Este documento discute los desafíos de la educación indígena en México. Señala que aunque México invierte más en educación que países como EE. UU. y Alemania, la población indígena tiene menos acceso y oportunidades educativas. El sistema educativo actual ha homogenizado los planes de estudio y ha perjudicado la identidad cultural de las comunidades indígenas al desalentar el uso de lenguas maternas. Se necesita una educación contextualizada culturalmente que valore y promueva las culturas indígenas.
PLAN DE TRABAJO CONCURSO NACIONAL CREA Y EMPRENDE.docx
La voz olvidada de la educación indígena
1. UNIVERSIDAD DE LAS AMÉRICAS PUEBLA
La voz olvidada de la educación indígena
Rolando Ortigoza Vargas
13 de noviembre de 2008
2. La voz olvidada de la educación indígena
Relatar las vejaciones cometidas a nuestras
comunidades y pueblos, a nosotros no nos
causa lástima ni compasión, sino dolor y
tristeza, pues se trata de nosotros mismos.
Adelfo Regino Montes
Los contenidos escolares, metas y objetivos que la Secretaría de Educación
Pública establece, son iguales para todo el territorio nacional. Tales contenidos
escolares, están quedando obsoletos ante una sociedad que en las últimas
décadas está cambiando de forma muy acelerada; por lo tanto, hace falta una
evaluación de estos contenidos para actualizar los que sean necesarios.
Dentro del sistema educativo nacional, existen diversas modalidades de
educación para los diferentes sectores de la población en general. Una de esas
modalidades es conocida como educación indígena. Personalmente, tuve la
oportunidad de trabajar en un proyecto de educación indígena, en el estado de
Oaxaca. Las metas y objetivos de educación para las comunidades indígenas son
iguales para todas. Sin embargo, como han concluido lingüistas, sociólogos,
antropólogos, las comunidades indígenas tienen un contexto diferente aún dentro
de una misma región. Por ello, considero que la educación en las comunidades
indígenas, además de ser evaluada y actualizada, debe también ser
contextualizada. Es decir, las metas y objetivos de la educación en estas
comunidades tienen la obligación de responder a las necesidades locales, sin
olvidar el contexto nacional e internacional; de lo contrario, como afirma
Pereira, la educación seguirá llegando tarde (2003).
3. Panorama general
México es una nación multicultural, formada por una gran variedad de culturas
originarias. Éstas apenas alcanzan el 30% del total de la población, el 24% no
sabe leer ni escribir; cifra enorme comparada con la población nacional, la cual
tiene un promedio de 6.4%. La población indígena asiste 4.6 años a clase, y el
resto puede asistir 7.9 años1. El mismo Fox reconoció la diferencia de
oportunidades que existe entre la población indígena con el resto, dijo: “En el
sector de más alto ingreso, la asistencia al nivel universitario alcanza 45%; entre
las comunidades indígenas y los municipios más pobres del país, ‘apenas uno de
cada cien’ tiene esa oportunidadquot; (Fox citado por Echeverría, 2007: s/p).
¿Cómo es posible que exista una gran diferencia de oportunidades
educativas entre estos sectores de la población mexicana? Si consideramos que
la comparación se hace con los inscritos oficialmente en alguna institución
escolar, ¿aumentará, afectando aún más, el número del sector indígena?
Consideremos los recursos destinados a la educación en México. Nuestro país se
encuentra en la posición 48 de 182, con una inversión de 5.5% del gasto público.
Está por encima de Estados Unidos, Alemania y Canadá, pero por debajo de
Cuba, el cual invierte 9.1% del gasto público en la educación. La alfabetización
de USA, es de 99%; Alemania, 99%; Cuba, 99.8%, y México, 91%. Cabe
recordar que la alfabetización en la población indígena de México, apenas
consigue el 74%2.
1
Central Intellegence Agency. The world fact book. https://www.cia.gov/library/
publications/the-world-factbook/geos/mx.html
2
The United Nations Children's Fund. Mexico: Education. http://www.unicef.org/infoby
country/mexico_statistics.html#46
4. Nacen nuevas preguntas al descubrir que México invierte más en la
educación, en comparación con países como Estados Unidos, Alemania y
Canadá. ¿Cómo y dónde se refleja toda la inversión monetaria que el gobierno
invierte en la educación? ¿Por qué nuestra infraestructura educativa no está a la
par con las innovaciones tecnológicas? Y claro, si se están desviando esos
recursos, ¿quién o quiénes son los responsables de velar por el gasto de la
educación?
