La profesión docente y la comunidad escolar reporte de lectura
1. INSTITUTO ESTATAL DE EDUCACIÓN PÚBLICADE OAXACA
COORDINACIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN BÁSICAY NORMAL
DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN Y ACTUALIZACIÓN DE DOCENTES
ESCUELANORMAL URBANA FEDERAL DEL ISTMO
CD. IXTEPEC OAX
LIC. EN EDUCACIÓN PRIMARIA
2. LA PROFESIÓN DOCENTE Y LA COMUNIDAD ESCOLAR: CRONICA
DE UN DESENCUENTRO
CAPITULO V
LOS PADRES: ENTRE LA INDIFERENCIA Y LA IMPOTENCIA
Pocas cosas se han separado tanto de lo que prometían como la participación de
los padres en la gestión de los centros de enseñanza, Su grado de participación es baja
y en ocasiones llega a ser nula.
UNA MAYORIA SILENCIOSA Y UNA MINORIA SOSPECHOSA
Los padres son personas casi siempre intensamente preocupadas por, y
pendientes de la educación de sus hijos, comenzando por su suerte en la escuela. Así
mismo existe una numerosa cantidad de padres de familia que ni siquiera acuden al
centro ante un problema individual de su hijo. Los profesores sobre todo los tutores se
lamentan constantemente de la escasa colaboración de los padres.
LA DIFÍCIL TAREA DE PARTICIPAR
Los padres que participan, por su parte, tienen que hacer frente, con frecuencia, a
la acusación de que solo se preocupan de los problemas particulares de sus hijos, no de
los problemas de todos. Los profesores critican algo más: la tendencia a generalizar sobre
la base de lo particular, la descalificaciónpuede ser mucho más cruel. Cuando el maestro
autoproclama como encarnamiento de la cultura y el saber, se burla de los padres
ignorantes.
¿Qué es lo que realmente quieren los padres? El deseo de los padres no es
sustituir al docente, así que estos pueden dormir tranquilos. por qué aquellos conocen
sus límites, su deseo se reduce a poder controlar el resultado del proceso, las
características del producto final.
LO EXTRAESCOLAR Y LO COMPLEMENTARIO
Las actividades extracurriculares organizadas por la escuela misma, que no
forman parte de la enseñanza reglada siendo extracurriculares pero también bajo la
dirección y el control de los profesores o de otro personal de la escuela. Los centros
públicos son más proclives a dejar en manos de los padres de familia las actividades
extraescolares puesto que los profesores tienen poco interés de ocuparse de ellas.
El contenido de las actividades extraescolares no suele ser motivo de conflicto
entre padres y profesores. Debido a que son siempre las mismas con muy pocas
variaciones. En ocasiones la actitud de los profesores es más hostil debido a que se
3. confunden con la defensa del horario continuo o porque consideran que la actividad
extraescolar no es algo digno.
LA CONTROVERTIDA FUNCIÓN DE CUSTODIA
La desaparición de las pequeñas comunidades debidas al proceso de
urbanización, las salidas de las madres del hogar por incorporarse al mercado laboral, el
relajamiento de los lazos familiares, han forzado a las familias a buscar un lugar donde
poder dejar confiadamente a sus hijos. Los profesores ven a menudo en las actividades
de custodia un atento a su profesionalidad y un factor de endurecimiento de sus
condiciones laborales, debido a que su función es la de educar al niño no la de cuidarlo
como si fuera personal de una guardería. Entre los conflictos que existen están que los
padres de desean que las escuelas se encuentren abiertas desde horas más tempranas
para que puedan dejar a los niños, que existan los horarios cortados, vigilancia en
comedores y transporte por parte de los docentes a lo que ellos no aceptan.
CAPITULO VI
EL ALUMNADO, O EL CONVIDADO DE PIEDRA
Los alumnos no solo son un colectivo presente al que, como a otros se les han
otorgados derechos, sino que se supone son el centro de la institución y que, para ellos,
la participación ha de tener también una dimensión formativa. Si los profesores tienen
competencias, es porque se presume que conocen las necesidades de los alumnos.
DELEGADOS, PERO ¿DE QUIEN?
Dos o cuatros representantes en el consejo escolar son, en relación con el
conjunto del alumnado de cualquier centro. Mucho más relevantes para su experiencia
de la participación y probablemente para su imagen del funcionamiento de la institución.
