La vocación humana del docente

Propósito: Abrir espacios para escuchar la
palabra de los docentes del país, que a través
de su testimonio escrito compartan con otros
docentes de distintas geografías sus vivencias,
preocupaciones y estrategias de solución
exitosas.
Recopiló
Dr. Hilario Vélez Merino
BOLETÍN 197
Mérida, Yuc. 11 de Marzo de 2021
“ Los docentes tenemos la palabra”
Testimonios de vida profesional
FORO

BOLETÍN 197 “Los docentes tenemos la palabra”
Recopiló Dr. Hilario Vélez Merino 29/Febrero/2021
1
Contenido
Comunidad el Tequio ...............................................................................................................2
La fe, la esperanza y el amor a la humanidad hacen que la utopía se convierta en una
realidad.....................................................................................................................................3
El cambio del sentir docente.....................................................................................................4
Una prueba de amor a la camiseta...........................................................................................6
Mi experiencia en tiempo de pandemia ....................................................................................7
Crónicas de una docente en tiempos de pandemia..................................................................9
Educación Virtual en preescolar, intentos, dificultades, realidades, satisfacciones................11
De la reflexión a la innovación de la práctica educativa en los foros de educadores.
Moderador: Hilario Vélez Merino. ...........................................................................................12
Los maestros escribiendo. Ignacio Chávez Morales. Moderador ...........................................14
La educación multigrado en tiempos de Pandemia. ...............................................................16
¿Cuál es la finalidad de la existencia de la escuela? .............................................................18
Seguir nuestra vocación. ........................................................................................................19
Construyendo el aprendizaje a distancia… un reto que requiere vocación. ...........................20
El trabajo colaborativo docente, necesario en los tiempos de pandemia ...............................22
Ser docente: el nuevo rostro de la educación.........................................................................23
Reflexiones y conclusiones del Foro “Los docentes tienen la palabra”. Moderadora: Manuela
Álvarez y Aguilar.....................................................................................................................25
Reflexiones y conclusiones del martes 16 de febrero. Moderadora. Claudia Alvamar Muñoz
Novelo ....................................................................................................................................28
Docentes en movimiento: reflexión sobre cómo reinventar nuestra práctica profesional en
tiempos de pandemia. ............................................................................................................30
Retos en tiempos de pandemia..............................................................................................31
La situación educativa ante la pandemia Covid-19 ................................................................33
La influencia de la educación del estado mexicano en el proceso de formación de los
alumnos y docentes................................................................................................................34
El Covid-19 y la escuela .........................................................................................................36
Un cambio de estrategia del docente en la enseñanza. .........................................................37
Detrás de la pantalla...............................................................................................................38
Eterno aprendizaje o aprendizaje eterno................................................................................39
La importancia de aprender a ser y convivir...........................................................................41
Mi experiencia directiva durante el confinamiento ..................................................................42

2
Testimonios de vida profesional. ............................................................................................45
Comunidad el Tequio
Somos una comunidad de educadores que apuesta por la pedagogía liberadora como el eje
rector para potenciar la educación popular, el cambio social y la igualdad educativa en el marco
de la sociedad de la información. Esta debe darse en una correspondencia entre los objetivos
individuales y los colectivos, ambos vinculados con las demandas educativas, sociales y
culturales de la sociedad del siglo XXI.
Pretendemos liberarnos de la educación impuesta que nos condiciona y enajena, adquirimos el
compromiso para caminar hacia la construcción de una práctica educativa crítica, que nos
concientice de manera autónoma y humanista, desde nuestras comunidades educativas.
Pretendemos constituirnos en un foro abierto y democrático que promueva la reflexión, el
análisis y la crítica; así como los valores de emancipación y fraternidad a través de la
cooperación y confianza entre iguales.
Proponemos alternativas para transitar de una educación neoliberal y domesticadora, hacia una
educación crítica y reflexiva, que forme ciudadanos capaces de comprender y de actuar
éticamente ante los problemas socioeducativos con base en el humanismo, la verdad y la
justicia.
En la comunidad el Tequio estamos interesados en:
➢ Crear espacios de comunicación abierta y virtual, donde se analicen problemáticas
educativas, sociales y culturales de frente a la despolitización y despedagogización
docente.
➢ Ser partícipes de un parlamento abierto y sistemático que ayude a asumir el compromiso
profesional del docente en una sociedad hipermoderna; y a transformar el aula, la
escuela y la sociedad.
En nueve de febrero iniciamos un foro donde los docentes nos escuchamos a través de nuestros
testimonios, compartimos nuestras experiencias, vivencias, preocupaciones y estrategias de
solución exitosas con otros docentes de distintas geografías.
Este boletín da cuentas de estos testimonios.
¿QUIÉNES SOMOS?

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Foro del 9 de febrero de 2021
La fe, la esperanza y el amor a la humanidad hacen que la
utopía se convierta en una realidad.
Jorge Abraham Simón Vivas.
“EL DOCENTE Y EL HUMANISMO, ESTRUCTURA SÓLIDA PARA LA PEDAGOGÍA”
No me imaginaba como maestro, en la época de juventud uno se imagina ser el profesionista
de moda, creo mi padre me influía para ser médico, cosa que él no pudo ser por cuestiones
económicas, es maestro como mi madre y tres de mis hermanos.
¿Estudié para Ingeniero Agrónomo y por invitación me inscribí a la Normal Superior de Yucatán,
me contaron que era fácil y que se organizaban muchas fiestas, tentador no?, y si, no me
mintieron, así que en el mismo año me enchalequé dos apodos profesionales, Ingeniero y
Maestro de Secundaria en Orientación Educativa y Vocacional.
No me imaginaba como maestro, fui prefecto al ingresar al sistema educativo, cargo que
desempeñé con muchas fallas éticas.
No me imaginaba como maestro, fui Orientador Educativo y Vocacional, y continué fallando
éticamente, pobres alumnos, total el sindicalismo borraba los rubros rojos en el expediente.
No me imaginaba como maestro, acudían a mi los alumnos a plantearme sus problemáticas y
los compañeros docentes trataban de encontrar en mi función a alguien que los ayudara a
encontrar la mejor fórmula de control de grupo, qué les podía decir un profesor como yo que fue
a la escuela a disfrutar de las fiestas y cuya ética profesional no le había interesado, creo que
estas actitudes son parte del “Idealismo” que menciona Freire cuando dice, es como una sombra
que obscurece nuestra visión, sabemos que hay algo en la penumbra pero no lo vemos
bien,solamente es una idea, no tiene significado, no tiene conciencia.......hasta que lo
encontramos.
Un día una alumna me confió que en su casa sufría las consecuencias de la ignorancia, el
fanatismo religioso, la disfuncionalidad familiar y era víctima de la más baja perversión humana,
ese hecho despertó mi ética humana, la ideología sustituyó al idealismo.
No compañeros, la escuela no me hizo maestro, no estructuró mi vocación, mi ética humana, ni
formuló mi ideología pedagógica, fue el suceso, esa persona indefensa a la que sus padres no
creyeron, que sufría dolor todos los días, el no querer llegar a casa, el intento de escapar de la
vida y el sentirse en la más triste soledad. Eso me hizo maestro.
El desempeño docente debe basarse en primera línea en tener o adquirir la vocación humana,
según la epigenética podemos cambiar nuestros intereses o gustos hacia cosas que antes no
disfrutamos, en mi caso tuve que vivir un evento conmovedor (mover emociones) que despertó
a ese maestro que todos llevamos dentro y no me refiero al maestro de aula, sino al maestro
humano, guerrero indispensable para combatir desde mi trinchera la ignorancia, el fanatismo y
la ambición, defectos arraigados en la Escuela Mexicana por el enfoque educativo actual

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conveniente para unos pocos; dentro de esta cualidad que es la vocación tengo que añadir el
deseo de superación individual y colectiva con mis iguales.
No sé a ustedes, pero a mí no me atraen mucho los deportes individuales, prefiero el equipo
deportivo, me da una sensación de bienestar y porque no decirlo, el deseo de hacer las cosas
bien, de triunfar; la conformación de comunidades de innovación y aprendizaje pedagógico
(Tequio), son un paso importante para el análisis de lo bueno que hemos perdido para
recuperarlo y para el intercambio de experiencias con el propósito de lograr que la vida escolar
de nuestros educandos tenga un significado y el trabajo docente tenga sentido.
Si no hay vocación humana, no hay interés por la práctica pedagógica o la superación
profesional individual o comunitaria y ante la carencia de estas, el docente no puede
implementar pedagogías liberadoras que permitan a los educandos cuestionar los conceptos,
porque él mismo no los cuestiona ni investiga, la duda filosófica debe ser la herramienta
formadora y liberadora del docente.
No es con gritos, reproches o descalificaciones como resolveremos el problema educativo, será
a mi juicio, mediante prácticas pedagógicas innovadoras, sustentadas en bibliografía y
experiencia, emitidas por grupos de docentes comprometidos y con firmes ideologías, no de
aprendizajes de contenido sino de construcción humana, de adentro hacia afuera del ser, como
fuimos creados.
El cambio del sentir docente.
José Luis Rodríguez Matú.
Cuando me acuesto a dormir muchas veces no puedo conciliar el sueño, especialmente desde
que inició la pandemia, por lo que los recuerdos de situaciones pasadas y de proyectos futuros
rondan mi cabeza de forma indeterminada. Recuerdo momentos de diverso tipo: agradables,
divertidos, angustiosos e incluso bochornosos que me hacen reír o sonrojar desde mi interior.
Entre esas imágenes mentales se proyectan las de mi trayectoria docente.
Como las de ustedes, mi experiencia profesional está conformada por un sin número de
anécdotas, para muchos pueden ser intrascendentes o comunes, pero sin ellas no hubiera
comprendido muchas de las cosas que hice de forma incorrecta y que traté de corregir en mi
paso en las aulas durante estos años.
Toda mi educación estuvo a cargo de la escuela pública rural. La escuela donde los maestros
eran los que tenían la razón, imponían la disciplina y establecían los parámetros sobre los
aprendizajes. Ahí fue el lugar donde recibí la gran mayoría de mis aprendizajes en la niñez y
adolescencia, que moldearon mis criterios y la forma de pensar en la gran mayoría de los
sentidos.
En aquellos años mi relación con la profesión docente estaba muy lejos de nacer (yo soñaba
ser un astronauta que recorriera los límites del universo). El concepto de maestro era muy
diferente al que tengo ahora, ya que la gran mayoría de mis profesores eran de un estilo
tradicionalista: con interminables explicaciones en la catedra, lecciones de la pizarra a la libreta
y largos exámenes que privilegiaban lo memorístico antes que el pensamiento reflexivo.

