El documento argumenta en contra de permitir la extracción de recursos naturales en áreas protegidas debido a que esto podría dañar el equilibrio ecológico. Señala que en el pasado, cuando se ha permitido el "uso racional" de recursos, nunca se ha mantenido el equilibrio ambiental. Además, dadas las actuales amenazas del cambio climático, no se debe alterar estas áreas protegidas. También plantea que sería difícil permitir el acceso a estas zonas dado su estado de descuido actual.