El documento analiza la figura de la prescripción en materia laboral en Colombia. Explica que la Constitución de 1991 le dio un enfoque social al Estado y derogó normas anteriores. Surgen entonces las relaciones laborales como factor económico clave. La prescripción extintiva aplicada a derechos laborales no busca enriquecimiento sino sancionar al empleador que no cancele oportunamente las acreencias del trabajador. Sin embargo, largos plazos para reclamar y posibilidad de interrupción pueden afectar principios
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
La prescripción laboral y sus implicaciones en la administración de justicia
1. LA PRESCRIPCIÓN EN MATERIA LABORAL
ARMANDO RAMIREZ OLARTE
UNIVERSIDAD DE MANIZALES
FACULTAD DE DERECHO
MANIZALES
2002
2. LA PRESCRIPCIÓN EN MATERIA LABORAL
ARMANDO RAMIREZ OLARTE
UNIVERSIDAD DE MANIZALES
FACULTAD DE DERECHO
MANIZALES
2002
2
3. LA PRESCRIPCIÓN EN MATERIA LABORAL
ARMANDO RAMÍREZ OLARTE
Tesis para optar al título de Abogado
Presidente
Dr. ALVARO SALDARRIAGA ECHEVERRY
Abogado
UNIVERSIDAD DE MANIZALES
FACULTAD DE DERECHO
MANIZALES
2002
3
4. Dedico a:
Dios, porque me ha permitido ser Abogado, me conduce y
lleva de su mano.
Mi esposa, mujer abnegada y virtuosa.
Mis hijos, sostén y fundamento de mis aspiraciones.
A mis padres, por la crianza, los principios y los valores
que me han inculcado desde mi niñez.
A mis hermanos, por el interés, la ayuda, la colaboración y
preocupación constantes.
A mis amigos, por su apoyo.
4
5. AGRADECIMIENTOS
El autor expresa sus agradecimientos a
José Ignacio Gaitán López, Abogado Litigante y Docente de la Universidad de
Manizales, por su amistad, apoyo y confianza.
Alvaro Saldarriaga Echeverry, Magistrado del Tribunal Superior de Manizales, Sala
Laboral, Docente de la Universidad de Manizales, por su orientación y apoyo
permanentes.
Docentes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Manizales, por entregar
y compartirme sus conocimientos.
A todas las personas que de una u otra manera me colaboraron en la realización
de este trabajo.
5
6. CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCIÓN
1.
GENERALIDADES DE LA PRESCRIPCION
1.1
De la prescripción en general
1.2
Reseña histórica
1.3
Clases de prescripción
1.4
Objetivos y fines que rodean la prescripción
2
PRESCRIPCION LABORAL
2.1Prescripción en materia laboral
2.2
Evolución legal de la prescripción
2.3
Prescripción de algunos derechos laborales
2.3.1 Prescripción de la Acción de Fuero Sindical
2.3.2 Prescripción de la Acción Disciplinaria
2.3.3 Prescripción de la Acción de Reintegro
2.3.4 Prescripción del Derecho a Pensión de Jubilación
2.3.5 Prescripción del derecho a las vacaciones
2.3.6 Prescripción del Pago de Prestaciones en el Sector Oficial
2.3.7 Prescripción del título ejecutivo laboral
2.3.8 Solidaridad en las demandas ejecutivas laborales
2.4
Prescripción y caducidad
3
DE LOS PRINCIPIOS PROCESALES
3.1
Derecho procesal y algunos de sus principios
3.1.1 Independencia, imparcialidad de los funcionarios judiciales
3.1.2 De la inmediación
3.1.3 De la buena fe, la verdad y la lealtad procesal
3.2Principios procesales y del procedimiento en relación con los
Constitucionales y de administración de justicia
4
TERMINOS PRESCRIPTIVOS
4.1
Aplicación del artículo 90 del C. de P. C.
4.2
Cuándo debe empezar a correr el término prescriptivo
4.3
La prescripción como causa de enriquecimiento
4.4El término prescriptivo y el derecho a accionar, o el abuso del
Derecho
4.5
Algunas situaciones en relación con el aspecto probatorio y los
Términos prescriptivos.
4.6
La prescripción como excepción previa
4.7
La prescripción elevada al rango convencional
5.
PRESCRIPCIÓN Y CONCILIACIÓN
6.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA
6
8
12
12
13
14
16
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58
61
63
7. RESUMEN
La entrada en vigencia de la nueva Carta Política de 1991 le imprimió un matiz
diferente al Estado colombiano, al evidenciar en él un carácter social al sistema
reglado de normas.
De hecho la nueva constitución derogó, por así decirlo, muchas de las normas que
tenían vigencia y que establecían cierto tipo de derechos, obligaciones y deberes
tanto para los gobernados como para la Administración.
Dentro de ese nuevo esquema Constitucional que predica espacios de
participación, justicia social, equilibrio económico, convivencia pacífica, entre otros
aspectos de importancia, necesariamente surgen las relaciones laborales como
factor determinante de la economía de un país.
Desde estos puntos de vista podremos observar algunos conceptos y comentarios
que están inmersos en la problemática que la relación laboral, su terminación y las
prestaciones sociales de los trabajadores implican para los empleadores, respecto
de la acción judicial que se puede adelantar.
Igualmente se proponen algunas teorías en relación con lo expuesto y también
sobre aspectos atinentes a la conciliación como mecanismo para zanjar las
diferencias entre unos y otros, y lograr verdaderos espacios de tolerancia y unidad
hacia un solo fin; lograr la convivencia respetando a cada uno con su propia
identidad y hacia un interés colectivo donde exista participac ión de todos los
ciudadanos en el construir nacional.
7
8. INTRODUCCION
La figura de la prescripción de modo general es de suma importancia ya que a
través de la misma, de amplia aplicación en el desarrollo de nuestras instituciones
jurídicas, cualquier persona puede, o bien adquirir para sí un derecho o perderlo,
independientemente de si el mismo se traduce en un objeto, bien o cosa, como
también que se le pueda brindar la posibilidad jurídica subjetiva de acudir al
establecimiento judicial en procura de que sus derechos le sean reconocidos; o
sencillamente por la inacción y haber dejado pasar los términos señalados de
manera expresa en las normas de carácter sustancial o procesal, vea su derecho
desestimado o el bien perdido, según sea del caso.
La aplicación de la figura de la prescripción en estudio abarca todas las ramas
posibles del derecho, no escapando entonces a la disciplina laboral, en la cual
encontramos algunas situaciones específicas que denotan la importancia dentro de
la relación entre empleadores y empleados y que conllevan a que de ella se
desprenda el reconocimiento de algún derecho o la pérdida del mismo, de manera
particular a este último aspecto como quiera que la figura en estudio no se decreta
de manera oficiosa sino a petición de parte, en determinante oposición con lo que
sucede con la figura jurídica de la caducidad.
La figura como tal debe estar sujeta entonces en su aplicación a los principios
generales del derecho, a los postulados constitucionales que están insertos en la
nueva carta política de 1991 y a los establecidos en la ley de administración de
justicia, por que de lo contrario perderían su sentido jurídico, ya que no puede
permitirse, desde ningún punto de vista, que sirvan para que los
mismos sean burlados al amparo de un derecho que aunque legal, escape a las
premisas que deben orientar el derecho procesal y sustancial.
Quiere decir lo anterior que la figura de la prescripción como tal, fuente de
derechos y obligaciones, debe mantener incólume el verdadero espíritu de la
Administración de Justicia a cargo del Estado que deviene de su Soberanía a
través de la Jurisdicción, consistente en la oportuna y debida aplicación de
la ley procesal al derecho sustancial, que salvaguarde por sobre todo, en su
aplicación y ejecución, los derechos de los asociados, donde la verdad
procesal sea en la medida de lo posible una identidad con la real lo cual
debe materializarse en el proceso.
Pero es importante recordar que en derecho laboral se aplica la figura de la
prescripción extintiva, no adquisitiva, es decir, que en esta materia no se ganan
derechos laborales por la aplicación de dicha figura sino que se pierden.
8
9. Este estudio pretende analizar si la posible pérdida de los derechos surgidos de las
relaciones laborales entre empleadores y trabajadores, en virtud de la aplicación de
las normas establecidas en los códigos sustancial y procesal del trabajo, de
manera particular la figura de la prescripción, está dentro del marco de la
constitución, las leyes y los principios que inspiran una adecuada administración de
justicia; entendiéndose por ésta una función pública que le ha sido conferida por los
asociados al ente jurídico Estado .
Debe éste entonces procurar que la actuación procesal surtida llene las
expectativas de los subordinados de manera tal que les permita tener la confianza
necesaria en las instituciones y en el desarrollo de los procesos adelantados dentro
de una adecuada administración de justicia y que determina, a la vez, certeza
jurídica, conllevando de manera casi necesaria a la solución de los conflictos de
una forma pacífica y que asegura la convivencia social en idénticos términos.
La prescripción extint iva aplicada a los derechos surgidos de la relación laboral,
armonizados con el artículo 65 del C. S. del T. y los artículos 148, 150, 151 del C. P
del T. no están dirigidos a lograr un enriquecimiento de una de las partes, pues lo
que determina es una sanción moratoria para el empleador que a la terminación del
contrato de trabajo no cancele oportunamente las acreencias laborales a su ex
trabajador.
Pero a pesar de que no estaríamos ante un enriquecimiento ilícito en virtud del
mandamiento legal que ampara la indemnización, la injusticia puede devenir o
presentarse en virtud de la INACCIÓN y en acudir tardíamente a la administración
de justicia por la parte interesada para que le sean reconocidos y adjudicados los
derechos o créditos laborales que no le fueron cancelados por el empleador al
momento de terminarse la relación laboral.
Aunado a los tres años de tiempo para realizar la reclamación existe la posibilidad
de que dicho lapso se pueda interrumpir por otro termino igual y con ello pasarían
casi 6 años, para que aún y con protección de la ley se pueda hacer el reclamo de
tales pretensiones con indemnización moratoria incluida.
Aparte de lo expuesto, las pruebas no serán las mismas ni tendrán el
mismo valor probatorio que en un momento
determinado pudieron originar
una decisión de cualquiera
de las partes; a lo mejor, y siendo la prueba fuerte
de la decisión la testimonial, muchos ya no existirán, lo que atenta contra el
principio de la verdad procesal que en todo caso debe ser lo mas aproximada
posible a la real.
Deviene entonces esta situación en injusta y contraria a los fines que promulga
inspira la jurisdicción y los principios procesales y la constitución nacional como
fuentes inspiradoras de relaciones pacificas entre los asociados y de certeza
9
10. jurídica entre estos, además de ser uno de los objetivos del Estado. El contenido
del tiempo expreso, señalado y diferido por la ley frente a la prescripción de la
acción y el pago de los derechos y créditos laborales de los trabajadores, aunado a
la posibilidad de interrumpir dicho término en concordancia con lo reglado en el
artículo 65 del C. S. del T., ha originado una desatención de principios
constitucionales y ha desviado el verdadero sentido de la administración de justicia.
La afirmación deviene puesto que, debiéndose casi inmediatamente iniciar una litis
en respecto a derechos o créditos surgidos de una relación laboral, puede darse el
echo que una parte permita transcurrir el tiempo sin accionar para que la condena a
la contra parte pueda estar sujeta a la indemnización moratoria contemplada en la
ley, sobreviniendo sumas injustas y desproporcionadas que aún amparadas por la
ley no consultan el equilibrio que debe existir en ésta.
La verdad es que la reclamación judicial por parte de un trabajador en relación con
sus créditos o derechos laborales debe ser tan inmediata como se ha dado la
terminación del contrato de trabajo y la negativa misma por acción u omisión del
empleador a pagarlos o a ponerse a paz y salvo con su ex servidor, sobre cada una
y la totalidad de las acreencias prestacionales que surgen en razón de la ejecución
y terminación de una relación contractual.
