El ingeniero químico en el trabajo tecnológico operacional de la industria química.
1. 22
EL INGENIERIO QUIMICO EN EL TRABAJO TECNOLOGICO OPERACIONAL DE LA INDUSTRIA QUIMICA.
REFLEXIONES APOYADAS EN LA NOCION DEL METODO DE INGENIERIA E IMPLICACIONES SOBRE LA
ENSEÑANZA Y EJERCICIO PROFESIONALES.
Presentado por: I.Q. LEOPOLDO RODRIGUEZ S.
Trabajo para ingreso como
Académico de Número
Academia Mexicana de Ingeniería
10 de enero de 1991
2. 1.- INTRODUCCION
La evolución de México hacia una
economía abierta está poniendo al des-
cubierto con gran rapidez múltiples def i-
ciencias de nuestra operación industrial
que limitan o impiden su competitividad
internacional. Muchas de estas def i-
ciencias proceden del conformismo gene-
rado por décadas de políticas pro-
teccionistas, pero muchas otras provienen
de la adopción de esquemas de práctica
industrial que actualmente también en-
frentan serios problemas competitivos;
tal es el caso de diversos sectores in-
dustriales de los Estados Unidos de
América.
dición sistematizada de variables, en el
establecimiento de estándares y en su
comparación con la "mejor práctica" cono-
cida, induciendo así la mejora de proce-
sos y agilizando la incorporación de los
hallazgos de investigación. Si bien eu-
ropeos y japoneses no han logrado aún
batir a los estadounidenses en estos seg-
mentos, han defendido bien sus propios
mercados para estos productos a través de
su integración vertical hacia los deriva-
dos.
No obstante, aún en esta industria,
con la excepción de pocas destacadas em-
presas, se ha menospreciado la importan-
cia e impacto de la mano de obra, de su
capacitación profunda a la vez que amplia
y con frecuencia se ha ignorado el papel
que el ingeniero debe cumplir en esta ma-
teria.
Un denominador común que afecta a
las industrias estadounidenses con pro-
blemas competitivos es su debilitamiento
en diversas funciones de ingeniería aso-
ciadas al diseño de productos y a la me-
jora de los procesos productivos y de la
operación misma. Adicionalmente, en estos
casos destaca la falta de comunicación de
las funciones de ingeniería con las de
investigación y con las que administran
la operación.
Hasta la fecha, la industria química
estadounidense de productos genéricos es
de las que mejor han resistido el asedio
de sus competidores japoneses y europeos.
Además de sus ventajas de escala y de ma-
terias pr,imas, las empresas de esta in-
dustria han sido tradicionalmente di-
rigidas por personas con experiencia en
tecnología que han insistido en la me-
En otros segmentos de la industria
química, como los de especialidades o de
productos biotecnológicos, en donde la
ventaja de la materia prima resulta menos
contundente, la fórmula primaria que los
estadounidenses han empleado, centrada en
una gran inversión en investigación y
desarrollo, ha sido menos exitosa. Es en
estas áreas en donde se ha consolidado la
supremacía europea y en las que existe
creciente preocupación por el esfuerzo
japonés en investigación y desarrollo. No
se teme que los japoneses hagan mejor
investigación que los norteamericanos, se
teme que, al desarrollar una base
científica más sólida, entren en juego
sus consabidas habilidades de rápida
traducción a tecnologías comerciales, re-
forzadas por su cultura de cooperación
tecnológica entre empresas, y repitan
aquí la historia ya conocida en elec-
trónica, manufacturas y muchos campos
3. más; de hecho, ya hay indicios de una
tendencia en ese sentido.
II.- PREDIAGNOSTICO DEL PROBLEMA.
Dado este conjunto de circunstan-
cias, se antoja indispensable hacer en
México un diagnóstico de la viabilidad
competitiva del sector industrial químico
y sus segmentos y expresar lo mucho que
la ingeniería, en especial la ingeniería
química, puede hacer para fortalecer su
competitividad.
En ausencia de dicho diagnóstico va-
le la pena apuntar algunos síntomas, si
se quiere aislados, pero que en realidad
se repiten con mucha frecuencia en torno
a nuestra operación industrial química:
- reducción, de acuerdo con ANIQ,
del número de profesionales quí-
micos (al igual que de otros in-
genieros) empleados por la in-
dustria química en los últimos 10
años: de 7,100 en 1979 a 5,900 en
1989, pasando por un punto alto
de 7,200 durante la década.
- baja presencia de ingenieros quí-
micos, en ocasiones ausencia to-
tal, en las responsabilidades de
producción/operación de plantas,
como supervisores de primera lí-
nea y a veces hasta como su-
perintendentes.
- falta de interés de algunos egre-
sados de la carrera de Ingeniero
Químico por trabajar en acti-
vidades de diseño, menos aún en
las de operación/producción; esto
es más manifiesto en los egresa-.
dos de las instituciones que f a-
vorecen un enfoque más científi-
co.
- egresados con buena preparación
en teoría y principios científi-
cos, pero sin capacidad de
aplicar sus conocimientos.
- frecuentemente la transferencia
de tecnología de terceros puede
calificarse de pobre a francamen-
te mala, en particular en lo que
se refiere a los procedimientos
de operación, mantenimiento y
otras prácticas operativas, áreas
en las que la transferencia a me-
nudo se ha realizado por medios
principalmente documentales y con
una marginal participación de las
funciones de ingeniería; sí se
quisiera caracterizar a muchas de
las transferencias realizadas, la
fórmula pareciera ser:
* asimilar lo mínimo indispen-
sable para arrancar.
* complementar el aprendizaje a
través de enderezar problemas
(trouble-shooting), ya en
plena operación.
* casi nula preocupación por
una evolución ulterior.
- procedimientos de operación, ge-
4. neralmente elaborados con la men-
talidad de diseño de equipos y no
de operación, frecuentemente
ininteligibles para el operador.
- pobre asimilación tecnológica en
el personal operativo.
- ausencia o muy bajo nivel de
propuestas de mejoras originadas
desde la operación, en donde su-
puestamente se debe acumular la
mayor parte de la experiencia
productiva de la empresa.