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No creo en el destino, considero que cada persona moldea su camino en la vida de acuerdo a
las circunstancias del contexto, sus éxitos, fracasos, expectativas, oportunidades y limitantes
socioeconómicas. Al finalizar el bachillerato me decanté por cursar mis estudios en la Escuela
Normal Superior de Yucatán de la ciudad de Mérida, donde tuve un crisol de perfiles docentes
que fueron perfilando mi dedicación a esta noble labor. En esta institución adquirí conceptos
básicos sobre la enseñanza, planeación, el desarrollo de los adolescentes, evaluación,
problemáticas y políticas de la educación en nuestro país; y digo básicos porque a pesar de
todas los textos leídos y las practicas docentes realizadas durante mi formación, lo aprendido
en mis trayecto normalista se aleja completamente de la realidad escolar. Es en ese instante
cuando lo romántico de nuestros ideales se confrontan a la realidad del aula y se transforman
en un camino lleno de situaciones complejas, donde las problemáticas de alumnos y maestros
pasan a segundo plano para cumplir con los designios de los planes y programas destinados
a alcanzar fines de la educación del estado.
¿Qué se podría esperar de mi? formado de una manera tradicional y rígida, forrado por la
inexperiencia para lidiar con alumnos problemáticos (así los llamaba erróneamente) me doy
cuenta ahora de la forma tan superficial de mi formación docente y sus consecuencias en el
aprendizaje de mis alumnos. Un trabajo basado en impartir clases puntuales, marcar tareas,
levantar reportes, calificar exámenes y asignar calificaciones de forma precisa, pero de una
manera rudimentaria, si lo analizo desde mi perspectiva actual era un robot pedagógico.
Siendo la escuela el lugar de interacción social para maestros, alumnos e incluso padres de
familia la promoción del dialogo es la herramienta fundamental de entendimiento primordial para
todas las partes, por lo que poco a poco fui comprendiendo que mis estudiantes no solamente
acudían a la escuela a estudiar, sino también asistían porque ahí encontraban espacios de
felicidad y de interacción con otras personas. Nuestros alumnos acuden a la escuela por la
ilusión de convivir con sus compañeros y no por aprender cúmulos de información que no les
interesan, sienten que o son útiles o realizar incansables tareas para obtener una calificación.
Las experiencias de otros docentes también fueron necesarias para curtir mi personalidad
pedagógica. Los comentarios de maestros que se quejaron de los alumnos, los que dijeron “total
pásalos”, los que compartieron los logros de aprendizaje en pláticas informales y los directivos
que brindaron consejos sobre la mejora de la práctica docente, establecieron un cambio en la
manera de ingresar al aula y tratar a mis alumnos.
Si en mis primeros años de enseñanza era muy serio, estricto, demasiado rígido en la forma de
trabajar, después de cinco años mi actitud era diferente. Llegar sonriente al salón marcaba una
característica que los alumnos identificaban como parte de mi personalidad, esto generaba
apertura y confianza con muchos estudiantes. De igual manera explorar diversas maneras de
abordar los contenidos, dentro de las limitaciones pedagógicas y administrativas impuestas por
la escuela, era un reto que trataba de realizar día tras día, en muchas ocasiones sin éxito.
A pesar de este cambio de enfoque en la manera de trabajar y aplicar estrategias didácticas
diversas, considero que mi talón de Aquiles fue que nunca pude librarme de la forma de evaluar
reduccionista, que privilegiaba la entrega de actividades más que el logro de los alumnos. La
razón, el desconocimiento de los procesos de evaluación formativa y la forma cómoda de poner
calificaciones en el sentido cuantitativo, sin analizar los procesos de mejora del alumno.

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En conclusión puedo afirmar que muchas veces, como docente no mejoramos porque no hay
nadie en el camino que nos oriente o enseñe los diversos panoramas del proceso pedagógico
en el aula. Muchos docentes caminamos solos en la aventura escolar sin el apoyo de nuestros
directores o supervisores, lo que conlleva que la estructura educacional sea débil e ineficaz para
resolver los problemas educativos que vivimos todos los días. Esto lo alcancé a comprender
hasta que me convertí en director, pero se los contaré en otra ocasión en el que no pueda
conciliar el sueño por consecuencia de la pandemia.
Una prueba de amor a la camiseta
Verónica Amelia Guerrero Narváez
En 11 años de servicio, es este el reto más difícil que me ha tocado superar profesionalmente
y me siento bendecida de haber elegido correctamente, ejercer mi vocación y no sólo conseguir
un empleo. Si no, de que otra manera podría sentir que voy superando todo lo que ha acontecido
desde el año pasado. No puedo negar que al mismo tiempo me ha acercado mucho más a mis
hijos y tenerlos a lado mientras trabajo es más un premio que cualquier cosa, pero prefiero
disfrutarlos sin emergencia sanitaria.
Antes de la pandemia, me preocupaba que nuevas estrategias emplear para atender las
problemáticas de mi grupo, entre las que resaltaban la falta de entrega de tareas, dificultades
económicas, necesidad de atención por parte de sus padres, escaso interés por mis queridos
adolescentes, y como cuándo piensas que nada podría ser peor, a una pandemia se le ocurre,
subrayar aún más todos esos problemas, mostrándome un panorama más desalentador para
lograr que todos mis alumnos alcancen los aprendizajes esperados. Muchos familiares
enfermaron, otros se quedaron sin empleo, a algunos chicos se les hizo evidente que en casa
no hay apoyo académico, tal vez por falta de preparación de sus tutores, o por falta de tiempo,
pero eso, un adolescente solo lo persigue como falta de interés. ¿Cómo no ser empática con lo
que viven mis alumnos? Si ellos mismos lo manifiestan y confían en mí cuando deciden
contarme y pedir ayuda. Además, creo que, por un tiempo, para muchos jóvenes, la educación
pasó no a un segundo ni tercer plano, sino más abajo por lo mismo de que esta situación los
tomo a todas las familias por sorpresa y no se sentían preparadas.
Dejé a un lado que en mi propio hogar se sintieron desajustes emocionales, económicos y
personales, para darle la importancia que se merecen cada uno de mis alumnos. No había
tiempo de llorar, ni flaquear; era momento de mostrar una vez más con el ejemplo, que rendirse
no es opción y que cada batalla hay que librarla con honor.
Sin embargo, que difícil fue el principio, aunque descubrí que soy capaz de más de lo que
imaginé. ¡Que satisfactorio es poder decir que cada dolor de cabeza lo vi transformado en
audios motivadores, vídeos explicativos, planes adecuados a sus necesidades e
investigaciones que ayudaran a mis alumnos a sentir que hay que seguir adelante, pero no
están solos!
Si hay algo que siempre me ha gustado es planear, y sorprender a los estudiantes, con detalles

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divertidos. Hasta mi hijo mayor, quien incluso me ha apoyado con mis videos explicativos, ríe
cuando me ve hablándole con entusiasmo a la pantalla de mi computadora y ha sugerido mis
actividades a su maestra de primaria para que sus compañeros se diviertan.
¿Quejas? No hay tiempo, además ocupan energía que necesito para seguir disfrutando la
alegría de ver alumnos avanzar satisfechos con mi labor por cuantas veces me hicieron el día
con audios y comentarios de agradecimiento o con la evidente mejoría en su desempeño
acompañado de un gracias maestra, o incluso sin ese gracias, sólo los avances, valen más la
pena que cualquier queja sobre lo difícil que se volvió enseñar desde que he tenido que hacerlo
a distancia.
Una de las cosas que más me gusta de ser maestra, es que creo puedo abonar a la formación
de quienes tienen toda mi apuesta, los jóvenes y niños, pues se merecen algo mejor y en la
medida de lo posible mi granito de arena estará ahí para ellos.
Antes de terminar, creo es importante el apoyo de instancias que no se quedaron de brazos
cruzados, creando cursos que nos ayudaron a todos los docentes de los diferentes niveles a
sobrellevar la falta de experiencia, o incluso renuencia ante el uso de la tecnología para enseñar,
calificar, evaluar.
En mi autoevaluación hasta el momento, creo que aún me falta mucho, pero eso lo hace más
interesante ya que sigo aprendiendo y espero nunca dejar de hacerlo, pero sobre todo deseo
seguir sirviendo de cerca o de lejos continuar enseñando.
Mi experiencia en tiempo de pandemia
Omar Tovar Cabrera*
La escuela primaria federal rural Francisco Villa, turno vespertino, se encuentra ubicada en la
localidad de San Pedro Toxín en el municipio de Tolimán Jalisco, es bidocente donde
atendemos a estudiantes de 4° a 6° grado. Ante Covid-19, el gobierno de Jalisco conformó
opciones de estudio a distancia para la educación básica y superior. Se generaron con
profesores guías de estudio y contenidos para preescolar, primaria y secundaria. Después se
constituyeron consejos técnicos escolares con el objetivo de crear guías de trabajo que
facilitaran el estudio a distancia de las alumnas y alumnos de educación básica. En ese periodo
y con la incertidumbre de lo que pudiera ocurrir, mi primer contacto con la comunidad implicó la
entrega de guías impresas para los estudiantes, ante la emergencia, tuvimos que prepararnos
para enfrentar la circunstancia.
Previo al inicio de ciclo escolar 2020-2021, se realizó un diagnóstico a los padres de familia, el
cual refiere a indicadores de medios digitales y conectividad, para esto, se elaboró una encuesta
a través de los formularios de Google, donde al mandarles un enlace por WhatsApp contestaron
de manera fácil a través de su celular, los resultados fueron los siguientes:
• El 100% de las familias de mi grupo no tienen Laptop o computadora en casa.
• Cinco de once estudiantes disponen de celular.
• Siete de once familias tienen internet fijo en casa.

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• El 100% de las familias no tienen impresora.
• Seis de once estudiantes no tienen correo electrónico.
• Cinco padres de familia no tienen un dominio en cuanto a las tecnologías para ayudar a
su hijo, cuatro refieren que más o menos y solo dos indican tenerlo.
• El 63.6 % prefiere trabajar con materiales impresos y no con recursos digitales.
• Cinco padres de familia saben utilizar el celular, seis indican que saben muy poco.
• Siete padres de familia indican que su hijo sabe utilizar el celular.
Trabajar a distancia ha sido un reto, porque la educación en este nivel siempre ha sido de
manera presencial, el sentir siempre va a depender del docente y de su entorno, por ejemplo,
en las comunidades rurales, nos puede frustrar el hecho de no poder comunicarnos, si esta
contingencia haya ocurrido hace tres años, ni siquiera haya tenido la posibilidad de
comunicarme por teléfono, porque la comunidad no contaba con cobertura de red.
Respecto a la práctica, para sexto grado el envío de actividades se realiza a través de un grupo
de Facebook, con indicaciones breves en el mismo sobre las actividades a realizar, los
estudiantes suben sus evidencias (libros de texto, cuaderno, guía) al álbum personal para ser
realimentadas y corregidas en caso de ser necesario. Reconozco que la interacción es poca,
pero se lo atribuyo a diversas causas: falta de conocimiento de la aplicación, nivel de
escolaridad, falta de interés en las actividades, ocupación en el ámbito laboral de estudiantes y
padres de familia, principalmente en el campo. Considero que han faltado más asesorías
presenciales, esa estrategia del gobierno de Jalisco para atender en lo individual siempre y
cuando llevemos a cabo el protocolo de acción ante COVID-19.
Actualmente, según los datos registrados por el cuerpo docente en RECREA APP, o también
conocido como RECREA DIGITAL, la comunicación con el estudiantado en términos
estadísticos resulta de la siguiente manera:
Nota: Elaboración propia.
Algunas opiniones derivadas de la
emergencia son las siguientes:
• Las estrategias didácticas propuestas
actualmente en las guías de Consejo
Técnico deben ser seleccionadas por la
escuela según el contexto donde esté
inmersa.
• Se debe ir trabajando con el Programa
Escolar de Mejora Continua (PEMC) y el Plan de Trabajo Individual (PTI), dar
seguimiento e ir evaluando las acciones para una mejora progresiva.
• Es evidente la existencia de una problemática relacionada entre la escuela rural y
la falta de recursos en cuanto al uso de las tecnologías de la información y
comunicación.
• Tenemos que reducir la cantidad de actividades y aumentar la pertinencia.
• Como docente es necesario ser empático, un agente que motive.

