Frank trabajaba como pasante en el área de recursos humanos de una empresa con el objetivo de mejorar las relaciones entre la dirección y los sindicatos. La empresa quería aumentar la jornada laboral de 35 a 39 horas para reducir costos, pero los sindicatos y trabajadores se oponían. Frank aplicó encuestas para conocer la opinión de los empleados, aunque finalmente fue despedido por sus ideas progresistas sobre la jornada laboral, que chocaban con la mentalidad de la época.