Bien podría afirmarse que en virtud de la aplicación del principio constitucional de
igualdad no sólo el empleador estaría obligado a cumplir de manera cabal con sus
obligaciones, o acudir a la jurisdicción en términos perentorios o a surtir una
decisión en un tiempo razonable, sino que el trabajador también debería tener esa
misma obligación o proporción temporal para acudir a hacer su reclamación.
Lo expuesto surge en virtud de la protección especial de que gozan las
prestaciones sociales del trabajador por parte del Estado cuando se ha dejado de
cancelar por el patrono, y entonces qué razón válida podría tener el empleado que
no acude pronta y diligentemente ante el juez de trabajo a la terminación de la
relación contractual, en búsqueda de que sus prestaciones y salarios le sean
cancelados ? La protección especial de que gozan los créditos laborales y
prestacionales no desaparece por que sea el empleador quien no los cancele
oportunamente o que sea el trabajador quien no acuda pronto a reclamarlas
El asunto es pues un aspecto donde debe existir correlación en la reclamación de
los salarios y demás créditos laborales en el momento mismo de la terminación del
contrato de trabajo, al pago integral de aquéllos, a la aplicación de los postulados
de la buena fe, de justicia y no acudirse a maniobras que están amparadas por la
misma ley (paso del tiempo) como método para obtener quizá, sentencias con
condenas injustas, que desvirtúan el verdadero sentido de una adecuada
administración de justicia y postulados generales del derecho, de convivencia
pacífica entre los gobernados y lealtad procesal.
10
11. El área problemática es entonces la relación laboral en el mismo momento de su
ejecución o de la terminación y la correlativa obligación legal por parte del
empleador en cancelar totalmente y cada una de las prestaciones sociales y
salarios a su ex trabajador, en directa relación con los términos prescriptivos
diferidos por la ley y su posible interrupción, además en concordancia con la
indemnización moratoria establecida en el ordenamiento jurídico laboral en caso de
retardo en la cancelación de aquéllas o por incumplimiento.
Dentro de los objetivos propuestos al hacer el estudio de la prescripción laboral
podemos establecer el analizar su función, si los términos establecidos en la ley
están ajustados a los principios que orientan el derecho procesal y el constitucional,
esbozar algunos de los diferentes términos prescriptivos que operan en materia
laboral y, si esta figura jurídica diferida por mandato legal general a tres años y la
correspondiente interrupción, se ajustan a los postulados procesales y
constitucionales desde la óptica de este análisis.
También sugiere el estudio de algunas posibles irregularidades que en materia de
la lealtad procesal y el principio la buena fe se puedan presentar respecto de la
aplicación e interrupción de prescripción, su ubicación en el derecho subjetivo de
accionar y la aplicación de esta en relación con los términos diferidos por la ley y el
posible abuso del derecho en que se pueda incurrir por el potencial demandante al
dejar transcurrir el tiempo e iniciar el proceso y poder acceder de esta forma a una
indemnización.
11
12. 1. GENERALIDADES DE LA PRESCRIPCIÓN
1.1 DE LA PRESCRIPCIÓN EN GENERAL
Regularmente los
autores no emiten un concepto acerca de la prescripción
como institución jurídica, sino que la definen sólo en relación con el dominio, la
cual es de amplia
aplicación en relación con cierta clase de derechos. Desde un
punto de vista comprensivo se puede, como lo establecen
algunos autores,
definir la prescripción como:
" ... el hecho Jurídico de que mediante el
transcurso de un cierto tiempo,
unido al ejercicio o no de un derecho en
determinadas condiciones, se
1
adquiere o pierde, respectivamente, al derecho de que se trata" .
El código civil colombiano en su artículo 2512, la define así: " La prescripción es
un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones o derechos
ajenos por haberse poseído las cosas y no haberse ejercido dichas acciones
y derechos durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás
requisitos legales. Se prescribe una acción o derecho cuando se extingue por
2
prescripción" .
En materia laboral, de otra parte, el famoso tratadista Mexicano Mario de La Cueva
aduce que la figura jurídica de la prescripción a aplicar es la extintiva y no la
liberatoria, al afirmar: “ La doctrina distingue dos formas de prescripción, la
adquisitiva, a la que también se le dan los nombres de usucapión o prescripción
positiva... ; y la extintiva a la que se dan así mismo los nombres de liberatoria y de
prescripción negativa, que a su vez consiste, ... en la liberación de obligaciones...,
el derecho del trabajo conoce solamente la segunda, por que nuestro estatuto no
3
regula la adquisición de bienes” .
El artículo 1135 del código civil mexicano contempla la figura de la prescripción
como un medio de adquirir o librarse de obligaciones, pero no fija un concepto
descriptivo para el derecho laboral diferente al que se establece o se propone en
dicho artículo civilista, y establece el mismo tratadista: “ Prescripción es un
1
Enciclopedia Salvat Ilustrada, página 210.
2
TAFUR GONZALEZ, Alvaro; CASTRO GUERRERO, Arturo y CONTRERAS RESTREPO, Gustavo. Código
Civil Comentado, Editorial Leyer, Tercera Edición, Página 554.
3
DE LA CUEVA, Mario, El nuevo Derecho Mexicano, Editorial Porrúa S.A, quinta edición, 1978.
12
13. medio de adquirir bienes o librarse de las obligaciones mediante el
4
transcurso del tiempo bajo las condiciones establecidas en la ley “ .
No obstante, nuestra Corte Suprema de Justicia en sentencia de Casación del 17
de noviembre de 1950, sobre la prescripción adujo una exposición muy concreta
sobre esta figura, cimentada, al decir de ella, en normas suficientemente claras,
cuando dijo:
“La prescripción es una institución de orden público, que tiene por objeto
liquidar por el transcurso del tiempo las situaciones con respecto a las cuales
no se ejercite el derecho en oportunidad. La prescripción opera con respecto
al titular de un derecho por no ejercitarse este dentro de cierto lapso y no
está ni puede estar condicionada a las omisiones en que pueda incurrir el
5
sujeto en cuya cabeza radica la obligación correlativa a aquel” .
1.2 RESEÑA HISTÓRICA
Todas las acciones en el Derecho Romano eran perpetuas y las mismas no
estaban sujetas a ningún tipo de extinción con el devenir del tiempo. Por la época
en que el Pretor cumplía las funciones de juez al interpretar y decidir las
controversias que se presentaban, le imprimió, de manera inequívoca, mucha
dinámica a aquél en relación con las acciones ejercidas por sus titulares. Surgió
entonces como excepción oponible a toda acción la PREASCRITO
TEMPORALLIS, la cual fenecía en el término de un año.
La usucapión era un medio de adquirir el dominio de una cosa con el devenir del
tiempo, en posesión de ella y con las formalidades prescritas en la ley, pero sobre
6
las cosas que podían ser objeto de la propiedad civil o quiritaria, nació con la ley
de las 12 tablas, se hizo más amplia en la época clásica y con Justiniano pasó a
ser la base de la prescripción adquisitiva actual.
Los emperadores Severo y Caracalla introdujeron la figura de la PREASCRIPTIO
LONGI TEMPORIS a fin de dar protección a los fundos provinciales, que trataba
más de un medio de defensa que de una forma de adquirir, bien definida y aplicada
por el Pretor. Por la constitución de Teodolsio se sometió a la prescripción de 30
años todas aquellas acciones que tuvieran un término menor y que es la que
conserva el significado de la prescripción extintiva. Con Justiniano
4
DE LA CUEVA , Mario, Op. Cit.
CONSTAIN, Miguel A. Jurisprudencia del Trabajo. Vol. III. Editorial Temis. Casación 11 de Agosto de 1949 “G.
Del T.” T. IV, números 29 a 40, Página 685.
6
MEDELLIN F. Carlos y MEDELLIN , Carlos J. Lecciones de Derecho Romano, Undécima Edición, Editorial
Temis, 1993.
5
13
14. se establecieron reglas para la prescripción y sufrieron los plazos algunas
modificaciones.
El derecho canónico se esforzó por evitar que los deudores deshonestos pudiesen
hacer uso de la prescripción de manera injusta y así pasó a la era moderna con lo
cual también se trasladó una controversia que proviene del derecho romano, que
consiste en determinar sí los verdaderos efectos de la prescripción corresponden a
su eficacia extintiva, consumen la obligación misma o sólo la desgastaba al privarla
de la acción.
En el sistema jurídico colombiano se expresa que la prescripción es una causa de
extinción de las obligaciones, al tenor de lo reglado en el artículo 1625 del C. C. en
concordancia con el 2512 del ordenamiento civilista, este último que a la letra dice:
“ La prescripción es un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las
acciones o derechos ajenos, por haberse poseído las cosas y no haberse
ejercido dichas acciones y derechos durante cierto lapso de tiempo, y
concurriendo los demás requisitos legales “.
1.3 CLASES DE PRESCRIPCIÓN
Son dos las clases de prescripción: la una adquisitiva o usucapion y la otra extintiva
o liberatoria, aunque algunos autores afirman que toda prescripción es al mismo
tiempo lo uno y lo otro, toda vez que mientras alguien adquiere un derecho a otro
se le extingue.
La prescripción extintiva o liberatoria extingue las acciones o derechos ajenos por
no ejercitarlos el titular, o sea, al no accionar o poner en marcha el aparato judicial
en el tiempo máximo diferido por la ley para ello.
La prescripción adquisitiva o usucapion puede ser además ordinaria o
extraordinaria y se aplica en relación con los derechos reales, en tanto que la
extintiva o liberatoria se aplica respecto de las obligaciones y acciones en general,
razón por la cual tiene íntima relación con el derecho del trabajo.
En el primer caso debe existir un justo título y buena fe, que son los elementos por
excelencia primordiales en la posesión regular. En el segundo caso, se presenta la
prescripción cuando ha faltado alguno de los dos requisitos exigidos para la
ordinaria. Hay ausencia de uno de ellos cuando la voluntad de los contratantes está
viciada o cuando se encuentra inmersa dentro de una causal de nulidad. La buena
fe es la certeza por parte de quien posee de haber adquirido el bien por medios
legítimos.
14
15. En materia laboral podemos decir que son pocos los casos en que la prescripción
extintiva puede ser utilizada en favor de los operarios, dada la relación de trabajo
con los empleadores y los derechos que de ésta dimanan, y que más bien son los
primeros quienes pueden verse abocados a que les sea declarado o probado esta
figura jurídica exceptiva ante la formulación de la misma. Veamos: regularmente y
por lo general es el trabajador quien se ve compelido a instaurar una demanda ante
los juzgados laborales a fin que le sean reconocidos sus derechos y canceladas
sus prestaciones sociales legales comunes y especiales, extralegales y demás
créditos que está obligado a pagar el empleador, en relación con la ejecución y
terminación del contrato laboral, lo cual puede originarse de manera justa, injusta o
legal.
Es el empleador entonces quien queda obligado a cancelar la totalidad de las
acreencias laborales al empleado y en caso de que aquél no obre conforme lo
establecen las normas legales al efecto, será el trabajador quien deba accionar en
un tiempo diferido por la ley y a través de apoderado judicial o por sí según sea del
caso, so pena que el citado término prefijado y estipulado para el caso se le venza
y su derecho le sea desconocido a través de una sentencia que declare probada la
excepción de prescripción, propuesta en la contestación del libelo.
