2. Métodos de Educación para la
Salud.
DEFINICIÓN
«Estrategias e instrumentos que
emplea el profesional sanitario
(educador) para conseguir los
objetivos de aprendizaje en el
paciente (educando)»
3. Principios básicos en la metodología de la EpS
Principio I. El método debe responder a los
objetivos de aprendizaje.
Principio II. El método debe ser compatible con
la persona que está realizando el aprendizaje.
Factores: nivel de escolarización, experiencia,
cultura y valores, estilo de aprendizaje, tiempo
disponible, número de personas.
Principio III. El personal debe estar cualificado
en el método escogido. Factores: conocer el
contenido, el método y el estilo.
4. Principio IV. El entorno debe ser compatible
con el método.
Principio V. El equipamiento debe ser
compatible con el método escogido.
Factores: mantenimiento, manipulación,
circulación del material.
Principio VI. Respetar las indicaciones de
tiempo definidas por el método.
Principio VII. Escoger el método más
económico que permita alcanzar los
objetivos.
5. Métodos de Educación para la Salud
VALORACIÓN DEL USUARIO
Sistema de creencias
Conocimientos previos
Capacidad aprendizaje
Comportamiento anterior
Edad
6. Métodos de Educación para la Salud
Posibles limitaciones en el
aprendizaje:
a) Estado físico y emocional
b)Motivaciones
c)Grado de ansiedad
7. La educación sanitaria tiene como objetivos principales modificar
los hábitos o conductas insanas y promover las conductas positivas
de salud.
Métodos y medios de
Educación Sanitaria.
8. Para conseguir estos objetivos, los agentes
de educación sanitaria deben elaborar
mensajes informativos y educativos, y
hacerlos llegar a la población.
El proceso mediante el cual el mensaje
alcanza al o a los educandos es lo que se
conoce como método de educación
sanitaria.
9. Clasificación de los métodos de educación
sanitaria
El comité de expertos de la OMS en
educación sanitaria clasifica los métodos de
educación sanitaria en dos grandes grupos:
según las características de la relación que
se establece entre el educador (la fuente del
mensaje) y los educandos (la población que
lo recibe):
Métodos bidireccionales o directos.
Métodos unidireccionales o indirectos.
10. En los primeros existe contacto directo
entre el educador y el educando, y se
utiliza la palabra hablada como medio de
comunicación.
En los métodos indirectos existe una lejanía
en el espacio y/o en el tiempo entre el
educador y el educando, y se utiliza la
palabra hablada, la escrita o la imagen,
pero interponiendo entre el educador y los
educandos una serie de medios técnicos
(los medios de comunicación).
11. Los métodos directos se usan en la
educación sanitaria de individuos y grupos.
Los indirectos se emplean en la educación
de grupos y colectividades.
En general, cuanto más estrecha es la
relación entre el educador y el educando y
mayor la interacción o reflujo entre ellos,
mayor es la eficacia del método.
Los métodos directos suelen ser más
eficaces que los indirectos; entre los
primeros, el diálogo y la entrevista (consejo
educativo) y la discusión en grupo son
mejores que la charla y la clase.
12. Tabla 22-3. Métodos de educación sanitaria.
Métodos directos Métodos indirectos
Diálogo (consejo educativo)
Medios visuales
Carteles, vallas
Folletos
Cartas circulares
Prensa
Clase o aula
Medios sonoros
Radio
Charla
Medios mixtos audiovisuales
Cine
Video
Televisión
Internet
Discusión en grupo
13. Métodos directos.
En los métodos directos existe contacto
directo entre el agente de educación
sanitaria y los educandos.
Se utiliza la palabra hablada, la cual
constituye el primer medio y el más
efectivo con que siempre ha contado la
educación.
Como complemento de la palabra
hablada pueden utilizarse ayudas
técnicas (pizarra, transparencias,
diapositivas, «powerpoints», vídeos,
etc).
14. La principal ventaja de los métodos
directos radica en que el contacto
directo del educador y el educando
facilita la aclaración de aquél de las
dudas o problemas que puedan
presentársele a éste.
La palabra educativa puede utilizar
cuatro vías principales de aplicación:
el diálogo (consejo educativo), la
clase, la charla y la discusión en
grupo.
15. Diálogo
El diálogo de la entrevista sanitaria
(consejo médico) es el mejor de los
métodos de educación sanitaria.
Para que sea eficaz, se necesita la
creación previa de un clima de confianza
y comprensión mutua.
El tacto social del entrevistador debe
procurar disipar los recelos que todo
tipo de contacto humano provoca en
una primera aproximación.
16. Durante el desarrollo de la entrevista es
fundamental saber escuchar (no
interrumpir al entrevistado, no argüir,
discutir ni criticar sus opiniones, ni siquiera
las equivocadas), saber conversar (emplear
un lenguaje claro, apropiado a la
mentalidad y cultura del entrevistado, estar
familiarizado con los temas que le
importan y preocupan, y mostrarse
interesado en ellos) y saber aconsejar (no
aportar una solución que parezca personal;
más bien al contrario, procurar que la
respuesta sea hallada espontáneamente
por el entrevistado).
17. Todas las entrevistas entre el personal
sanitario y las personas sanas o
enfermas a su cargo pueden y deben
ser aprovechadas para transmitir
mensajes de educación sanitaria
mediante el diálogo.
La consulta médica o entrevista
médico-paciente es una de las
situaciones más favorables que
existen para la educación sanitaria de
individuos, tanto sanos como
enfermos.
18. En el caso de los enfermos, las singulares
condiciones psicológicas con que el paciente
angustiado acude al médico solicitando su ayuda y
esperando de él la curación lo convierten, al
menos en teoría, en un receptor ideal para todo
cuanto pueda ser sugerido por el médico, ya que la
recuperación de la salud constituye una fuerte
motivación para la aceptación de los consejos y
recomendaciones.