- concentración del personal de in-
geniería de procesos en nuevos
proyectos, nunca hay tiempo para
apoyar a la operación.
desaliento de vocaciones investi-
gadoras por la demanda actual de-
ficiente, en cantidad y en condi-
ciones, de los posibles empleado-
res.
- emigración de ingenieros con
experiencia en diseño hacia acti-
vidades no específicamente pro-
pias de la ingeniería por la baja
actividad de proyectos en la in-
dustria química desde 1988.
- creciente demanda y emigración de
ingenieros e investigadores mexi-
canos hacia el extranjero, espe-
cialmente hacia los Estados Uni-
dos de América por la escasez re-
lativa de profesionales actuali-
zados en ese país.
- enorme dificultad para expresar
las necesidades técnicas de la
operación y más aún para def i-
nirlas como requerimientos espe-
cíficos y exactos de ingeniería
Y. con mayor razón, de investi-
gación.
- escasa sensibilidad de investiga-
dores e ingenieros de proceso
acerca de las necesidades y re-
querimientos de la operación pro-
ductiva y de la operación co-
mercial.
dotación aún muy baja de Inge-
nieros Químicos con formación de
posgrado, necesarios para inten-
sificar el esfuerzo de investi-
gación y desarrollo.
Históricamente, las mayores concen-
traciones de capacidad de ingeniería quí-
mica en México se han dado en las firmas
de ingeniería, en aspectos de diseño y
construcción de equipos y plantas indus-
triales. Estas firmas han consolidado y
en algunos casos actualizado sus metodo-
logías y sus equipos humanos a niveles
internacionalmente competitivos. Otro ca-
so de concentración de capacidad se ha
dado en algunas áreas de instituciones
públicas, notablemente en el Instituto
Mexicano del Petróleo.
Los ejemplos de grupos de ingeniería
química con orientación a la investi-
gación dentro de la industria química o
de sus instituciones públicas de servicio
son aún más escasos, destacando también
el caso del IMP. Recientemente se ha for-
talecido la tendencia a consolidar grupos
4
5. de investigación en torno a las insti-
tuciones académicas orientando cada vez
más sus esfuerzos hacia la investigación
aplicada y al desarrollo tecnológico y
menos hacia la investigación básica. El
esfuerzo es aún incipiente, al grado que
ni siquiera ha avivado aún en nuestro
país la polémica ya clásica en los Esta-
dos Unidos sobre el necesario balance en-
tre "ingenieros científicos" y "cientí-
ficos de la ingeniería".
Frente a estos elementos de diagnós-
tico, pendientes de revalidación y cuan-
tificación, podríamos permitirnos avanzar
ciertas conclusiones:
la industria química mexicana
tiene por delante una pléyade
de tareas a realizar para lo-
grar su viabilidad competitiva
en una economía que alcanzará
su apertura total al perfec-
cionarse el Acuerdo de Libre
Comercio que se planea negociar
con los Estados Unidos de Amé-
rica, en un plazo de 10 ó 15
años.
estas tareas incluyen de manera
muy destacada el fortaleci-
miento de sus funciones de in-
geniería de diseño, construc-
ción y, sobre todo, de respaldo
a la operación, pero a la vez
la estructuración y consoli-
dación de capacidades de inves-
tigación aplicada y desarrollo
tecnológico que permitan alcan-
zar un estado de saludable in-
terdependencia con empresas del
exterior; Japón pudo dedicar
dos décadas a la reestructura-
ción de sus funciones de inge-
niería y sólo en la década de
los ochentas concentró su aten-
ción en la investigación y de-
sarrollo, México necesita hacer
todo ello en forma simultánea
en los plazos señalados.
necesitamos una estrategia, o
mejor aún un programa normati-
vo, que induzca el balance re-
querido de las diferentes
orientaciones posibles en los
Ingenieros Químicos, pese a las
dificultades evidentes en pre-
decir desde hoy las necesidades
de la industria a 10 ó 15 años
en virtud del fuerte cambio es-
tructural que ésta podría su-
frir.
lo que sí es evidente es que
las tareas más urgentes a corto
plazo (los próximos 5 años) se
refieren a la defensa o rescate
de la planta industrial ya
existente corrigiendo, en donde
estén presentes, los síntomas
de deficiencia ya descritos que
más directamente impacten a la
operación.
el enfoque hacia la problemá-
tica operativa continuará te-
niendo gran peso en los dos
lustros siguientes, convirtién-
dose gradualmente, de una ac-
ción correctiva, en el genera-
dor más poderoso de mejora con-
tinua y de innovación tecnoló-
gica incremental.
6. (6) el desempeño exitoso de estas
tareas dependerá, entre otras
cosas de:
la correcta reconceptua-
lización del papel de la in-
geniería en la actividad di-
recta de producción en las
empresas, concretada en la
redefinición de alcance de
los puestos pertinentes y la
revaloración de éstos.
el profundo entendimiento
por los profesionales de la
ingeniería química de la im-
portancia de estas tareas y
de su contenido específico,
así como del desarrollo de
las habilidades clave para
tal fin.
la adecuada orientación de
una parte sustancial del
sistema educativo profesio-
nal hacia la generación de
Ingenieros Químicos a nivel
licenciatura (e incluso pos-
grados) con la base de cono-
cimientos y actitudes propi-
cias a estas tareas.
La gran diversidad de instituciones
educativas ya existentes en el país que
ofrecen currícula de Ingeniero Químico,
aunada a la razonable distribución de es-
tudiantes por institución, permitirían
atender a las necesidades más urgentes
sin desatender otras que cobren mayor im-
portancia a plazo medio o largo mediante
esquemas como el de la especialización de
una institución en una orientación es-
pecífica a los Ingenieros Químicos que
forme. Por ejemplo, algunas instituciones
podrían orientarse hacia la producción de
ingenieros avocados a investigación,
otras hacia profesionales para el diseño
y otras más a ingenieros inclinados hacia
la operación.
III. ELEMENTOS DEL METODO DE LA IN-
GENIERIA Y SU IMPACTO SOBRE EL PROBLEMA
DESCRITO.