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• Es de importancia pensar en cada uno de nuestros estudiantes, en sus
condiciones y en los retos que seguramente han enfrentado.
• 59 % de las primarias, según la Red de Investigación de Educación Rural (RIER),
se ubican en comunidades rurales, lo cual requieren una atención prioritaria.
Referencias
RIER. (2015). Obtenido de Vínculo de cooperación e intercambio para investigadores,
especialistas y sociedad civil interesados en temas de educación rural:
http://rededucacionrural.mx/
Cabrera, O. T. (2020). Diagnóstico de Indicadores de medios digitales y de conectividad.
Obtenido en: https://drive.google.com/file/d/1sk8vcAOJ-
GEGS0SmAuETrsE70yGFhCar/view?usp=sharing
*Maestro y director comisionado de educación primaria
Crónicas de una docente en tiempos de pandemia
Fanny Guadalupe Pech Hernández
Siempre admiré a los profesores capaces de dar sus clases sentados en su escritorio, sigue
siendo un enigma para mí su técnica. Resulta que con 1.46 m de estatura, si te sientas, no vez
a esos gigantes entre los 12 y 15 años de edad con los cuales debes tener toda la seguridad
del mundo para que no te intimiden. En mi salón hermosamente desordenado podía ir de equipo
en equipo observando esas miradas emocionadas por haber comprendido. Risas, gritos, ojos
con ilusión. Las felicitaciones, no temer equivocarse, vencer el temor de pasar a la pizarra.
Tesoros invaluables en la vida de una docente dando clases presenciales.
Creo que intuirán mi sentir al enterarme, en marzo de 2020, que no podría ver a mis gigantes
hasta que la situación sea segura para todos. La situación me sacó de mi zona de confort e hizo
que replanteara hasta mi labor. Sentí temor de no poder ser la maestra Fanny de siempre y ese
temor se hizo realidad. La maestra Fanny ya no es la misma.
Platicar con mi academia autonombrada “La arrolladora academia de matemáticas” fue crucial
para poner en orden mis pensamientos y considerar la posibilidad de que esto funcionaría. El
trabajo colegiado estaba recibiendo la importancia que se merecía. Pero mientras los días
pasaban, recordé que trabajamos con personas, cambiantes, impredecibles, adolescentes, que
no responderán como esperas porque piensan y deciden así como tú lo haces.
Compactamos las actividades de tal modo que fueran lo necesario para que el alumno se
adueñara de los aprendizajes esperados. Dedicamos de las 24, 16 horas al día a nuestro trabajo
resolviendo dudas, enviando audios, realizando llamadas telefónicas, utilizando google fotos
para editar vídeos con explicaciones claras y concisas. Nuestros estados de whatsapp se
volvieron públicos y perder nuestro teléfono celular significaba estar lejos de tu trabajo, lo cual

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te provocaba ansiedad. ¿Saben qué me mantuvo cuerda? Vocación. Amo mi trabajo y por eso
no me arrepiento de la entrega. De aquí se presenta la primera estrategia pedagógica que
permitió obtener logros satisfactorios para nuestra amada escuela: Predicar con el ejemplo. Si
tú piensas que funcionará, tus gigantes también lo harán.
Profesora, ama de casa, esposa, hija de una paciente de oncología, mamá de dos niñas
pequeñas en distintos niveles educativos. Mi día giraba en torno a dar clases en preescolar,
primaria y secundaria, sentada en una mesa, con mis riñones rezongando.
¿Se imaginan la carga mental y los niveles de estrés? ¡Pero qué pregunta, si estoy segura que
la mayoría lo vivió en carne propia! ¿Acaso no agradecían el día que la profesora de sus hijos
no mandara actividades? ¿Acaso las posibilidades preocupantes de huracán no se convirtieron
en un aliciente en nuestras casas por la ausencia de tarea o porque el plazo para entregarla se
extendió? Somos humanos. No debemos avergonzarnos si nuestros hijos se toparon con un
casillero vacío al no poder presentar información suficiente para que sean evaluados, porque
sabemos los motivos y las razones. No siempre es por irresponsabilidad, compañeros y eso me
queda clarísimo. Créanme cuando les digo que un padre de familia te bendice cada vez que le
das a su hijo la oportunidad de entregar sus evidencias. Además, sabes muy bien, que nunca
una calificación medirá el valor real de un ser humano.
¿Saben de qué me arrepiento? De no obedecer a mi instinto de dejarlo todo. De ocupar en mi
trabajo inclusive el tiempo con mi madre, la persona más influyente en mi vida. La persona por
quien soy docente con orgullo. Siendo paciente de oncología desde hace tres años, requería de
mi atención y veía su mirada apenada por estar interrumpiendo el trabajo de su hija. Ella agravó
y suspendí muchas actividades relacionadas a mi formación docente por brindarle tiempo y
cuidados. Cuando comencé a dar clases en el hospital, calificar trabajos pasó a segundo
término, sólo cumplía con mi horario. Ella partió en diciembre de 2020 y daría lo que fuera
porque ella estuviera viendo cómo su hija a pesar de todo, sigue amando su trabajo.
¿Por qué hablo de esto? Compañeros, porque de aquí se desprende una estrategia pedagógica
capaz de penetrar en el alma de un gigante, aún más que el mejor juego matemático: Empatía.
Cuando un gigante se siente comprendido es capaz de dar más de sí mismo.
La llegada de las videoconferencias fue grandiosa. Ver a mis gigantes y poder decirles a viva
voz que ellos pueden ha sido un hermoso regalo de la tecnología. El acercamiento, el
reconocerse, las voces desbordantes de las pulgas de segundo de secundaria inevitablemente
me han hecho sonreír, confiar y no querer darme por vencida. El uso de Classroom, pizarras
digitales e incluso los stickers de whatsapp han amenizado el proceso de enseñanza a distancia
y han logrado atraer la atención de los chicos porque “es nuevo”. Las carpetas compartidas de
Google drive, el whatsapp bussines, el padlett y el jamboard se convirtieron en nuestro material
didáctico. Claro, siempre explorando otras posibilidades para los que tienen dificultades. De
aquí concluyo con la tercera estrategia pedagógica que te dará satisfacciones siempre: atrévete
a innovar, no te subestimes. Aplica para gigantes y profesores.

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Educación Virtual en preescolar, intentos, dificultades,
realidades, satisfacciones.
Alejandra Leticia Moran Martínez
Esta reflexión se realizó desde mi perspectiva como docente de preescolar. Con gran nostalgia
recuerdo el día que mi directora me notificaba la suspensión de clases por causa de la pandemia
del COVID-19, tremenda noticia, pero en ese momento pensé que esto pasaría y en quince días
regresaríamos a nuestros preescolares. Ahora han pasado 9 meses sin asistir presencialmente
a la escuela y en este escrito pretendo comentar mi aventura con las clases virtuales, pareciera
que me aventaron al océano sin salvavidas, esto en ámbitos personales, profesionales,
emocionales.
Como docente el primer paso, la búsqueda de sobrevivir, dejar de patalear o luchar con mis
brazos e ir contra las olas eso sin duda me llevaría al hundimiento, en un océano desconocido,
cuando la única solución sería flotar y dejarme llevar por las olas, tal vez me llevarían a suelo
firme y salvarme… asociándolo a la realidad, para este paso fue aceptar, y hacerme la idea
que esta es la nueva realidad, el aquí y el ahora, dejar de pensar que el día de mañana
regresaremos a clases presenciales y que la mejor opción que puedo tener es abrirme al
aprendizaje, mejorar técnicas de enseñanza, buscar los medios posibles para lograr en mis
estudiantes aprendizajes esenciales.
Fui indagando, investigando todos los medios de comunicación posible para con los
estudiantes e ir formulando mi plan ideal bastante perfecto con altas expectativas. Mi sorpresa
fue que la comunidad escolar, no quería participar, dejando a un lado la educación preescolar
para sus hijos, de los catorce estudiantes que tengo solo tres estaban interesados, por mi mente
pasaba que debía ser empática puesto que muchos padres se quedaron sin trabajo, generando
crisis económicas. Entonces reflexioné, debía ser muy realista con mi plan, así que inicié a
renovarme.
La manera en la que fui trabajando en preescolar ha sido de la siguiente manera, usar
aplicaciones de whatsapp, meet, zoom con el principal propósito de no perder la comunicación
con los educandos, realicé un análisis de las limitaciones tecnológicas de mis alumnos, realizar
planeaciones cada 15 días, adecuadas a las posibilidades de los estudiantes en tiempos,
recursos tecnológicos y niveles de desarrollo , articular la planeación con la programación de
“aprende en casa 2”, para desarrollar en los alumnos una retroalimentación de los aprendizajes
esperados del Plan “Aprendizajes Clave”, Todo se resume en cambiar mi manera de planear,
logrando en los educandos una enseñanza personalizada basada en la modalidad de Tutorías.
Pero dando vista a algunas contradicciones, problemáticas y realidades observo que las clases
virtuales han ocasionado la falta de convivencia y construcción del juego en los niños de
preescolar, horas excesivas de trabajo para el docente, actividades rutinarias, escases de
recursos tecnológicos, desigualdad social, condicionado a las limitaciones sociales, económicas
y culturales, altos niveles de violencia doméstica, situaciones fuera de mi alcance.
Pareciera que por fin estaba llegando a la orilla, pues estuve trabajando arduamente,

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obteniendo la participación de toda la comunidad escolar, mis estudiantes avanzaban en su
desarrollo y aprendizaje, sin duda me llenaba de satisfacción, de un de repente fue bajando la
participación, nuevamente una ola me atrapó y me regresó al mar, haciéndome constantes
preguntas ¿Qué hice mal? ¿En qué estoy fallando?, nuevamente comprendí que debía de
buscar otras estrategias, pero me di cuenta que ya nada viene a mi mente, realizó las video
llamadas grupales y ningún alumno entra, sé que esta acción esta responsabilizada por los
padres. Suspiro, pero nada entra a mi mente, ¿Qué será lo mejor que pueda hacer? ¿Deberé
de seguir? ¿Insistir y persistir? Para un mejor desarrollo escolar, en niños de preescolar se
necesita del compromiso y responsabilidad de los padres y madres de familia así mismo el del
docente.
De la reflexión a la innovación de la práctica educativa en los
foros de educadores. Moderador: Hilario Vélez Merino.
“Los docentes tenemos la palabra” Testimonios de vida profesional, fueron cuatro foros
que nos permitieron realizar un análisis sobre la percepción que tenemos los educadores sobre
las perspectivas educativas como áreas de oportunidad que nos abrió la pandemia Covid-19.
Fueron seis participaciones por cada foro, buscando en los análisis de los escritos presentados
promover el cambio y la mejora a partir de los logros que cada educador compartió.
Aunque en esta primera experiencia se compartieron narrativas de experiencias y prácticas
escolares, en los espacios de reflexión y análisis, los educadores le apostamos a la
reconstrucción de la memoria pedagógica colectiva como elemento importante de acción-
reflexión y praxis pedagógica.
Omar Tovar Cabrera, uno de los participantes trabaja en una escuela bidocente, donde
manifiesta la importancia de levantar el diagnóstico para poder intervenir en la práctica
pedagógica
Manifiesta
“que trabajar a distancia ha sido un reto, porque la educación en este nivel
siempre ha sido de manera presencial, el sentir siempre va a depender del
docente y de su entorno, por ejemplo, en las comunidades rurales, nos
puede frustrar el hecho de no poder comunicarnos, si esta contingencia haya
ocurrido hace tres años, ni siquiera haya tenido la posibilidad de
comunicarme por teléfono, porque la comunidad no contaba con cobertura
de red”.
Una de las principales consecuencias de la exclusión digital es la desigualdad en el acceso a
la educación, puesto que la brecha digital limita el acceso a los recursos necesarios para
formación de los alumnos, y su posterior inserción laboral.
El coronavirus ha puesto sobre la mesa un asunto espinoso que requiere de soluciones y
acciones que involucren a todas las administraciones del estado mexicano. La brecha digital
exige que todos pongamos de nuestra parte para que sea reducida y los beneficios de la
tecnología lleguen a todas las comunidades de nuestro país en igualdad de condiciones.