La diversidad cultural
El 1 de enero de 1994, entra en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre
México, Estados Unidos y Canadá. El TLC representaba para México un status
de más prestigio dentro de la comunidad internacional. Al competir con países
como Estados Unidos y Canadá, México busca las posibilidades de formar parte
de los países de primer mundo. Sin embargo, en la madrugada del mismo día en
que el TLC entrara en vigor, inicia un movimiento armado por grupos indígenas
(tzotziles, tojolabales, tzeltales) en el estado de Chiapas. Este hecho
desencadena una serie de reflexiones en torno a la situación de los pueblos y
comunidades indígenas del país. Las peticiones o demandas de las comunidades,
representan necesidades básicas para garantizar una vida digna; necesidades
como agua potable, energía eléctrica, vivienda, salud, y, por supuesto,
educación. El gobierno mexicano, lejos de responder a las demandas de nuestras
comunidades indígenas, pretende sofocarlas; tal como sucedió con el
movimiento social de maestros, estudiantes, campesinos, y la población civil en
el estado de Oaxaca, en mayo de 2006.
5. La política de estado, asegura Kowii, se ha valido de instituciones como la
iglesia, las leyes y las armas, para reprimir o someter a la población más pobre;
actualmente, la educación es el aparato gubernamental más grande que va
formando a los individuos de acuerdo a las necesidades del sistema (2001: 7).
En nuestras comunidades indígenas, la educación ha impedido que las lenguas
originarias se practiquen en el día a día de los jóvenes, más grave aún, está
feneciendo lazos de pertenencia de muchos siglos. La fractura cultural en
nuestras comunidades indígenas, está provocando que las nuevas generaciones
adopten formas de vida distintas a la de sus ancestros, por considerar la cultura
dominante como símbolo de progreso y un mejor nivel de vida. Vázquez
Mazzini también reconoce que la práctica de la evaluación en la escuela
responde a una ideología determinada, y afirma que dicha ideología establece
enfoques subjetivos, delimita los caminos a las decisiones, y suscita el desarrollo
de la práctica en determinada dirección, en detrimento de otras alternativas
(2003: 13). A pesar de los aparatos de represión como la iglesia, las armas, la ley
y las escuelas, que se han utilizado en contra de nuestras comunidades, éstas han
logrado ‘sobrevivir’ y salir a flote, gracias al arraigo cultural establecido a través
de una identidad comunitaria. Identidad, diversa como tantas comunidades
indígenas existen, que ha sobrevivido gracias a la estructuración interna que los
grupos determinaron.
En esta estructuración, el sistema económico, social, político, religioso,
educativo, está profundamente relacionado uno con otro y juntos atraviesan los
espacios y situaciones de la vida cotidiana en su conjunto. Este sistema,
conocido como ‘sistema de cargos’, es el sistema comunitario que da vida y
esperanza de que un mundo mejor es posible. No se conciben estos elementos
por separado, cada uno existe en la ‘totalidad’, porque la participación decidida
6. y la observación respecto al bienestar del grupo, están presentes en el diario
vivir del colectivo (Picanco y Maldos, 2007: 37). Esta estructuración o identidad
comunitaria empieza a fracturarse de manera más acelerada, debido al
bombardeo de los medios masivos de comunicación: el método reciente más
represivo y eficaz que la política de estado está empleando contra nuestros
pueblos y comunidades indígenas; afirma Cortés Martínez, al escribir que los
medios de comunicación están dirigidos a nuestros sentidos y no a la razón
(2007: s/p). Por otro lado, a pesar de la conciencia desarrollada respecto al
fenómeno de globalización y de los retos que ésta plantea a la tarea educativa,
aún no tomamos conciencia del reto de dicha globalización sobre la cultura
(Silveira, 2003: s/p). Esta falta de conciencia de las dificultades de la
globalización para con nuestraas comunidades indígenas, ha permitido la
desaparición y confusión de los principios de vida comunitaria, basada,
principalmente, en la productividad, imponiendo el conocimiento científico
como fuente de progreso y bienestar, rompiendo lazos de pertenencia,
fomentando el individualismo y moldeando a su antojo una sociedad de
consumidores. Una sociedad que no tiene la capacidad de decidir lo que
consume, pues consume lo que a los de arriba se les cae de la mesa, lo que ya no
les cabe en bolsillo (Guerrero, 2004).