Los familiares desean la recuperación del enfermo,
lo que hace que estén muy motivados y sean
también muy receptivos a la acción educativo
sanitaria del médico.
Esto favorece la ampliación de la acción educativa
a todo el ámbito familiar del paciente.
19. En el caso de la entrevista médico-persona sana
(exámenes de salud en la escuela o en la fábrica,
atención preventiva en los centros de atención
primaria), las circunstancias no son tan favorables,
pero el médico debe aprovecharlas también para
hacer educación sanitaria, en especial referida a
aquellos riesgos que el interrogatorio y los
exámenes practicados han puesto de manifiesto
(hábitos nocivos en alimentación y nutrición,
consumo de tabaco o drogas, hipertensión,
obesidad, etc).
En este caso, la mejor baza de que goza el médico
es su credibilidad.
20. La entrevista enfermera-paciente o persona
sana constituye también una oportunidad
óptima para la educación sanitaria
mediante el diálogo.
El contacto de la enfermera con las
personas sanas o enfermas, ya sea en el
centro de atención primaria o en el
hospital, o en el domicilio del enfermo,
debe ser aprovechado para proporcionarles
información y educación sobre los temas
de salud prioritarios, de acuerdo con su
edad y los factores de riesgo detectados
mediante la entrevista y los exámenes
practicados.
21. La enfermera goza de menor credibilidad que
el médico, pero tiene la ventaja de disponer
de más tiempo para la entrevista con el
paciente, lo cual la convierte en el agente
ideal de la educación sanitaria en la
comunidad. De hecho, en la mayoría de los
países, la responsabilidad de la educación
sanitaria en los servicios sanitarios corre a
cargo, principalmente, de los profesionales de
enfermería.
La entrevista farmacéutico-cliente en la
oficina de farmacia ofrece también
numerosas oportunidades para efectuar
educación sanitaria mediante el diálogo,
especialmente en los temas relacionados con
los medicamentos.
22. Clase
La clase es el método más utilizado en la
enseñanza formal de la salud en las
escuelas e institutos.
En general, se complementa con el uso de
apuntes, libros de texto o libros de
consulta, y otros materiales audiovisuales.
Es un método aceptable para este tipo de
enseñanza, en la que el alumno está
motivado fundamentalmente por las
evaluaciones y calificaciones del profesor.
23. El principal inconveniente de la clase es que es un
método que impulsa más a la adquisición de
conocimientos que a la modificación de la
conducta, por lo que no es aconsejable en
educación sanitaria de adultos, a no ser que el
tema de la clase responda exactamente a los
deseos o necesidades específicas del grupo al que
va dirigida.
Éste sería el caso de los cursos de educación
sanitaria maternal programados en forma de curso
regular (escuela de madres), o el de los cursos de
educación sanitaria en primeros auxilios,
programados en forma de cursos de socorrismo
dirigidos a trabajadores de empresas con alto
riesgo de accidentes.
24. Las clases, como las charlas y las
conferencias, pueden complementarse con
medios audiovisuales (pizarras, caballetes
de horas superpuestas, transparencias,
diapositivas, vídeos, etc) y/o
demostraciones prácticas (preparación de
una papilla, prácticas de respiración
artificial en un muñeco de goma, etc).
Siempre es necesario recordar que es difícil
mantener la atención de los alumnos
durante más de 30 o 45 min, por lo que la
duración de la clase no debe ser superior a
tres cuartos de hora.
25. Para que la clase alcance su mayor
efectividad, es conveniente hacer un
resumen final, donde se destaquen
los puntos fundamentales de lo
expuesto.
Seguidamente, se abrirá un coloquio
para aclarar aquellos puntos que no
hayan sido comprendidos de forma.
26. Charla
La charla educativa es el procedimiento directo de
educación sanitaria más utilizado para dirigirse a
grupos.
La charla y la conferencia son procedimientos
didácticos muy semejantes.
La charla está dirigida a profanos y es menos
protocolaria que la conferencia, por lo que permite
un mayor acercamiento del que habla con el
auditorio.
Las charlas suelen dirigirse a grupos sociales
organizados de la comunidad (asociaciones de
padres, asociaciones de vecinos, entidades cívicas
o culturales, etc).
27. En la planificación y realización de las charlas es
preciso tener muy presentes los siguientes puntos
para que la acción educativa sea eficaz:
1. La charla debe ser promovida por el propio grupo
social al que va dirigida, por medio de sus líderes. Si
la charla se promueve desde un organismo oficial, sin
contar con los líderes de la comunidad, difícilmente
tendrá éxito. Sólo los líderes naturales tienen
capacidad de convocatoria y de organización para
reunir grupos. Además, sin su apoyo, los mensajes
transmitidos no serán aceptados.
28. 2. El orador elegido debe ser un conocedor del tema,
pero al mismo tiempo debe gozar de reconocido
prestigio en la comunidad.
El médico que trabaja en la atención primaria reúne
ambos requisitos, por lo que es el orador ideal para
los grupos sociales de la comunidad a la que sirve.
También son apropiados: el médico escolar, para las
charlas dirigidas a las asociaciones de padres de los
colegios en los que desarrolla su labor, y el médico
de los servicios de prevención, para las charlas
dirigidas a los trabajadores de la fábrica en la que
trabaja.
29. 3. El tema elegido debe responder a los deseos,
necesidades e intereses del auditorio. Por ejemplo,
en las charlas efectuadas en la escuela, dirigidas a
padres de familia, los temas elegidos deben guardar
relación con la salud de los hijos y de la comunidad
familiar (inmunizaciones en la infancia, medidas de
control de un brote de enfermedad meningocócica,
etc).
Si la charla va dirigida a jóvenes, debe tratar la
problemática específica de la edad (prevención de
las enfermedades de transmisión sexual, de los
embarazos no deseados, de las drogodependencias,
etc).