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Se manifestó que somos los docentes quienes salimos a localizar a cada alumno, buscamos
mantener el vínculo entre nosotros y los alumnos; tratamos de darle estabilidad a la vida dentro
de una situación inédita para todos.
La Fanny Guadalupe Pech Hernández manifestó:
“Soy profesora, ama de casa, esposa, hija de una paciente de
oncología, mamá de dos niñas pequeñas en distintos niveles
educativos.
Cuando comencé a dar clases en el hospital, calificar trabajos
pasó a segundo término, sólo cumplía con mi horario. Ella partió
en diciembre de 2020 y daría lo que fuera porque ella estuviera
viendo cómo su hija a pesar de todo, sigue amando su trabajo”.
Para los alumnos y los docentes (que también tenemos padres en edad de riesgo e hijos),
triplicamos las horas de trabajo y buscamos de mil maneras mantener el vínculo y lograr la
continuidad educativa. Colaboramos con nuestra computadora, celular, luz, wifi, nuestra
privacidad del hogar que, en algunos casos, se resquebrajó.
Nosotros fuimos con nulo apoyo de la autoridad administrativa quienes nos mantuvimos
comunicados: pasamos datos de los estudiantes que no tenían para comer, padres que perdían
su trabajo y niños y jóvenes abandonados por sus padres por esta contingencia sanitaria.
Siempre hemos sido el muro de contención; pero esta vez, más que nunca y en ocasiones
(luego de decirle a algún estudiante o padre que todo va a estar mejor), hemos cerrado la
computadora secándonos las lágrimas, a veces por la pérdida de un familiar nuestro o de
nuestros alumnos, como el caso de la profesora Fanny, que pesar de todo manifiesta su
vocación docente.
Alejandra Leticia Moran Martínez, docente de preescolar, manifestó:
“Mi sorpresa fue que la comunidad escolar, no quería participar,
dejando a un lado la educación preescolar para sus hijos, de
los catorce estudiantes que tengo solo tres estaban
interesados, por mi mente pasaba que debía ser empática
puesto que muchos padres se quedaron sin trabajo, generando
crisis económicas. Entonces reflexioné, debía ser muy realista
con mi plan, así que inicié a renovarme”.
Nos dice Boaventura de Sousa Santos en la cruel pedagogía del virus. La irrupción de la
pandemia en la vida cotidiana puso en crisis una normalidad. Frente a ello, expone un conjunto
de preguntas inquietantes: ¿Qué conocimiento potencial proviene de la pandemia de
coronavirus? ¿Carecen las democracias de la capacidad política para responder a
emergencias? ¿Qué significa la cuarentena para los trabajadores que ganan cada día lo que
necesitan para vivir ese día?
Esta realidad la estamos viviendo los educadores, manifestamos nuestro compromiso, vocación
y talento pedagógico, nos hermana la profesión al darnos cuenta que en lo ancho y largo del
país, tenemos las mismas problemáticas, sin tener el fundamento teórico estamos construyendo

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pedagogías emergentes y trabajando nuestra inteligencia emocional, situación que no permite
la escuela tradicional, la educación bancaría que plantea Paulo Freire.
Con este foro estamos abriendo las causes hacia una pedagogía de la esperanza, liberadora y
emancipadora, solo fue un pequeño paso de un largo camino hacia la utopía de transformanos
y transformar nuestras escuelas.
Los maestros escribiendo. Ignacio Chávez Morales. Moderador
Reflexiones sobre el foro “Los docentes tenemos la palabra”
Me presento ante Uds. Soy integrante del Colectivo TEQUIO. Somos una comunidad de
aprendizaje que apuesta por la pedagogía crítica como el eje rector para potenciar la educación
popular, al cambio social y la igualdad educativa en el marco de la sociedad de la información.
Que nos hemos Constituido en un foro abierto y democrático que promueve la reflexión, el
análisis y la crítica en la educación. Que pretendemos crear espacios de comunicación abierta
y virtual, donde se analicen problemáticas educativas, sociales y culturales de frente a la
despolitización y despedagogización docente. (Acta de Creación del Colectivo Tequio 2020)
Deseo compartir con Uds. Que el 9 de febrero de este ciclo, el Colectivo TEQUIO, inicio su
primer foro denominado “Los docentes tenemos la palabra” Testimonios de la vida
profesional a partir del COVID-19, este foro se dividió en cuatro sesiones con participación de
6 y 5 participantes en cada una.
El propósito fundamental de este evento es, que los maestros tengan la oportunidad de expresar
a través de sus escritos la situación que han vivido a partir de la contingencia de la pandemia y
puedan expresar a que se han enfrentado. Es precisamente que el foro se inició el día 9 de
febrero, con los primeros participantes, donde cada uno de ellos expuso a través de su voz la
lectura del documento de su participación como un primer momento esperando un segundo
momento de preguntas y respuestas por parte del público asistente como de los moderadores.
El foro inicio puntualmente a las 19 hrs.
¿Qué se pudo observar dentro de las participaciones?, mucha inquietud, nerviosismo, emoción
de poder tener un espacio abierto para compartir y ser escuchados por todos los interesados al
evento.
En las participaciones se puedo observar que los docentes si escriben, pero que además, son
capaces de trasmitir su sentir a la hora de dar la lectura a sus escritos creando en cada momento
de la participación un instante muy emotivo, se observó en cada uno de los participantes el don
de la palabra, expresaron con libertad sus puntos de vista, las formas y estrategias que han
venido utilizando a partir de la pandemia, también en sus escritos se pudo persibir los
momentos de angustia que vivieron expresados en sus escritos, pero esto, no los detuvo de
seguir realizando su trabajo con mucha responsabilidad.
Esos son los verdaderos momentos que viven los maestros ante las necesidades de la
población y fundamentalmente de sus alumnos, escuchamos con mucho respeto, pese aun de
las grandes necesidades y limitaciones que tienen para comunicarse con los alumnos y los
padres de familia, los participantes, leyeron emocionados y revivieron momentos muy emotivos.

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Quiero decir que en la intervención de los tres primeros participantes fungí como moderador del
evento, a continuación se exponen algunas palabras claves mencionadas en sus escritos:
“La fe, la esperanza y el amor a la humanidad hacen que la utopía se convierta en una
realidad.” Jorge Abraham Simón Vivas.
Con este primer escrito, el participante hablo de la importancia de tener vocación para poder
ser maestro, pues siendo joven no se piensa en eso. Hay que enseñar para la vida, fue el suceso
que me orillo a ser maestro, eso me hizo ser maestro, pero un maestro humano, si no hay
vocación humana no hay práctica pedagógica.
“La experiencia y el cambio del sentir docente” José Luis Rodríguez Matu
En su escrito, el segundo participante, menciona que cuando se es maestro es necesario
conocer el contexto donde se trabaja para entender a los estudiantes y ayudar a la comunidad,
pero además el maestro siempre debe estar abierto a aprender.
“Una prueba de amor a la camiseta” Verónica Amelia Guerrero Narváez
El tercer participante da importancia al momento de la pandemia y de la situación difícil que
pasan las familias, sin embargo los maestros no estamos solos, pues se tiene el
acompañamiento del director de otros maestros.
Al reflexionar sobre los escritos:
Se nota una toma de conciencia sobre la responsabilidad que se debe tener para ser maestro.
En dos de los escritos de los ponentes, se recata la importancia de la vocación, sumando a la
empatía. Goleman y Senge en el texto el triple focus. Señalan que el maestro para el siglo
XXI, necesita tres habilidades importantes al realizar su práctica; descubrir sus motivaciones al
allegarse al aula, el ser empático y ser sistemático dentro de su práctica aludiendo que el nuevo
maestro para este siglo debe de contar con estos elementos, por otro lado Freire en la
Pedagogía del Oprimido menciona sobre la concienciación de quien aprende como del que
enseña.
El conocimiento del contexto es otra de las preocupaciones de los maestros, así como el
diagnóstico que deben tener en su escuela y de las necesidades de los estudiantes ya que en
los maestros hay una gran preocupación porque hacer lo mejor posible su trabajo. En este
sentido Carbonel (2001) señala que la innovación en el campo de la educación supone un
esfuerzo deliberado y planificado que parte del reconocimiento de aquello que se pretende
cambiar, esta es la preocupación de los maestros.
Además, el conocimiento y reconocimiento del plantel como el de la práctica educativa tiene
una clara intencionalidad, pues en estas se encuentran las motivaciones que tienen los
docentes.
Además los maestros, observan de manera positiva y se dan cuenta de que no se está solo,
pues existen otros compañeros con inquietudes como las de ellos, que además puede tener el
apoyo del director de la escuela. Para Freire en su libro Pedagogía de la Esperanza, señala la
esperanza como una cuestión inherente a la práctica docente situación que expresan uno de
los escritos leídos, señalando que el cambio, aunque difícil, es posible.” (Verdeja, 2020) Freire
nos propone una praxis educativa crítica, transformadora y liberadora, de la mano de una
pedagogía de la esperanza, donde el maestro se sienta acompañado, al tiempo que toma
conciencia se su papel como educador.