Contrario sensu, los casos en
que
el empleador dispone de un cierto corto
tiempo para tomar decisiones o de ejercer
acciones en contra de los
intereses de sus trabajadores, so pena de
que el tiempo diferido o
determinado por la ley se le
agote y devenga en inaplicable por mandato
judicial debidamente
ejecutoriado,
puede
reducirse a procesos de
levantamiento de fuero sindical o permiso para despedir, así tenemos que el
artículo 113 del C. S. del T. Solicitud del patrono para despedir, establece:
"La solicitud de permiso hecha por el patrono para despedir
amparado por el fuero sindical, o para desmejorarlo en sus
trabajo, o para trasladarlo a otro establecimiento de la misma
municipio distinto, deberá expresar la justa causa invocada
7
relación pormenorizada de las pruebas que lo demuestren" .
a un trabajador
condiciones de
empresa o a un
y contener una
De otro lado, la jurisprudencia nacional se ha manifestado en relación con la
inmediatez que debe existir entre la falta y la aplicación de la sanción disciplinaria o
despido, de la siguiente manera:
"...LA IMPOSICIÓN DE LA SANCIÓN DEBE SER OPORTUNA: La sanción debe
ser consecuencia inmediata de la falta cometida, o por lo menos impuesta
con tanta oportunidad, que no quede la menor duda de que se está
7
GAMBOA JIMENEZ, Jorge. Código Sustantivo del Trabajo y Código de Procedimiento Laboral. Editorial Leyer,
Sexta Edición . 1995
15
16. sancionando la falta que se imputa y no otra. Esta relación inmediata entre
causa y efecto debe existir, ... en general siempre que se imponga al
8
trabajador cualquier tipo de sanción...”. Tribunal Superior de Medellín .
No obstante es preciso indicar que en procedimientos administrativos o
investigaciones disciplinarias, que conlleven un tiempo mayor al estimado por las
características de la entidad que las desarrolla, es importante que el nexo causal o
el hilo conductor de aquéllos no se rompa, so pena que sobrevenga un desfase
entre la conducta que se pretende castigar y la inmediatez que se reclama para
tomar una decisión, como ya quedó dicho.
Empero, a pesar de que no existe norma expresa al respecto que det ermine con
exactitud el tiempo que tiene el empleador para hacer la solicitud de permiso para
despedir al trabajador aforado o aplicar la sanción a sus empleados, los tribunales
del país y la Corte Suprema de Justicia le han fijado los alcances por vía
jurisprudencial y al respecto le han impreso nuevos ingredientes en relación con las
características de la empresa o entidad y el término para tomar o surtir la decisión.
1.4
OBJETIVOS Y FINES QUE RODEAN LA PRESCRIPCIÓN
La prescripción tiene por objeto transformar a un poseedor en titular de un derecho,
sanear la titulación de derechos aparentes, probar el derecho real de propiedad y
estabilizar las relaciones jurídicas.
Por su parte, los principios que rigen la prescripción son el de obrar en contra o
a favor de las personas jurídicas o naturales según sea el caso, son normas de
orden público, es decir, que por ministerio de la ley se puede adquirir o no un
derecho, en tanto a los particulares no les es dable derogar los principios según
convenios entre sí y, por último, puede ser renunciable como la gran mayoría de
los derechos.
Con esta sucinta relación de características en relación con la prescripción
podemos determinar con certeza que ella no escapa a lo que en un comienzo se
manifestó y que tiene relación íntima con principios y postulados generales del
derecho, pues aparece en la escena de la prescripción la exigencia del principio de
la buena y el justo título como requisitos fundamentales para que exista la ordinaria.
Igual que sucede en la rama civil del derecho con la prescripción, aunque con
profundas diferencias, la caducidad en la rama administrativa propende por la
8
PALACIO PALACIO, Jorge Iván, ESCOBAR LOPEZ, Edgar, y RAMIREZ GOMEZ, José Fernando. Autos y
Sentencias, número 4 revista de jurisprudencia. Medellín. 1986. página 135.
16
17. extinción del derecho que se reclama. Ha dicho la Corte Suprema de Justicia e
igualmente ha sostenido en reiteradas sentencias dicha corporación que las normas
laborales son imperativas y de orden público y que los derechos de los trabajadores
tienen el carácter de irrenunciables, según las voces del artículo 53 Constitucional,
que dice:
“El Congreso expedirá el Estatuto de trabajo. La ley correspondiente tendrá
en cuenta por lo menos los siguientes principios mínimos fundamentales:
Igualdad de oportunidades para los trabajadores,
remuneración mínima vital y móvil, ...; estabilidad en el empleo;
irrenunciabilidad a los beneficios mínimos establecidos en normas laborales;
facultades para transigir y conciliar sobre derechos inciertos y discutibles;
9
situación más favorable al trabajador ..., primacía de la realidad..” .
Dicha normatividad está en íntima relación y en concordancia con el artículo 14 del
C. S. del T., que a la letra dice: “Carácter de orden público. Irrenunciabilidad.
Las disposiciones que regulan el trabajo humano son de orden público y, por
consiguiente, los derechos y prerrogativas que ellas conceden son
10
irrenunciables salvo los casos expresamente señalados por la ley " .
Pero ni aún en los casos de una presunta favorabilidad para los trabajadores
colombianos, se ha permitido instituir por vía convencional una ampliación de los
términos prescriptivos, eliminando los expresos del artículo 151 del C. de P. L
colombiano, que perpetúa:
" Prescripción. Las acciones que emanen de las leyes sociales prescribirán
en tres años, que se contarán desde que la respectiva obligación se haya
11
hecho exigible..." , según pronunciamientos de la corte suprema de justicia,
sala de casación laboral, dado el carácter imperativo y de orden público de las
normas laborales.
En idéntica circunstancia, el profesor Mario de la Cueva, en su obra “El Nuevo
Derecho Mexicano”, alude a la imperatividad de dichas normas laborales en ese
país centroamericano, agregando además, que la prescripción no puede referirse a
los derechos objetivos o concretos que adquieren los trabajadores por la labor
prestada, sino a aquellos que integran la relación deudor – acreedor , cuando dijo:
“ ... El derecho del trabajo, ..., es derecho imperativo, por lo tanto su
cumplimiento no depende de la voluntad de los obligados a respetarlo... En
segundo lugar, la relación de trabajo pertenece al grupo de las relaciones
9
Constitución Política de Colombia. Colección Códigos Básicos. Legis Editores S. A. Segunda edición. 1997.
10
11
GAMBOA JIMENEZ, Op.cit. P.13
GAMBOA JIMENEZ, Op. cit. P.231
17
18. jurídicas que se llaman de tracto sucesivo, ..., lo que permite apartar
nítidamente el acto en que se forma la relación y los efectos que van a
12
producirse en el tiempo" .
Para el efecto, el mismo tratadista se remite a la sentencia de abril 8 de 1936,
proferida por la Cuarta Sala de la Corte de México, en virtud de acción de amparo
directo, propuesta contra Ferrocarriles Nacionales de ese país:
“Las acciones de los trabajadores pueden tener por objeto la separación de
las violaciones ya cometidas o impedir que se continúen cometiendo. Cuando
ocurre lo primero, ..., sólo son reparables si se intentan dentro del plazo que
para la prescripción señalan los artículos de la ley federal del trabajo; pero si
la acción tiene por objeto impedir que se continúen cometiendo las
violaciones, la prescripción no puede correr, por que el contrato de trabajo es
de tracto sucesivo y, consiguientemente, sus efectos se realizan cada día.
En contra de esta tesis no es posible objetar que por el hecho de que una
violación se haya venido cometiendo durante uno o dos o más años, no
puede ya reclamarse para el futuro su terminación, por que los derechos de
los trabajadores no pueden ser materia de renuncia... pero no puede una
13
violación, aún transformada en costumbre, prevalecer sobre la ley...". .
En síntesis, podemos concluir con base en lo expuesto, que las normas sobre
prescripción son de orden público, haciendo parte de las imperativas que
conforman el derecho laboral, destinadas a extinguir un derecho, a reparar las
violaciones cometidas o a impedir que se continúen cometiendo, dentro de una
relación de trabajo, en su ejecución y aún después de terminada ésta.
Pero es preciso aclarar que en los términos en que se establece dicha figura en
nuestro ordenamiento jurídico laboral, la disposición rige a partir del momento en
que el derecho se hace exigible y se descarta de plano la diferencia entre los
derechos objetivos y los del acreedor y el deudor.
12
13
DE LA CUEVA, Op.cit, P.585
DE LA CUEVA, Op.cit, P.594
18
19. 2.
PRESCRIPCION LABORAL
2.1 PRESCRIPCIÓN EN MATERIA LABORAL
Si bien es cierto que la normatividad desarrollada en el Código Laboral no tiene
mayor relación con el dominio, la posesión, etc., que generan derechos y acciones
reales; no es menos cierto que el fenómeno de la prescripción tiene cabal
aplicación en las relaciones de trabajo que a diario se suscitan entre empleadores y
empleados.
En virtud de ello y trayendo a colación los principios de la prescripción en materia
civil, el legislador colombiano estableció algunas normas y pautas para que este
fenómeno tuviera aplicación dentro del ámbito de las relaciones sociales; aspecto
que ha sido ampliado frente al contexto y fijación de los términos para los cuales se
establecieron las normas, aspecto de lo cual se ha encargado la jurisprudencia a
través de las altas cortes, tribunales, juzgados y la doctrina nacional.
De hecho, es innegable también que la prescripción laboral, como todo fenómeno
jurídico, está sometido a unos principios o postulados dentro de los cuales se
enmarca el derecho como disciplina o ciencia social; por ello es importante hacer
este análisis desde la óptica de lo que representa esta figura procesal y sustantiva
del trabajo a la luz de lo que son los principios generales del derecho, los
procesales, así como aquellos en los cuales descansa la ley estatutaria de la
administración de justicia.
“ Uno de los presupuestos esenciales de todo estado, y en especial del
Estado Social de Derecho, es el de contar con una debida administración de
justicia...”. (...) “ Se trata como bien lo anota la disposición que se revisa, del
compromiso general de alcanzar la convivencia social y pacífica, de mantener
concordia nacional y de asegurar la integridad de un orden político,
14
económico y social justo“ .
Esta última premisa consagra también mucho del sentir y la dirección del Estado en
relación con la seguridad y certeza jurídica que se debe brindar a los gobernados y
a pesar de que las situaciones aplicables en materia del derecho del trabajo en
relación con la prescripción no son muchas, sí podemos concluir que existe una
variedad de términos diferidos por la ley como quiera que en algunas
14
NARANJO MESA, Vladimiro. Magistrado Corte Constitucional y Ponente. Sentencia C-037. Bogotá. Febrero
5 de 1996.
19
20. situaciones la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia a lo largo de sus
pronunciamientos ha dejado clara la interpretación que de algunos casos
específicos se debe dar.
2.2 EVOLUCIÓN LEGAL DE LA PRESCRIPCIÓN
Los orígenes de la prescripción laboral se encuentran en el código civil; pero es
necesario que la misma se divida en dos aspectos:
La que se refiere el salario y
La referente a las prestaciones sociales.
El primer derecho de carácter laboral que fue sometido de manera especial a las
reglas de la prescripción extintiva, antes de que apareciera en Colombia el derecho
en esta área, fue el del salario en la aplicación del inciso segundo del artículo 2543
del C. C., de una prescripción de dos años para la reclamación del salario de los
15
dependientes y criados, en concordancia con el artículo 2517 ibídem .
Por la ley 57 de 1915, artículo 17, se consagra la prescripción sobre reparación de
accidentes de trabajo, un término de un año. Por la ley 116 de 1928, artículo 2° se
estableció que el término para solicitar pensiones prescribía en 30 años.
De otro lado, la ley 203 de 1938 dispuso en su artículo 7°, que los auxilios por
muerte, enfermedad o cesantía, tenían una prescripción de 5 años.
La ley 165 de 1941 en su artículo 4°, dispuso que las acciones que corresponden al
trabajador por su salario prescribirán en cuatro años, ampliándose así el término
contemplado en el artículo 2543 del C. C.
El decreto 2350 de 1944, artículo 37, ordinal 9°, establece un término de
prescripción extintiva de las acciones para el trabajador en relación con el cobro de
su salario y prestaciones sociales de un año contado desde el día en que el
trabajador dejó de ser empleado para la persona natural o jurídica a la cual hubiera
prestado sus servicios.
