La enfermedad arterial periférica (EAP) es un trastorno circulatorio que afecta las arterias fuera del corazón, principalmente en las extremidades. Caracterizada por la acumulación de placa aterosclerótica, reduce el flujo sanguíneo, provocando síntomas como dolor al caminar. El diagnóstico temprano y la gestión adecuada son clave para prevenir complicaciones cardiovasculares.
Hallazgos Radiológicos de la Tuberculosis PulmonarJesús Yaringaño
Una breve descripción de los hallazgos que se pueden dar en el estudio radiológico de la tuberculosis pulmonar. Se presentan también algunas complicaciones y 2 casos clínicos de repaso.
IV curso de actualización en medicina de familia de la srmFYC.
Actualización en diagnóstico y tratamiento de la fibrilación auricular
Dr. Lorente (cardiología), Dra. Peinado (medicina de familia).
Hallazgos Radiológicos de la Tuberculosis PulmonarJesús Yaringaño
Una breve descripción de los hallazgos que se pueden dar en el estudio radiológico de la tuberculosis pulmonar. Se presentan también algunas complicaciones y 2 casos clínicos de repaso.
IV curso de actualización en medicina de familia de la srmFYC.
Actualización en diagnóstico y tratamiento de la fibrilación auricular
Dr. Lorente (cardiología), Dra. Peinado (medicina de familia).
Se presentan los aspectos fundamentales en el diagnóstico de los bloqueos de rama y fasciculares, partiendo de las consideraciones anatómicas pertinentes.
Revisión del tema de edema agudo de pulmón en la rotación de Medicina Interna en el hospital general La perla, Nezahualcóyotl, Estado De México, México.
Se presentan los aspectos fundamentales en el diagnóstico de los bloqueos de rama y fasciculares, partiendo de las consideraciones anatómicas pertinentes.
Revisión del tema de edema agudo de pulmón en la rotación de Medicina Interna en el hospital general La perla, Nezahualcóyotl, Estado De México, México.
La enfermedad oclusiva aortoilíaca (AIOD, Aortoiliac Occlusive Disease en inglés), también conocido como Síndrome de Leriche (LS, Leriche Syndrome en inglés) es un producto de la aterosclerosis que afecta la aorta abdominal distal, las arterias ilíacas y los vasos femoro poplíteos.
Existen distitnas patologias vasculares de la extremidad inferior como lo es la enfermedad arterial periférica (EAP) se produce debido a un estrechamiento y endurecimiento de las arterias, lo que provoca una disminución del flujo sanguíneo. Las zonas del cuerpo que se suelen afectar con más frecuencia son los miembros inferiores. Entre los factores de riesgo para padecerla se encuentran el sexo, la raza, la edad, el tabaco, la diabetes o la HTA entre otros. Otra de las enfermedades es la enfermedad venosa crónica (EVC) es la incapacidad del sistema venoso de la extremidad inferior para mantener el retorno venoso produciendo reflujo y acúmulo de sangre en las venas (hipertensión venosa). Puede ser por incompetencia de las válvulas venosas o trombosis venosa. También encontramos el edema pro insuficiencia cardiaca con los siguientes factores de riesgo: hipertensión arterial, infarto agudo de miocardio, cardiopatía, hipertensión pulmonar y el tabaco.
Presentación realizada en el "XLIII Congreso Internacional en Salud - IOCIM" realizado en Acapulco - Mexico, el 30 de Agosto de 2019.
Tema presentado: "El reto del salvamento de extremidades"
Presentación que busca integrar el concepto de enfermedad arterial periférica en la gestión del riesgo cardiovascular.
Módulo III, Tema 9: Parásitos Oportunistas y Parasitosis EmergentesDiana I. Graterol R.
Universidad de Carabobo - Facultad de Ciencias de la Salud sede Carabobo - Bioanálisis. Parasitología. Módulo III, Tema 9: Parásitos Oportunistas y Parasitosis Emergentes.