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Los maestros al participar y compartir sus escritos muestran lo que han realizado, pero al mismo
tiempo cuestionan la situación que están viviendo y aun con todo en contra, luchan para sacar
adelante a los alumnos y al mismo tiempo reconocen el apoyo de los padres de familia dentro
de este proceso.
Se observa en esta primera parte del foro y con los primeros participantes ese ánimo de ser
escuchados, de ser acompañados de querer ser mejores con pandemia o sin pandemia, ya que
siempre han buscado los maestros las formas de innovar.
Se deduce, que independientemente de la pandemia los maestros siempre se han preocupado
en su formación, en buscar estrategias para la enseñanza, en conocer el lugar donde prestan
sus servicios para poder realizar bien su trabajo, que su vocación puede ser más fuerte que las
pandemias que pueden pasar o presentarse, pues son los docentes quien han sostenido el
proceso educativo.
Agradezco a los participantes su voluntad de compartir, pero sobre todo el de luchar para seguir
formando a los niños y jóvenes que formaran nuestra querida patria, un saludo y solo me resta
señalar, ¡adelante maestros son capaces de tener su palabra y defenderla ¡, en horabuena.
Foro del diez 16 de febrero de 2021
La educación multigrado en tiempos de Pandemia.
María del Rocío Altamirano Tovar.
Mi escuelita es como una de esas tantas escuelas multigrado que abundan en el país, justo
esas que parecen invisibles en la mayoría de las narraciones utópicas que se hacen. Esta se
encuentra ubicada en una comunidad llamada Padilla, que pertenece al municipio de Tuxpan
en el estado de Jalisco, es bidocente y tiene una población de 23 alumnos que se distribuyen
entre los 6 grados. La organización familiar es tradicional, la mayoría viven con mamá y papá,
donde este último es el sustento económico del hogar y las madres son las que están al
pendiente de la educación de los hijos.
Estos diez meses de pandemia han servido para hacer reflexiones profundas sobre todas las
situaciones que se presentan en el ámbito educativo, una de las principales problemáticas que
se presentaron fue la dificultad de los padres de familia y de algunos docentes sobre el manejo
de la tecnología, pero como una herramienta favorecedora para el aprendizaje y no solo como
un medio de comunicación para la recepción de tareas y emisión de avisos. Puedo decir que
casi un año después, aún sigue siendo área de oportunidad, porque el maestro de multigrado
tiene pocos alumnos, pero de diferentes grados, por lo tanto, debe ser un experto diversificado
de actividades.
La modalidad del trabajo a distancia me ha permitido valorar la función de las madres de familia,
ya que su escolaridad máxima es la secundaria y algunas excepciones cursó o asistió a la

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preparatoria, aún con esa situación la participación que hay es sorprendente si se compara con
algunos contextos urbanos, por ejemplo, se tiene contacto con la totalidad de los tutores y la
participación a distancia ha superado el 80 y 90% considerando desde marzo a enero. Aunque
el proceso no ha sido perfecto, se considera eficaz ya que se conocen las condiciones familiares
de cada estudiante, así como su nivel de conceptualización.
Sin duda, la mejor herramienta han sido las videollamadas, porque esas permiten que los
alumnos convivan virtualmente con sus compañeros y con el docente, aunque la desventaja es
que al ser multigrado el tiempo se reduce, porque se debe dividir entre varios grupos, pero este
se aprovecha porque son pocos estudiantes y la participación es más activa y directa. Esta
característica, al igual que todo lo anterior, no es una generalización, ya que este es un contexto
que no cuenta con señal telefónica, pero sí con conexión a internet por medio de wi-fi. Es
necesario pensar en aquellos que no cuentan con ningún medio de comunicación tecnológica
¿qué está pasando con ellos? estoy segura que los docentes que enfrentan esa situación están
haciendo lo posible, y poco más para que sus alumnos aprendan.
Lo que falta por hacer es atender a la diversidad, todos los alumnos tienen diferentes ritmos de
aprendizaje, ¿qué pasa con esos 3 o 4 estudiantes que no envían trabajos? no es necesario
solo conocer las razones cuando no hacemos nada para lograr que los padres se comprometan.
Consecuente a eso, el abandono escolar incrementa, por aquellos alumnos que parecen
olvidados porque no entran dentro de un estándar y quieren hacer cualquier otra cosa menos
pasar su día haciendo trabajos sin sentido para ellos y que muchas de las veces no son
revisados, o la retroalimentación siempre es negativa.
De igual manera, el acompañamiento del docente es estadístico y se basa en los porcentajes y
cantidad de alumnos que están cumpliendo con las tareas, sin preocuparse de las razones, los
esfuerzos del docente, las características de las familias, entre otros; incluso se llega a poner
en duda las estrategias que se implementan. Faltan espacios para compartir experiencias entre
colegas, falta conocer otros contextos, escuchar otras opiniones y ser honestos con nuestra
propia práctica para poder identificar aspectos de mejora, ya que ahora los directores, los
padres de familia y los docentes son quienes sostienen la educación en esta pandemia.
Lo que puedo concluir con esto es que la escuela debe trabajar en colaboración con los padres
de familia, invitarlos no solo a trabajar, sino también a convivir, debemos romper con el
hermetismo de “en la escuela mando yo”, tanto padres como docentes comparten un objetivo
que es el infante, por lo tanto, lejos de dividir se deben unir. Los docentes debemos conocer
perfectamente las características de cada uno de nuestros alumnos y sus familias, ya que solo
eso nos va a permitir ser empáticos ante el esfuerzo que están realizando. El regreso a la
presencialidad se aproxima y con ello vendrán una serie de problemáticas nuevas, ahora la
incertidumbre es ¿Cómo serán mis alumnos después de tanto trabajo a distancia?

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¿Cuál es la finalidad de la existencia de la escuela?
Claudia Marisol Catzin Pech
Desde hace doce años me desempeño como docente de matemáticas laborando en distintas
escuelas secundarias técnicas, cuando inicio mi labor docente mi finalidad era que los alumnos
aprendieran matemáticas, que dominaran los conocimientos matemáticos del programa de
estudio y ¡me enfocaba a toda costa que así sea!, conforme fueron pasando los ciclos escolares
observaba que los alumnos se resistían a esto, que el interés por las matemáticas no se
despertaba y fue cuando comenzó un despertar en mí, encontrar las estrategias adecuadas
para que los alumnos en lugar de solo aprender matemáticas desarrollaran habilidades de
razonamiento que les ayudaran a tener un buen desempeño en matemáticas pero también en
¡otras áreas!
Dentro de mis años de labor docente viene una reforma educativa, tan coloquialmente llamada
“La Reforma de Peña Nieto” y ante ello un nuevo planteamiento se hace a mi desempeño, los
alumnos deben desarrollar competencias, competencias para su vida, y mi papel como docente
se re direcciona hacia el alumno: “el alumno como eje central del sistema educativo”, lo que
hace que pensara más en los alumnos, en su sentir, en sus necesidades; posterior a esto llega
LA NUEVA ESCUELA MEXICANA, que nos plantea una escuela más humana, y es ahí donde
me vuelco a mirar a mis alumnos con más sentir y empatía.
Me cuestiono ¿Cuál es la verdadera finalidad de las escuelas?, ¿qué sentido tiene que los
alumnos asistan a la escuela? ¿Qué ciudadanos queremos formar?
Ante dichos cuestionamientos tengo mis respuestas, la finalidad de las escuelas es hacer
alumnos preparados para la vida, alumnos que puedan aprender consiguiendo las herramientas
necesarias para hacerlo, alumnos capaces para la reflexión, el análisis, el discernimiento, que
puedan cuidar de sí mismos, de su mente, su cuerpo, que logren tener las herramientas
emocionales para encontrar en ellos mismos todo para tener una vida equilibrada y feliz.
Los alumnos deben asistir a los colegios para aprender, pero no solo conocimientos, si no
aprender a desarrollar la capacidad de observación, de investigación y lograr ser autodidactas,
la escuela debe proporcionar a los alumnos las oportunidades para reconocer lo que les
apasiona, brindarles los espacios propicios para convivir, compartir y desarrollarse como seres
humanos.
Y a mí ultimo cuestionamiento respondo con el tipo de ciudadanos que quiero formar, alumnos
que cuiden de sí mismos, de su cuerpo, su alimentación, que busquen la justicia, la paz, que
reconozcan que existen diversas maneras de pensar pero que todos son valiosos, que las
opiniones de todas las personas cuentan y que es posible vivir en armonía, que los alumnos
sean capaces de cuidar su planeta.
¿Ya no quiero qué el alumno aprenda matemáticas? Claro que quiero que aprenda
matemáticas, pero desde un ambiente de constante intercambio de ideas, un ambiente que les
permita buscar sus propios recursos, que pueda aprender de sus compañeros, de su
comunidad, donde además de matemáticas desarrollen habilidades como empatía, resiliencia,
solidaridad y respeto.
En estos tiempos donde el trabajo en casa por cuestiones de salud hizo necesario buscar

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nuevos recursos de enseñanza, quiero que mis alumnos se sientan capaces, que las limitantes
que puedan tener no sean factor de rezago, reducir hasta donde se pueda las dificultades por
cuestiones de recursos, busco lograr que los alumnos puedan aprender de su entorno, valoren
la vida y aprendan a ser felices con las diversas circunstancias que la vida presenta y como
docente me propongo hacer sentir a mis alumnos como parte de una comunidad, que son
capaces, que estoy para apoyarlos y que en conjunto podemos aprender día a día.
Y me despido con una frase de Paulo Freire:
“Lucho por una educación que nos enseñe a pensar y no por una educación que nos enseñe a
obedecer”
Seguir nuestra vocación.
Feliciana de la Cruz Llanes Garrido
El maestro del siglo XXI -aquí cuento, “estudiada” (como diría mi difunta abuela) con los
conceptos del siglo XIX, graduada en el XX y trabajando en el XXI, como otros más-, afronta
retos enormes:
1. Un sistema educativo desfasado de la realidad del país.
2. Planes y programas que intentan subsanar errores del pasado, y crean nuevos, que
tampoco se subsanan.
3. Falta de infraestructura, mobiliario y materiales en las escuelas
4. Muy poco respeto hacia su profesión, por parte de la sociedad, e inclusive, por parte de
algunos docentes y directivos.
La principal herramienta con la que enfrenta -con la que enfrentamos-, estos retos, sería su
vocación. Un maestro convencido de que su labor es necesaria afronta todos y cada uno de los
limitantes que encuentra, y trata de “voltear” la situación en favor de sus alumnos. Otras
herramientas serían que poco a poco el SEN se vaya dando cuenta que necesita evolucionar, -
“Evolucionar”, no copiar otros sistemas educativos, si no desarrollar el propio con base en las
necesidades reales de la sociedad mexicana-, para poder otorgar educación de calidad, y
decida ir mejorando las escuelas, y proporcionando material didáctico adecuado para las
diferentes asignaturas. Somos escuelas públicas y muchas en zonas de marginación o nivel
socioeconómico medio bajo, o de plano, bajo. Adaptar lo mejor posible las escuelas, capacitar
a los docentes que no se han actualizado, reconocer a los que por sus propios medios se han
preocupado por adquirir saberes y habilidades en favor de su desempeño ante los alumnos,
estimular a los alumnos a ser mejores.
En lo personal, una servidora busca y aplica diversas estrategias, unas aprendidas en cursos,
otras desarrolladas por la necesidad y el ingenio, para poder despertar en los alumnos una
chispita hacia un mejor presente y futuro, tanto de ellos como personas, como del país y la
sociedad. Veo más allá de las limitaciones de cada personaje, veo a la PERSONA que son y
pueden llegar a ser. No tengo miedo de acercarme, de empujarlos para lograr límites que ni
ellos pensaban alcanzar, y aun ir más allá de ellos. Les ayudo a evolucionar, y, además, a llevar