En la época anterior a la expedición del código procesal del trabajo, para los casos
en que no había una disposición especial en materia de prescripción de acciones
laborales, se aplicaba por lo general la de 20 años establecida en el artículo 2536
del código civil, tal como se expresó el Departamento Nacional del Trabajo (hoy
15
TELLO, Vanin. Magistrado. Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo. Sección II. Ponente.
Bogotá. Septiembre 21/82, expediente 6156.
20
21. Mintrabajo), en concepto de octubre 17 de 1935, en relación con el seguro de vida
de los trabajadores.
Por el decreto 2158 de 1948 se expide el código procesal del trabajo y se dispuso
que las acciones que emanen de las leyes sociales prescriben en tres años
contados a partir de que la obligación se haya hecho exigible, además de
establecer que el simple reclamo escrito del trabajador sobre un derecho o
prestación debidamente determinado, interrumpe la prescripción pero sólo por un
lapso igual, así lo determina el artículo 151 del ordenamiento jurídico procesal
laboral que a la letra dice:
“Prescripción. Las acciones que emanen de las leyes sociales prescribirán en
tres años, que se contarán desde que la respectiva obligación se haya hecho
exigible. El simple reclamo escrito del trabajador, recibido por el patrono,
sobre un derecho o prestación debidamente determinado, interrumpirá la
16
prescripción pero solo por un lapso igual ” .
El código sustantivo del trabajo comenzó a regir el 1° de enero de 1951 y
estableció dos disposiciones sobre la materia a saber; los artículos 488 y 489,
preceptuando el primero una prescripción de tres años para las acciones
correspondientes.
Para el sector oficial, se introdujo a través del artículo 9° de la ley 1054 de 1938
que el derecho a las vacaciones de los trabajadores del servicio oficial se extingue
como el salario, es decir, en dos años.
De manera particular los trabajadores vinculados por contrato de trabajo a la
administración pública y los empleados públicos, en relación con el salario,
prestaciones por accidente de trabajo y vacaciones, se les aplicó la prescripción de
4 años, de conformidad con el artículo 5° del decreto 484 de 1944 que establecía:
“El derecho a las vacaciones se extingue como el salario por prescripción de
cuatro años, con sujeción a las disposiciones legales sobre la materia “.
En relación con los demás derechos laborales las soluciones fueron diversas y
contradictorias; en unos casos se aplicaba la prescripción establecida en el artículo
151 del C. de P. L.; en otros casos como para reclamar cesantía, ésta se asimilaba
al salario y se le daba aplicación al artículo 4° de la ley 165 de 1941.
En otros caso similares se sostuvo que debía aplicarse la prescripción de 20 años
establecida en el artículo 2536 del código civil, así lo sostuvo el tribunal supremo
16
GAMBOA JIMENEZ, O.p.cit.,p.231
21
22. de trabajo en relación con el auxilio de cesantía: “ ..., es una prestación social
distinta en su naturaleza y en sus fines del salario que percibe el trabajador
como remuneración por sus servicios. En tal virtud, no debe asimilarse a este
para los efectos prescriptivos de las respectivas acciones ..., esta
corporación ha considerado acertada la jurisprudencia de los tribunales, que
tiene establecido que la acción ordinaria para demandar el auxilio de cesantía
prescribe en veinte años -en el régimen legal aplicable al caso subjudice- y no
17
de cuatro, como si de salario se tratara ” .
En otros caso se aplicó la prescripción de 10 años contenida en el artículo 2529 del
C. C., sin que se hubiera tenido en cuenta que dicha norma se refiere a la
prescripción adquisitiva y no extintiva que era el caso a aplicar.
Podemos entonces establecer las siguientes etapas en relación con la prescripción
de derechos laborales:
1. La que media entre la vigencia del Código Civil y la expedición de la ley 165 de
1941.
En este tiempo imperó el modelo del artículo 2543 del código civil que establecía la
prescripción en "... dos años la acción de los mercaderes... la de los
dependientes y criados por sus salarios. La de toda clase de personas por el
precio de servicios que se prestan periódica o accidentalmente, como
posaderos, acarreadores, mensajeros, barberos etc. ".
A pesar que no existe la relación taxativa de los requisitos para la existencia
del contrato de trabajo, sí se deja
entrever el planteamiento de precio del
servicio y el salario, lo que hoy en día son dos aspectos o elementos
fundamentales de la relación laboral.
De igual modo, el artículo 2542
del código civil dispuso un termino de tres
años para la prescripción de los gastos judiciales, incluidos el de los
defensores, médicos y cirujanos, ingenieros y agricultores y los que ejerzan
cualquier profesión liberal.
2. La otra etapa es la comprendida entre 1941 y 1944.
En este periodo y con la expedición de la ley 165 de 1941 se modificaron los
términos del artículo 2543 del Código Civil, al disponer el artículo 4° de la citada
norma: “Amplíase a cuatro años el término de prescripción de las
17
TRIBUNAL SUPREMO DEL TRABAJO. Sentencia de Casación. Gaceta del Trabajo. 29 de feb. 1952, Tomo
VIII nums. 65 a 71, p. 48.
22
23. acciones que corresponden al trabajador, para el cobro de su salario y de las
indemnizaciones por accidente de trabajo ".
3. En 1945 con la expedición de la ley 6° de 1945.
Con esta ley empezó a aplicarse el principio contenido en la regla 9 del artículo 37
del decreto legislativo 2350, que estableció el término de un año, pero contado a
partir de la terminación del contrato de trabajo.
Desaparecida la norma por el levantamiento del estado de sitio, se regresó el
imperio de la ley 165 de 1941, que unificó en 4 años el término de prescripción para
reclamar salarios y que se extendió hasta 1948.
4. Entre 1948 y la actualidad.
El primer estatuto procesal del trabajo o ley 2158 de 1948 estableció en su artículo
151 la prescripción general en tres años y en igual sentido las voces de los
decretos 2663 y 3743 de 1950, adoptados por la ley 141 de 1961; artículo 488 del
C. S. T., este último que prescribe:
“ Las acciones correspondientes a los derechos regulados en éste Código
prescriben en tres (3) años, que se cuentan desde que la respectiva
obligación se haya hecho exigible, salvo en los casos de prescripciones
especiales establecidas en el Código Procesal del Trabajo o en el presente
18
estatuto” .
Para los trabajadores oficiales, a partir de la reforma Administrativa adelantada en
1967, se dictaron los decretos 3135 de 1968 y 1848 de 1969, que reprodujeron de
los códigos sustantivo de trabajo y procesal del trabajo las normas relativas a la
prescripción en tres años contados a partir de la fecha en que la respectiva
obligación se haya hecho exigible, es decir, se unificó el término prescriptivo, no
obstante así se expresó la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia, aludiendo
al Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo Sección Segunda, con
ponencia del Dr. Vanín Tello, en septiembre 21/82, que dice:
“La Sala comparte el criterio expuesto en las citadas se ntencias del Consejo
de Estado, según la cual el artículo 151 del Código Procesal del Trabajo
unificó el régimen de la prescripción en materia laboral, tanto para
19
trabajadores particulares como para empleados oficiales” .
18
19
GAMBOA JIMENEZ, Op. cit., p. 196
VILLEGAS ARBELAEZ, Jairo. Jurisprudencia Laboral 1940-1987. Bogotá. 1987. Tomo III. p.1368
23
24. En relación con las acciones para reclamar las prestaciones, ante la inexistencia de
norma expresa que se refiera a la generalidad de ellas, la jurisprudencia aplicó los
principios del C. C. que fijó primero en un año (ley 57 de 1915 artículo 17) y luego
en 4 años por la ley 165 de 1941, ya citada.
2.3 PRESCRIPCIÓN DE ALGUNOS DERECHOS LABORALES
Sea lo primero recordar que la prescripción de acciones y derechos que nacen en
virtud del contrato de trabajo es extintiva, o sea, que su consecuencia es que para
el titular de uno u otro derecho este se pierde, a lo cual le es aplicable el principio
general contenido en el artículo 2535 del código civil colombiano. La Sala de
Negocios Generales al traer a colación a los expositores Colin y Captain, expuso:
"El fundamento racional de la prescripción extintiva es análoga al de la
prescripción adquisitiva, el orden público y la paz social están interesados en
la consolidación de las situaciones adquiridas... la prescripción que
interviene entonces evitará pleitos cuya solución será muy difícil en virtud del
hecho mismo de que el derecho invocado se remonta a una fecha muy lejana"
20
.
Ahora bien, aun cuando existe mucha similitud entre la prescripción extintiva laboral
con la referida en el código civil, la diferencia se establece a que las laborales se
orientan a prescripciones que son más bien de corto tiempo, en tanto las civiles y
los asuntos a ella sometida tienen una duración mayor.
Así, tendremos la aplicación de la prescripción en casos laborales en tiempo de
tres años, dos meses, tres meses con lo cual se busca que haya un plan de
solución al trabajador, en tanto, en relación con algunos términos prescriptivos en
21
materia del derecho civil que alcanzan entre 3 años ; 10 años los establecidos en
22
los artículos 2529 de dicho ordenamiento jurídico sustancial y hasta 20 años , lo
que evidencia la diferencia entre las citadas jurisdicciones.
No todos los créditos o derechos laborales están sujetos al término prescriptivo
general de tres años consagrado en los artículos 488 del C. S. de T. y 151 del C.P.
del T., el tiempo diferido por la ley, como regla general, es el de la prescripción de 3
años; no obstante, existen términos que regulan situaciones especiales o
específicas. Así tendremos, a manera de ejemplo:
20
21
22
Sentencia de octubre 31 de 1950, Sala de Negocios Generales. "G. J.", número LXVIII, p. 491 .
Artículos 2347 y 2529 del C.C.
Ley 50 de 1936 artículo 1.
24
25. 2.3.1 Prescripción de la acción de fuero sindical. Es menester indicar que tanto
para el empleador como para el trabajador surgen acciones en relación con esta
protección legal, así:
En relación con el trabajador en primer lugar tendremos que el término de la
prescripción para que un empleado u operario despedido, con fuero sindical,
pueda solicitar el reintegro correspondiente ante el juez de trabajo, es de (2)
dos meses contados a partir de la fecha en que se produjo el despido, según lo
establece el artículo 118 del código de procedimiento laboral inciso segundo.
Igual término tiene el trabajador aforado para establecer la demanda y en
relación con traslado o desmejora en sus aspectos laborales hecha por el
patrono sin previa autorización judicial, acción a la que se le denomina de
restitución.
Para el trabajador el término prescriptivo, que en todo caso es de dos meses por
mandato legal contado desde el despido o desmejora o traslado, puede, en virtud
de la condición de trabajador oficial o particular de quien la ejerce, alcanzar los
cuatro meses, puesto que el trabajador oficial debe agotar previamente la vía
gubernativa como presupuesto preprocesal para acudir a la jurisdicción y agotada
ésta faltando un solo día para que se cumpla el término inicial diferido por la ley,
entonces empezaríamos a contar un nuevo periodo bimensual con lo cual
sumaríamos casi los cuatro (4) meses.
Para el empleador proceden dos acciones en relación con el fuero sindical a saber:
Para solicitar ante el juez del trabajo la licencia o permiso para despedir un
trabajador aforado.
Para solicitar autorización judicial con el fin de trasladar o modificar las
condiciones laborales del mismo o de otro trabajador.
Dentro de las varias situaciones que se presentan en torno de los términos
prescriptivos, menester es indicar un aspecto importante en relación con lo que
significa la acción especial de levantamiento de fuero sindical, que en todo caso
corresponde al empleador y en la cual debe existir una relación de causa a efecto,
es decir, que no existe un término diferido por la ley de manera expresa.