La comprensión precisa de los enfo-
ques adecuados para enfrentar el problema
descrito puede verse significativamente
enriquecida por la discusión de lo que
podría llamarse el método de la ingenie-
ría que se ha perfilado con mayor preci-
Sión en la última década.
La discusión original de este tema
se originó inscrita en la dicotomía cien-
cia - ingeniería, entendida ésta última
en términos de su actividad de diseño.
Poco, o casi nada, se han incluído en es-
ta polémica las funciones operativas del
ingeniero.
Cabe recalcar como preámbulo a este
concepto: (1) que existe un consenso bas-
tante generalizado en que la ingeniería
cumple funciones bien caracterizadas en
los siguientes campos de la actividad
productiva, particularmente la de natu-
raleza industrial: investigación aplicada
y desarrollo tecnológico, diseño de pro-
ductos, diseño de equipos y plantas,
construcción, operación/producción, co-
mercialización y administración; (2) que
la práctica de casi todas las disciplinas
de la ingeniería ha sido anterior en
tiempo al enunciado de los principios y
7. fundamentos científicos en que con-
ceptualmente se ha sustentado a poste-
riori y, (3) que el ingeniero emergió
históricamente del entrenamiento a través
del método del aprendiz, de un prac-
ticante con habilidades destacadas.
La ingeniería no depende funcio-
nalmente del conocimiento científico
aunque su progreso racional, el entendi-
miento de sus reglas, sí requiere de ele-
mentos proporcionados por la ciencia. En
la Tabla 1 se presenta un intento de re-
sumen comparado de las características
conceptuales más importantes del método
científico con las de lo que puede cali-
ficarse como método de la ingeniería. Es-
ta comparación se ha realizado solamente
para enfatizar los distingos entre ambos
pues se trata de procesos en evolución y
el surgimiento continuo de nuevos campos
de la ciencia y de la ingeniería parecen
hacer menos urgente la búsqueda de su
exactitud como métodos únicos.
La ingeniería química se sigue con-
cibiendo como el arte de aplicar el cono-
cimiento, de origen científico o prác-
tico, a la conversión económicamente óp-
tima de recursos naturales o materiales
derivados de éstos, en la que estos mate-
riales sufren cambios de estado químico o
ciertos cambios físicos, en escala téc-
nica y con el fin de beneficiar al hom-
bre.
En esta actividad la ingeniería quí-
mica se distingue de otras ramas de inge-
niería no sólo por la frecuencia con la
que el conocimiento procede de bases
científicas, sino por las repetidas si-
tuaciones en las que el ingeniero recurre
al método científico para subsanar "hue-
cos" en los fundamentos que requiere para
desempeñar su tarea; en tal virtud es sin
duda uno de los más científicos entre los
ingenieros. Su cercanía y comprensión de
los fundamentos científicos hacen para-
dójico que un Ingeniero Químico respalde
la visión Baconiana de medir no sólo el
valor sino la validez del conocimiento
científico en términos de su productivi-
dad. Sin embargo, la postura opuesta que
conduce a la visión universal del Inge-
niero Químico como científico de la inge-
niería es igualmente inadmisible como se
infiere de la necesidad de profesionales
que realicen la práctica del método de la
ingeniería como su actividad predominan-
te.
Las funciones o responsabilidades
del Ingeniero Químico en su papel pro-
piamente de ingeniero, se habían concebi-
do tradicionalmente como la síntesis o
diseño creativos para generar soluciones
nuevas y óptimas a problemas "relevan-
tes". Sin embargo, ha sido cada vez más
claro que al moverse su actividad en las
interfases sociotécnicas, el ingeniero
toma también decisiones que afectan no
sólo a sus objetivos técnicos, sino a in-
dividuos y comunidades. De la misma ma-
nera, al establecer estándares o crite-
rios de desempeño así como mediciones y
procedimientos de evaluación, establece
la base para las mejoras o innovaciones
incrementales en donde la exigencia de
creatividad y originalidad es menos im-
portante que la evolución continua misma.
En este último aspecto, la ingenie-
ría química se ha rezagado un tanto, pues
si bien se preocupó por lo ya señalado y
fue pionera en la aplicación de métodos
estadísticos para controlar la calidad,
no se ha avocado suficientemente a la in-
dispensable integración disciplinaria con
8. otras ramas, en especial las llamadas in-
genierías industrial, de sistemas o admi-
nistrativa, que amén de enfatizar el ele-
mento de confiabilidad en los métodos o
procedimientos, la creación del ambiente
favorable a la contribución innovadora y
el desarrollo de la habilidad y destreza
necesarias en todo el personal invo-
lucrado a través de la práctica cons-
tante, proveen de múltiples herramientas
y modelos de análisis y de decisión.
Esta parte de la tarea del Ingeniero
Químico, muy vinculada con la proble-
mática de operación, se desatiende a me-
nudo por la incorrecta percepción, ya co-
mentada, del bajo impacto económico del
costo de la mano de obra en el proceso
químico, en especial si éste es continuo.
La sola mención de tres ejemplos pone de
manifiesto el gran error en que se ha in-
currido cuando no se atienden tales as-
pectos:
- el control de los procesos es,
cada vez en mayor grado, con-
sideración vital de la opera-
ción; la automatización no re-
duce sino incrementa el nivel
de exigencia sobre operador y
supervisión; ahí radican nor-
malmente muchas de las más im-
portantes posibilidades de me-
jora con impacto en rendimien-
tos, factor de operación y ve-
locidad de producción; ¿es ex-
plicable que a menudo la opera-
ción de este elemento crucial
se delegue en operadores mal
capacitados?
- el mantenimiento es comunmente
la actividad con el mayor o el
segundo mayor impacto sobre
tiempos muertos y factor de
operación, afectando también a
otros estándares de producción;
un enfoque preventivo de fondo,
reforzado con un proceso de
mejora continua (TPM japonés)
se convierte en una de las
principales oportunidades para
mejorar procesos, y aún produc-
tos, con un gran potencial de
mejoría económica; ¿por qué se
ignora el pleno potencial de la
función de ingeniería en este
campo con tanta frecuencia?
- es difícil pasar por alto que
las experiencias más exitosas
recientemente registradas en
resultados de seguridad en la
industria química mundial se
han derivado de procesos con-
ductuales o de apoyo al compor-
tamiento.
