2. La lesión traumática de la aorta es grave y es
frecuentemente resultado de accidentes de tránsito.
Está asociada a una elevada mortalidad y la mayoría
de las víctimas fallecen en el mismo lugar del suceso.
Su tratamiento involucra recursos técnicos y
humanos, con cirugía de alta complejidad.
Con el desarrollo de las técnicas endovasculares, se
abre una opción menos agresiva para el manejo
agudo de la lesión traumática de la aorta.
3. Etiología
- Accidentes de transito.
- Precipitación o caídas desde una altura.
- Lesiones de aplastamiento
- Atropellos
- Otros traumatismos de alta energía.
Epidemiología
- Responsable de 10-15% de las muertes producidas por accidentes
automovilísticos.
- El 80% fallece en la escena del accidente o poco tiempo después.
- A pesar de los últimos avances en el diagnóstico y el tratamiento,
siguen obteniéndose índices de mortalidad elevados,
del 11%-40%.
4. Porción móvil:
- Corazón
- Aorta ascendente
- cayado aórtico.
La aorta descendente
esta fijada a la pared
torácica.
Se unen el istmo
Aórtico.
5. El traumatismo cerrado de aorta se
presenta por desaceleración
brusca del vehículo, o por impacto
de la persona contra una superficie
dura, especialmente los impactos
laterales.
Se produce un desgarro en el
istmo aórtico, pero también se
puede producir en la aorta
ascendente y en la aorta torácica y
abdominal.
6. Cualquiera sea el mecanismo, se
produce la ruptura de las capas
íntima y media de la aorta y luego
de un período de tiempo
impredecible, se rompe la
adventicia y se da una hemorragia
masiva.
Teorías Fisiopatologías:
-Tironeo por desaceleración brusca.
- Mecanismo de “martillo de agua”.
7. Es asintomática hasta que se produce súbitamente una
hemorragia catastrófica.
Raras veces es útil la exploración física del paciente que tiene
una lesión no penetrante de la aorta.
Signos que se describieron clásicamente : (son poco
frecuentes)
- Hipertensión de la extremidad superior,
- Disminución de los pulsos femorales (seudocoartación)
- Soplo interescapular.
8. La aortografía constituye el mejor método diagnóstico
La radiografía simple de tórax detecta solo un porcentaje de
lesiones de aorta.
Actualmente, el estudio de referencia es la tomografía
computada (TC)
Otras opciones diagnósticas son la ecocardiografía
transesofágica, la ecografía intravascular y la imagen de
resonancia magnética.
9. Ensanchamiento del mediastino (8 cm).
Borramiento o ausencia del botón aórtico
10. Desplazamiento de
una sonda
nasogástrica desde la
línea media
•Desviación del
bronquio principal
izquierdo.
•Obliteración de la
ventana aortopulmonar.
11.
12.
13. Betabloqueante IV: control precoz de la presión arterial y la
reducción de la poscarga.
- Permite que el cirujano evalúe toda la carga de la lesión del
paciente y que seleccione el momento adecuado para la
intervención quirúrgica y fabricar un endoinjerto a medida
cuando sea necesario.
- Permite convertir estos casos urgentes en casos que
pueden repararse al día siguiente o incluso varios días
después.
14. - Es probable que las lesiones contusas aórticas mínimas:
Un colgajo pequeño de la íntima
Un seudoaneurisma de pequeño tamaño
Puedan responder bien al tratamiento conservador. Sin
embargo, todavía no se conoce bien la evolución a largo
plazo de estas lesiones mínimas .
15. Los pacientes que tienen una lesión craneal grave o una lesión
multisistémica compleja y los que están a punto de
sobrepasar su reserva fisiológica son malos candidatos para
una reconstrucción aórtica.
Reparación abierta postraumática
injertos-endoprótesis endovasculares
16. Mortalidad media es del 13% (intervalo, 0%-55%)
El porcentaje de paraplejía es del 10% (intervalo 0%-20%)
Para la reparación abierta de la aorta torácica descendente se
practica una toracotomía posterolateral izquierda a nivel del
cuarto espacio intercostal. La reparación quirúrgica estándar
de las lesiones de la aorta utiliza una pinza y reconstrucción
directa, y se puede conseguir utilizando uno de tres
complementos: control farmacológico de la hipertensión
central, derivación pasiva temporal y derivación
auriculofemoral asistida por bomba.
