El documento describe un programa de intervención psicosocial para niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad. El programa busca prevenir y reducir el consumo de drogas a través de la promoción de lazos familiares, la inserción social y la coordinación de tratamiento cuando sea necesario. El programa involucra un diagnóstico inicial, un plan de intervención individual para cada niño basado en seis ejes, y actividades de entre 10 a 18 meses dependiendo de la complejidad del caso.