Finalmente, es conveniente señalar
que una de las preocupaciones más f re-
cuentemente expresadas acerca de la apli-
cación del método de ingeniería a la in-
geniería química ha sido la dificultad de
reforzar la habilidad del Ingeniero Quí-
mico para utilizar más efectivamente el
método de síntesis. Rudd (15) menciona
que "desde la Segunda Guerra Mundial la
educación en ingeniería se ha movido
fuertemente hacia el análisis con cursos
relativos a operaciones de proceso y fe-
nómenos individualizados así como su
preocupación por la falta de desarrollo
de cursos que aborden la síntesis o com-
binación de conceptos individuales.
Kirkbride (11) igualmente lo expresa al
sugerir que el enfoque del generalista no
ceda frente al erifoque del reduccionista.
9. El método propuesto como el uso de
heurísticas de ingeniería, empieza por
establecer que una heurística es cual-
quier cosa que provee de una dirección o
apoyo plausible en la solución de un pro-
blema, pero que en última instancia no se
justifica, es incapaz de hacerlo y es fa-
lible; no garantiza una solución, admite
otras heurísticas contradictorias, reduce
el tiempo necesario para la solución y
depende del contexto inmediato, es rela-
tiva. De hecho, la heurística es una for-
ma de síntesis poco sistemática pero al-
tamente apropiada al trabajo práctico del
ingeniero y congruente con un cierto en-
foque conservador que se espera de su
gestión.
Como ejemplos característicos de las
llamadas heurísticas de ingeniería se ci-
tan: reglas de dedo y órdenes de magni-
tud, factores de seguridad (en diseño),
actitudes frente a la Dirección, control
del riesgo vía cambios pequeños, asig-
nación gradual de recursos y otros más.
1V. IMPLICACIONES SOBRE EL EJERCICIO
PROFESIONAL DEL INGENIERO QUIMICO.
Para comprender mejor las implica-
ciones de la discusión anterior sobre el
ejercicio del ingeniero puede hacerse uso
de alguna analogía como la que se propone
a continuación.
La tecnología es para la actividad
productiva lo que los alimentos al ser
humano. Se puede tener e ignorar su va-
lor, puede estar disponible hasta el ex-
ceso y no asimilarse, y su carencia re-
sulta igualmente destructiva.
De igual manera que los alimentos,
la tecnología que una empresa requiere
para su operación rio es de una sola cate-
goría o naturaleza, se requiere una "die-
ta" balanceada, con tecnologías que guíen
la actividad técnica productiva, pero
también con tecnologías pertinentes a las
áreas administrativa y psicosocial.
Esta visión de la tecnología que una
empresa productiva requiere, se enriquece
y comprende mejor desde el enfoque de
sistemas. En ese enfoque la tecnología
total de la empresa se puede ver como un
sistema, compuesto a su vez de diversos
subsistemas tecnológicos y éstos, a su
turno, de otros subsistemas. A la vez, el
sistema tecnológico de la empresa resulta
ser un subsistema de grupos o sistemas
más agregados, como los de su relación
con clientes y proveedores, los de la ca-
dena productiva completa o de la economía
industrial en su conjunto.
Cada sistema o subsistemas tecnoló-
gicos productivos resultan ser conjuntos
de elementos u objetos y sus interre-
laciones (métodos, procedimientos, proce-
sos), organizados como un todo, a fin de
cumplir uno o varios objetivos económicos
y sujetos a interacciones con su entorno.
Dicho de otra manera, la tecnología
pudiera definirse como un conjunto cons-
ciente y sistematizado de objetos de co-
nocimiento práctico cuya aplicación puede
generar resultados técnica y económica-
mente predecibles.
En la medida en que la aplicación
del conocimiento no sea consciente, su
práctica será estática, se repetirá una y
10. mil veces, acumulando experiencias no ne-
cesariamente pertinentes o relevantes y
por consiguiente sin evolucionar, por lo
menos en dirección razonablemente con-
trolable y predecible. No habrá in-
novación tecnológica.
Si la aplicación no es sistemati-
zada, lo que tendremos será una "tecnolo-
gía artesanal" cuya práctica errática di-
fícilmente producirá una resultante evo-
lutiva predecible hacia un óptimo econó-
mico. No se practicará una auténtica tec-
nología, sino una "tradición" artesanal.
Los objetos de la tecnología son los
mismos que los de lo que se describe como
método de la ingeniería y su propósito es
convergente. A partir de ello podría
afirmarse que la ingeniería es el arte
funcional de desarrollar y aplicar tec-
nología, cumpliendo las funciones ya des-
critas y que el ingeniero es el profe-
sional capacitado para aplicar el método
de ingeniería a cualquier situación que
lo permita o lo requiera. En este sentido
adquiere validez hablar de ingeniería f i-
nanciera, social o económica.
teniendo en mente la ingente necesidad de
restablecer el contenido de ingeniería en
la operación, sin menoscabo de continuar
avanzando en los otros campos de ac-
tividad del ingeniero, es importante que
en mayor o menor medida, éste se involu-
cre en cumplir nuevas funciones en su
ejercicio profesional dentro o para la
empresa industrial y que desarrolle las
habilidades requeridas para ello. Tal in-
volucramiento debe ser inducido por la
Dirección de la empresa industrial y por
el mismo sistema socio-económico, si
realmente se desea orquestar un ataque
efectivo a la problemática descrita, para
el logro de resultados favorables en el
lapso de 2 a 3 lustros.
Estas nuevas funciones pueden estra-
tificarse según su jerarquía en el plano
táctico, el estratégico y el normativo. A
continuación se describen, en forma no
exhaustiva, algunas de las más importan-
tes:
1. Nivel táctico:
a) Calidad Total:
La tarea esencial del ingeniero en
la industria resulta ser el desarrollo y
la aplicación de la tecnología que la
empresa requiere en el desempeño de su
misión económica y en la satisfacción de
otros requerimientos de su entorno. Esto
es igualmente válido para el desempeño
del ingeniero en cualquier campo de la
actividad industrial, sea investigación,
diseño, construcción, producción, admi-
nistración o comercialización.