Presentació de Álvaro Baena i Cristina Real, infermers d'urgències de Badalona Serveis Assistencials, a la Jornada de celebració del Dia Internacional de les Infermeres, celebrada a Badalona el 14 de maig de 2024.
Pòster presentat pel doctor José Ferrer, metge de l'equip d'Innovació de BSA, al XX Congrés de la Sociedad Española del Dolor, celebrat a León del 29 al 31 de maig de 2024.
En el marco de la Sexta Cumbre Ministerial Mundial sobre Seguridad del Paciente celebrada en Santiago de Chile en el mes de abril de 2024 se ha dado a conocer la primera Carta de Derechos de Seguridad de Paciente, a nivel mundial, a iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los objetivos del nuevo documento pasan por los siguientes aspectos clave: afirmar la seguridad del paciente como un derecho fundamental del paciente, para todos, en todas partes; identificar los derechos clave de seguridad del paciente que los trabajadores de salud y los líderes sanitarios deben defender para planificar, diseñar y prestar servicios de salud seguros; promover una cultura de seguridad, equidad, transparencia y rendición de cuentas dentro de los sistemas de salud; empoderar a los pacientes para que participen activamente en su propia atención como socios y para hacer valer su derecho a una atención segura; apoyar el desarrollo e implementación de políticas, procedimientos y mejores prácticas que fortalezcan la seguridad del paciente; y reconocer la seguridad del paciente como un componente integral del derecho a la salud; proporcionar orientación sobre la interacción entre el paciente y el sistema de salud en todo el espectro de servicios de salud, incluidos los cuidados de promoción, protección, prevención, curación, rehabilitación y paliativos; reconocer la importancia de involucrar y empoderar a las familias y los cuidadores en los procesos de atención médica y los sistemas de salud a nivel nacional, subnacional y comunitario.
Y ello porque la seguridad del paciente responde al primer principio fundamental de la atención sanitaria: “No hacer daño” (Primum non nocere). Y esto enlaza con la importancia de la prevención cuaternaria, pues cabe no olvidar que uno de los principales agentes de daño somos los propios profesionales sanitarios, por lo que hay que prevenirse del exceso de diagnóstico, tratamiento y prevención sanitaria.
Compartimos el documento abajo, estos son los 10 derechos fundamentales de seguridad del paciente descritos en la Carta:
1. Atención oportuna, eficaz y adecuada
2. Procesos y prácticas seguras de atención de salud
3. Trabajadores de salud calificados y competentes
4. Productos médicos seguros y su uso seguro y racional
5. Instalaciones de atención médica seguras y protegidas
6. Dignidad, respeto, no discriminación, privacidad y confidencialidad
7. Información, educación y toma de decisiones apoyada
8. Acceder a registros médicos
9. Ser escuchado y resolución justa
10. Compromiso del paciente y la familia
Que así sea. Y el compromiso pase del escrito a la realidad.
SÍNDROME DE MOTONEURONA SUPERIOR E INFERIOR - SEMIOLOGÍA MÉDICAMATILDE FARÍAS RUESTA
El síndrome de motoneurona superior e inferior, también conocido como esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o enfermedad de Lou Gehrig, es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta a las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal. Estas células nerviosas controlan los músculos voluntarios, lo que lleva a la pérdida de control muscular y, eventualmente, a la parálisis.
3. Introducción
La enfermedad arterial periférica (EAP) engloba todas aquellas entidades
nosológicas que son resultado de la estenosis u obstrucción del flujo
sanguíneo en las arterias, excluyendo los vasos coronarios e intracraneales.
En la mayoría de los casos, sobre todo en población anciana, es una
manifestación de aterosclerosis sistémica.
[1]
4. Epidemiología
• Se estima que la prevalencia de la EAP es del 10% al 25% en personas de ≥55 años y
aumenta a aproximadamente el 40% en poblaciones >80 años.