18. 1. Navid F, Gleason TG. Great vessel and cardiac trauma: diagnostic
and management strategies. Semin Thorac Cardiovasc Surg.
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intermediate term follow up. JVasc Surg 2000; 31: 147-56.
Notas del editor
Rev. méd. Chile v.131 n.3 Santiago mar. 2003
Rev. méd. Chile v.131 n.3 Santiago mar. 2003 lo de epidemiologia
Tratado de cirugia
Azizzadeh A et al. J Vasc Surg 2009
Un mecanismo podría ser el llamado “martillo de agua” que es la combinación de aumento brusco de la presión intraabdominal, la oclusión de la aorta, el aumento súbito de la presión arterial y la compresión contra las vértebras.
El aspecto más importante de la exploración física es no omitir las lesiones asociadas que pueden tener prioridad sobre la lesión de la aorta o que pueden tener una infl uencia importante sobre el riesgo quirúrgico.
La aortografía constituye el mejor método diagnóstico, pero es un procedimiento invasivo y requiere de un equipo médico especial. Por lo tanto, los esfuerzos se volcaron a la interpretación de las imágenes de la radiografía simple de tórax antes de realizar una angiografía.
RX (entre el 7,3% y el 44% de los pacientes presentan un mediastino normal en la imagen radiográfica)
La TC helicoidal con una sensibilidad del 100% es superior a la angiografí
Varios hallazgos radiológicos de una radiografía de tórax
en posición supina deben indicar el diagnóstico de lesión no
penetrante de la aorta. Los más signifi cativos son ensanchamiento
El diagnóstico de lesión no penetrante de la aorta sigue siendo muy
difícil. En el 5% de los pacientes el mecanismo de la lesión
es, de hecho, el único dato que permite hacer un diagnóstico;
y en otros pacientes los signos radiológicos puede ser tan
sutiles que incluso un interpretador experimentado no los podria distinguir
El desplazamiento de la sonda nasogástrica a la derecha (que indica desplazamiento esofágico) en la radiografía de tórax, se ha descrito como el signo más fiable de rotura de la aorta torácica e indica la necesidad de realizar angioTC urgente. La primera imagen muestra el desplazamiento de la sonda (flechas verdes) así como un gran derrame pleural izquierdo (flechas naranjas).
Figura 1. Reconstrucción bidimensional de tomografía axial computada con contraste en fase arterial, en la que se observa la lesión aórtica posterior al nacimiento de la arteria subclavia izquierda y el pseudoaneurisma secundario de 5,5 cm de diámetro (A).
Figura 2. Corte de tomografía axial computada de tórax a nivel de la dilatación aórtica con gran hemotórax derecho y sangre en el mediastino
La TC helicoidal del tórax tiene un elevado valor predictivo de una prueba negativa y se puede utilizar para descartar una lesión
Aórtica. Sin embargo, la demostración de un hematoma mediastínico no evita la necesidad de una posterior aortografía para definir con claridad la localización y la extensión de la lesión
Hay al menos 10 malformaciones del cayado aórtico que no se pueden demostrar en la TC, y se aconseja al cirujano que conozca estas malformaciones antes de la toracotomía. La angiografía con TC helicoidal se está convirtiendo rápidamente en una modalidad de imagen que rivaliza con la aortografía porque es más rápida y no es invasora. Las reconstrucciones tridimensionales de la aorta proporcionan un detalle anatómico exacto que evita la necesidad de una posterior aortografía. Sin embargo, estas reconstrucciones precisan tiempo y unos recursos informáticos masivos. A medida que madure esta tecnología, podrá sustituir a la aortografía como la modalidad de imagen de elección.
La aortografía sigue siendo la modalidad
de imagen de referencia con la que se comparan todas las
demás modalidades. Proporciona una información válida no
sólo sobre la localización precisa y la extensión de la lesión,
sino también sobre otros detalles que pueden afectar al plan
quirúrgico.