Si la charla va dirigida a trabajadores, los temas
preferidos serán la prevención de accidentes y el
control de los riesgos tóxicos ambientales.
30. 4. Las condiciones del local deben ser
óptimas.
El local debe ser cómodo y agradable,
además de presentar buenas condiciones
acústicas y de climatización.
La disposición de la sala procurará el
máximo acercamiento del educador con el
grupo.
Si no se dispone de local adecuado, es
mejor posponer la charla, ya que los
asistentes no atienden si las condiciones
ambientales no son óptimas.
31. 5. En el desarrollo de la charla es preciso tener en
cuenta una serie de consideraciones técnicas. La
charla ha de ser breve.
Nunca debe exceder de tres cuartos de hora y lo
ideal es que no sobrepase la media hora. Es
preciso utilizar un lenguaje adaptado a la
mentalidad y cultura de los oyentes.
Es muy importante que el orador posponga la
ambición de su lucimiento personal a la eficacia
educadora de sus palabras.
La exposición debe ser estructurada: comenzará
con una introducción que despierte el interés,
continuará con una serie de ideas concretas,
expuestas de modo sencillo y preciso, y concluirá
con un resumen final que estimule la discusión.
32. Como en todos los métodos directos, el
mensaje transmitido debe ser informativo
y motivador, es decir, debe ser un mensaje
persuasivo. Además, deben darse
instrucciones sobre cómo hacer para pasar
a la acción.
Es conveniente citar experiencias y
anécdotas personales durante la
disertación, ya que contribuyen a amenizar
la charla. También es aconsejable la
utilización de ayudas audiovisuales
(transparencias, diapositivas, etc) para
clarificar y fijar ideas.
33. Al final de la charla hay que destinar siempre un tiempo al
coloquio. Toda charla en la que sólo hable el encargado de
darla es, desde el punto de vista formativo, no sólo estéril,
sino también perjudicial.
Cuando el oyente no puede solicitar aclaraciones o
manifestar sus dudas u opiniones, se engendra un
sentimiento de frustración, que puede desencadenar una
actitud hostil hacia el orador y los principios que pretende
inculcar.
La charla, como la conferencia, debe ser hablada y no leída,
ya que la lectura no permite el contacto con el público ni la
apreciación de sus reacciones.
El orador debe identificarse totalmente con su auditorio y
debe mantener permanentemente su atención, lo cual no se
consigue con la lectura de un texto escrito.
34. Es importante realizar una evaluación final
de la charla. Los aspectos más importantes
que hay que valorar son: características y
adecuación del local, número de personas
asistentes, interés y atención del auditorio,
y preguntas más interesantes efectuadas
por los asistentes.
Este último punto es de especial
importancia, ya que permitirá conocer
aquellos conceptos o ideas de mayor
interés para el auditorio, así como aquellos
problemas o aspectos de más difícil
comprensión, lo que merecerá una
atención especial en charlas posteriores.
35. 6. Cuando un mismo tema va a ser desarrollado por diferentes
oradores, es muy importante unificar los criterios y la
exposición de los conceptos.
En los grupos sociales de las colectividades existe una intensa
interacción entre las personas y las ideas circulan rápidamente
en su interior.
Si las ideas procedentes de diferentes oradores son
discordantes, se produce una sensación de frustración entre los
integrantes del grupo, lo cual es nefasto para la educación
sanitaria.
Es por ello conveniente que los departamentos de educación
sanitaria de los servicios de salud elaboren los guiones de los
temas que van a ser desarrollados en forma de charla por los
médicos primarios y otros agentes de la comunidad.
36. Discusión en grupo
La discusión en grupo se establece en la
reunión de pequeños grupos (12-15
personas) y la discusión entre sus
miembros, moderada por un líder, con el
fin de tratar un problema y lograr una
solución no prefijada de antemano; al
haberse tomado por acuerdo general, es
probable que la solución sea más aceptada
y seguida que una decisión tomada
individualmente.
37. El estudio científico de la discusión en grupo como
método de enseñanza se remonta a los años
treinta, cuando el psicólogo Kurt Lewin inició el
estudio del valor de los pequeños grupos de
discusión para la enseñanza, el aprendizaje y, en
especial, el cambio de actitudes y conductas.
Hoy en día, la discusión en grupo está considerada
como el más eficaz de los métodos de educación
sanitaria de grupos, y es especialmente apreciada
por las escuelas italiana e inglesa. Es el método
más democrático de modificación de las actitudes
y conductas de salud, ya que los educandos se
enseñan a sí mismos y se convencen entre sí.
38. La exposición de las opiniones de los diferentes
miembros del grupo permite una confrontación
de sus ideas y una complementación de los
distintos puntos de vista sobre el asunto tratado.
Las ideas expuestas por los miembros del grupo
son sometidas a juicio y valoración, de tal forma
que las ideas inconsistentes se desechan
rápidamente, muchas veces por el propio
expositor, el cual se da cuenta de su poco valor
mientras las expone o, lo que es más frecuente,
después de oír a los demás.
El flujo de ideas y conceptos entre los miembros
del grupo mejora la comprensión del problema y
hace que las nuevas conductas de salud sean
aceptadas con facilidad.
39. En cualquier caso, para que su eficacia sea óptima,
esta técnica educativa ha de cumplir una serie de
requisitos: el tema debe ser del interés de los
educandos, los cuales deben conocerlo, aunque sea
superficialmente, antes de iniciarse la discusión;
además, es preciso que tengan un cierto nivel de
inteligencia e instrucción, así como una cierta
capacidad para exponer ideas y defenderlas una vez
expuestas; debe tratarse de personas predispuestas
a la discusión, es decir, que no sean tímidas, y a ser
posible, el grupo no debe ser ni muy pequeño ni
muy grande (el número ideal es de 12-15 personas,
para que todas ellas tengan oportunidad de
intervenir en la discusión).
