La fibrilación auricular es un trastorno cardíaco que aumenta el riesgo de formación de coágulos sanguíneos y derrame cerebral. Se caracteriza por contracciones irregulares e ineficaces de las aurículas del corazón. Puede ser paroxística, persistente o permanente. El diagnóstico se realiza mediante electrocardiograma o ecografía cardíaca. El tratamiento incluye medicamentos para controlar los latidos y prevenir coágulos, así como cambios en el estilo de vida.