El imperio Inca se desarrolló en los territorios occidentales de América del Sur entre los siglos XIII y XVI, abarcando desde el sur de Colombia hasta el norte de Chile. La capital del imperio se encontraba en Cuzco, Perú. La sociedad inca era altamente jerárquica y estaba gobernada por el poderoso Inca, considerado hijo del dios Sol y descendiente del fundador del imperio, Manco Cápac.