40. La discusión en grupo es el procedimiento ideal
para la educación sanitaria de jóvenes con
problemas de salud específicos de su edad
(educación sexual, enfermedades de transmisión
sexual, etc).
En la discusión en grupo debe existir un director o
animador y un secretario o reporter. La labor del
reporter consiste, simplemente, en realizar un
resumen de la marcha de la discusión y un informe
final con las conclusiones a las que se ha llegado.
El animador, por su parte, debe reunir al grupo
unos días antes, para comunicar a sus miembros el
tema que va a ser objeto de discusión, con el fin de
que puedan prepararse.
41. Una vez comenzada la reunión, debe
efectuar una breve introducción y exponer
ordenadamente los diferentes puntos del
tema que irán considerándose
sucesivamente.
A continuación, promoverá la intervención
de los miembros del grupo, permaneciendo
en segundo plano, pero manteniéndose
siempre a la expectativa para actuar como
moderador en la discusión.
42. En la discusión en grupo como técnica de
educación sanitaria, el agente educativo
(enfermera, médico, trabajador social, etc)
debe adoptar el rol de animador.
En este caso, además de ser un buen
educador sanitario, para lo cual debe
conocer y aplicar las reglas básicas de la
enseñanza-aprendizaje (tener objetivos
educativos claros, conocer a fondo el tema
y tener una preparación adecuada para la
exposición y el diálogo), debe ser un buen
animador de grupos.
43. Métodos indirectos.
Los métodos indirectos utilizan la
palabra hablada o escrita, o la
imagen, pero interponen entre
los educandos y los educadores
una serie de medios técnicos: los
medios de comunicación de
masas.
44. Los medios de comunicación de masas utilizados en la acción
indirecta son, fundamentalmente, de tres órdenes: visuales
(carteles, folletos, cartas circulares, periódicos), sonoros
(radio) y mixtos audiovisuales (cine, vídeo, televisión,
internet).
Con estos medios de comunicación, a diferencia de los
métodos directos, no se establece una relación cara a cara
(vis a vis) entre el educador y el educando, lo cual hace que
no sea posible el reflujo de la información, con lo que la
eficacia de la comunicación es menor.
También se diferencian de los métodos directos por el
número relativamente elevado de personas que alcanzan y
porque el colectivo receptor, con la excepción de internet,
hace muy poco o ningún esfuerzo para recibir el mensaje, lo
cual le resta eficacia.
45. Por último, hay que destacar que los mensajes
transmitidos por los medios de comunicación de
masas deben ser relativamente simples y deben
tratar un solo tema que forme una sola unidad de
información o educación. Los mensajes educativos
complejos deben transmitirse, a ser posible,
mediante los métodos directos.
Por todo lo anterior, los medios de comunicación
de masas se consideran medios relativamente
ineficaces de información y educación sanitaria, lo
cual no es contradictorio con que sean
considerados, por lo general, como muy eficientes,
por el bajo coste económico por individuo
alcanzado.
46. Hoy en día se acepta que, en el campo de la
educación sanitaria, los medios de comunicación
de masas tienen los siguientes efectos:
1. Incrementan los conocimientos de la población
sobre el tema. Es decir, son útiles para informar y
sensibilizar a los grupos y colectivos sobre los
hábitos insanos objeto de la intervención
educativa.
2. Refuerzan las actitudes previamente sostenidas,
pero no sirven para cambiar las actitudes
contrarias firmemente arraigadas.
47. 3. Pueden dar lugar a cambios de conducta, pero sólo
cuando existe una predisposición previa a la acción. De
todas formas, este último hecho parece ser poco
frecuente.
Los cambios de conducta, por lo menos los cambios
sostenidos o permanentes, en la mayoría de los casos no
se producen después de la recepción de un mensaje de un
medio de comunicación de masas, sino como
consecuencia de la presión del grupo, del contacto directo
con un agente de educación sanitaria (médico, enfermera,
asistente social, etc) o como consecuencia de una
experiencia personal (un episodio agudo de bronquitis en
un fumador) o de los convivientes próximos (ej. cáncer de
pulmón en un familiar o en un amigo).
48. En cualquier caso, aunque siempre que sea posible se
preferirán los métodos directos, la OMS recomienda utilizar
todos los medios posibles para hacer llegar los mensajes de
salud a la población.
Los medios indirectos se recomiendan especialmente al
principio de los programas, para informar, interesar y
sensibilizar a la población sobre el tema.
Un último punto que se ha de considerar es el de la elección
de uno u otro medio para el desarrollo operativo de la
campaña de información y educación sanitaria.
La elección, como es lógico, debe realizarse en función de las
ventajas e inconvenientes específicos de cada medio.
49. Carteles
Los carteles son uno de los medios más utilizados
para la información y educación sanitaria.
Su principal función es la de atraer la atención de
un modo intenso y rápido sobre un asunto,
aunque no sólo deben informar, sino que también
deben inducir a seguir una línea de conducta. A
menudo su texto es una invitación en un sentido
determinado («deje de fumar», «lleve a vacunar a
su hijo», etc).
50. Es fundamental que el cartel exponga una sola
idea, clara, concisa e incisiva, para no perder
eficacia ni provocar confusiones. Debe instalarse
en lugares visibles y estratégicos, en exteriores
(vallas) o en interiores (escuelas, centros
sanitarios, empresas, etc).
El elemento principal del cartel es el color, ya que
atrae la atención de los que lo ven. Los colores
deben ser llamativos y deben estar bien
combinados, con objeto de que despierten el
interés por el tema en quienes los vean y
provoquen el estado de ánimo que se desea.
51. El segundo elemento por orden de importancia es
el dibujo, que debe ser atractivo y adecuado al
tema, de modo que una sola mirada permita
comprender la idea que se pretende transmitir.
