La intervención en crisis requiere cuatro principios clínicos: 1) oportunidad, con terapia breve de seis semanas para elevar las oportunidades del paciente; 2) metas como restaurar el funcionamiento previo y aprender nuevas formas de enfrentar situaciones; 3) valoración de factores ambientales y recursos; 4) un terapeuta activo, directo y flexible que comunique empatía y ayude a desarrollar un plan de acción.