Para iniciar una investigación, primero se debe elegir un tema motivante e importante para uno mismo y la sociedad que plantee una problemática a resolver. Luego, se identifica un problema específico de investigación dentro de ese tema, ya sea por experiencia propia, consultando a expertos o investigando publicaciones. Finalmente, se miden las posibilidades reales de resolver ese problema considerando los recursos disponibles como tiempo, dinero e información.