Por último, el texto o leyenda ha de ser lo más
breve posible (un grito en la pared) y terminante,
de forma que cualquier persona lo capte
fácilmente al pasar.
Por lo directo del impacto que producen en el
individuo, los carteles son muy utilizados, junto
con la radio y la televisión, al inicio de las
campañas, con el fin de llamar la atención y
despertar el interés por el tema.
52. Folletos
Los folletos son publicaciones sencillas dirigidas al
público que tratan, por lo general, un tema
específico.
Al igual que todos los medios educativos, los
folletos tienen ventajas e inconvenientes. Entre las
ventajas más importantes destacan las siguientes:
1. Son muy versátiles. Pueden utilizarse con diversos
fines y, adaptando convenientemente su contenido,
pueden servir para diferentes clases de público,
según sus necesidades y niveles de instrucción.
53. 2. El mensaje no es muy puntual, como el de la radio y la
televisión, sino que permanece; de ahí que su contenido pueda
ser asimilado individualmente por el lector a su propio ritmo.
3. Constituyen un complemento eficaz de los otros medios de
comunicación, tanto directos (pueden entregarse en el curso
del consejo médico o a los asistentes a una charla de educación
sanitaria) como indirectos (carteles, prensa, radio y televisión).
En ambos casos son especialmente útiles para ampliar la
información y la motivación ya transmitidas y, sobre todo, para
instruir al educando sobre cómo hacer para pasar a la acción.
4. El coste por unidad es bajo, si las series de producción son
grandes.
54. Entre los inconvenientes, los más importantes son
los siguientes:
1. Sólo son aptos para el público alfabetizado. En
nuestro medio, el grado de alfabetización de la
población joven es elevado, prácticamente del 100%,
pero entre la población adulta y, sobre todo, entre
los ancianos —especialmente en el medio rural y en
los suburbios de las grandes ciudades— la
proporción de personas con baja alfabetización es
todavía importante.
55. 2. La distribución es difícil y costosa, ya que los
puntos donde deben estar a disposición de la
población (escuelas, centros de asistencia primaria,
farmacias, etc) son muy numerosos. Además, existe
el problema de la reposición del material. Los
folletos, a diferencia de los carteles, que una vez
colocados no requieren mayor atención, necesitan
un cuidado constante por parte de los responsables
de los departamentos de educación sanitaria, para
que todos los puntos de distribución reciban de
forma continuada la reposición del material que se
vaya agotando.
56. En cuanto al diseño y contenido, para que la
eficacia de los folletos sea óptima y los recursos
empleados en su elaboración y distribución sean
rentables, deben tenerse en cuenta los siguientes
requisitos:
1. El texto será breve, pero de extensión suficiente
para cubrir los objetivos que se le hayan marcado.
2. El lenguaje y el contenido deben adaptarse al tipo
de público al que va dirigido el folleto. También es
muy importante cuidar la claridad de la
exposición. En la redacción del mensaje son muy
importantes la concreción y la exactitud. Además,
se cuidará la unidad y la armonía del texto, así
como el tipo de letra, el dibujo y el color.
57. 3. Al igual que ocurre con el cartel, el diseño es
fundamental. La forma de díptico o tríptico es la
ideal. Es conveniente que en la portada figure el
mismo dibujo o fotografía utilizado en el cartel o
carteles del programa educativo en cuestión.
4. Con objeto de que el folleto sea eficaz y su
rendimiento sea óptimo, es conveniente no
distribuirlo masivamente; sólo se enviará a aquellas
personas que previamente estén interesadas en el
tema. Por ejemplo, puede abrirse un apartado de
correos al que pueden dirigirse, para solicitar
folletos, todas las personas que hayan quedado
sensibilizadas como consecuencia de los mensajes
recibidos por medio de los carteles, la radio o la
televisión.
58. También pueden establecerse depósitos de
folletos en los centros de atención primaria,
farmacias, hospitales y escuelas, para que sean
entregados a las personas interesadas en el tema
que los soliciten. La distribución masiva de folletos
puede resultar muy eficaz como medio
propagandístico de un programa, pero no es útil
como medio de educación sanitaria, ya que las
personas que previamente no hayan sido
sensibilizadas o estén interesadas por el tema ni
siquiera los leerán.
59. Cartas circulares
El correo individualizado es el más selectivo de todos los
métodos indirectos de información y educación sanitaria. En
Estados Unidos, los servicios de salud pública utilizan mucho
este método para informar sobre temas de salud. Las
organizaciones de mantenimiento de la salud (HMO, del
inglés Health Maintenance Organization) también lo utilizan
para informar y educar a sus pacientes. Estas organizaciones
disponen incluso de programas informatizados, mediante los
cuales remiten periódicamente cartas circulares a sus
clientes, como recordatorio de la proximidad de la fecha de
nuevos exámenes periódicos de salud y para informar y
educar a sus pacientes sobre los factores de riesgo
conductuales descubiertos durante estos exámenes.
60. Las cartas circulares tienen especial valor cuando
se remiten a individuos, familias o grupos
especialmente interesados en el tema sobre el que
tratan de informar o educar. Desde la puesta en
marcha del plan de vacunación continuada para la
ciudad de Barcelona, el director del Instituto
Municipal de Higiene remite a los padres de todos
los niños nacidos en Barcelona un carné de
vacunaciones, al que acompaña una carta circular,
en la que se señala la conveniencia de que
vacunen y revacunen correctamente a su hijo de
acuerdo con el calendario.
61. Prensa
La prensa es uno de los medios de
comunicación social que más influyen
sobre los conocimientos y las opiniones de
la población. Por lo tanto, no puede
olvidarse cuando se desarrolla un
programa de información y educación
sanitaria y, en general, cuando se trata de
dar al público avisos o noticias sobre temas
de salud.