En relación con lo expuesto es importante hacer referencia a lo que puede
significar una relación de causa a efecto o inmediata en la decisión por el
empleador de ejercer su derecho. Así ha dicho el tribunal superior de Manizales,
sala laboral al respecto:
25
26. “ En efecto, la demandante culminó la averiguación interna de las faltas en
que habría incurrido la demandada y otros trabajadores, ..., fecha en la que,
... expidió la carta de despido. Sin embargo solo promovió la demanda de
levantamiento de fuero sindical pasados más de dos meses de haberle
comunicado la decisión de terminar el contrato de trabajo, por lo cual, como
lo apunta la demandada, rompió la relación de oportunidad o inmediatez entre
el momento en que culminó la investigación de los hechos y en el que solicita
23
licencia para despedir”. Subrayas fuera del texto .
2.3.2 Prescripción de la acción disciplinaria. En el aspecto disciplinario, aun
cuando no existe una norma legal que establezca un término para la aplicación de
una sanción; la jurisprudencia nacional ha sido reiterativa en manifestar que debe
existir una relación inmediata entre causa y efecto de manera oportuna, que no
quede la menor duda de que se está sancionando la falta que se imputa y no otra.
“ La sanción debe ser consecuencia inmediata de la falta cometida, o, por lo
menos impuesta con tanta oportunidad que no quede la menor duda de que
24
se está sancionando la falta que se imputa y no otra “ .
Podría decirse entonces, según lo expresado por jueces y magistrados al respecto,
en contravía de lo propuesto por algunos abogados litigantes,
organizaciones de trabajadores y asociaciones, que el lapso máximo sugerido NO
oscila entre los 15 ó 20 días siguientes al cometimiento de la presunta falta
que pueda dar origen a la aplicación de la sanción o despido.
De la anterior proposición se puede inferir entonces que la solicitud patronal ante el
juez del trabajo para que le conceda permiso para despedir a un trabajador aforado
que ha incurrido en falta disciplinaria que así lo amerite, no necesariamente debe
adelantarse en este mismo término, es decir, realizar los trámites pertinentes
disciplinarios y de llamado a descargos después de que el trabajador aforado ha
incurrido en la causal justa para que sea desprovisto de su inmunidad o fuero
sindical, y pueda el empleador, previa autorización judicial, dar por terminado el
contrato de trabajo.
Aquí es menester indicar que el rumbo y la interpretación que la jurisprudencia le
ha dado a este aspecto va mucho más allá de fijar un plazo temporal definido o
aproximado para dicho efecto; el asunto se debe analizar desde la óptica de las
características de la empresa o entidad, su forma organizativa interna, estructural,
23
24
SALDARRIAGA ECHEVERRY, Alvaro. Magistrado Ponente. Proceso de permiso para despedir promovido
por Confaboy vs Susana Ríos Morales, radicado 4419 – 3104 - 01
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Laboral, fallo de junio 30 de 1976.
26
27. de conformación jerárquica, su territorialidad, modus operandi, ubicación
geográfica, etc., que permitan deducir que el hilo conductor o nexo causal de la
investigación de los hechos no se rompa, a juicio del juzgador.
En efecto, es importante determinar para este evento la relación del nexo causal y
el hilo conductor de la investigación, de manera tal que se pueda inferir que dadas
las especiales condiciones en que se devuelve un empleador no le permitan, dada
su estructura organizacional y operacional, surtir una decisión pronta y de fondo
sobre la investigación que adelanta.
Lo antes expuesto quiere decir, que aunque hubiese podido transcurrir un lapso de
tiempo considerable en la investigación sin que los procedimientos adelantados por
el empleador para determinar el acaecimiento de la falta se pudieran haber
suspendido, mal podría predicarse que no ha existido la oportuna relación exigida
entre el acto determinador de la investigación y la decisión de sanción o despido
según sea el caso, es decir, que la posible demora de parte del empleador para
determinar la existencia de la presunta falta, amén de lo ya expuesto, no sería
óbice para que pudiera obtener el citado permiso judicial.
2.3.3 Prescripción de la acción de reintegro.
Por otra parte, la ley 48 de
1968 en su artículo 3 numeral 7, estableció
la prescripción de la acción de
reintegro de tres meses, al trabajador que hubiere cumplido diez años continuos de
trabajo y fuere despedido sin justa causa, contemplado en el D. L. 2351 de 1965
artículo 8°, numeral 5, norma que fue derogada por el artículo 6° de la ley 50 de
1990 en la cual se establecía:
“Con todo, cuando el trabajador hubiere cumplido diez (10) años continuos
de servicios y fuere despedido sin justa causa, el juez de trabajo podrá,
mediante demanda del trabajador, ordenar el reintegro de éste en las mismas
25
condiciones de empleo de que antes gozaba...” .
Es importante señalar que existe una gran diferencia entre el reintegro legal y el
convencional, en cuanto al término prescriptivo se refiere. El término de que trata la
norma consagrada en el numeral 5° del artículo 8° del Decreto Ley 2351 de 1965,
derogado por la ley 50 de 1990, artículo 6°, establecía un término de 3 meses
contados a partir del despido injusto para que el empleado o trabajador instaurara
la correspondiente acción judicial tendente a su reintegro.
Entre tanto, si el mismo es de estirpe convencional y nada se dice sobre los
términos de que dispone el trabajador o empleado para ejercer la acción, debemos
entender entonces, según la jurisprudencia nacional de la Corte Suprema de
Justicia, que la prescripción aplicable a ese caso específico es la general, es decir,
de 3 años contados a partir del momento del despido.
25
GAMBOA JIMENEZ, Op. cit., p. 33
27
28. Así se pronunció la Corte Suprema de Justicia: “ ... si la convención colectiva o
el fallo arbitral establecen una acción de reintegro distinta a la del artículo 8°,
inciso 5, del decreto 2351 de 1965, ..., y este no fijó término para su ejercicio,
el lapso para la prescripción es el general u ordinario consagrado en los
artículos 151 del Código Procesal del Trabajo y 488 del Código Sustantivo de
26
Trabajo “
.
En este sentido tendremos entonces una disposición general y otras específicas
aplicadas a casos especiales y regulados por la ley laboral, como ha quedado
dicho.
2.3.4 Prescripción del derecho a Pensión de Jubilación. De otra parte, como
ocurre con el derecho a la pensión de jubilación, el cual, una vez cumplidos los
requisitos de tiempo de servicio y edad el derecho no puede desconocerse en
ningún momento, es decir, no prescribe, en lo que sí puede deprecarse la figura en
estudio es en relación con las mesadas pensionales, pero es preciso aclarar que
este aspecto ha sido desarrollo jurisprudencial, y como casi todo derecho laboral,
se aplicaría a las mesadas la prescripción general de 3 años.
(...) “ Ahora bien, como la pensión de jubilación es vitalicia, la jurisprudencia
laboral ha encontrado, con acierto, que el derecho a ella no prescribe, y que
solo a las mesadas, una tras otra consideradas, puede aplicarse este medio
de extinción de las obligaciones. Esta característica es común a la pensión
27
ordinaria y a la especial por las razones dichas .
2.3.5 Prescripción del Derecho a las Vacaciones. Otro aspecto importante para
relacionar es el que toca con la prescripción del derecho a las vacaciones, las
cuales presentan un doble fenómeno a saber:
El que se relaciona con los periodos causados pero en desarrollo de la relación
laboral, es decir, cuando las mismas se pueden disfrutar en tiempo.
El derecho que se causa por periodos que ya no pueden ser objeto de disfrute y
los cuales deben ser compensados a la terminación de la relación laboral por el
empleador.
En relación con el disfrute de las vacaciones durante la ejecución del contrato de
trabajo debemos decir que por regla general tienen un término de tres (3) años
para ser objeto de reclamación so pena que opere la prescripción del derecho,
26
27
GNECCO C, José E. Ponente. Casación, Sección 2° Julio 17 / 80. Expediente número 6417.
VALDES SANCHEZ, Germán G. Magistrado, Ponente. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral.
Enero 19 de 1996. Expediente L -8109-96.
28
29. pero es preciso indicar que, aun cuando se causan por año cumplido de servicio,
es el empleador quien dispone de un año más, o sea el siguiente, para otorgar el
descanso remunerado al trabajador; lo que permite deducir que es por disposición
del empleador que el trabajador disfruta de sus vacaciones.
Precisamente desde allí, es decir, del año siguiente al cumplimiento del periodo
vacacional -que es el tiempo que dispone el empleador para otorgar las vacaciones
a sus empleados-, es que cuenta la prescripción de este derecho laboral, lo que
sugiere el término no en tres (3) sino en cuatro (4) años.
Pero si a este tiempo se le computa el hecho que el trabajador tiene un periodo
para interrumpir la prescripción obtendríamos otros 3 años más dentro de los
cuales puede demandar, que sumados a los 4 años anteriores y que en los que
puede solicitar su pago, fácilmente se traduce la reclamación en un término de 7
años cuando menos. En relación con lo expuesto se manifestó la Corte Suprema
de Justicia, Sala de Casación Laboral de la siguiente manera:
(...) “ De donde se concluye que la exigibilidad del derecho a disfrutar de
unas vacaciones por haber trabajado durante un año, comienza a contarse
para efectos de la prescripción desde el vencimiento de los dos años
28
posteriores a aquel en que se configuró el derecho a disfrutarlas “
De otra parte tendremos que referirnos a los periodos vacacionales adeudados por
el empleador a su ex trabajador y que no pudieron ser disfrutados por éste dada su
desvinculación laboral. Este hecho genera una compensación en dinero y se
retrotrae en el derecho a los últimos cuatro (4) posibles periodos dejados de
disfrutar al servicio del empleador.
Empero surge entonces el periodo prescriptivo pero contado a partir de la
terminación de la relación laboral y no desde el momento en que se hizo exigible el
derecho, según lo expuso la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral,
Sección Primera, Magistrado Ponente, Jorge Iván Palacio Palacio, en sentencia
6354 de marzo 9 de 1994. “Ahora, de este último caso de compensación ha
expuesto la Corte que solo se hace exigible desde la fecha que termina la
relación contractual, mientras que el derecho al descanso se hace exigible
dentro del año siguiente al de la prestación del servicio, ... ”.
2.3.6 Prescripción del pago de prestaciones en el sector oficial. Siguiendo con
algunos de los ejemplos en relación con términos prescriptivos, debemos hacer
alusión al debate que podría generar, para el caso concreto de los servidores
públicos vinculados a la administración por contrato de trabajo, que la ley establece
una prórroga por el término de noventa (90) días para que a partir de la terminación
de la relación laboral se proceda a efectuar la cancelación total
28
GONZALEZ FRANCO, Fanny. Magistrada, Ponente. Casación, octubre 18 de 1985. Radicación 9138.
29
30. de los créditos laborales por parte del empleador (artículo 1° de decreto 797 del
año 1949).
Surge entonces el interrogante, sobre la fecha en la cual empieza a contarse el
término prescriptivo, esto es, si es a partir de la terminación del contrato de trabajo
o si desde el día siguiente al vencimiento del periodo que la ley le ha diferido al
empleador para ponerse al día en la cancelación de los créditos laborales con su
ex trabajador.
Es forzoso retrotraernos a lo estipulado por el artículo 151 del C. de P. L., artículos
488 y 489 del C. S. del T. y al D.L. 3135 de 1968, que establecen la prescripción de
los derechos y demás créditos laborales en 3 años, contados a partir de que el
derecho se haya hecho exigible.
De manera general los derechos o créditos laborales de los trabajadores se hacen
exigibles a partir del momento en que se da por terminado el contrato de trabajo y
por ende, el término de prescripción comienza a contarse desde este momento;
pero para el caso en estudio y relacionado con los 90 días de plazo que la ley le
concede al empleador oficial para ponerse al día con las obligaciones de sus ex
trabajadores, menester es tener en cuenta:
El contrato de trabajo se encuentra terminado y podría decirse que es a partir
de ese momento en que comienza a contarse el término prescriptivo.