Resultados de la educación en comunidades indígenas
La educación indígena, diseñada por personas detrás de un puesto politizado, no
reconoce la capacidad intelectual del individuo y busca la enajenación de la
persona con su realidad, debilitando, principalmente, la identidad comunitaria,
llevando al blanqueamiento de la sabiduría de nuestras comunidades, la auto-
7. discriminación, el auto-desprecio, la desconfianza en su semejante; despreciando
así su origen, su cultura, su idioma, y valorando la cultura dominante por sentir
inferior la propia (Kowii, 2001: 5). Aparece una nueva forma de conceptualizar
la discriminación que se practica a través de la escuela: la discriminación por la
diferencia cultural. La escuela discriminatoria y reproductora de las diferencias
de sexo y clase, también discrimina a quienes pertenecen a grupos culturales
diferentes, y ambas discriminaciones, lógicamente, caminan juntas. Surge,
entonces, una discusión sobre educación multicultural, como afirman García,
Pulido y Montes, y aspectos de la cultura tienen cabida en el aula y en las
escuelas (1997: 17). Se reconoce la necesidad de una educación que atienda las
diferencias de comunidades, claramente diferentes por su lengua y forma de vida
comunitaria.
La educación indígena escolarizada en México, muestra las características
de un proceso de largo aliento que se constituye, según los casos, en estrecha
continuación con la reforma política del Estado, y los cambios socioeconómicos
inspirados en concepciones neoliberales del desarrollo nacional. Se diseñan
programas que tratan de mejorar la situación de estos colectivos en las escuelas
y que, en algunos casos, promuevan un respeto hacia su cultura de origen, sin
olvidar la integración en la cultura dominante. Integración que sólo es posible en
la medida que se asimilen los elementos de la cultura dominante. Este proceso
de integración, no permite desarrollar virtudes y habilidades personales, sino la
asimilación de los parámetros previamente establecidos por el sistema. Es
común encontrar, en las comunidades indígenas de Oaxaca, generaciones
jóvenes que han perdido la lengua originaria de su comunidad, pues los maestros
se empeñaron en que hablaran la lengua dominante, el español. Olvidaron
respetar la cultura del alumno. Olvidaron que aprender una lengua diferente, no
8. significa dejar de hablar la propia, la lengua de los ancestros. La lengua indígena
es el principal elemento de identidad comunitaria, al desparecer ésta, la
identidad indígena se ve fracturada, y el destino de nuestras comunidades se
encuentra en encrucijada.
Reconquistar espacios propios en las comunidades indígenas
Constantemente, los contenidos de los planes y programas educativos deben ser
evaluados y actualizados; los planes y programas educativos de las comunidades
indígenas deben ser, además, contextualizados. La contextualización es
necesaria, porque la cultura y el proceso formativo de las comunidades sólo
tiene sentido en su conjunto, no hay educación sin cultura (Olmos, 2002: s/p).
Toda la vida de la comunidad gira en torno a la cultura. Para lograr que las
culturas de nestros pueblos y comunidades indígenas prevalezcan, y vivan a
plenitud su condición humana, es necesario que se establezcan planes y
programas educativos a partir de su particular manera de entender el mundo,
para asegurar la supervivencia de generaciones futuras.
La participación de las comunidades indígenas en actividades culturales es
cada vez menor, debido, en gran medida, a los acosos por parte de autoridades
externas a la comunidad. Por otro lado, estas actividades no proporcionan un
beneficio material, y la situación económica de las comunidades, requiere de
proyectos que aporten un beneficio económico para la misma (EDUCA, 2007).
Esto hace más difícil la participación de las comunidades en proyectos y
espacios culturales como la educación. Lograr que las comunidades retomen
espacios propios, como la educación, es tarea difícil que sólo puede lograrse con
la participación de hombres y mujeres comprometidas, en este caso, con la
9. educación. Una manera de empezar a recuperar el espacio de la educación, es a
través de los comités de participación social, mismos que tienen la facultad de
velar por la educación de su comunidad. La escuela tiene la obligación de
incluirse en la vida cotidiana de las comunidades, y propiciar la participación
activa de sus miembros en todos los ámbitos de la vida comunitaria.
Contextualizar la educación en comunidades indígenas
La actualización de los planes y programas educativos, no debe limitarse
únicamente al conocimiento científico; por el contrario, debe partir de los
elementos propios de cada una de las comunidades, y plasmarlos en los planes y
programas de estudio. La educación tiene su origen en la cultura, y va dirigida a
la cultura misma. Contextualizar la educación en las comunidades indígenas,
implica involucrar la totalidad de la vida comunitaria. Por eso, la educación en
nuestras comunidades debe tener como propósito
convertir nuestros propios conocimientos en contenidos escolares, para luego
buscar su articulación con los contenidos nacionales y universales, en sus
componentes conceptual, procedimental y actitudinal; en otras palabras, para
formar a los educandos en el saber, saber hacer y saber ser de una manera más
completa e integral, pues pretende sumar los contenidos de carácter nacional y
universal a los contenidos locales o de carácter comunitario, en este caso,
basados en los conocimientos, procedimientos y actitudes propios de los
pueblos indígenas. [Reyes 2006]
La contextualización de la educación en las comunidades indígenas,
considera el contexto nacional e internacional, pero orientada a la solución de
los problemas y carencias materiales en las mismas, potenciando su desarrollo
económico para lograr así un mejor nivel de vida. ¿Cómo podemos
contextualizar esa realidad comunitaria con la realidad nacional, si los avances
10. tecnológicos son cada vez más acelerados? Ciertamente, como se comentó
anteriormente, la evaluación sobre el trabajo educativo tiene que ser constante;
de lo contrario, se corre el riesgo que los contenidos establecidos, nuevamente,
se vuelvan obsoletos. Para asegurar que la educación en nuestras comunidades
indígenas responda a las necesidades locales, es necesario incluir la voz y la
palabra de los participantes directos en este proceso. Incluir lo que nuestras
comunidades indígenas desean con su educación.
