La expedición de Balmis tuvo como objetivo distribuir la vacuna contra la viruela en 1803-1806. Visitó diversos destinos como Santa Cruz de Tenerife, Puerto Rico, Venezuela, La Habana, México, Filipinas, Macao, Cantón e Isla de Santa Elena, vacunando a miles de personas. A pesar de dificultades como la oposición de algunos médicos, logró establecer juntas de vacunación y distribuir información sobre la viruela antes de regresar a España tres años después, cumpliendo su misión filantrópica.