Este documento describe los elementos clave de la descripción, los personajes y el conflicto en la narración. Explica que una descripción usa adjetivos calificativos para describir personas y lugares de manera detallada. Indica que los relatos suelen tratar de eventos extraordinarios y que un tema puede recibir diferentes tratamientos mientras se mantiene la idea central. Además, describe los tres tipos principales de personajes y señala que toda historia requiere de un personaje, una acción, una trama y un conflicto.
1. La Descripción
Es un retrato con palabras en que se menciona de manera detallada las características,
cualidades o circunstancias de personas, lugares, objetos y animales, entre otros. Los
adjetivos calificativos son palabras que pueden enriquecer una descripción
Cuando le contamos un relato a un familiar o amigo por lo general trata de eventos que
se salen de lo acostumbrado: extra-ordinarios. Sucesos que vale la pena rescatar de
días que en general transcurren con cierta rutina (La Odisea).
Tratamiento del tema: verosimilitud y credibilidad
Un mismo tema puede recibir distintos tratamientos: comedia, farsa, sátira, drama o
una combinación de diferentes estilos. La idea central no se modifica pero el
observador la percibe desde un aspecto diferente.
Toda obra audiovisual tiene que ser verosímil, es decir, lógico y convincente. El
espectador debe de aceptar lo que ve en pantalla como algo posible: la historia y su
tratamiento deben tener credibilidad. Verosimilitud no significa realismo: el espectador
debe de aceptar el punto de partida, entrando en el juego. La obra audiovisual debe ser
comprensible, inteligible, aunque no para todo tipo de público.
Los Personajes
Todos los relatos versan sobre la historia de alguien o de algo (persona, animal o
cosa), la narración es una sucesión de acciones y toda acción exige la existencia de
alguien que sea sujeto de la acción. Toda acción tiene uno o varios protagonistas.
En una historia de ficción aparecen, generalmente tres tipos de personajes:
• Los protagonistas y antagonistas. Sobre ellos recae la acción principal. Han
de estar perfectamente definidos. A menudo la lucha entre el protagonista y el
antagonista se encuentra la culminación del guión.
• Los principales. Tienen un papel importante en la obra pero no esencial para el
desarrollo de la misma.
• Los secundarios. Tienen cierta relevancia y existen por necesidades de la
acción. No es preciso que estén muy definidos y no han de distraer la atención
del espectador.
2. El conflicto, la esencia de la Historia
Explicaba Julio Cortázar la diferencia entre dos géneros narrativos, novela y cuento,
mediante la comparación con otras dos formas artísticas como son el cine y la
fotografía: la novela sería una película, que transcurre en una secuencia de
fotogramas, mientras que el cuento está más limitado y sería una foto, un único
fotograma.
Los vuelos literarios hacia el relato corto deberían, por tanto, tener presente cuál es la
esencia de este género narrativo: el conflicto.
Cuando buscamos la definición de esta figura narrativa, encontramos que no es sino
una oposición entre dos fuerzas, una situación crítica que obliga al protagonista
a elegir, a cumplir o no su propósito, a decidir si resuelve o no un problema. Todo
cuento presenta a un personaje, una acción, una trama y un conflicto.
Toda historia presenta a un personaje, una acción, una trama y un conflicto. De ahí que
el escritor que sobrevuela el relato corto describa a un personaje que, normalmente,
afronta uno de estos tres tipos de luchas:
• Combate contra un suceso incontrolable (fatalidad).
• Contra otros personajes (antagonistas).
• Contra sí mismo (elige entre el deber y el deseo).
Cualquiera de estas tres luchas (interna o externas) hace preguntarse al receptor cuál
será la solución. De ahí que, si bien todo cuento necesita de un conflicto, éste último
también requiera un desenlace.
La fórmula narrativa para que el conflicto irrumpa en nuestras narrativas viene
precedida de un cambio de actitud o de aptitud del protagonista. Este cambio puede
producirse por desarrollo (una de las cualidades secundarias del personaje pasa a
ocupar el primer plano de su comportamiento de una manera paulatina) o bien por una
crisis (una situación externa o interna que modifica sus acciones).