consecuencias como la emergencia del saber público y la valoración del diálogo filosófico para alcanzar acuerdos en la pluralidad de voces.