El Prontosil fue el primer fármaco antibiótico de síntesis con una amplia acción bactericida. Fue descubierto en 1932 por Gerhard Domagk, quien notó que un colorante rojo protegía a los animales contra infecciones bacterianas. Más tarde, se descubrió que el Prontosil se metaboliza en sulfanilamida, un compuesto con actividad antibacteriana en humanos. Esto llevó al desarrollo de nuevas sulfamidas con espectros de acción más amplios y menor toxicidad para tratar infecciones.