El documento describe las principales escuelas filosóficas de la antigüedad, incluyendo la Escuela Pitagórica que creía en la trasmigración del alma y que el número era el principio de todas las cosas, la Escuela Eleática que afirmaba la unidad del ser y negaba el movimiento, y la Escuela Atomista cuyos principales representantes Leucipo y Demócrito creían que los primeros principios eran átomos indivisibles que diferían en forma, orden y posición.