No existe una ficción jurídica que permita inferir que el contrato de trabajo se
encuentra prorrogado, tampoco suspendido, pues está claro que la relación
laboral se encuentra finiquitada.
Si la obligación laboral que le compete al empleador sólo debe satisfacerla
después de transcurrido este espacio de tiempo, ¿podría recurrir el trabajador a
la exigencia de la misma?.
En efecto este será el aspecto a tener en cuenta y que nos ayudará a dilucidar a
partir de qué momento comienza a correr el término prescriptivo en el caso en
análisis. Veamos: si un trabajador acudiera a un juez laboral para solicitar el pago
de sus créditos y prestaciones sociales esta petición le sería despachada
negativamente por incoarse en tiempo inhábil o antes del cumplimiento del término
de los 90 días que la ley le da al empleador para el efecto, es decir, que la
obligación no ha surgido a la vida jurídica para reclamarse, menos podrá pedirse
una indemnización moratoria.
Queda entonces sin dubitación alguna que para el caso la obligación sólo se podrá
exigir a partir del día siguiente señalado en la ya citada ley y será entonces a partir
30
31. de ese momento, es decir, del día 91 de haberse terminado la relación laboral, que
empiece a correr el término prescriptivo pertinente.
En efecto, es necesario tener en cuenta el pronunciamiento realizado por la Corte
Suprema de Justicia al referirse precisamente a la indemnización moratoria
establecida en el artículo 1° de la ley 797 de 1949, aplicable para el sector oficial,
alude que precisamente el plazo de 90 días fue dado a la administración como
periodo de gracia para el pago total de los salarios y prestaciones a los
trabajadores: “ ... la indemnización por mora fue instituida con el propósito de
garantiz ar el pago de las prestaciones, indemnizaciones y salarios que se
adeudaran a los trabajadores oficiales al momento de la terminación del
contrato, concediéndole a la administración pública un plazo de gracia de 90
29
días para hacerlo, ... “ .
El término de gracia debe entenderse como un periodo contemplado para la
expedición o ejecución del presupuesto, la resolución pertinente, su notificación, los
ajustes presupuestales y el respectivo desembolso, pero nada más; con la
aclaración, eso sí, que dentro de dicho término mal puede el trabajador forzar por
medio judicial o administrativo el pago de dicha obligación, aunque ello sea una
manifiesta discriminación y violación al principio de igualdad consagrado en el
estatuto superior en relación con los trabajadores del sector privado puesto que a
éstos se les debe cancelar casi de manera inmediata a la terminación de la relación
laboral, todos sus salarios y créditos laborales.
2.3.7 Prescripción del título ejecutivo laboral: Antes de discurrir del tema se
hace necesario precisar que la prescripción del título valor y la acción ejecutiva
laboral no están debidamente regulados por la ley laboral lo que sin duda nos
llevará por analogía a retomar algunos conceptos y términos preceptuados en el
ordenamiento jurídico procesal civilista a fin de poder resolver las inquietudes en
relación con el tema, a la manera establecida en el artículo 145 del C. de P. L. que
a la letra dice: “ A falta de disposiciones especiales en el procedimiento del
trabajo, se aplicarán las normas análogas de este decreto, y en su defecto las
del Código Judicial “. En el entendido que el Código Judicial es el Código de
Procedimiento Civil.
Así, las cosas y como primer paso se hace necesario establecer de dónde emergen
o proceden los títulos ejecutivos laborales y de esta manera determinar qué se
entiende por tales y en virtud de ello tendremos entonces que según lo define el
artículo 100 del C. P. L. en su inciso primero: “ Será exigible ejecutivamente el
cumplimiento de toda obligación originada en una relación de trabajo que
conste en acto o documento que provenga del deudor o de su causante o que
emane de una decisión judicial o arbitral en firme “.
29
MENDEZ ARANGO, Rafael. Magistrado, Ponente. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral,
Junio 10 de 1997, radicación 9478-97.
31
32. Por su parte el inciso segundo del artículo en cuestión establece: “ Cuando de
fallos judiciales o laudos arbitrales se desprendan obligaciones distintas de
las de entregar sumas de dinero, la parte interesada podrá pedir su
cumplimiento por la vía ejecutiva de que trata este capítulo, ajustándose en lo
posible a la forma prescrita en los artículos 987 y siguientes del Código
Judicial, según sea el caso “.
Para proseguir, no se puede pasar por alto las exigencias o características que de
manera expresa contiene el artículo 100 del C. de P. L. y que son: a) que la
obligación conste en acto o documento que provenga del deudor o de su causante,
y b) que emane de una decisión judicial. Según se afirma por tratadistas laborales
con la expresión “obligación originada en una relación de trabajo” le da una mayor
cobertura a lo que se puede entender y tener como título ejecutivo laboral, es decir,
que los títulos ejecutivos no surgen solamente en virtud de un contrato de trabajo.
Al respecto dijo el profesor Gregorio Rodríguez Camargo: “ Se sabe que la
“relación de trabajo” es un hecho que se da en todos los casos donde exista
la prestación personal de un servicio por parte de una persona natural en
beneficio de otra, natural o jurídica, ... Se sabe también que la locución
“contrato de trabajo” es más restringida en su alcance que la de “relación de
trabajo” con lo cual se significa que puede haber relación de trabajo sin que
30
ello implique la existencia de un contrato, ...” .
De igual manera es dable manifestar que entonces el título ejecutivo laboral debe
reunir las cualidades o exigencias de que trata el artículo 488 del C. de P. C., es
decir, que se trate de una obligación clara expresa y exigible a cargo del
demandado.
Por lo brevemente expuesto se colige que las obligaciones laborales pueden
consistir en dar una suma de dinero, hacer algo o abstenerse de hacerlo. Veamos:
si una vez ejecutoriada una sentencia que determina con certeza los valores
salariales que debe cancelar el empleador al demandante podemos afirmar que
tiene una obligación de dar, de entregar una suma de dinero. Igual sucede con la
obligación que adquiere el empleador para con su trabajador o ex empleado
cuando se compromete ante autoridad competente para ello a través de un ACTA
DE CONCILIACIÓN a entregar en un día determinado una suma de dinero
producto del acuerdo de voluntades.
En algunas ocasiones la obligación consiste en realizar un reintegro de un
trabajador o de abstenerse de ejercer comportamientos que pueden afectar la
salud de los trabajadores y entonces estaremos en presencia de obligaciones de
hacer o de no hacer.
30
Curso de Derecho Procesal Laboral. Ediciones Librería El profesional. Bogotá. 1987.
32
33. Pero en tratándose del término prescriptivo, menester es indicar que para poder
determinar el término de expiración del título ejecutivo laboral es necesario acudir al
ordenamiento jurídico civilista sustancial o procesal, según sea del caso, conforme
lo establece el artículo 145 del C. P. del T., y ante esta premisa y para no
desnaturalizar el establecimiento jurídico en materia procesal civil del título
ejecutivo tendremos que manifestar que podría ser de tres (3) años a partir del
momento en que la obligación se ha hecho exigible, vale decir, desde el momento
en que el empleador se comprometió en pagar la suma de dinero, o en que se
obligó o quedó obligado a hacer o no hacer algo, o partir del momento en que la
sentencia de primera o segunda instancia, según sea del caso, ha quedado
debidamente ejecutoriada; aunque hay quienes sugieren que dicho término es de
diez (10) años toda vez que no es necesario declararlo como tal y en atención a la
aplicación analógica de las normas procedimentales civiles en materia laboral.
2.3.8 SOLIDARIDAD EN LAS DEMANDAS EJECUTIVAS LABORALES:
Valdría la pena indagar si en una demanda ejecutiva laboral puede presentarse el
fenómeno de la solidaridad entre dos o más personas naturales o jurídicas y ante
esta premisa se hace indispensable acudir entonces a lo que disponen los artículos
528 y 529 del C. de Co. y el 1571 del C. C. en relación con el tema.
En efecto, por ministerio de la ley la solidaridad procede, según lo preceptúa el
artículo 528 del C. de Co., de la siguiente manera: “ El enajenante y el adquirente
del establecimiento responderán solidariamente de todas las obligaciones
que se hayan contraído hasta el momento de la enajenación, en desarrollo de
las actividades a que se encuentre destinado el establecimiento, ...”.
Por su parte, el artículo 1571 del C. C. establece: “ El acreedor podrá dirigirse
contra todos los deudores solidarios conjuntamente, o contra cualquiera de
ellos a su arbitrio, ...”. En esta condiciones podemos predicar la posibilidad de
existencia de la solidaridad en relación con títulos ejecutivos.
En el acto jurídico mediante el cual se trasmiten los derechos y obligaciones entre
una entre una y otra entidad, es decir, quien enajena y quien adquiere, pesan sobre
aquélla por disposición legal y de que trata el artículo 29 del C. de Co., una serie de
requerimientos que de no cumplir le impiden salir airosa en sus pretensiones de ser
exonerada de las obligaciones que adquirió o a las cuales fue sentenciada y donde
juega un papel determinante, la buena fe exenta de culpa.
En efecto y en relación con estos artículos del ordenamiento jurídico comercial, el
tribunal superior del distrito judicial de Bogotá con fecha febrero 26 de 1982,
vinculando a las dos entidades (enajenante y adquirente) en el mandamiento de
33
34. pago ejecutivo, revocó un auto del juzgado segundo laboral del circuito de dicha
ciudad, que eximía de vinculación a la segunda de ellas, así:
“ , ...del contexto de la misma escritura en todas sus demás cláusulas
evidencian que la negociación de compraventa sí fue objeto de título
traslaticio del establecimiento, ya que los contratos no adquieren su realidad
jurídica por la denominación que las partes le hayan dado, sino por el
contexto y objeto del mismo. En estas condiciones estima la sala que la
solidaridad..., surge conforme a los ordenamientos del precepto del artículo
528 del C. de Co. , anotándose además lo pactado entre tales sociedad en al
cláusula Séptima de La Escritura de que antes se habló y que a la letra dice: “
En virtud del negocio jurídico contendido en el presente documento, la
sociedad ... , adquiere los activos y pasivos de ... “. (...)
“Igualmente el precepto 529 ibídem, preceptúa que las obligaciones que no
consten en libros de contabilidad o en documento de enajenación
continuarán a cargo del enajenante del establecimiento, pero si el adquirente
no demuestra buena fe exenta de culpa, responderá solidariamente con aquél
de dichas obligaciones” .
Se aprecia como el cumplimiento de las exigencias legales puede servir de soporte,
no para evadir responsabilidades, sino para amparar los derechos.
2.4 PRESCRIPCIÓN Y CADUCIDAD
Resulta de suma importancia aludir a estas figuras jurídicas que han creado cierta
confusión en relación con su significación jurídica y el tiempo en que debe
ejercerse la acción para pedir la protección de los derechos laborales o
sencillamente acudir a la jurisdicción contenciosa a fin de lograr una decisión
favorable contra un acto administrativo.
Como se ha dicho, la prescripción, a pesar de que no existe un concepto definido
por ningún autor, permite adquirir o extinguir un derecho con el transcurso del
tiempo, debido a la inejecución de la acción o derecho correspondiente por parte
del interesado, en tanto la caducidad es la extinción del derecho o la acción por
cualquier causa.
Para ilustrar mejor el contenido de estas dos figuras jurídicas, debemos
adentrarnos un poco en los factores de la jurisdicción. Así tendremos entonces que
la PRESCRIPCIÓN es un establecimiento del ordenamiento jurídico civil y que
sugiere que la misma se presenta por inactividad en las acciones durante un lapso
de tiempo.
