La leche humana es el alimento ideal para los recién nacidos. Contiene anticuerpos, como la IgA, que protegen contra infecciones intestinales. También contiene linfocitos T de memoria que transfieren la experiencia inmunológica de la madre al bebé. La lactancia tiene beneficios a largo plazo tanto para la salud de la madre como del recién nacido, por ejemplo reduciendo el riesgo de cáncer de mama y aumentando la inteligencia del hijo de adulto.