Los alumnos presentan una visión más prosaica de la realidad del delegado, para ellos
es una mezcla de asistente y esbirro del profesorado antes que un representante eficaz
de los intereses de sus electores.
Convertirse en delegado significa abandonar el colectivo para aliarse con la
institución Los alumnos adoptan al elegir a sus delegados una estrategia de resistencia
que trata de dar vuelta a los propósitos de los profesores. El delegado tiene otras
funciones como pueden ser acudir a las juntas de evaluación, ejercer el mediador entre
sus compañeros y el tutor o los profesores.
UNA DEMOCRACIA BAJO TUTELA
Las posibilidades de participación de los alumnos están fuertemente limitadas por
el hecho de que al fin y al cabo, en ella y al margen de ella están sometidas a la autoridad
y el poder del profesorado. Además los alumnos no consideran que el contexto escolar y
4. en particular la actitud de los profesores, sean especialmente favorables a la realización
de sus derechos.
Muchas veces existe el miedo del alumno a cuestionar o preguntar sobre la
información proporcionada por el docente a pesar de conocer sus derechos y como
ejercerlos, este miedo es producido por temor a que el docente se moleste y realice
alguna represión como bajarle calificaciones. Los delegados están más expuestos ya que
les corresponde ser portavoces de cualquier descontento de sus representados.
El contexto escolar es algo más impersonal, pues a salvo en los centros de muy
reducidas dimensiones, el alumnado no tiene por qué topar allí con los profesores de su
grupo. Los profesores pueden también tratar de influir demasiado directamente sobre el
resultado de las elecciones para delegados estudiantiles o para representantes en el
consejo.
LA PRESENCIA PATERNA, DE APOYO A ESTORBO.
La presencia de los padres de familia en el consejo escolar, no es valorada por
los alumnos de todas las edades. Pues algunos alumnos se sienten avergonzados por la
presencia de sus padres en el centro escolar en el que reciben educación, piensan que
son inmaduros e incapaces para tomar sus propias decisiones. En su mayoría, los
alumnos de sexto grado creen que son independientes para tomar decisiones, mientras
que otros alumnos piensan que es indispensable el consultar con sus padres antes de
hacer algo. Los adolescentes comienzan por reclamar ya el reconocimiento de su
independencia y de su personalidad propia. Los antes mencionados quieren pues
acceder a la madurez, creer que ya no necesitan de un adulto para tomar decisiones,
refiriéndose a decisiones que conlleven a la mejora del consejo escolar.
LA INEFICACIA DE PARTICIPAR.
La primera queja que aparece entre los alumnos, es la escasa participación por
parte de sus compañeros. En la toma de decisiones siempre son los mismos los que
participan, los mismos que interceden por los otros alumnos. Para muchos esta ineficacia
es precisamente la causa de su mal funcionamiento, pues la tarea de tomar las decisiones
sin el resto del grupo, lleva hacia un resultado poco favorable donde no vale la pena el
esfuerzo que se realiza.
Los alumnos piensan que su participación en el consejo escolar, no sirve de nada
o sirve de muy poco. Pues no se les toma en cuenta del todo, al tomar decisiones. Se
piensa que el consejo escolar es una tontería, pues los que tienen mayor voz y voto son
los profesores y padres de familia, dejando de lado la democracia que tienen como
derecho los alumnos para participar en las decisiones para la mejora de todos.
5. EL PESO DE LA EXPERIENCIA COTIDIANA.
La mayoría de los alumnos ni siquiera creen tener la posibilidad de tener la
capacidad de decisión. Se conforman con muy poquita cosa, esto para bien de los
profesores y padres de familia. Los alumnos perciben bien la falta de competencias y
habilidades de los maestros, pues no son ni ciegos ni sordos. A esto alude el dichoso
refrán “cada maestrillo tiene su librillo” en otras palabras, piensan que cada maestro tiene
diferente manera de enseñar y de realizar las actividades que necesita para dar un
contenido. Cuando un grupo de alumnos perciben esto, piensan también en hacer oír su
voz, e intentar dialogar con el maestro, para que de cierta manera los dos estén de
acuerdo y así llegar a la conclusión de cómo sería más fácil aplicar los conocimientos
para los alumnos y facilitar más el proceso de aprendizaje.
Algunos maestros aluden al discurso de la “autoevaluación, donde de cierta
manera el alumno se evalúa por sí mismo. Resumiendo, a los alumnos no se les reconoce
capacidad alguna de influir en las decisiones sobre de que han de aprender y como ha
de evaluarse lo aprendido.