• La incidencia de la EAP es de 15-20 casos por 100.000 habitantes/año para claudicación
intermitente
• En general, a los 5 años de evolución, el 5% de los pacientes con EAP sintomática
desarrollarán una isquemia crítica.
[2]
5. Tabaquismo
Probablemente es el factor de riesgo más
importante; el riesgo de padecer EAP es
casi seis veces más entre los fumadores
Diabetes mellitus
Factores de
riesgo
Es un factor de riesgo no sólo cualitativo, sino
cuantitativo, ya que por cada aumento del 1% de
la hemoglobina glucosilada se produce un
incremento del 25% en el riesgo de EAP
Sexo masculino
La prevalencia de la EAP, tanto sintomática como
asintomática, es mayor en varones que en
mujeres, sobre todo en la población más joven
[1,3]
6. Edad avanzada
Se estima que la prevalencia de claudicación
intermitente en el grupo de 60-65 años es del
35%.
Dislipidemia
Factores de
riesgo
Se ha comprobado que el tratamiento de la
hiperlipemia reduce la progresión de la EAP y
el desarrollo de isquemia crítica
Hipertensión arterial
Se considera que el riesgo de EAP es el doble
en los pacientes hipertensos que en los
controles.
[1,3]
7. En la gran mayoría de las ocasiones, el proceso patológico subyacente es la enfermedad
arteriosclerótica, y afecta preferentemente a la vascularización de las extremidades
inferiores. La etiología de la enfermedad arteriosclerótica es desconocida, aunque la
hipótesis más aceptada actualmente es la teoría inflamatoria como respuesta al depósito
de lípidos en la pared arterial
El grado de afectación clínica dependerá de dos factores: la evolución cronológica del
proceso (agudo o crónico) y la localización y la extensión de la enfermedad (afectación de
uno o varios sectores).
Fisiopatología
[4]
8. Figura 1
Representación esquemática de la respuesta
a la isquemia en la enfermedad arterial
periférica. Inicialmente, el miembro
isquémico intenta compensar y resolver la
hipoxia cambiando la hemodinámica y
promoviendo adaptaciones microvasculares
promoviendo la angiogénesis y/o la
arteriogénesis. Las flechas azules muestran la
dirección del flujo sanguíneo en la arteria y
las flechas blancas muestran el aumento de
la gravedad de la enfermedad.
Int. J. Mol. Sci. 2015, 16(5), 11294-11322;
9. Fisiopatología
La respuesta a la isquemia progresiva gradual de
la extremidad implica la promoción de la
angiogénesis y la arteriogénesis en un intento de
aumentar el suministro de sangre a la extremidad
afectada. La remodelación vascular, la inflamación
y las vías apoptóticas también están implicadas en
la respuesta isquémica y pueden contribuir en
parte a la resolución del daño tisular.
Figura 2. Anales de Cirugía Vascular; 2008; 22(4)
10. Manifestaciones clínicas
Las lesiones ateromatosas suelen progresar de
forma silente y, en general, no se produce un
déficit de irrigación tisular hasta que la luz
arterial no está reducida más allá del 70%.
02
[4]
11. Podemos encontrar signos que indican la presencia
de la enfermedad, por ejemplo, la ausencia de un
pulso.
Fase
asintomática
[3]
12. El principal síntoma es el dolor, manifestado en forma de
claudicación intermitente o de reposo.
• La claudicación intermitente, que suele ser el primer síntoma, se
define como dolor muscular constrictivo en la extremidad, que
aparece con la deambulación, y que obliga al enfermo a
detenerse, cediendo con el reposo y reapareciendo al continuar la
marcha.
• El dolor de reposo corresponde a la fase de isquemia crítica. A
menudo es intolerable e incapacitante, suele aparecer por la
noche o cuando el paciente adopta una posición en decúbito, de
localización distal, generalmente en el pie, entorno a una úlcera o
un dedo gangrenoso y se exacerba con el frío.
