La araña Loxosceles reclusa es una araña con un potente veneno necrotico que se distribuye ampliamente en Estados Unidos y el norte de México. Su mordedura puede causar loxoscelismo, que incluye una úlcera necrótica dolorosa o síntomas sistémicos como fiebre y daño a órganos. El veneno contiene enzimas como esfingomielinasa D que causan una intensa reacción inflamatoria y daño vascular, resultando en necrosis de los tejidos.