62. Los periódicos tienen la ventaja, sobre los demás
medios impresos, de que dan lugar a una mayor
comprensión y retención del mensaje, en especial
si se trata de mensajes detallados. También
permiten la repetición diaria o periódica del
mensaje, hasta que se considera que ha producido
el efecto deseado.
Su principal inconveniente es que, al igual que el
cine y la televisión, a menudo no sólo no actúan
como medios positivos de educación sanitaria,
sino que su influencia es negativa sobre la salud.
De hecho, el mayor peligro de la prensa es el
sensacionalismo, que suele alarmar a la población.
63. En los últimos tiempos han aparecido con frecuencia noticias
y comentarios en los periódicos (ej. sobre brotes de
meningitis) que causan pánico entre los padres y que en
ocasiones fuerzan a las autoridades sanitarias a adoptar
medidas preventivas innecesarias, como la quimioprofilaxis
masiva.
Otras veces se publican noticias sobre curaciones sin que
hayan sido contrastadas científicamente, lo cual crea falsas
expectativas entre los enfermos, con los consiguientes
efectos negativos a medio y largo plazo. Por todo ello, es
conveniente que los periodistas se asesoren debidamente en
los servicios sanitarios oficiales antes de publicar noticias
relacionadas con la salud, que puedan ser conflictivas. No se
trata en absoluto de coartar la libertad de prensa, sino
simplemente de rendir culto a la verdad científica.
64. En la prensa pueden publicarse noticias,
comentarios, entrevistas o artículos de divulgación
relacionados con la salud. Las noticias informan, es
decir, dan cuenta de los hechos de forma objetiva,
sin intentar persuadir a nadie. Los otros géneros,
además de transmitir información, pueden
motivar al lector sobre el tema en cuestión, para
animarlo a actuar de la forma más beneficiosa
para su salud. Como es lógico, en los comentarios
y artículos de prensa es conveniente incluir las
instrucciones sobre qué hacer para pasar a la
acción, lo cual no entraña dificultad en este medio,
ya que permite descripciones detalladas.
65. Algunos periódicos y revistas tienen secciones permanentes
dedicadas a la salud o a la educación sanitaria, que son muy
correctas.
De especial interés para la educación sanitaria son las
llamadas revistas del corazón, sobre todo para la educación
sanitaria en salud maternoinfantil, ya que su clientela es
fundamentalmente femenina. Por medio de estas revistas
pueden transmitirse a las madres mensajes sobre cuidados
durante el embarazo, cuidados a los niños, prevención de
accidentes en el hogar, alimentación y nutrición, economía
doméstica, etc.
Si tienen una sección permanente dedicada a consultorio
sobre temas de salud, es conveniente que esté asesorada por
un médico especialista en educación sanitaria, con objeto de
que las respuestas sean veraces y el mensaje educativo sea
aprovechado por todas las lectoras de la revista y no sólo por
quien ha formulado la pregunta.
66. Algunas noticias sobre la salud de
personajes famosos, publicadas en
periódicos y revistas, pueden tener un gran
impacto sobre la población. Por ejemplo,
en Estados Unidos, en los meses siguientes
a una intervención de cirugía conservadora
de la mama efectuada a Nancy Reagan, se
observó un importante incremento de
mamografías para el diagnóstico precoz del
cáncer de mama.
67. Internet
Internet es uno de los medios de comunicación más
recientes y de mayor crecimiento, en especial entre los
jóvenes y entre la población de elevado nivel
socioeconómico.
Los sitios web que proporcionan información sobre medicina
o salud son muy numerosos en todos los idiomas. Algunos
de ellos han sido diseñados expresamente por los
departamentos de salud para proporcionar información y
educación sanitaria a la población.
De hecho, estos departamentos suelen incluir en su sitio web
todo el material escrito sobre información y educación
sanitaria que han elaborado. Se han diseñado también
programas interactivos de educación sanitaria mediante
páginas web.
68. Los mensajes que reciben los ciudadanos desde los
sitios web oficiales son, por lo general, muy
contrastados desde el punto de vista científico y
reflejan los consensos de los comités de expertos
en los diferentes temas. En cambio, la información
no oficial sobre salud y medicina a la que tienen
acceso los ciudadanos a través de internet suele
presentar problemas importantes.
Al no existir en la Red un control editorial de la
información (per review), cualquier persona u
organización que disponga de un sitio web puede
incluir información no contrastada
científicamente, con fines comerciales, naturistas,
religiosos, etc, que muchas veces nada tienen que
ver con la salud.
69. En algunos casos, esta información puede
llegar a perjudicar seriamente la salud, si el
receptor sigue la recomendación que se le
hace y se somete a dietas o a terapias no
conformes con los estándares
científicamente aceptados.
Todo ello hace que, si bien internet tiene
un importante potencial de información y
educación sanitaria, como instrumento de
desinformación sanitaria es aún más
peligroso que la prensa y los otros medios
de comunicación de masas.
70. Radio
La radio es el medio de comunicación de masas de mayor
cobertura, puesto que llega prácticamente a todos los
hogares. También se escucha mucho en los automóviles,
bares y fábricas. Esta gran capacidad de cobertura, incluso
superior a la de la televisión, es su principal ventaja. A ello
hay que añadir el que pueda llevarse consigo el receptor, lo
que hace que sea un medio cuyos mensajes pueden
recibirse en cualquier lugar.
71. Una importante ventaja de la radio es que el oyente no
debe poseer ninguna capacidad especial para recibir el
mensaje, a diferencia de lo que ocurre con los medios
impresos, para cuya comprensión el educando debe saber
leer y tener un cierto grado de instrucción. El único
requisito que debe reunir el oyente de radio es el
conocimiento de la lengua, lo que hace que este medio sea
muy eficaz para hacer llegar mensajes de salud sencillos a
los grupos sociales menos favorecidos.