Partiendo de estos considerandos y
El ingeniero no sólo debe
asesorar en la selección de
las variables relevantes pa-
ra la aplicación de las téc-
nicas estadísticas básicas
(alas 7 técnicas practicadas
en Japón?) y en la correcta
fijación de estándares, sino
que debe convertirse en el
promotor por excelencia de
una cultura de observación
de los hechos y experiencias
acumuladas, tanto en su for-
11. ma cruda como mediante el
empleo de técnicas estadís-
ticas intermedias o avan-
zadas (muestreo, diseño de
experimentos, investigación
de operaciones y expe-
rimentación conceptual, en-
tre otras); debe igualmente
aplicar sus conocimientos y
experiencias de ingeniero
para elaborar la síntesis de
la situación tecnológica que
enfrenta: ratificar la vali-
dez del estándar, la necesi-
dad de definirlo en una va-
riable ya controlada o una
nueva, la oportunidad de me-
jora y la consecuente revi-
sión del estándar.
En este ciclo de adherencia
a los métodos para hacer
transparente la oportunidad
de mejora y con ello encon-
trar nuevos procedimientos,
el ingeniero se convierte en
un promotor y consolidador
de la mejora continua, obli-
gándose a la sistematización
y documentación de la mejo-
ra, cualquiera que sea su
origen, como prerequisito
para la fijación de un nuevo
estándar y la eventual valo-
ración de su impacto econó-
mico.
Estas actividades forman la
base del proceso de innova-
ción incremental, entendido
como una mejora que incide
en la tecnología practicada,
y constituyen la porción más
básica de la tarea tecnoló-
gica del ingeniero de pro-
ducción u operación que tan-
to requerimos, sin menoscabo
de la participación del in-
geniero de desarrollo y de
diseño.
La participación del Inge-
niero Químico en estas ta-
reas resulta particularmente
crítica en las industrias de
procesos debido entre otros
factores a: (1) la naturale-
za técnicamente compleja y a
menudo abstracta de las va-
riables a controlar, (2) la
dificultad o alto costo aún
presentes para lograr la me-
dición en línea de algunas
variables, lo que dificulta
su integración evidente al
control del proceso, (3) la
frecuente necesidad de tra-
ducir la mejora a rediseños
de equipos o de controles y
de estrategias de control,
(4) la correlación no evi-
dente entre la modificación
al proceso y las propiedades
del producto resultante, (5)
el creciente requerimiento
de comparar la tecnología
mejorada con la mejor prác-
tica conocida, (6) la difi-
cultad de evaluación de las
mejoras propuestas en proce-
sos multivariables, (7) el
componente tecnológico cada
vez más intenso en la rela-
ción con los proveedores de
materias primas, otros insu-
mos y equipos de proceso, y
con los clientes.
b) Consolidación de experien-
12. cias y del aprendizaje (sis-
temas basados en conoci-
miento o "expertos"). El in-
geniero debe contribuir al
diseño de sistemas o proce-
dimientos de operación que
exijan la identificación de
desviaciones, el aprendizaje
correspondiente y, en su ca-
so, la modificación al pro-
cedimiento.
Nuevamente, la identifica-
ción de los módulos de ope-
ración que permitan el ef i-
caz y relevante registro de
desviaciones es tarea esen-
cial del ingeniero asociado
a ésta. La aplicación de los
consabidos diagramas de blo-
ques y flujos, caracterís-
ticos del herramental pro-
fesional del Ingeniero Quí-
mico, lo capacitan singular-
mente para la tarea.
que permitan la exacta y
precisa determinación de to-
dos los costos directos re-
levantes.
El Ingeniero Químico tiene
un "rol" particularmente
crítico a cumplir en la in-
dustria de proceso por: (1)
la complejidad intrínseca de
los balances de materia y
energía de estos procesos,
(2) la exigencia cada día
mayor de eficiencias de
transformación (con su re-
percusión en la calidad de
los productos), (3) los
emergentes requerimientos de
prevenir y evitar emisiones
y desechos de toda índole
que se están convirtiendo en
factores relevantes del cos-
to directo y, por ende, de
los balances mencionados.
d) Transferencia de Tecnología:
c) Ingeniería de costos:
Cualquier que sea su fuente,
es responsabilidad del in-
Aún cuando esta función no geniero de operación el ase-
debiera ser algo nuevo para gurar una plena y eficaz
el ingeniero, en nuestra transferencia; es decir que
realidad cotidiana se ha de- la tecnología obtenida se
jado como responsabilidad practique, en principio, de
del Contador General de la la misma manera que en la
empresa o de su especialista referencia establecida como
en costos. La función del estándar o mejor práctica
ingeniero es irreemplazable por la fuente originaria o
para el fin de traducir a licenciadora, es decir, que
valores económicos la conti- se establezca desde el ini-
nua incorporación de mejoras cio el principio de adheren-
y de definir la necesidad de cia al estándar. Su interac-
nuevos controles y elementos ción directa con los respon-
de medición en el proceso sables de la fuente ase-
13. gurará que, más allá de ve-
rificar la transferencia do-
cumental, se obtenga y ac-
tualice la tecnología real-
mente practicada por la tri-
pulación de la unidad de re-
ferencia.
2. Nivel estratégico:
a) Capacitación técnica del
personal (educación):
Esta función es la más tras-
cendente en la relación en-
tre el ingeniero y el per-
sonal operativo. Es la que
transforma al supervisor (a
veces "capataz") en educador
(capacitador y entrenador)
del personal a su cargo. Es
la función que restablece
pleno sentido al papel del
ingeniero como supervisor o
coordinador de grupos opera-
tivos.
Demanda que el operador no
sea únicamente adiestrado en
apegarse ciegamente a pro-
cedimientos de operación
(PO's) sino que comprenda
los por qués y las implica-
ciones de seguirlas o de no
hacerlo. Deseablemente re-
quiere que los PO's, fre-
cuentemente desarrollados
por el ingeniero de diseño,
sean desechados y reescritos
por el propio operador junto
con su coordinador o super-
visor, adaptándolos a la
mentalidad y necesidades del
operador; exige que ambos
profundicen en la función y
en los fundamentos operati-
vos de cada equipo, control
o, en general, componente o
subsistema del proceso, que
los integren en subsistemas
y finalmente en el proceso
mismo, y que desarrollen la
denominada visión "gestalt"
o de conjunto, tanto del
proceso como de la planta y
de la empresa.