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un poco de la fuerza y paz interior que consigan, a otros. No tengo miedo de sufrir en el proceso,
porque me conozco y sé que voy a sanar y ayudar a sanar a otro.
Yo formo PERSONAS, no maquinitas “pensantes” con las mismas ideas que los demás, ni que
encajan en roles establecidos; formo personas que piensan más allá de la caja, que cuestionan
lo establecido si no es justo, que saben que pueden y quieren lograr un mejor mundo y una
mejor sociedad. Estimulo habilidades, enseño destrezas, hago que se desarrolle la capacidad
pensante y crítica de cada uno de mis estudiantes. No les facilito el proceso, pero les doy armas
para alcanzar el logro del mismo.
Mis limitaciones, además de las de índole personal, principalmente económicas, son contra el
sistema y los roles sociales. He enfrentado padres que hacen daño a sus hijos, ayudándoles a
sanar ellos, para dejar de dañar a otros; he trabajado con niños que sienten que lo merecen
todo sin esfuerzo, y hacerles ver que todo en la vida tiene un costo y una reciprocidad. He
ganado y he perdido, pero creo ha sido mayor la recompensa.
¿Cómo lo hago? Ahora en tiempos de pandemia, a través de llamadas personales, de
mensajes, de reuniones con los padres, de llamadas al padre de familia (o tío, tía, abuela,
hermana, al que funja de tutor), y escuchar, porque a veces, primero se desahogan de todo lo
que tienen dentro -la situación económica, los problemas personales, los miedos, lo emocional,
etc.-, y después escuchan lo que pasa con los hijos. A mis alumnos, les pido análisis, criterio,
les enseño qué es y les muestro como ponerlo a prueba. A tener argumentos sólidos, a
cuestionar, si es necesario, a mí misma. Creo no nos va tan mal.
Parafraseando a Freire: “La mayor muestra de amor, es enseñar”. Y amo, amo mi
profesión, amo mi asignatura, mi disciplina (soy maestra de arte), y amo a mis alumnos.
Construyendo el aprendizaje a distancia… un reto que requiere
vocación.
Clara Minely Méndez Guerrero
Recuerdo la primera vez que estuve frente a grupo, como todos los compañeros, nervios, miedo,
inseguridad; sin embargo; decidida e impulsada para seguir educando, disfrutaba y me motivaba
más, cuando veía que se lograban los objetivos y además de manera agradable y con buen
ambiente, sin imponer, disfrutando el aprendizaje. Los alumnos adquiriendo conocimiento sin
autoritarismo, pero con disciplina y control de grupo, sin sentarlos en lugares ordenados por
número de lista o en filas bien delineadas; criticado y mal visto por algunos compañeros. En una
reunión escolar llegó a mí, la lectura de las Tertulias pedagógicas, interesante para la formación
docente; que al principio nos habla de ciertas invariantes en cuanto a la naturaleza del niño.
(cualquiera que sea la latitud, cualesquiera que sean las gentes.» La Invariante constituye la
base más firme. Evita muchas decepciones y errores.) En la variante 18 menciona: “A nadie,
sea niño o adulto, le gusta el control y la sanción, que siempre se consideran una ofensa
a la dignidad, sobre todo cuando se ejercen en público.

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Solamente hace falta recordar en qué estado de oposición, frecuentemente malévola, nos
coloca el control de un policía, aun en el caso de que hayas incurrido en contravención. Desde
este punto de vista, la corrección de los deberes y ejercicios, la recitación de resúmenes son
siempre una razón de perturbación y oposición del niño. Nadie puede negarlo.”
Tomando en cuenta lo anterior, hace reflexionar ¿es necesario exigir, obligar e imponer un sólo
conocimiento a un estudiante? ¿Realmente aprenden algo a lo que no le encuentran utilidad?
Las escuelas forman para enseñar programas de estudio, para adaptarnos y guiarnos de un
plan, sin embargo; ninguna reforma educativa o plan, será exitosa, mientras no cambiemos la
mentalidad, mientras sigamos generalizando a los estudiantes. Cada uno aprende lo que le
interesa, lo que le es útil, de hecho, la mayor parte de los intentos de reforma educativa acaban
fracasando, dando la sensación de que no sirven las estrategias que plantean.
El trabajo docente, necesita el trabajo colegiado, de acuerdo a los intereses y necesidades de
los estudiantes. La pandemia es una oportunidad para darnos cuenta de las carencias de
nuestro sistema educativo; los jóvenes están preocupados por apoyar a sus familias, aprender
algún oficio para mantenerse por sí mismos, la situación económica se antepone al estudio y
eso nos hace recordar que se trabaja con humanos y por lo tanto, sus sentimientos,
pensamientos y prioridades, son las que debemos fortalecer, manipular y moldear para educar
y forjar el conocimiento y explotar la inteligencia.
“La inteligencia no es una facultad específica que funcione como un circuito cerrado, según
enseña la escolástica, independientemente de los demás elementos vitales de la persona.
(Tertulias pedagógicas)
En realidad, la inteligencia se asocia con el alumno que cumple, que obtiene buenas notas y
entrega todas las tareas; pero se puede demostrar que no necesariamente es así. Los chicos
están deseosos de contar sus experiencias, en eso deberíamos enfocarnos; dejar que ellos
cuenten y de esas pláticas, seleccionar lo que puede ser útil para su aprendizaje, buscar apoyo
en el programa de estudio, pero no seguirlo de manera estricta.
Como experiencia personal, fue significativo; en una plática común con los alumnos, se habló
de los componentes de una mezcla para construcción, de la profundidad y los componentes
que tiene el agua de mar, de lo que tienen que hacer para cazar pulpo, entre otros temas y en
ese momento, se dio la clase fortaleciendo los temas que a ellos les interesaba. Se ganó mucho,
porque en ese momento se dieron cuenta que la química, se relaciona con lo que hacen en su
vida diaria. No encuentran algo significativo en la resolución de ecuaciones químicas, pero el
que actualmente es albañil, aprende preparando mezcla, variando los materiales para una
adecuada construcción; las proporciones adecuadas. Entonces… ¿el alumno no está
aprendiendo? “El alumno se interesa realmente en aprender lo que le será útil.”
Lamentablemente no lo va a escribir, no lo va a plasmar en un cuadro de doble entrada, un
tríptico o algún otro escrito tradicional; pero lo sabe y lo logra responder. ¡Explotar el
conocimiento está en nosotros!

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El trabajo colaborativo docente, necesario en los tiempos de
pandemia
Carlos César Bejines Sabás
Sin duda alguna, el trabajo docente ha tomado rumbo distinto al que se venía generando en
años anteriores, debido a la aparición del virus COVID-19, Pues, con esto se dio el cierre de
escuelas, no sólo en México sino en muchas partes del mundo, tomando como acción
consecutiva la implementación de una Educación a Distancia la cual a pesar de existir un
programa a nivel nacional como lo es aprende en casa, es el docente quien conoce las
condiciones y contexto en el que trabaja, ante ello se han buscado estrategias diversas para
atender las necesidades de nuestros alumnos, de esta manera poder generar con ello, el
desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje.
Por lo anterior, se inició a mandar trabajos estableciendo primeramente una conexión con los
padres de familia, por medio grupos de WhatsApp con formados por los padres de familia,
algunos por correo electrónico, otros por mensaje o incluso la realización de llamadas
telefónicas para quienes no cuentan con internet en su celular, teniendo como una herramienta
más la programación de Aprende en Casa, que muchos padres de familia no cuenta con los
medios para poder acceder a ella, dándole mayor peso las actividades que deja el docente en
los grupos creados. Sin duda alguna es notable la asignación de tareas constante del docente
las cual manda a través de algún mensaje por medio de alguna aplicación.
Las tareas que se le envían al padre de familia, en un momento eran día con día, posteriormente
empecé a enviar las tareas de manera semanal esto me dio un poco de mejores resultados, es
necesario precisar que algunas escuelas para atender un grado escolar, en el nivel de
educación primaria participan varios docentes, en mi caso soy docente frente a grupo, en mi
escuela se cuenta con un maestro de educación física y una maestra de inglés, en otras
escuelas cuentan con maestros de artes, danza, o computación, cada maestro manda
actividades a realizar en la semana, dejando de lado las de inglés y física, donde la participación
es mínima.
En efecto, existe una gran separación las actividades a desarrollar cada maestro, generando
sus actividades exigiendo a los niños las evidencias de los trabajos realizados, pues se debe
de cumplir con un compendio de aprendizajes establecidos en el currículum, ante esto los
padres que están trabajando a distancia buscan realizar las actividades y algunos les dan
importancia a las tareas del docente frete agrupo dejando de lado las actividades de las otras
asignaturas, son muy pocos los alumnos que trabajan con esos maestros, para ello es momento
de realizar una reflexión, puesto que ya llevamos 9 meses en estas condiciones siendo
necesario entablar un trabajo colaborativo, primeramente generar comunicación entre los
docentes participantes para desarrollar un trabajo integral.
Este trabajo colaborativo, es necesario que los docentes lo realicemos primeramente para
conocer algunas situaciones grupales que por la situación de ser un trabajo a distancia no se
generan los espacios de comunicación entre docentes, de esta forma tener presente algunas
estrategias que puedan favorecer nuestras tareas educativas, otro asunto abordar en estos

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momentos son los tiempos que le dedican los padres de familia a las tareas educativas, teniendo
a consideración la situación económica y que muchos padres de familia trabajan y poco apoyan
a sus hijos, por esta razón dan prioridad a las actividades del docente frente a grupo
Es de suma importancia generar un trabajo colaborativo entre los docentes que participamos
en los distintos grupos, intercambiando estrategias ajustables a las necesidades de nuestros
alumnos. Dicho trabajo colaborativo es con la intención de relacionar los trabajos, existiendo
una conexión entre ellos, dejando el aislamiento de las actividades para buscar conectar con el
contexto de los educandos, hace falta la generación del trabajo colaborativo para poder llegar
a seleccionar los contenidos a abordar en estos momentos, los que puedan atender los padres
de familia, sin atiborrarse de actividades de entrega, relacionando las materias para
encontrarles sentido y funcionalidad a las actividades a realizar.
Por último, es necesario escuchar la voz del docente que se enfrenta a la realidad educativa,
escuchémonos para poder analizar y así proponer estrategias que atiendan a dicha realidad,
favoreciendo el aprendizaje de nuestros educandos.
Ser docente: el nuevo rostro de la educación
Fabiola Guadalupe Mena Cocom.
En primer lugar, es importante contestarnos la siguiente pregunta: ¿Qué es SER docente? Esta
pregunta me la he hecho tantas veces que, en algún momento llegué a pensar que sólo se
limitaba a ser una persona; la cual, proporcionara conocimiento, pero esto va más allá de sólo
recibir un título o un sueldo, de conseguir una plaza y de tener un trabajo “seguro”. Es por eso;
que debemos ser conscientes de lo que significa SER docente, lo que queremos que Docente
signifique para el alumno, para los padres de familia y para la educación en general. SOMOS
seres humanos que tenemos el poder de influir en la vida de otro ser humano y por eso debemos
inculcarnos el ser proactivos, innovadores, resilientes, comprometidos, que el cambio lo veamos
como un reto, dedicados, amorosos, debe tener buena Actitud (actitud positiva); que crea en las
altas expectativas de su grupo, que tenga amor hacia su persona para poder así permear a sus
alumnos esa seguridad. Debe ser empático, disciplinado, amistoso, generoso, directo,
permitirse aprender de los otros, ser abierto, comunicativo y confiable; dejar de lado lo
sindicalista y enfocarse en que su “profesión” sea la oportunidad para aportar valor al mundo
con sus enseñanzas.
El 2020 fue un año de retos, fue un año donde el SER docentes se puso a prueba, donde
muchos colegas se quedaron sin trabajo y sin oportunidad de plazas magisteriales; donde
muchos se quedaron sin tener un contrato, donde algunos trabajan sin recibir paga alguna y
donde la educación se vio amenazada por la pandemia. Mucha incertidumbre de cómo seguiría
la educación en el mundo, en nuestro país y en nuestro estado; nos dimos cuenta de que el
rumbo de la educación estaba en manos de algunos. Fue entonces el momento en que se
decidiera trabajar a distancia permitiéndonos tomar cursos intensivos sobre medios digitales;
es así que, curso tras curso, mientras todo agarraba su ritmo; me dedique a participar en cada
uno de los webinars y/o talleres que nos ofrecían; decidí ver tutoriales de cómo usar

