El documento describe el arte románico y gótico en Europa. La arquitectura románica se caracterizaba por muros gruesos de piedra, mientras que la escultura y pintura estaban profundamente ligadas a la iglesia. El arte gótico se expandió por Europa y presentaba arcos ojivales y bóvedas de crucería como elementos arquitectónicos distintivos. La escultura gótica comenzó a independizarse de la iglesia y dejó atrás la rigidez del estilo bizantino.