La estrategia es más que la eficacia operativa y se refiere a elegir un conjunto diferente de actividades para ofrecer un valor único e imitable. La estrategia implica tomar decisiones sobre qué actividades no realizar a través de los "trade off", o sacrificar un aspecto para mejorar otro. Una buena estrategia aprovecha las fortalezas internas de una empresa y se adapta a las necesidades cambiantes del mercado para mantener una ventaja competitiva sostenible.