La teoría de la reproducción social, económica y cultural se basa en las desigualdades sociales y la dominación de ciertas clases sobre otras. La cultura se impone de forma arbitraria a través de acciones pedagógicas que representan una violencia simbólica. Esto lleva a la interiorización de "hábitos" por parte de los individuos que legitiman el orden social existente. La escuela reproduce estas desigualdades culturales al transmitir los contenidos de la clase dominante y atribuir el fracaso escolar a factores individual