72. Entre los inconvenientes de la radio cabe citar que es un
medio que no sirve para enseñar métodos, es decir, no sirve
para instruir de forma práctica sobre lo que hay que hacer
para adoptar la conducta deseada, por lo que, en general,
debe limitarse a inculcar conceptos e ideas y despertar el
interés de los oyentes por el tema.
Aunque la radio carece del impacto visual propio de la
televisión, lo que le confiere menos incidencia entre el
público receptor, las ventajas mencionadas anteriormente
hacen que sea un medio que hay que tener presente en la
educación sanitaria, sobre todo al comienzo de las
campañas masivas de información y educación sanitaria,
con objeto de informar y sensibilizar a la población sobre el
tema. Por medio de la radio pueden retransmitirse cuñas,
charlas, programas dialogados, etc.
73. Las cuñas radiofónicas se utilizan mucho al comienzo de
las campañas de información y educación sanitaria. Se
trata de mensajes breves, al estilo de los que utiliza la
propaganda comercial, que transmiten consejos o
recomendaciones médicas preventivas.
Las charlas radiofónicas tienen algunas características
peculiares, que las diferencian de las que se dirigen de
forma directa a un grupo organizado de la colectividad. El
amplio alcance de la radiodifusión permite una cobertura
de población muy superior a la de las charlas dirigidas a
grupos. Este hecho, que constituye una indudable ventaja,
implica un gran inconveniente: la población objeto es muy
general y, por lo tanto, posee intereses y objetivos muy
dispares.
74. Las exigencias de una charla radiofónica pueden resumirse
en tres puntos: a) su brevedad ha de ser extrema, nunca
debe sobrepasar los 6-7 min; b) el lenguaje tiene que ser
especialmente sencillo, adecuado al tipo de público al que
va destinado, constituido por una masa muy heterogénea,
no siempre informada sobre la mayoría de las cuestiones
que van a escuchar, y c) puesto que el diálogo es imposible,
hay que retener la atención del radioyente mediante un
estilo ameno y un tono atractivo, que lo mantenga
pendiente de la emisora y aleje de él la fácil tentación de
cambiar de onda.
75. La charla radiofónica debe huir de convertirse en una
conferencia. Hoy en día, las charlas radiofónicas se utilizan
muy poco, ya que son mucho más ágiles los programas
dialogados, y la carestía de los espacios radiofónicos las
hace inviables en la práctica.
Los programas dialogados (entrevistas, coloquios) ofrecen
un amplio campo para la información y la educación
sanitaria, especialmente en aquellos temas que son de
interés general para el auditorio. Algunos de estos
programas incluyen preguntas por teléfono sobre las
cuestiones tratadas en la entrevista o coloquio.
76. Este contacto directo con el público permite un cierto
reflujo de la información, con lo que obvia, en parte, uno
de los inconvenientes de la radio (el ser un medio
unidireccional), pero tiene la desventaja de que, por lo
general, las preguntas suelen ser muy personales y versan
sobre casos concretos. De todos modos, el entrevistador con
un poco de habilidad puede dar un cariz general a la
respuesta, de forma que el mensaje resulte útil para la
mayoría de los radioyentes y no sólo para los que formulan
las preguntas, casi siempre mujeres interesadas en la salud
de un familiar.
77. Cine y vídeo
Su gran difusión y la enorme atracción que ejerce sobre las
masas hacen del cine un medio muy adecuado para la
educación sanitaria. Sus principales ventajas son la
posibilidad de presentar los hechos con gran sensación de
realidad y la capacidad de ampliar imágenes normalmente
no visibles para el ojo humano.
78. Las películas pueden clasificarse en dos grupos:
documentales y argumentales. Las películas documentales
pueden proyectarse para complementar charlas o como
proyección simple, pero en este caso es conveniente que la
proyección vaya seguida de una discusión.
Actualmente existen en el mercado multitud de películas
documentales de educación sanitaria sobre los temas más
variados (funcionamiento del cuerpo humano,
vacunaciones, enfermedades de transmisión sexual, salud
mental, etc).
Estas películas, generalmente de 20-30 min de duración,
suelen proyectarse a grupos sociales, asociaciones y
entidades cívicas, colegios, etc.
79. También pueden incluirse en los circuitos comerciales,
como preámbulo a la sesión. Así se ha hecho en algunos
países, pero hoy en día se prefiere emitirlas en televisión, ya
que la cobertura es muy superior.
Las películas argumentales proyectadas en los circuitos
comerciales a menudo contienen importantes mensajes
educativos, sobre todo relacionados con problemas
sociosanitarios (dependencias, salud mental, etc). Su labor
educativa inconsciente sobre el público será tanto mejor
cuanto más veraz sea el mensaje. Por ello, es conveniente
que los guionistas de películas comerciales que traten temas
relacionados con la salud sean convenientemente
asesorados.
80. En cuanto al vídeo educativo, éste ofrece todas las ventajas
del cine y a la vez hay que sumar su mayor disponibilidad y
sencillez de uso. De hecho, el vídeo educativo ha sustituido
completamente a las películas documentales.
Las posibilidades que ofrece este medio en la educación
sanitaria son extraordinarias, tanto para la educación de
personas sanas (escuelas, fábricas, centros de atención
primaria, grupos sociales organizados de la comunidad,
etc) como para la educación de pacientes (hospitales,
centros de atención primaria, consulta del médico, etc).
81. Televisión
La televisión utiliza conjuntamente la imagen, el sonido, el
movimiento y el color para transmitir su mensaje a la
audiencia de televidentes.
Así pues, participa a la vez de las ventajas de la radio y del
cine. Al igual que la radio, llega a todos los hogares y, al
igual que el cine, posee gran realismo, gracias a su doble
impacto auditivo y visual.
Su único inconveniente es que se trata de un medio
unidireccional, es decir, no puede obtenerse un reflujo de la
información del auditorio al educador mediante preguntas
y respuestas. A pesar de ello, la televisión es el medio de
comunicación de masas de mayor potencial para la
educación sanitaria.