Sólo partiendo de esa visión
"gestalt" en cada uno de los
elementos humanos de la em-
presa o planta puede lograr-
se su funcionamiento como
sistema.
b) Rediseño continuo del siste-
ma operativo:
La visión 'gesta1t", aunada
al análisis que una capaci-
tación profunda hace viable,
permite un replanteamiento
continuo de filosofías de
control, y por ende, de ope-
ración, incluyendo no sólo
las instalaciones, sino la
disposición y funciones de
la tripulación; permite re-
orientar el sistema en torno
a resultados y productos y
no en torno a tareas; permi-
te que la gente que hace el
trabajo tome decisiones y
controle desviaciones desde
su fuente.
La función de ingeniería que
diseña, dinamiza y consolida
este enfoque de la operación
podría expresarse como la
creación de la estructura
14. para la mejora continua, pa-
ra poder realizar con alta
efectividad las funciones
señaladas al nivel táctico.
El resultado con el personal
sería la formación de equi-
pos automotivados y, en la
medida que se desee, autoad-
ministrados.
3. Nivel normativo (visión tecno-
lógica integral):
Las funciones anteriores res-
paldan el enfoque a innovación
tecnológica incremental tanto
del ingeniero como de la orga-
nización en su conjunto. La
efectividad en el desempeño de
las tareas de desarrollo e in-
novación tecnológica dependen
del vínculo de los responsables
de estas funciones con el per-
sonal de línea de las operacio-
nes productivas y comerciales;
el ingeniero tiene un importan-
te papel a cumplir, siendo el
elemento fundamental de tales
vínculos.
a) Definición de objetivos, me-
dios y caminos para proyec-
tos de investigación y desa-
rrollo tecnológico:
Esta función es crucial en
todo esfuerzo de planeación
con visión profunda. La ca-
pacidad de una organización
para lograr un control razo-
nable de la incertidumbre
propia de este tipo de si-
tuaciones es la diferencia
entre efectividad o inefec-
tividad y, por consiguiente,
entre éxito o fracaso.
Por ello es que en la década
de los ochentas en el Japón
se ha enfatizado la difusión
de técnicas que eleven las
habilidades del personal pa-
ra este fin (7 NQC's) (13).
Las habilidades críticas que
se buscan son: procesar in-
formación verbal, generar
ideas, completar tareas,
eliminar fallas, asistir en
el intercambio de informa-
ción, diseminar información
a quienes concierna y usar
expresiones no filtradas.
Tales habilidades están pro-
bando ser básicas para en-
contrar afinidades, relacio-
nes temáticas o de responsa-
bilidades, construir enten-
dimientos y sobre ellos con-
sensos, establecer priorida-
des y enfoques precisos y
diseñar secuencias con even-
tos probabilísticos o hasta
heurísticos.
Algunas de esas técnicas son
particularmente importantes
para facilitar la comunica-
ción entre ingenieros de
operación y responsables de
diseño y de investigación y
desarrollo, haciendo más
eficaz la traducción de ne-
cesidades de la operación
productiva o comercial
(clientes) a requerimientos
exactos sobre los productos
y procesos, expresados en
términos apropiados para di-
seño o investigación y desa-
rrollo.
15. Cualquiera que sea su acti-
vidad, el ingeniero puede
cumplir eficazmente con su
responsabilidad en esta fun-
ción haciendo uso de técni-
cas como el diagrama de re-
laciones, el diagrama (o ár-
bol) normativo o sistemático
o la técnica KJ, y puede in-
corporar sus metas de inno-
vación incremental o radical
mediante el empleo del dia-
grama matriz. Lo importante
no son los diagramas o las
técnicas en sí, sino las ha-
bilidades ya mencionadas que
su uso desarrolla.
b) Asimilación tecnológica:
Es responsabilidad del inge-
niero, partiendo de su vi-
sión sistémica de las insta-
laciones, el equipo humano y
la tecnología, el validar y
rediseñar continuamente
quién debe recibir y asimi-
lar cuáles elementos tec-
nológicos, alimentando estos
juicios a los niveles estra-
tégico y táctico y estable-
ciendo mecanismos que asegu-
ren el adecuado aprendizaje
de tales elementos, su co-
rrecta implantación en las
unidades físicas y su exacta
incorporación en los do-
cumentos descriptivos de la
tecnología.
Todos los enunciados anteriores, si
bien importantes, no son exhaustivos. Sin
ser privativo, una porción importante de
las funciones señaladas recaen en el in-
geniero directamente asociado a la acti-
vidad productiva y, dada la naturaleza de
las tecnologías practicadas en la indus-
tria de proceso y la necesidad omni-
presente de recurrir a los fundamentos
científicos para su apropiado desempeño,
el Ingeniero Químico resulta verdade-
ramente irreemplazable, so pena de la bu-
rocratización y eventual pérdida de foco,
o de la simple ausencia del cumplimiento
de estas funciones en la operación pro-
ductiva. Esta situación, permisible en un
ambiente económico protegido, ya no lo es
más, particularmente en el creciente nú-
mero de casos en los que se requiere que
el personal operativo interactúe con co-
legas a nivel internacional para formar
parte de una alianza o consorcio competi-
tivos.
V. IMPLICACIONES SOBRE LA ENSEÑANZA DE
LA INGENIERIA QUIMICA.
Muchas de las implicaciones de todo
lo anteriormente discutido sobre la en-
señanza de la ingeniería química han sido
ya expresadas por otros autores. En este
trabajo sólo se hará énfasis en aquellos
que posiblemente no han recibido suf i-
ciente atención.
