Este documento discute diferentes perspectivas sobre el arte y la identidad cultural de grupos marginados. Primero, analiza exposiciones de arte occidentales de los años 80 y 90 que intentaron mostrar el arte de culturas no occidentales pero lo hicieron de una manera etnocéntrica que reforzó estereotipos. Luego, describe cómo surgieron discursos descolonizadores que cuestionaron esta visión y promovieron espacios como las Bienales periféricas para dar voz a estas culturas. También examina el arte de las minorías en EE.UU. y el