El documento describe las cualidades y formación necesarias para un catequista. Un buen catequista debe tener equilibrio psicológico, trabajar en equipo, liderazgo y creatividad. También debe amar a los estudiantes, tener nociones de psicología y didáctica, y sentir la vocación de catequista. La formación incluye días de reflexión y oración, planificación con otros, cursos, y lectura constante para actualizarse.