Fase
sintomática
[3]
13. La localización del dolor dependerá del sector afectado
• Las lesiones más proximales (aortoilíacas) suelen
producir un dolor urente en cadera, nalgas o muslo,
asociado muchas veces con sensación de debilidad a
dicho nivel
• El dolor tipo calambre en la masa gemelar suele
corresponder a lesiones del sector femoropoplíteo
• Las lesiones distales producen dolor en el pie
Síntomas
acorde al área
de lesión[3]
14. Clasificación de
Lereiche -Fontaine
[4]
Se estableció en 1920 y divide a la isquemia
crónica de los miembros inferiores en cuatro
grados clínicos.
Tabla 1. Clasificación clínica de Fontaine. Rev Esp Cardiol. 2007;60(9):969-82
15. Clasificación de
Rutherford [4]
La clasificación de Rutherford es la más reciente (1986)
y más utilizada, con ligeras modificaciones respecto a la
Clasificación de Fontaine.
Tabla 2. Clasificación clínica de Rutherford. Internet.
16. Diagnóstico
Historia clínica
Evaluar presencia de historial de factores de
riesgo o síntomas de EAP.
Examen físico
• Índice tobillo-brazo*
• Debemos valorar la presencia de pulsos a
todos los niveles (femoral, poplíteo, tibial
posterior y pedio), así como la existencia
de soplos.
17. Índice tobillo-brazo
Se define como el cociente entre la presión
arterial sistólica en el tobillo y la presión arterial
sistólica en el brazo, medidas con
esfingomanómetro y sonda Doppler normal,
eligiendo las cifras más elevadas en cada una
de las extremidades.
Tabla 3. Interpretación clínica del ITB. Patología
vascular periférica
18. Diagnóstico
Cuestionarios
Se han utilizado algunos cuestionarios para
detectar de una forma estandarizada la presencia
de claudicación intermitente. En la actualidad, el
cuestionario de claudicación de San Diego
(SDCQ)12 y el cuestionario de claudicación de
Edimburgo (ECQ)13 muestran sensibilidad y todos
tienen una especificidad excelente.
20. Diagnóstico
Técnicas de imagen
Están indicadas si se contempla una reparación
quirúrgica o endovascular en el caso de
identificarse una lesión apropiada.
La situación clínica será el principal factor que se
debe valorar para indicar una posible
intervención.
21. Angiografía
Sigue siendo la exploración de preferencia, pero con lleva
algunos riesgos, como las reacciones intensas al contraste
yodado, la posibilidad deterioro de la función renal, entre
otros
Diagnóstico
Figura 4. Angiografía de la arteria ilíaca, imagen de 30 cm frente a 20
cm. Yokoi Y. Basics of Angiography for Peripheral Artery Disease
22. Eco-Doppler
Técnica menos costosa y más segura que, en manos
expertas, puede ofrecer con buena fiabilidad las
características anatómicas principales para realizar una
revascularización.
Diagnóstico Permite obtener de una forma segura imágenes
tridimensionales de todo el abdomen, la pelvis y las
extremidades inferiores en una única exploración
Puede también ofrecer excelentes imágenes
tridimensionales e informar sobre las características de la
placa, sin embargo, se precisan dosis significativas de
contraste yodado, puede afectarse por la presencia de
calcio y el paciente es expuesto a radiación
Angiorresonancia
Tomografía computarizada
24. Medidas
generales
Control de factores
de riesgo
El abandono del hábito
tabáquico, las cifras de
tensión arterial < a 140/90,
el control glucémico con
cifras de hemoglobina
glicosilada inferiores al 7%
y los niveles de colesterol-
LDL menores de 100 son
objetivos a intentar
conseguir en un paciente
con EAP.