34
35. Contrario sensu, la caducidad es una figura del ordenamiento jurídico
administrativo que contempla la extinción del derecho o la acción por cualquier
causa. Bien podría aducirse una cierta compatibilidad y analogía entre las figuras
en comento, atendiendo a que persiguen un mismo fin, cual es la extinción del
derecho o acción, con la diferencia palpable en los ordenamientos jurídicos de las
ramas privada y pública hacia las cuales están dirigidos.
Pero, en tratándose de figuras casi idénticas y que persiguen un mismo fin, aunque
en términos diferentes, ¿no podría hablarse acaso de una violación al principio y
derecho fundamental a la igualdad contenido en la Constitución Nacional?.
¿Acaso no existen reclamaciones en el ámbito de lo privado laboral como una
pensión de jubilación, verbi gratia, que no sea exactamente la pensión de jubilación
en el sector público?.
¿Dónde estaría entonces la diferencia?. ¿Acaso una decisión o una acción
desplegada por una entidad pública u oficial, o a través de uno de sus funcionarios
u oficinas adscritas o dependientes, con su maquinaria, demostrado el nexo causal
y el daño ocasionado, ¿ no produce iguales efectos al de la responsabilidad civil
extracontractual, cuando de afectarse los derechos de una persona se trata, con
idéntica o igual obligación de la parte pública o privada de resarcirlos?.
Debemos acudir entonces a lo que propugnan las ramas privadas del ordenamiento
jurídico legal, cual es una relación entre los particulares en un plano de igualdad,
donde se puede renunciar a algunos derechos por ley establecidos, siempre y
cuando no tengan el carácter de normas de orden público.
No sucede lo mismo con las ramas que integran el derecho público, normatividad
que está expresamente dirigida por el ESTADO y las cuales los particulares
debemos atender, sin que exista el plano de igualdad en las relaciones jurídicas,
dado que las mismas son de orden público y por ende de estricto cumplimiento.
Desde esta óptica podemos empezar a comprender la diferencia entre los
ordenamientos privado y el público, en relación con las figuras en estudio.
También es menester realizar un sucinto análisis sobre la materia en relación con
los servidores públicos, amén de los derechos que surgen en sus relaciones con el
Estado. Al respecto podemos decir que se igualó en los términos prescriptivos los
derechos laborales de los trabajadores oficiales con los del sector privado, a partir
de la expedición del decreto ley 3135 de 1968, artículo 41; en tanto su relación esté
regida por un contrato de trabajo, o cuando menos que, siendo vinculado legal y
reglamentariamente pueda demostrar que su función es de trabajador de la
construcción o mantenimiento de una obra pública.
35
36. " Las acciones que emanen de los derechos consagrados en este decreto
prescribirán en tres (3) años contados desde que la respectiva obligación se
haya hecho exigible. El simple reclamo escrito del empleado o trabajador ante
la autoridad competente, sobre un derecho o prestación debidamente
31
determinado, interrumpe la prescripción, pero sólo por un lapso igual" .
Bien sabido es, contrario sensu, que las relaciones de los empleados públicos con
el Estado no están regidas por un contrato de trabajo sino por una relación legal y
reglamentaria, de donde surgen acciones especiales regladas por la jurisdicción
contenciosa administrativa y los actos son igualmente administrativos , en tanto
sean omisiones o acciones que surgen respecto de los particulares o asociados,
regidos por disposiciones especiales.
Para dar una mayor ilustración y poder comprender mejor la diferencia entre estas
dos figuras, es preciso señalar algunas diferencias o características entre ellas, a
saber, las cuales han sido claramente determinadas y expuestas a través de la
32
jurisprudencia proferida por la Corte Suprema de Justicia .
En tanto la prescripción es un medio de defensa, ésta debe ser alegada por
quien quiere sacar provecho de ella, ataca la pretensión; la caducidad puede y
debe ser declarada de oficio por el juez y opera ipso jure.
La prescripción es renunciable de modo expreso o tácito; la caducidad no lo es.
Los términos de la prescripción admiten suspensión y pueden interrumpirse; la
caducidad no lo permite y la acción se debe interponer en el plazo establecido.
La prescripción comienza a contarse desde que la obligación se haya hecho
exigible; en la caducidad se indica el plazo prefijado en el cual se debe ejercer
la acción.
31
32
Régimen del Empleado Oficial. Legis Editores S.A.. Bogotá. p. 397
MIRANDA, Ramón. Ponente. Corte Suprema de Justicia. Sala de Negocios Generales. Octubre 1 / 46.
Actor Evaristo Hernández Hincapié. Tomo LXI. Páginas 589 a 592.
36
37. 3. DE LOS PRINCIPIOS PROCESALES
3.1 DERECHO PROCESAL Y ALGUNOS DE SUS PRINCIPIOS
Toda sociedad organizada requiere de reglas claras previamente establecidas a las
que se sometan los gobernados y mediante las cuales se regule las relaciones
entre sus componentes, a fin que se les satisfaga el disfrute de sus derechos, el
goce de sus bienes y por sobre todo, que se les garantice certeza jurídica en sus
diarias relaciones con fundamento en el papel o rol que cada uno de los asociados
debe cumplir, o al menos, se espera que cumpla frente a la sociedad.
Debe existir por lo tanto un órgano que administre, distribuya y determine las
diferentes formas de la organización político jurídica de la administración de justicia
y que debe estar encaminada a buscar y lograr la convivencia pacífica de sus
asociados y a brindar el máximo de seguridad en el aspecto jurídico.
Este ente u órgano encargado de esos fines u objetivos no es otro que el Estado,
en quien, de manera íntegra, se ha encomendado dicha tarea y para lo cual, desde
la característica psicológica de la obediencia, los ciudadanos acatan y legitiman sus
determinaciones, dando paso así a una administración pública de la justicia que
emana de la soberanía.
A través de la jurisdicción que emana de la citada soberanía del Estado este debe
dar solución de manera pacífica a los conflictos a través de los diferentes
procesos judiciales que impida la realización de la justicia por propias manos .
“Por Jurisdicción se entiende la función pública de
administrar
justicia, que emana de la soberanía del Estado... tiene por fin la realización
o declaración del derecho ...”
33
.
Para que esta rama del derecho, íntimamente relacionada con el aspecto jurídico
sustancial pueda tener un desarrollo adecuado y una aplicación debida, se requiere
que esté regido por postulados o principios sobre los cuales ha de estar cimentada
y que serán en un momento dado, el vehículo sobre los cuales se han de apoyar
quienes tienen la tarea de resolver los conflictos en derecho, a fin de clarificar y
decidir.
No obstante, el procedimiento a seguir dentro de una actuación judicial, debe tener
también un soporte de la magnitud del proceso y que igual será el
33
Devis Echandía, Hernando. Compendio de Derecho Procesal Teoría General del Proceso. Tomo I. Biblioteca
Jurídica DIKE. Decimotercera Edición 1994, p. 77.
37
38. establecido con anterioridad a fin de que los sujetos sepan de antemano las
condiciones en que se va a debatir el derecho reclamado, es decir, que debe existir
un procedimiento que permita a las partes integrantes de la litis, saber en qué
forma se deben orientar sus peticiones y en qué oportunidades, etc.
Pero también es necesario que el Estado dote a los funcionarios judiciales, jueces y
magistrados de nuevos elementos y procedimientos que les permitan realizar
verdaderos procesos y no maniata rlos en la práctica de pruebas, en términos, a
manera de ejemplo; los principios fundamentales que orientan la actividad procesal
y el procedimiento son de gran valor siempre y cuando cumplan una finalidad, DEN
CERTEZA JURÍDICA Y ESTABLEZCAN Y BUSQUEN LA VERDAD REAL, que
se invierta más en la administración de justicia, y entre los cuales podemos citar:
3.1.1 Independencia, imparcialidad de los funcionarios judiciales. Para que se
pueda garantizar una recta administración de justicia, es necesario que los jueces
sólo estén sometidos a los postulados legales, al imperio de la constitución y la ley.
Para ello, los jueces son funcionarios públicos, pagados por el Estado.
Los jueces deben decidir los procesos sin otro interés que no sea el de la correcta
administración de justicia, para ello, la ley ha establecido normas sobre
recusaciones e impedimentos de obligatorio cumplimiento que garantizan una
decisión conforme a derecho.
3.1.2 De la inmediación. Este postulado permite deducir que el juez es la persona
que debe tener el máximo contacto con las partes que actúan en el proceso, como
también en la producción de la prueba, a fin que obtenga el mayor conocimiento
posible que lo lleve a evidenciar una verdad procesal coherente y acorde con la
verdad real y que pueda resolver en debida forma las pretensiones contenidas en
el proceso a su cargo.
3.1.3 De la buena fe, la verdad y la lealtad procesal: El juez sólo puede tener
como pruebas válidas como fundamento para surtir su decisión las allegadas al
proceso de manera oportuna y en debida forma. El fin de la prueba es obtener la
certeza y convencimiento por parte del juez, para lo cual está facultado a fin de
decretar las que estime pertinentes o conducentes y establecer de esta manera la
verdad formal, que debe estar en lo posible acorde con la verdad real. Pero surge
un interrogante, ¿ hasta qué punto los términos y formas probatorias establecidas
atentan contra la verdad procesal y el proces o en sí ?.
Es preciso que las partes en el
proceso actúen de buena fe y no utilicen
medios fraudulentos que alejen al juez de la posible verdad real que se pueda
allegar al proceso. Cuando las pruebas son lo suficiente claras e ilustrativas para el
juez, deberá resolver conforme a las que obren en el expediente.
38
39. No obstante, se hace preciso indicar que el juez o fallador es una persona que se
encuentra inmersa dentro una realidad social de la cual no se puede extraer, y que
además tiene su propia opinión de las circunstancias políticas, económicas y
sociales en las cuales se debate el País, la sociedad de la cual él hace parte.
Dentro de estos tópicos es imprescindible que se presenten PRESIONES y
POSICIONES entre las diferentes ramas del poder público que pueden afectar en
alguna manera la decisión del juzgador, hasta el punto en que una sentencia pueda
convertirse en una simple alusión a las normas en las cuales se mueve el proceso,
como que la misma contenga posiciones definidas de parte del juez y de sus
demás colegas cuando la decisión es colegiada, en relación con el tema que se
debate.
Pero, realmente al juez en sus fallos sí se le permite esbozar sus planteamientos
de manera integra, cuando se le ha fijado previamente y por ministerio de la ley que
sus decisiones deben estar sujetos a ésta, so pena que cualquier “desviación” o
manifestación por fuera de ella le pueda ser catalogado como un
ACTO DE LEGISLACIÓN.
No en vano ha sido tratado el tema por parte del Observatorio de justicia
Constitucional de la Universidad de Los Andes, en relación con la aplicación de una
Justicia Política o Política sin justicia, a propósito de la sentencia SU-1150, Sala
34
Plena de la Corte Constitucional .
¿En qué momento, el juez puede desbordar el contenido de una sentencia que se
presume debe ser ajustada a Derecho, para abordar o tratar de introducir criterios
económicos, políticos y sociales en su decisión?. ¿Podría entonces el juez emitir
sus consideraciones y sustentar su fallo en estas condiciones o aspectos, tratando
de ubicarlos en el tenor del articulado sobre el cual le compete decidir?.
Con lo expuesto sólo se pretende expresar meridianos conceptos sobre lo que
realmente puede constituir y significar el ADMINISTRAR E IMPARTIR JUSTICIA
adecuadamente; si con las decisiones se puede llegar a proteger cierto tipo de
intereses; si los modelos implementados por las altas cortes en sus fallos tienen
una influencia determinante en las decisiones de los demás tribunales y juzgados
del país, si el hecho de tratarse de unificar la jurisprudencia nacional impide una
verdadera y correcta administración de justicia y dificulta a jueces y magistrados
apreciar de manera diferente una situación.
