La atención inmediata del recién nacido incluye secado, evaluación de signos vitales, profilaxis ocular y de enfermedad hemorrágica, y asegurar la temperatura corporal adecuada. Esto permite detectar emergencias, prevenir infecciones y fomentar el apego madre-hijo. El objetivo principal es asegurar la supervivencia y bienestar del recién nacido en los primeros minutos después del parto.