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herramientas digitales, modelar estrategias didácticas exitosas de algunos compañeros, me
permití experimentar actividades que usualmente no se hacía en el aula y que ahora funcionan
a distancia; y todo ello fue porque siempre he querido enseñar como ningún otro maestro,
enseñar con el corazón; me preocupé en adquirir más competencias, perfeccionar mis
habilidades, incrementar mis conocimientos, además de ponerlos en práctica al servicio de la
educación de mi país. Sin embargo, al revisar las encuestas que se enviaron a los padres de
familia para saber cómo estaban económicamente; descubrí que muchos de mis alumnos no
tenían los medios, sufrían de pérdidas familiares por la pandemia; veía una comunidad
destrozada por la crisis y por las muertes; realmente fue difícil ver este panorama porque no
sabía si enseñar ortografía y redacción; si explicar los modos verbales, si seguir un plan de
estudio o simplemente apoyarlos emocionalmente. Es por ello que, cada clase que tengo les
digo lo importantes que son para mí, lo necesario que es la educación, el siempre decirles las
altas expectativas que tengo de ellos; pues tengo a los mejores alumnos y ellos tienen a la mejor
maestra.
Así pues, permito a mis alumnos SER ellos mismos, ser transparentes, decir la verdad,
expresarse, dar su opinión; siempre con respeto; complemento en mis clases la escucha y la
lectura activa; agrego valor, enseñanzas, ejemplo de vida; cada vez que se pueda; y todo ello
lo hago porque lo necesitan. En cada video-clase transmito confianza, alegría, cariño porque
quiero que ellos se sientan atendidos, sientan el cariño del maestro, se sientan en un ambiente
digno de aprendizaje y así sepan lo que significa el SER importante para otros.
También tengo que admitir que estuve a punto de declinar porque no me sentía suficiente de
poder transmitir conocimientos a distancia; sentía que no tenía las habilidades necesarias de
enseñar con ayuda de la tecnología pues sabía que no era mi fuerte. Es en este punto donde
me di cuenta que no podía pensar así y que tenía que salir de mi zona de confort pues los
adolescentes necesitaban maestros dispuestos y comprometidos con la educación porque
sabía que mi deber era ir conforme a las tendencias educativas; y es aquí donde decido seguir
preparándome, seguir leyendo autores importantes que han generado cambios trascendentales
en la sociedad, aprendiendo, desarrollando, mejorando y ejercitando mis habilidades docentes.
Dejé de preocuparme y mejor decidí ocuparme de la realidad en la que estaba encontrando
esas alternativas, esas estrategias para que mis alumnos puedan aprender y practicar lo
aprendido. La tecnología ahora se volvió mi mejor aliada.
Así pues, cree librillos de actividades diferenciadas para alumnos que no podían
conectarse; muchos papás están satisfechos con esa ayuda; también he atendido de manera
directa a papás que se han preocupado por los avances de sus hijos y los he orientado de la
mejor manera; coordiné, en conjunto con mis colegas de asignatura, una actividad en donde le
ofrecimos a los alumnos participar en una obra de teatro virtual (primera ocasión que se da en
la escuela); esta obra trajo a nosotros satisfacciones porque tuve evidencia de alumnos que lo
vieron con sus padres y algunos familiares que están en casa y eso significó mucho para ellos;
los comentarios fueron formidables; y todo esto sucedió porque tuve altas expectativas de
nuestra comunidad escolar y nuestra comunidad docente pues todo el personal de la escuela
participó. La educación siempre debe ser compartida, también los logros y los éxitos cuando
todos estamos en la misma sintonía. Es aquí donde recae el SER DOCENTE pues somos

25
aquellos que transforman vidas de manera directa, debemos creer en ese potencial porque
el maestro Sí, definitivamente Sí es el agente de cambio, de la transformación.
COMUNIDAD “EL
TEQUIO”
Somos una comunidad de
aprendizaje que apuesta
por la Pedagogía
liberadora como el eje
rector para potenciar la
educación popular, el
cambio social y la igualdad
educativa en el marco de
la sociedad de la
información.
Somos educadores que
pretendemos liberarnos de
esa educación impuesta
que nos condiciona a ser
tal como ellos, para
caminar hacia el
compromiso de construir
una práctica educativa
crítica, que nos
concientiza, de manera
autónoma y humanista,
desde nuestras
comunidades educativas
Reflexiones y conclusiones del Foro “Los
docentes tienen la palabra”. Moderadora:
Manuela Álvarez y Aguilar.
EDUCACIÓN
Lo que nos motiva y compromete en el colectivo COMUNIDAD “EL
TEQUIO” es generar ambientes favorables para aprender,
innovar, aplicar y compartir siempre de abajo hacia arriba, de
dentro hacia fuera y de la periferia hacia el centro.
Iniciamos el 2021 con la organización del 1er FORO:
“Los docentes tenemos la palabra” Testimonios de vida
profesional con el propósito de abrir espacios para escuchar
la palabra de los docentes del país, que a través de su testimonio
escrito compartan con otros docentes de distintas geografías sus
vivencias, preocupaciones y estrategias de solución exitosas. Les
comparto que ha sido una experiencia enriquecedora escucharnos
y ser testigo de la pasión, compromiso que cada docente nos
transmiten con su testimonio.
La educación multigrado en tiempos de Pandemia
El16 de febrero de 2021 tuvimos la oportunidad de escuchar
el testimonio de María del Rocío Altamirano Tovar. de
TECOMÁN COLIMA
quien trabaja en una escuela MULTIGRADO en la comunidad de
Padilla, Mpio de Tuxpan en el estado de Jalisco, es bidocente tiene
23 alumnos y enfrenta varias problemáticas, entre las que le
inquieta la dificultad de los padres de familia y de algunos docentes
sobre el manejo de la tecnología en esta modalidad de Trabajo a
distancia.
Considera que el conocer el contexto de sus alumnos es prioritario
para entender su situación y ser empática con ellos.
La situación que nos relata en su escrito retrata lo que se está
viviendo en casi todas las escuelas del país, como la falta de
conectividad, la dificultad de los padres de familia y de los
docentes sobre el manejo de la tecnología, necesaria en este tipo
de educación a distancia, el acompañamiento por parte de las
autoridades de la SEP reducido a informar estadísticamente los
porcentajes y cantidad de alumnos que están cumpliendo con las
tareas, sin preocuparse de las razones, los esfuerzos del docente,

26
las características de las familias, entre otros; incluso se llega a
poner en duda las estrategias que se implementan.
Sin embargo, su entusiasmo y compromiso le han llevado a
plantear el reto de TRABAJAR EN COLABORACIÓN CON LAS
FAMILIAS CONVIVIR CON ELLOS, Y SER EMPATICA TANTO
CON ELLOS COMO CON TUS ALUMNOS.
COMUNIDAD “EL
TEQUIO”
“Trascender y Promover
a mayores niveles de
conciencia y
corresponsabilidad en el
plano colectivo y
social””.
¿CUÁL ES LA FINALIDAD DE LA EXISTENCIA DE LA
ESCUELA?
La maestra Claudia Marisol Catzin Pech. Del estado de
Yucatán se plantea la pregunta: ¿Cuál es la finalidad de la
existencia de la escuela?
Ella es maestra de matemáticas en una escuela técnica, en su
proceso de enseñanza tenía como finalidad “que aprendieran
matemáticas”, “dominarán los conocimientos q marca el
programa”, sin embargo, su proceso de enseñanza se ha venido
transformándose redireccionando hacia el alumno como eje
central del sistema educativo”.
Reflexionando como docente se cuestiona ¿Cuál es la
verdadera finalidad de las escuelas?, ¿qué sentido tiene que los
alumnos asistan a la escuela? ¿Qué ciudadanos queremos
formar? a lo que se responde: prepararlos para la vida, a aprender
a aprender capaces de reflexionar, analizar, discernir, cuidar de sí
mismo, y con énfasis dice con énfasis ¡Claro que quiero que
aprendan matemáticas!, en un ambiente intercambio de ideas, que
les permita buscar sus propios recursos, que puedan aprenden de
sus compañeros, de su comunidad, y desarrollen habilidades
como empatía, resiliencia, solidaridad y respeto.
Como docente pretende lograr que sus alumnos puedan
aprender de su entorno, valoren la vida, aprendan a ser felices a

27
LOS DOCENTES
TENEMOS LA PALABRA
Testimonios de vida
profesional.
pesar de las circunstancias que la vida presenta y se propone
hacer sentir a sus alumnos como parte de una comunidad.
Es muy claro lo que la maestra Claudia Marisol está
trabajando poniendo al centro de su enseñanza a sus alumnos y
para ello considera de importancia generar un ambiente de trabajo
para desarrollar las habilidades para la vida, lograr se desarrolle
como personas útiles para su sociedad, pensantes, solidarios,
propositivos, creativos, tarea nada fácil, sin embargo, cualquiera
que sea el resultado de su reto estamos convencidos que ella esta
haciendo la diferencia. Felicidades Maestra Claudia Marisol.
Seguir nuestra vocación
La maestra Feliciana de la Cruz Llanes Garrido. Maestra
de Arte en el Estado de YUCATAN, afirma: Un maestro
convencido de que su labor es necesaria afronta todos y cada uno
de los limitantes que encuentra, y trata de “voltear” la situación en
favor de sus alumnos.
La maestra Feliciana con mucho entusiasmo y convencida
nos comenta de sus alumnos “veo a la PERSONA que son y
pueden llegar a ser. No tengo miedo de acercarme, de
empujarlos para lograr límites que ni ellos pensaban alcanzar,
y aun ir más allá de ellos. Les ayudo a evolucionar, y, además,
a llevar un poco de la fuerza y paz interior que consigan, a
otros”.
Y se le pregunta ¿Cómo lo haces?, a lo que responde:
“contactándolos a través de llamadas personales, de mensajes,
de reuniones con los padres, de llamadas al padre de familia (o
tío, tía, abuela, hermana, al que funja de tutor), escuchándolos,
primero se desahogan de todo lo que tienen dentro (la situación
económica, los problemas personales, los miedos, lo emocional) y
después les comunico lo que pasa con los hijos. A mis alumnos,
les pido que analicen, que tengan criterio, les enseño,
estimulo sus habilidades, destrezas, hago que desarrollen su
capacidad pensante y crítica. No les facilito el proceso, pero
les doy armas para alcanzar el logro del mismo”.
Coincide con Paulo Freire cuando afirma “La mayor
muestra de amor, es enseñar”. Y reafirma “amo, mi profesión,
amo mi disciplina (soy maestra de arte), y amo a mis alumnos.

