La agricultura en América Latina ha pasado por varios cambios a través del tiempo, incluyendo la modernización de la agricultura, el crecimiento de nuevos cultivos como la soja y la forestación, y el papel cada vez más activo del estado. También, los pequeños agricultores enfrentan mayores desafíos y cambian sus prácticas hacia la producción para el mercado, mientras conflictos ambientales y sociales surgen debido a los cambios en el uso de la tierra y los recursos.