CAPITULO VII
PROFESIONALISMO Y PARTICIPACIÓN: UN MATRIMONIO MAL AVENIDO.
La realidad de los mecanismos y órganos de participación, están muy lejos de lo
que prometían conceptos como los de comunicación escolar, derecho a participar,
gestión democrática, confluencia de intereses y otros tan comunes en el discurso de la
participación. Todo es un truco, pues las cosas solo cambian para que nada cambie, pues
la sociedad se reproduce como de costumbre. Tratan de aislar y explicar los procesos y
los mecanismos precisos que vacían de contenido la tarea participativa. Se discute la
validez misma del término participación. No siempre la participación es lo que parece,
pues no se hace de manera igual, siempre son más unos que otros los que se toman en
cuenta a la hora de participar en las decisiones que deban tomarse.
UNA CONSTANTE AL MARGEN DE CUALQUIER VARIABLE.
El propósito de este tema es investigar sobre la participación en los centros de
enseñanza, más allá de los consejos escolares. Se induce con facilidad a una falsa
impresión de lo que hace el consejo escolar en funcionamiento de la comunidad escolar.
La resistencia de las organizaciones en general, no importa que estén dominadas por la
propiedad o por un grupo profesional.
Los centros públicos presenten una mayor disposición en reconocer las
competencias de los padres de familia y alumnos. En cambio en los centros privados, se
preocupan más de diversos aspectos de la vida escolar, como los horarios y las
actividades extraescolares. En los centros públicos, siempre hay inconformidad pues los
6. padres y alumnos, nunca van totalmente de acuerdo con las decisiones que se tomen, y
en los centros privados la influencia de los padres es nula.
TIPOS DE PARTICIPACIÓN.
Lo mismo que la igualdad de oportunidades, la enseñanza activa, la eficacia o la calidad,
la participación ha acabado por convertirse en algo que todo el mundo invoca. Todos
queremos tener la posibilidadde participar en la toma de decisiones. Para los profesores,
la participación de los otros debe consistir en que se sigan sus consejos y hagan los
deberes.
Existen tres tipos de participación:
a) Participación plena: cuando se comparte el poder y se participa individualmente
b) Participación parcial: cuando solo se puede influir en sus decisiones, pero no
compartirlas.
c) Pseudo-participación: cuando los temas en cuya decisión se participa, en realidad,
ya han sido decididos previamente. Participar puede consistir en decidir, controlar,
asesorar y comunicar según Macbeth.
PARTICIPACIÓN Y REPRESENTACIÓN.
Donde antes participaban todos los profesores ahora lo hace un reducido grupo
de representantes. Esto hace que no se tome en cuenta la participación de los demás,
pues solamente toman en cuenta a unos cuantos para decidir por todos. Lo mismo pasa
con las asociaciones de padres de alumnos, que no tienen funciones claras en los
consejos escolares, pues solo los que tiene un cargo más alto son los que deciden. En
el caso de los alumnos, para quien la participación debía ser una experiencia formativa
no lo es, pues no están aprendiendo a decidir por sí solos, ni a tomar sus asuntos como
propios. Con los padres de familia algunos solían apoyar las decisiones de los otros pues
sus competencias no estaban del todo reconocidas como para tomarlos en cuenta en las
tomas de decisiones. Por otra parte se considera bueno, que solo haya algunos
representantes pues así cada quien tomaba el puesto que le pertenece, los profesores a
enseñar, loa alumnos a aprender y los padres de familia a mantener el hogar.
DE LA DEMOCRATIZACIÓN AL PROFESIONALISMO.
Lo que sucede en el ámbito de participación en los centros de enseñanza es el
resultado de estrategias grupales, del comportamiento de los representantes y de las
prácticas que no estén dictadas. El factor que determina la suerte de la participación de
todos, profesores, padres y alumnos consiste en lo esencial, en los intereses y en las
prácticas colectivas de los profesores encargados de la institución. En el campo de la
gestión de la enseñanza lo que los profesores necesitan cambiar son las competencias
que mantienen en sus manos. A quien se necesita excluir es a los padres de familia y a
los alumnos de las competencias que individualmente o colectivamente están en sus
7. manos, siendo estas las del profesorado. Maestros y profesores se veían a sí mismos
como trabajadores de la enseñanza, hoy en día se consideran profesionales. Esto
representa el paso del deseo de identificarse con el resto de los trabajadores al intento
de diferenciarse de ellos.