28
En su escrito denota fuerza, coraje y denuncia al sistema.
Se muestra convencida de “SER UNA MAESTRA DE ARTE CON
VOCACIÓN”, le gusta enseñar, retar a sus alumnos, contactar y
trabajar de cerca con la familia, los escucha, trata de ser empática
con las situaciones que viven.
Sin duda escuchar a María del Rocío, a Claudia Marisol y
a Feliciana, ha sido una experiencia enriquecedora, motivadora,
que nos hizo recordar nuestros inicios en el Quehacer docente,
donde no hay horario, no hay límite más el que cada uno se pone,
en el que como Don Quijote le expresa a su escudero Sancho
cuando él, preocupado le dice “Sr. Los perros nos ladran” a lo le
responde “No te preocupes Sancho, eso quiere decir que estamos
andando”. Y así es el quehacer de los profesores que hacen
camino al andar. Al ir sembrando buena semilla. Mi respeto y
admiración para TODOS LOS MAESTROS de nuestro País
México que a lo largo de este año 2020, han trabajado fuerte,
cercanos a lo más importante de nuestra labor LOS ALUMNOS,
siendo creativos, empáticos, innovadores, profesionales y sobre
todo se han preocupado y ocupado por desarrollar Aprendizajes
significativos con sus alumnos a pesar de las barreras de
aprendizaje impuestas por el contexto social, familiar y económico
en el que viven
Reflexiones y conclusiones del martes 16 de febrero.
Moderadora. Claudia Alvamar Muñoz Novelo
La Comunidad del Tequio es un espacio de y para maestros, que, en estos tiempos de crisis
sanitaria y humana, se ha vuelto el pretexto perfecto para liberar y componer las más sensibles
narraciones de experiencias de vida que necesitaban ser escuchadas y que, a través de la
escritura, han encontrado una forma de expresión.
El martes 16 de febrero de 2021, no fue la excepción, las maestras Clara Minely Méndez
Guerrero y Fabiola Guadalupe Mena Cocom, ambas de Yucatán; y el profesor Carlos César
Bejines Sabás, de Colima, conmovieron con sus escritos a los miembros de esta comunidad.
El encuentro con la verdad de las palabras de la maestra Clara Minely Méndez Guerrero no
demoró, al señalar su aflicción por el hecho de que, en medio del desastre producido por la
pandemia, los maestros se estén preocupando más por cubrir el programa de estudio de las
asignaturas del grado, que por enseñar lo que es realmente significativo y útil para la vida de

29
los estudiantes en este contexto. Nos llevó a reflexionar sobre que los niños y jóvenes están
viviendo una situación inédita en su entorno familiar y social, agravada por la pobreza y la
violencia, y todos los efectos de estas, como los problemas emocionales.
Nos recordó que todos los profesores trabajamos con humanos llenos de sentimientos,
pensamientos y necesidades que debemos priorizar al momento de tomar decisiones, “…los
chicos están deseosos de contar sus experiencias, en eso deberíamos enfocarnos; dejar que
ellos cuenten, y de esas pláticas, seleccionar lo que puede ser útil para su aprendizaje, buscar
apoyo en el programa de estudio, pero no seguirlo de manera estricta”.
En un segundo momento, la maestra Fabiola Guadalupe Mena Cocom, inmutó a la comunidad
cuando dijo: “…tras revisar las encuestas que se enviaron a los padres de familia para saber
cómo estaban económicamente; descubrí que muchos de mis alumnos no tenían los medios,
sufrían de pérdidas familiares por la pandemia; veía una comunidad destrozada por la crisis y
por las muertes; realmente fue difícil ver este panorama porque no sabía si enseñar ortografía
y redacción; si explicar los modos verbales, si seguir un plan de estudio o simplemente
apoyarlos emocionalmente. Es por ello que, cada clase que tengo les digo lo importantes que
son para mí, lo necesario que es la educación, el siempre decirles las altas expectativas que
tengo de ellos; pues tengo a los mejores alumnos y ellos tienen a la mejor maestra.”
Su discurso nos recordó que ser docente tiene el valor agregado de poder transformar vidas, y
de creer en el potencial de los seres humanos, como expresa: “… el maestro Sí, definitivamente
Sí es el agente de cambio, de transformación”.
Por último, el maestro Carlos César Bejines Sabás, en su narración nos comentó la importancia
de que los colectivos colaboren en proyectos comunes en los cuales se conjuguen fuerzas y
voluntades para la construcción de saberes y aprendizajes esperados, y por qué no, también
inesperados, en los alumnos en este momento histórico, con el fin de hacer menos pesada la
carga de todos.
Como reflexión puedo agregar que, si bien, la pandemia es una desgracia global,
paradójicamente también puede ser una excelente oportunidad para percatarnos de las
carencias de nuestro Sistema Educativo Nacional en materia de una pedagogía comprensiva y
empática ante la crisis; y, de contenidos sustanciales en materia humana. Es extrañamente el
contexto ideal para preguntarnos como sociedad y como educadores cuál es el verdadero
sentido que debe tener la escuela en este y en todo momento, para qué existe y hasta qué
punto está cumpliendo o alejándose de este papel.
La escuela tendría que ser el espacio de aprendizajes significativos para la vida de los
estudiantes; las autoridades educativas tendrían que dejar de lado la idea de la lógica de
escolarización, es decir, de que la escuela enseñe contenidos que sirven únicamente en su
interior, pero que sirven muy poco para la vida que está afuera de ella y que hoy se escenifica
en una pandemia en la cual los alumnos tendrían que desarrollar aprendizajes para
sobrellevarla y sobrevivirla, como el gusto por seguir estudiando, la resiliencia, la
autorregulación de emociones, el cuidado propio y el de los demás, el diálogo familiar, la
convivencia, entre otros.
La pandemia es hoy un evento inusitado, que no debemos dejar pasar sin reflexionar y
replantearnos la noción de escuela, de la función docente y, por supuesto, la posibilidad de

30
edificar una nueva pedagogía cimentada en la comuna, y en el saber escuchar, empatizar y
comprender al otro.
Foro del 23 de febrero de 2021
Docentes en movimiento: reflexión sobre cómo reinventar
nuestra práctica profesional en tiempos de pandemia.
Elda Noemí Montenegro Vallejos
El valor de la escuela y de la docencia
La escuela es el espacio propicio para involucrar a los niños, niñas y adolescentes NNA, en
situaciones de aprendizaje que promuevan el uso y desarrollo de sus habilidades,
conocimientos, valores y actitudes de una manera más compleja, es el lugar donde se recrea a
pequeña escala un universo en el que tendrán que aprender a lidiar con la frustración, con los
conflictos, las dificultades, la búsqueda de soluciones a sus problemas, en la escuela los
alumnos aprenden entre iguales y esto les ayuda al desarrollo de sus inteligencias múltiples;
pero también se fomentan sus habilidades socioemocionales.
Ahora bien, en este ejercicio de diálogo y reflexión valdría la gracia preguntarse, en estos
tiempos pandémicos en los cuales los alumnos aprenden en casa ¿qué hace indispensable a
la escuela y a los docentes? De acuerdo con el Dr. Ángel Diaz Barriga en su Conferencia
internacional Reinventar la docencia en el siglo XXI. Desafíos en tiempos de crisis¹, es un
factor fundamental y cito: “la interacción didáctica y para poder lograrlo la clave es el
acompañamiento”; pero cómo construir el vínculo pedagógico a la distancia en estas distintas
realidades sociales que hacen todo más complejo, en un tiempo récord en todas las escuelas
del país se han implementado estrategias educativas para trabajar a distancia con los alumnos,
como docente reconozco que ha sido todo un reto y bastante agotador llevarlas a cabo sin la
interacción real entre alumnos y maestros, la pandemia agudiza todos nuestros problemas
educativos y aún más la desigualdad social en la cual la mayoría de nuestros queridos alumnos
viven, lo cual nos lleva al desafío que plantea el Ángel Díaz Barriga: reinventar la docencia
del futuro; pero esto no es fácil, tampoco obedece a soluciones simplistas que diversos
sectores de la sociedad proponen.
CÓMO REINVENTAR LA DOCENCIA ANTE TIEMPOS DE PANDEMIA.
¿Qué podemos hacer?
Primero que nada, en tiempos de pandemia es indispensable tener como bandera de las
prácticas educativas la empatía y la flexibilidad, segundo reconocer que hay otros caminos por
explorar y tener disposición y apertura al cambio, tercero asumir que somos profesionales de la
educación y que debemos responsabilizarnos de la formación y aprendizaje de los alumnos,
cuarto invertir tiempo para actualizar nuestros conocimientos y buscar alternativas pedagógicas
emancipadoras, quinto realizar un trabajo entre pares para rediseñar nuestras clases a
distancia, adecuar los contenidos y las prácticas educativas docentes a partir de la realidad que
viven los NNA de nuestro país, porque en verdad somos nosotros quienes sabemos la

31
complejidad a la cual nos enfrentamos cada día y entre iguales podemos intercambiar y
enriquecernos con nuestras ideas innovadoras y buenas prácticas, aceptando ante todo que no
somos poseedores de la verdad absoluta, ni la única fuente de información y conocimiento de
nuestros alumnos, dentro de esta interacción entre maestros buscar mecanismos eficaces para
evaluar dándole mayor énfasis a los procesos de aprendizaje de los estudiantes, aunado a ello
podemos seguir promoviendo en los padres nuevas formas de educar a sus hijos, dotar de
herramientas a los alumnos para que logren ser autogestivos, críticos, reflexivos, así como
enseñarles a elegir actividades que les impulsen a producir sus propias ideas y a cuestionarse
constantemente como un ejercicio acerca de lo que deben aprender a desaprender, y
finalmente si nos ponemos un poco soñadores y utópicos deberíamos buscar la trascendencia
en nuestra propia vocación docente e idealmente convertirnos en lo que señala la Dra. Teresita
Garduño Rubio en su conferencia virtual Práctica Pedagógica y Justicia Social: como:
“maestros post-pandémicos que llevan una revolución a su comunidad", en este sentido
es importante enseñarle a nuestros queridos alumnos una memoria histórica para que
atestigüen que de ninguna manera la realidad que les toca vivir es producto de la casualidad,
la pobreza, el hambre, la desigualdad social que sufren puede ser transformada por ellos
mismos, ellos los propiciadores de una revolución ideológica humanizadora.
Sin duda es un gran reto; pero se hace tarde, los NNA del país cuentan con nosotros y hay que
iniciar el camino de vuelta al corazón de la razón.
Retos en tiempos de pandemia
Ana María Lira Velázquez
Empezaré a contarles mi historia de lucha y retos día con día en tiempos de pandemia y trabajo
a distancia; soy maestra de secundaria en la ciudad de Mérida, estado de Yucatán, por cierto,
un excelente lugar para visitar.
A finales del año 2019 se escuchaba que al sur de China en Wuhan había aparecido un virus
llamado SARS-CoV-2 que por su paso dejaba miles de muertos. Con el paso de los meses se
fue extendiendo hacia otros países, les confieso ya tenía cierto temor pensando que podría
llegar aquí con nosotros, pero mientras esa enfermedad se encontraba en otros lugares aquí en
nuestro estado todo continuaba con normalidad, yo seguía asistiendo a mi escuela Silvia Nelly
Cuevas Aguilar por las tardes para impartir la asignatura de español sin ninguna preocupación
en cuanto al virus.
Recuerdo que el viernes 13 de marzo de 2020 tuvimos Consejo Técnico Escolar en la escuela
para tomar acuerdos para mejorar el desempeño académico de los alumnos, la reunión
transcurría sin ningún contratiempo, pero casi en punto de las seis de la tarde; se mencionó que
dicho virus había llegado a nuestro estado, por lo tanto, se suspendían diferentes actividades y
entre ellas estaban las clases. La reacción de los asistentes era de incertidumbre y podría decir
que hasta de miedo porque ya habíamos visto por las noticias todo el desastre que dejaba.
Tengo bien grabado en la mente ese día fue el último del año 2020 cuando nos vimos frente a

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