Para sólo citar un ejemplo y tratar de ilustrar lo que se ha citado, en esta
monografía se ha propuesto la necesidad que existe en que la prescripción sea
34
Revista Tutela, Editorial Legis, Tomo I No.12 - Diciembre de 2000, p. 2525– 2535
39
40. tratada como una excepción previa, para evitar desgaste de los despachos
judiciales que permitan descongestionar la administración de justicia.
La directriz nacional en relación con la jurisprudencia en tal sentido apunta a darle
tratamiento de excepción perentoria, surge entonces el interrogante ¿ qué podría
sucederle al a - quo o al ad – quem en caso de “desviarse” de una las funciones de
la sala laboral de la corte suprema de justicia cual es el unificar los criterios
jurisprudenciales?, ¿ estarían acaso incursos en un prevaricato, en un acto de
desobediencia?, ¿ se iniciaría acaso un proceso disciplinario, o en el peor de los
casos, sería acusado de haber propiciado con su conducta una vía de hecho?
Son aspectos que quedan para la reflexión, en todo caso, en la búsqueda de
propuestas, de mejores y adecuadas formas de administración de justicia; ¿ dónde
puede quedar entonces la jurisprudencia que los jueces emiten al fallar los
procesos a su encargo?, ¿ o es que acaso la jurisprudencia está sólo en las manos
de las altas cortes, es decir, reservada de manera única y exclusiva a estas
corporaciones?.
3.2 PRINCIPIOS PROCESALES Y DEL PROCEDIMIENTO EN RELACIÓN CON
LOS CONSTITUCIONALES Y DE ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA
Está claro que nuestro país
es un Estado
Social de Derecho, donde
tenemos un sistema reglado de normas y en el cual conocemos de manera cierta
los pormenores de la actuación judicial.
Pero no es menos cierto que la palabra "Social" agregada por la constitución
de 1991 al Estatuto Superior le ha dado una característica más de fondo al Estado
Colombiano toda vez que de ella deriva un orden social justo, la solidaridad hacia y
para los gobernados, el reconocimiento y protección de las libertades individuales,
etc., a la luz del desarrollo de los principios constitucionales como base
fundamental para la concreción de las finalidades y objetivos del Estado.
No en vano, ha dicho la Corte Constitucional que los principios que inspiran el
Estatuto Superior consagran un conjunto de valores y principios materiales que
apuntan a la conformación de un orden social justo; prescripciones jurídicas
generales que suponen una delimitación política y axiológica reconocida y, en
consecuencia, restringen el espacio de interpretación, lo cual hace de ellos normas
de aplicación inmediata.
Al ser catalogado nuestro país como un Estado Social de Derecho, definición que
implica que Colombia no es sólo uno de aquellos de Derecho, de normas como el
liberal clásico, sino que es además un Estado Social, de donde surgen tres
componentes en interacción recíproca a saber; un objetivo social; la concepción
democrátic a del poder y la sumisión de estos términos a la disciplina del derecho.
40
41. No en vano ha expuesto con demasiada claridad la Corte Constitucional: "Una de
las características más relevantes del Estado Social de Derecho consiste en
la importancia que adquiere el juez en sus relaciones
con el legislador y
con la administración. Buena parte de ella se deriva
del nuevo papel
que juegan los principios constitucionales en las decisiones judiciales y su
relación con los valores y normas de la carta"
35
.
Lo antes expuesto destaca y establece de manera palmaria el papel que los
principios y postulados constitucionales juegan en la relación que existe entre el
Estado Colombiano y sus asociados en todos los órdenes.
De otro lado, son el soporte para el análisis que seguidamente se hará en torno a si
la eficiente y eficaz administración de justicia que debe existir en el Estado Social
de Derecho, donde no debe tolerarse, si quiera, el más mínimo asomo de infracción
a los valores, normas o principios de rango constitucional, dado que lo que se debe
asegurar al tramitarse un proceso de cualquier índole, es que el mismo esté al
tono, lo mayormente posible, con la verdad real y pueda emitirse un fallo que sea
justo, que garantice esa certeza jurídica que reclaman los asociados y por ende la
relación pacífica de los mismos.
Debemos entonces partir de la premisa de que lo que se busca a través
de un proceso es IMPARTIR JUSTICIA,
es decir, que al desatarse la litis y
aportarse las pruebas que han de fundamentar el derecho de cada una de las
partes, las mismas deben llevar al juez a fallar conforme a aquellas, pero allegadas
al expediente conforme la verdad real y la transparencia lo requieren, pero quizá
IMPARTIR JUSTICIA es más que eso, es ir más allá, es buscar el equilibrio que se
reclama entre lo justo y las pretensiones, entre la verdad real y la procesal.
Pero, ¿qué papel puede llegar a jugar la prescripción, y en términos de mucho más
fondo, la interrupción de la mis ma, para que una u otra parte del proceso se
pueda, a partir del paso del tiempo, beneficiar y obtener un derecho al que
justamente no debe llegar?. Es obvio que vamos a tener un desfase frente a la
intención de administrar justicia correcta aplicada a un caso concreto.
Si el fin último del aparato judicial es brindar certeza jurídica a los asociados debe
dotarse de formas apropiadas a los jueces a fin que puedan cumplir con el objetivo,
debe permitirse unas nuevas formas de práctica de prueba, proveerse de términos
en otras instancias, etc., ¿cómo puede el Estado Colombiano garantizar, que con el
transcurso del tiempo las pruebas de que una parte goza para obtener un fallo
favorable, sustento anterior de una decisión o acto de su parte, puedan ser
35
ANGARITA BARON, Ciro. Ponente. Sentencia T-406 Corte Constitucional. Junio 5 / 92.
41
42. las mismas y tener el valor probatorio que puede tener si se inicia un proceso de
manera inmediata?.
Desde esta perspectiva se hace preciso entonces que los términos prescriptivos
sean reducidos, no importando a qué parte procesal futura se pueda afectar o
beneficiar, pues cuando se trata de impartir justicia no se beneficia ni se afecta a
nadie, es realizar el ejercicio de la jurisdicción a cargo del Estado aplicada a través
de las diferentes ramas del derecho, en particular la laboral objeto de este estudio,
dentro de una actuación procesal que resulte ajustada a la realidad de los hechos
donde surja la verdad que dé certeza jurídica y coadyuve a la convivencia pacífica
de los asociados, evitando condenas injustas y que conlleven la aplicación privada
de la "justicia" como fórmula para zanjar las diferencias o la inconformidad.
Así, y a manera de ejemplo, para tratar de ilustrar estas proposiciones,
supongamos la existencia de una decisión de terminación unilateral de un contrato
de trabajo, alegando el empleador una justa causa, previo el desarrollo de un
proceso disciplinario.
Siguiendo con el supuesto, quien es despedido sin justa causa tiene el derecho
a demandar para obtener el reintegro, pactado convencionalmente entre el
sindicato de trabajadores y la empresa respectiva, y por tratarse de una acción de
estirpe convencional sin término expreso para accionar, se le debe aplicar la
36
prescripción general de tres años .
Y si el término inicial de prescripción puede interrumpirse por un término igual al
diferido por la ley, bien podemos estar hablando de 6 años para interponer la
acción judicial pertinente, y entre tanto se desarrolla el proceso podremos estar
hablando de unos 7 años para que el mismo pueda tener un fallo, al menos en la
primera instancia; mientras que existen otros procedimientos que sólo permiten a lo
sumo dos o tres meses para hacer la respectiva reclamación ante los estrados
judiciales, de lo cual se tratará más adelante.
Es muy posible que las pruebas que tanto el empleador como el empleado quieran
hacer valer para que se le reconozca el derecho que a cada cual le concierne y
reclama ya no se puedan practicar por que los testigos a lo mejor no están, no se
pueda solicitar la práctica de una prueba de inspección judicial que arroje
resultados positivos a la parte más interesada porque las instalaciones han variado
de manera ostensible, por que la maquinaria se ha cambiado, en fin, son un
sinnúmero de circunstancias que impedirán que se pueda demostrar de manera
fehaciente que la verdad procesal corresponde o se asemeja en un buen grado o
nivel a la real, con lo cual quedan sin objeto los principios, las normas y
36
GNECCO C, José E.. Ponente. Casación Laboral, Sección 2° Julio 17 / 80. Expediente número 6417.
42
43. los valores constitucionales que proclaman una eficaz administración de justicia,
sobre todo, los que pretendían dar certeza jurídica a las relaciones de los
gobernados.
De la mano de los términos prescriptivos va unido el principio de la buena fe,
artículo 83 de la Carta Política, ligado de manera íntima con el de la lealtad
procesal que debe existir entre las partes, consagrado en cada uno de los
ordenamientos jurídicos que tiene relación con la actividad procesal y/o
procedimental.
No se trata de presumir la mala fe, de lo que se trata es de explorar si en los
términos diferidos de la prescripción general puede existir por alguna de las partes,
un manejo que aunque legal, permita por el transcurso del tiempo impedir que uno
de los interesados pueda aportar las pruebas que necesita para lograr un fallo
según sus aspiraciones, en franco detrimento de sus intereses y a favor de la parte
contraria que puede no merecerlo y que ha acudido a una maniobra jurídica con
amparo legal para conseguir sus propósitos, es decir, que se pueda utilizar la
interrupción de la prescripción y el mismo término inicial de ésta con fines diversos
al que efectivamente haya justicia y brille en el proceso la verdad real.
Es aquí donde surge la importancia de la hermeneútica jurídica que acompase los
principios laborales de favorabilidad para los trabajadores, de justicia entre las
partes contractuales, de protección del trabajo, de mínimo de derechos y garantías
del trabajador, en relación con los constitucionales de equilibrio y solidaridad social
y justicia económica, convivencia pacífica y el orden soc ial justo.
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44. 4. TERMINOS PRESCRIPTIVOS
4.1 APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 90 DEL C. DE P. C.
Es menester tener en cuenta la adaptación del artículo 90 del C. de P C. al Código
de Procedimiento Laboral sobre la denominada interrupción judicial de la
prescripción en virtud del principio de analogía consagrado en el artículo 145 del
C.P. del T., por no existir norma expresa en este ordenamiento procesal sobre la
aplicación de esta figura.
Según lo establece dicho artículo civilista, se considera interrumpida la prescripción
desde la fecha de presentación de la demanda siempre y cuando el demandante
provea dentro de los cinco (5) días siguientes a su admisión lo necesario para la
notificación al demandado; y si la notificación no se hiciere en el término de diez
(10) días, se efectúen las diligencias para que se cumpla con esta instancia
procesal al curador ad litem dentro de los dos meses siguientes a la presentación
de la demanda. En caso contrario, sólo se considerará interrumpida con la
notificación del auto admisorio de la demanda al demandado o a su curador ad
litem.
Pero preciso se hace recordar que la prescripción en materia laboral no está
legislada ni tal figura jurídica se ha regulado legalmente, razón por la cual debe
acudirse a los preceptos del artículo 90 del C. de P. C. , según lo expuesto por la
Corte Suprema de Justicia; Sala de Casación Laboral, cuando dijo:
“ En la legislación
laboral no existe una disposición
especial
aplicable a la Interrupción
judicial de la prescripción, existen sólo
para interrupción extrajudicial de este fenómeno jurídico, motivo por el
cual, conforme el artículo 145 del C. de P. L. debe darse aplicación
analógica, ..., pero sin que el demandante en laboral tenga obligación legal de
proveer lo necesario para notificar al demandado por razón de que en el
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procedimiento del trabajo impera el principio de la gratuidad ...” .
4.2 CUÁNDO DEBE EMPEZAR A CORRER EL TÉRMINO PRESCRIPTIVO
La ejecución del contrato de trabajo puede implicar en un mayor porcentaje una
desventaja para el trabajador en relación con el hecho de reclamar las acreencias,
salarios o créditos legales o extralegales que le adeude el empleador. Algunos
inclusive propusieron la inexistencia de la prescripción en materia laboral dada la
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Sentencia de mayo 18 de 1993
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