1. Orientación teleológica (enfo-
que a un propósito):
El Ingeniero Químico recién
egresado se ve con frecuencia a
sí mismo como poseedor de rnúl-
tiples conocimientos acerca de
fundamentos científicos y téc-
nicas más o menos empíricas un
tanto aisladas y con limitadas
16. habilidades de aplicación. Es
importante que se enfatice su
papel funcional, es decir, su
orientación a metas y pro-
pósitos y su confrontación pro-
fesional a sistemas o problemas
cuyo enfoque o solución puede
requerir de alternativas en me-
dios o fines. Esto último debi-
do a que las organizaciones so-
ciales y económicas han venido
prestando creciente importancia
a la compatibilización de sus
propósitos con los de sus ele-
mentos humanos y a la necesidad
de entender cada vez más cla-
ramente a la empresa en función
de su entorno.
Existen muy diversas formas de
lograrlo, entre otras:
- uso frecuente de diagramas
causa - efecto recalcando
aquellas causas que por sí
solas son necesarias pero no
suficientes.
- identificando en problemas
técnicos la presencia de
asuntos relevantes de ca-
racter económico, ecológico,
social, etc.
- familiarización (de prefe-
rencia algo de trabajo prác-
tico) con la prospectiva
tecnológica de algún campo
tecnológico de su interés.
- entendimiento claro de las
funciones requeridas en su
ejercicio profesional y de
cómo se enfoca su atención
en diversos países.
2. Mayor habilidad de síntesis:
Este aspecto es toral si se
parte de la importancia que la
síntesis tiene en el método de
ingeniería.
A sus preocupaciones ya señala-
das, tanto Kirkbride como Rudd
en sus respectivas épocas pres-
criben remedios y contribuyen a
ellos:
- atacar problemas a partir de
los fundamentos (balances de
materia y energía, equili-
brios estático y dinámico y
balance económico); método
empleado con efectividad por
mucho tiempo. (Kirkbride).
- cursos y material educacio-
nal orientado a síntesis
(Rudd); su libro "Process
Synthesis" es una importante
contribución al desarrollo
de principios de síntesis a
los campos de sistemas de
procesos, trayectorias de
reacción, ubicación de ba-
lances, etapas de separa-
ción, etc.
Ambas contribuciones son muy
valiosas y vigentes, sin embar-
go, deben complementarse de ma-
nera más formal con los ele-
mentos que resulte más práctico
4
17. y efectivo tomar del erifogue de
sistemas. Es claro que este en-
foque será también muy útil en
fortalecer la orientación te-
leológica pues el puro análisis
hace que se pierda noción de
propósito y realismo en su con-
secución, así como la habilidad
de relación interdisciplinaria
del Ingeniero Químico. La im-
plantación de este enfoque a
través de cursos adicionales en
sistemas o ingeniería de sis-
temas, como algunos han sugeri-
do, resulta poco práctica pues
no parece recomendable ni ex-
tender el período de estudios
de licenciatura ni sacrificar
cursos de formación en los fun-
damentos.
El enf oque de sistemas debe in-
corporarse dentro de los cu-
rrícula y cursos ya existentes,
enfatizando explícitamente sus
aspectos más importantes. De
manera preliminar podrían suge-
rirse los siguientes:
- tanto en el análisis de pro-
blemas como en las fases de
síntesis (diseño, solu-
ciones) mantener la visión
de conjunto, incluyendo los
axiomas o supuestos (hacer-
los explícitos), las rela-
ciones identificadas o po-
sibles de cada subsistema y
elemento con los demás y con
el entorno; especialmente,
desarrollar la visión de la
problemática de control re-
querida para materializar
los supuestos y, en donde
sea relevante, su interac-
ción con los elementos de
juicio humano.
- requerir una clara identifi-
cación a priori de los obje-
tivos del problema o situa-
ción y, cuando sea relevan-
te, la consideración de
otros sistemas posibles para
alcanzar los objetivos
(ejemplo: controlar contami-
nación vs. reducir su gene-
ración).
- demandar la presentación
sistematizada del resultado
de recopilar datos, inclu-
yendo la referencia a los
faltantes.
- requerir, a diversos nive-
les, una propuesta de siste-
mas de control.
- esforzarse en vincular la
habilidad de control del
sistema con los conceptos de
calidad, eficiencia y con-
fiabilidad del proceso.
los tiempos de cada subsis-
tema deben vincularse con
los de los demás a fin de
percibir con claridad su re-
lación con tiempos reales en
el proceso y sus implicacio-
nes en requerimientos de ca-
pacitancias en el sistema.
- enfatizar la noción de que
18. la optimización de cada com-
ponente o sistema rara vez
optimiza al sistema total y
la importancia de optimizar
el conjunto.
- exigir el empleo regular de
técnicas de sistemas (ya em-
pleadas por muchos años por
el Ingeniero Químico) como
diagramas de flujo de blo-
ques con flechas que indi-
quen interacciones.
- ampliar el uso de técnicas
de modelamiento, optimiza-
ción y simulación.
- hacer tanta referencia como
sea posible a prácticas o
técnicas que incrementen la
confiabilidad, seguridad y
posibilidad de mantenimiento
de los sistemas.
tuición o recetas empíricas, es
decir, de las heurísticas de
ingeniería.
El autoaprendizaje ha sido ya objeto
de diversas recomendaciones, sólo cabe
señalar que en la dinámica del mundo ac-
tual, éste debiera desarrollarse como una
habilidad básica del individuo, la más
"nueva" de las llamadas artes liberales;
tan importante como las habilidades de
expresión o de comprensión básicas.
A nivel de educación continua para
el profesional ya egresado, resulta par-
ticularmente interesante en la cobertura
de los propósitos hasta aquí señalados el
seminario "The Institute for Continuous
Process Industries" que se ofreció por
vez primera en septiembre de 1990 por la
Universidad de Tennessee. Este concepto
de seminario debiera ser emulado por al-
gunas universidades mexicanas.
VI. CONCLUSIONES
- cursos optativos avanzados
en materia de control, com-
putación aplicada, inves-
tigación de operaciones y
trascendencia del factor
humano.
Posiblemente el tema control
llegara a ameritar la revisión
de algún currículum para su
inclusión.