Conclusión
Es necesario y urgente, que las comunidades reconquisten espacios culturales,
como la educación, para asegurar la supervivencia de las mismas. Es necesario y
urgente pasar del folklorismo, de la resistencia, a la liberación de nuestros
pueblos y comunidades indígenas. Liberación que impulse el desarrollo
económico, social, político, y cultural. Por todo ello, debemos empezar a
escuchar la voz y la palabra de las comunidades indígenas. Escuchar su voz y
atender sus demandas. Trabajar con todas y cada una de las comunidades, desde
la particularidad y complejidad de cada contexto. Involucrar a estas
comunidades en su proceso educativo para devolverles espacios que les
pertenecen. Necesitamos recuperar los lazos escuela-comunidad, porque la
escuela existe en la medida que la comunidad existe. Una no puede continuar sin
la otra. En las comunidades indígenas todos se pertenecen, existen gracias a la
‘totalidad’. Si nos comprometemos con las causas de nuestras comunidades,
construiremos un mundo mejor para vivir en respeto unos con otros.
Ese compromiso se verá reflejado en la formación de buenos hombres y
buenas mujeres: hombres y mujeres comprometidas con su historia colectiva.
11. Una historia que antepone los intereses colectivos a los intereses personales, sin
opacar estos últimos; porque si crecemos como grupo, crecemos y somos
mejores personas. Para la formación de esos hombres y mujeres requeridos para
crear un mundo mejor, es necesario ‘educar en la vida’. Esta es la filosofía de la
educación de las comunidades indígenas, aprender haciendo, porque la práctica
no puede separarse de lo teórico. Por eso encontramos grandes dificultades
cuando pretendemos ‘educar para la vida’, como si la vida de los jóvenes aún no
llegara. O, lo que es peor, la vida de los jóvenes está determinada sólo por lo que
se pueda obtener de las instituciones educativas. Esto no puede seguir así, es la
hora de reivindicar los derechos colectivos y fundamentales de nestros pueblos y
comunidades indígenas. Seguir en la resistencia, sobreviviendo a las políticas
que quieren arrancarnos lo que es nuestro, no basta. Es la hora de la liberación.
Es momento de poner en práctica la interculturalidad para vivir en armonía y
respeto unos con otros, pero ese respeto tiene que ser recíproco de la cultura
dominante y las culturas dominadas.
Los líderes y comunidades indígenas coinciden que uno de los elementos
principales a considerar en la educación es la lengua indígena. También se hace
mención de los elementos de la comunalidad (identidad comunal), como
asamblea o poder comunal, tierra o territorio comunal, fiesta comunal, trabajo
comunal o tequio, música, danzas, deporte, pintura. La comunalidad es el alma
de nuestras comunidades indígenas, y
es vivida cotidianamente por los indios, pero no es forzosamente percibida en
toda su extensión y riqueza por todos ellos, razón por la que es necesaria una
labor de concientización de la especificidad étnica. Por ello, surge esta idea
ligada a su participación en la conformación de la identidad india y sobre todo
a las posibilidades que brinda para recuperar lo propio. Esta idea brota de las
montañas en Oaxaca, procreada por jóvenes indios que tuvieron que encontrar
12. la fortaleza para recorrer el camino deculturador de la escuela sin sucumbir y
además analizar lo propio, creando ideas. [Maldonado 2002:78]
Por ello es fundamental que toda educación indígena, además de ser
evaluada y actualizada, sea al mismo tiempo contextualizada. La cultura
atraviesa todos los ámbitos de la vida en comunidad, y la educación no debe
asilarse de esta vida, sino incluirse para no romper con la ‘totalidad’ de la
cultura. Incluir los elementos culturales, de nuestras comunidades, en los planes
y programas de estudio, es una demanda que no puede esperar.
13. Bibliografía
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