Ejercicio físico
Mejora la capacidad física
de los pacientes y permite
retrasar la evolución de la
enfermedad
25. Prevención
secundaria de
eventos
cardiovasculares
Terapia antiplaquetaria y anticoagulación
Estatinas
La mayor evidencia del
efecto beneficioso de las
estatinas en la EAP se
obtiene con los fármacos
más potentes (simvastatina
y atorvastatina).
Inhibidores de la enzima
de conversión de la
angiotensina
Podrían ser beneficiosos
incluso en pacientes
normotensos.
Las guías estadounidenses y europeas recomiendan la
monoterapia antiplaquetaria, ya sea aspirina o clopidogrel, en
pacientes sintomáticos.
[5]
26. Claudicación
intermitente
● Hacer énfasis en control de factores de riesgo, dieta,
ejercicio físico y buenos hábitos de estilo de vida.
● Ningún fármaco ha demostrado ser lo bastante eficaz
para proporcionar una reducción importante de la
sintomatología.
● Pentoxifilina y cilostazol son actualmente los únicos 2
fármacos autorizados por la Food and Drug
Administration específicamente para la claudicación
intermitente.
27. Isquemia
aguda
● Medidas generales: reposo en cama con la
extremidad ligeramente en declive, sueroterapia y
analgesia.
● Tratamiento médico: anticoagulación con heparinas
de bajo peso molecular a dosis terapéuticas por vía
subcutánea
● Tratamiento quirúrgico: con fibrinolisis arterial
directa con catéter u otras técnicas (trombectomía,
embolectomía, angioplastia transluminal percutánea
y amputación).
● Tratamiento etiológico
28. Isquemia
crítica
● Médico: además de las medidas anteriormente
descritas, es fundamental el control del dolor.
● Quirúrgico
○ Procedimientos intravasculares o mínimamente invasivos
(fibrinolisis, angioplastia transluminal percutánea con
balón e implante de stent...)
○ Cirugía convencional: sigue siendo la técnica de elección
para el tratamiento de las oclusiones largas e irregulares.
30. Indicaciones
de cirugía
● La indicación de tratamiento quirúrgico (convencional o
endovascular) de la EAP dependerá sobre todo de la
valoración conjunta de dos aspectos fundamentales,
como la situación clínica del paciente y el territorio
vascular que precisa reconstrucción.
● La indicación más clara de revascularización la constituye
el paciente con estadios avanzados de isquemia (III y IV),
debido al elevado riesgo de pérdida de extremidad que
conllevan estas situaciones
31. Revascularización
aortoiliaca
(suprainguinal)
Cirugía de revascularización
La afectación difusa, extensa se trata de forma óptima
habitualmente mediante el implante de una prótesis aórtica
unifemoral o bifemoral.
Angioplastia/endoprótesis.
• La angioplastia proporciona sus mejores resultados en
lesiones cortas, preferentemente estenosis y no
calcificadas en la arteria iliaca común
• Es probable que la mejor actitud sea implantar una
endoprótesis de forma selectiva en los pacientes en los
que la angioplastia muestre un resultado inicial
subóptimo
32. Revascularización
infrainguinal
Cirugía de revascularización
Es la técnica de elección en los pacientes con enfermedad
extensa femoropoplítea y distal. De forma general puede
resumirse que esta intervención puede realizarse con cifras de
mortalidad postoperatoria inferiores al 5% y un éxito precoz
superior al 90%
Cirugía endovascular
En las lesiones cortas, inferiores a 10 cm, preferentemente
con estenosis, son las más adecuadas para el tratamiento
endovascular45-48, en especial la angioplastia.
33. 1. Melón Lozano O, Miñana JC, San Cristobal E. Patología vascular periférica . Tratado
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2. Krishna S, Moxon J, Golledge J. A Review of the Pathophysiology and Potential
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http://dx.doi.org/10.3390/ijms160511294
3. Fabián-Darío Arias Rodríguez, Benalcázar-Domínguez Steven Alejandro,
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Referencias