Todo lo anterior sin menoscabo
de balancear el uso del enfoque
de sistemas con el uso de in-
La industria de proceso, en especial
la química, necesita un pronto forta-
lecimiento en habilidades de ingeniería,
principalmente en las actividades o fun-
ciones propias de la operación pro-
ductiva. Ello, sin menoscabo de la ne-
cesidad de ingenieros para diseño e in-
vestigación y desarrollo que respalden su
tradicional inclinación al avance basado
en fundamentos científicos.
Este requerimiento hace obligada la
generación de Ingenieros Químicos con vi-
sión definidamente generalista orientados
hacia el pensamiento sintético, con en-
19. foque de sistemas, y habilidades que le y de proceso en general.
permitan avocarse, en cualquier actividad
o función, a la compleja tarea de aplicar
y eventualmente generar tecnología dentro
de la empresa industrial.
Solamente contando con más y mejores
ingenieros cerca de la operación será po-
sible integrar eficazmente a los recursos
humanos de la empresa en el tan anhelado
proceso de la innovación tecnológica, sea
ésta de grado incremental o radical.
Las reflexiones derivadas de la bús-
queda de un método propio de la inge-
niería (que no tiene que ser una receta
prescriptiva y única sino una guía gené-
rica que norme su acción) enriquecen mu-
cha la consideración de implicaciones so-
bre el ejercicio y la enseñanza de la
profesión.
La incorporación selectiva de estas
implicaciones en las responsabilidades y
currícula del Ingeniero Químico formarán
un profesionista más idóneo a las necesi-
dades industriales del país, sin importar
su campo de actividad actual o potencial.
La atención conjunta a todo lo ante-
rior quizás nos permita el desarrollo de
un camino propio a la innovación tecno-
lógica, concebida como un continuo, ori-
ginándose desde las tareas derivadas de
la implantación de calidad total, hasta
los más ambiciosos y complejos proyectos
de investigación y desarrollo tec-
nológico. Este continuo es aún objeto de
búsqueda en los países industrializados,
lo cual nos brinda la oportunidad de en-
contrar en tiempo una opción competitiva,
o incluso de adelantarnos a otros países,
en beneficio de nuestra industria química
20. 2
T A B L A
CONCEPTO MET000 CIENTIFICO METODO DE INGENIERIA
Objetivos: - Hechos observados, fenómenos; lo esencial y necesario, lo
sensible y medible.
Metodologías - Método analítico: observaciones y experimentos necesarios
más críticas: para explicar fenómenos, características esenciales en co-
mún y distingos y para verificar hipótesis. No se excluye
la importancia de la síntesis.
Proceso ló- - Inducción: abstracción y generalización de leyes simples
gico básico: universales que expresen aquello en común o regular,
verdades lógicas.
No aceptación de conflicto ante generalización inductiva.
Determinismo.
No existe una forma sistemática de generar hipótesis.
Objetivo - Descubrimientos: teorías y construcción de hipótesis, rela-
concreto: ciones de fenómenos en nuevos campos; hipótesis claras
y distintivas, cercanamente ciertas mientras no se tenga
algo mas preciso.
Propósito y - Conocimiento de la verdad, del ser, la conquista de la natu-
esfera: raleza. (Organización axiomática de hipótesis).
Funciones: - Adaptar al hombre al universo.
- Proveer fundamentos a las artes humanas, productivas (ar-
tes industriales) o de otra naturaleza.
- Experiencias, acciones y cosas (artefactos) hechas por el
hombre. Incluyendo plantas, equipos y maquinaria.
- Síntesis: interrelación o conexión de cosas, acciones o
conceptos, formando un todo coherente.
Uso de heurísticas de ingeniería.
No se excluye la importancia del análisis, pero su énfasis
es más propio del método científico.
- Deducción: construcción de verdades factuales a posteriori.
Campo natural para la aplicación de sistemas. Relaciones
causa-efecto probabilísticas. Admite explicaciones contra-
dictorias.
- Métodos, procedimientos, procesos: construcción de rela-
laciones e inferencias; la originalidad es deseable, no re-
quisito absoluto; se requiere invariablemente su aplicación
en plantas, equipos y maquinaria concretos.
- Conocimiento de cómo hacer algo (know how) para obte-
ner un efecto deseado, a mínimo costo y máxima seguri-
dad, orientado a la producción, a ponerlo en práctica tan
rápidamente como las condiciones técnicas y económicas
lo hagan posible; exige la habilidad de predecir el costo y
el comportamiento de nuevos artefactos o procesos.
- Resolver problemas prácticos
- Tomar decisiones.
- Mejorar métodos o cosas existentes.
21. REFERENCIAS
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Innovation"
The case of the Chemical Industry
Research Policy 19, 1990
North-Holland
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"Redesigning the Future"
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Colegio de Profesores de Ingeniería y
Ciencias Químicas de la UIA
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Dertouzos Michael L. et al
"Made in America"
The MIT Press, 1989
Fukuda Ryuji
"Management Engineering"
Productivity Inc., 1983
Kaoru Ishikawa
"Qué es el Control Total de Calidad"
Editorial Norma, 1986
Andrews James G.
"In Search of the Engineering Method"
Engineering Educatiori
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Bacon Roger
"Advancement of Learning"
Great Books, 1975
Bacon Roger
"Novum Organurn"
Great Books, 1975
Bucay F. Benito
"La Experimentación Conceptual: Un método
para convertir la experiencia en
tecnología"
Academia Mexicana de Ingeniería,
Marzo 1981
Kirkbride Chalmer G.
"Chemical Engineering Fundamentais"
McGraw Hill Book Co. Inc., 1947
Lenz Robert E.
"Industry Needs Scientific Engineers not
Engineering Scientists"
Chemical Engineering Education, Spring
1968, p. 80
Mizuno Shigeru
"Management for Quality Improvements: The
7 New QC Tools"
Productivity Press, 1988
Newton Sir Isaac
"Mathematical Principles of Natural
Philosophy"
Transiation. Berkeley, 1934
22. Rudd Dale F. et al
"Process Synthesis"
Prentice-Hall Inc., 1973
Stobaugh Robert
"Innovation and Competition: The Global
Managernent of Petrochemical Products"
Harvard Business School Press, 1988
Vaughn Koen Billy
"Toward a definition of the Engineering
Method"
Engineering Education, Dec. 1984 p. 150