También tiene un gran potencial de influir negativamente
sobre los conocimientos, actitudes y conductas de salud de
la población, de forma especial en los niños y jóvenes.
82. Diversos estudios efectuados en Estados Unidos sobre la
calidad científica de los mensajes televisivos y su influencia
sobre la audiencia han demostrado que el 70% de los
mensajes eran erróneos o falsos, y que los niños de 10 y 11
años creían como verdaderos gran parte de estos mensajes.
Esto demuestra la nefasta influencia que ejerce la televisión
sobre la salud futura de los niños americanos.
83. Otros problemas se derivan de la promoción que la
televisión hace de la violencia, la velocidad, el machismo, el
sexo y otras formas de conducta individual que pueden
conducir a estilos de vida autodestructivos, especialmente
en los niños y jóvenes.
Se calcula que, entre las edades de 5 a 15 años, el niño
medio americano presencia en televisión el asesinato de
más de 13.000 personas.
La televisión no es el único medio de comunicación en el
que prevalece la violencia, ya que la industria del cine está
mucho peor que la televisión en cuanto a violencia y sexo,
pero sí es el de mayor capacidad de cobertura y difusión.
84. La violencia en televisión es mucho más peligrosa para los
jóvenes que la violencia tradicional enmarcada en el
contexto de la alta tragedia (la Biblia, la tragedia griega,
Shakespeare), ya que está relacionada con personajes
contemporáneos o situaciones actuales de la vida real, es
decir, se presenta en el marco de la vida cotidiana y como
solución de problemas rutinarios.
En este caso existen muchas posibilidades de que se
produzca una identificación personal con el asesino, con la
víctima o con ambos.
85. La televisión, por último, tiene un impacto mucho mayor
que el cine porque, a diferencia de éste, los niños tienen
fácil acceso y su poder persuasivo sobre ellos es muy
grande. Todo ello ha forzado a las cadenas de televisión
americanas a limitar voluntariamente los programas
violentos en ciertas horas de audiencia predominantemente
infantil.
Por las consecuencias negativas que los anuncios y
programas de televisión pueden tener para la salud, es
conveniente que exista un cierto control por parte del
Estado, mediante la legislación correspondiente.
Pero hay que tener en cuenta que cualquier legislación que
limite la libertad de expresión también limita, de alguna
forma, la libertad individual.
En consecuencia, es mejor no abusar de esta posibilidad y
centrar el esfuerzo en la sensibilización de los responsables
de este medio, para que ellos mismos autocensuren sus
programas o soliciten asesoramiento de los servicios de
salud.
86. En la televisión, los mensajes de educación sanitaria
pueden transmitirse a la población mediante anuncios
televisivos, entrevistas, coloquios, películas documentales,
programas específicos de educación para la salud y
películas argumentales con mensaje sanitario.
Al igual que ocurre en la radio, los anuncios televisivos son
cortos, por lo que es conveniente que se repitan para
facilitar la reexposición al mensaje. Estos anuncios
informativos se utilizan con gran profusión en los
programas informativos, de sensibilización y
concienciación, junto con las vallas publicitarias, los
carteles y las cuñas radiofónicas.
87. Las entrevistas son útiles para tratar un tema de
actualidad, en especial si el entrevistado es conocido por el
gran público, por lo que goza de prestigio y credibilidad
entre los televidentes.
Los coloquios son de mayor utilidad que las entrevistas, ya
que el público puede conocer las ideas concordantes o
discordantes de diversas personalidades.
A pesar de ello, se utilizan más para debates políticos,
ideológicos o científicos que para educar a la población en
temas de salud.
Tanto en las sesiones de discusión como en las entrevistas,
es muy importante el rol educativo pasivo (como modelo o
ejemplar) de los personajes que aparecen en la pantalla.
Es importante que se abstengan de fumar o de tomar
alcohol durante el período de tiempo que dure el
programa.
88. Las películas documentales son de gran utilidad en la
educación sanitaria. Siempre es conveniente completarlas
con los comentarios adecuados. Hoy en día, prácticamente
todos los programas de educación de adultos que se
transmiten en horas de baja audiencia (televisión
educativa) son programas grabados en película o en vídeo.
Los programas específicos de educación sanitaria
proliferaron mucho en los años ochenta en nuestro país
(«Más vale prevenir», en TVE; «Curar-se en salut», en
TV3). Son programas que tratan un tema específico a
partir de entrevistas, películas o vídeos con voz en off,
dibujos, etc.
89. Se emiten en horas de máxima audiencia y tienen gran
aceptación por parte del público.
Su principal inconveniente es que, en ocasiones, por
necesidades de programación o por presiones de personas
interesadas (instituciones o médicos famosos), tratan temas
de divulgación, poco educativos, que sólo son de interés
para un sector de la población o que resultan demasiado
clínicos y poco preventivos.
90. Por último, las películas argumentales que se emiten en
televisión a menudo difunden mensajes de salud.
Los seriales médicos, que con gran abundancia se
prodigaron hace unos años en la televisión americana, se
exportaron a todos los países del mundo y hay que
reconocer que resultaron muy nocivos para la educación
sanitaria.
En general, estos seriales presentaban situaciones médicas
muy lejanas a la realidad (médicos especialistas en todas las
materias, cirujanos que un día operaban un corazón y otro
un cerebro, etc).
91. Es importante destacar las grandes posibilidades que
ofrecen los protagonistas de los seriales televisivos como
ejemplos o modelos.
En este sentido, hay que reconocer que la televisión
americana ha sido pionera en este punto, por lo menos en
lo que concierne al tabaco. Humphrey Bogart salía en
pantalla fumando cigarrillos y bebiendo alcohol.
Los protagonistas de las series americanas actuales ya no
fuman, aunque siguen bebiendo alcohol.