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TEMA 44. LA PROSA MEDIEVAL. LA
ESCUELA DE TRADUCTORES DE TOLEDO.
ALFONSO X EL SABIO Y DON JUAN MANUEL
INTRODUCCIÓN
Aunque la lengua latina seguía siendo la preferida
durante los siglos XII y XIII, las muestras de romance
empezaron a ser más habituales que los simples errores
en castellano de documentos notariales o las glosas.
Prueba de ello son el Liber Regum y Los diez
mandamientos, en dialecto navarro, y la Fazienda de
Ultramar, en dialecto castellano. La prosa literaria en
lengua vulgar supone un lector directo con
conocimientos de recursos latinos, pero también puede
ser escrita para su lectura en voz alta.
Maxime Chevalier indica que como consecuencia de la
convivencia de moros y cristianos en la Península, en la
España medieval confluyeron dos formas embrionarias
de la narración: los apólogos de las colecciones orientales
y los exempla que recogía la Europa cristiana. Símbolo de
ello es la Disciplina clericalis (enseñanza de doctos), libro
de avisos en el que una terminología latina (exempla)
recubre una materia narrativa que, en gran parte,
procede de oriente.
Ya bajo el reinado de Alfonso X (1252-1284), la prosa
romance aborda temáticas hasta entonces exclusivas del
latín o del árabe, con el nuevo giro que toma la Escuela
de traductores de Toledo. A pesar de que las grandes
obras impulsadas no concluyeron, con él se consiguió
consolidar una lengua literaria y modelo sociopolítico, así
como sostén de la ciencia.
En esos tiempos ya se recopilaban colecciones didácticas
dirigidas a la formación de cortesanos, como las Flores de
filosofía o Poridat de poridades. Un sobrino de el rey
Sabio, Don Juan Manuel, es el pionero de llevar estas
obras más allá y ponerse en cabeza de la prosa literaria
de ficción.
Así, trataremos en este tema, atendiendo a la labor que
realizaron Alfonso el Sabio y sus colaboradores en tres
periodos: los orígenes, las aportaciones alfonsíes y la
prosa posterior al rey sabio.
1. ORÍGENES DE LA PROSA CASTELLANA
Desde el comienzo de la Reconquista hasta los últimos años
del siglo XII:
- Las primeras muestras de romance están insertadas
en documentos notariales o como glosas
(emilianenses y silenses) à sin valor literario, sí
histórico y lingüístico.
- La prosa culta estaba en latín, gozaron de gran éxito
en la Península (S. VII, Beato de Liébana, comentario
del Apocalipsis, S. X, Chronica Visegothorum, la
Crónica Najerense, Historia Roderici, Historia
Compostelana). Siglo XII à momento de apogeo
(Rico): Disciplina Clericalis del judío converso Pedro
Alfonso, que ejerció influencia en toda la Europa
medieval à tradición de cuentos enmarcados
unidos por breve hilo argumental (origen oriental).
La prosa en el reinado de Fernando III el Santo:
Textos de tipo no literario que servían como ensayo
lingüístico (documentos históricos y textos jurídicos
breves). La mayor parte son traducciones de textos
anteriores o recopilaciones. Tenemos:
ü Colecciones de cuentos: solían usarse en sermones
como exempla, ilustración de una verdad. Fábulas de
animales, hechos de personajes históricos, etc., con
una conclusión moral. Lacarra señala varias técnicas
para engarzar los relatos: novela-marco (inserta
relatos por personajes de la narración principal); la
caja china, y el simple ensartado de cuentos
independientes. Los temas predilectos son: el saber,
la predestinación, la astrología, las enseñanzas
morales, la amistad… La mujer aparece siempre como
un ser dotado para el engaño y concupiscentes, por lo
que se convierten en instrumento de pecado. A
mediados del XIII se traducen al castellano dos
copiosas colecciones: Calila y Dimna, conjunto de
fábulas y apólogos versión del Panchatantra hindú,
con el leve argumento de una conversación entre
lobos y entre un filósofo y un rey (1251) y Sendebar,
con el nombre de Libro de los engaños e los
asayamientos de las mugeres, con el argumento de un
príncipe que es requerido por su madrasta para tener
relaciones sexuales y que, al negarse esta, lo denuncia
por violación; su padre lo condena a muerte, pero los
sabios relatan cuentos durante siete días para que
pueda el príncipe rechazar la acusación y contar los
verdaderos sucesos.
ü Recopilaciones de sentencias à facilitar a los
predicadores la tarea de variar su repertorio.
Entroncadas con la tradición árabe. Entre ellas el Libro
de los cien capítulos, colección de sentencias de
carácter moral y político que en la época de Alfonso X
sería resumido en Flores de filosofía; El libro de los
bocados de oro, Poridat de poridades, consejos dados
a Alejandro Magno por Aristóteles, entre otros libros.
ü Carácter didáctico-doctrinal à Diálogo o disputa del
cristiano y el judío y Diez Mandamientos, manual para
confesores.
ü Crónicas à Fuero general de Navarra, Historia
Roderici, Liber regum.
ü Geografía à Semejança del mundo
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ü Traducciones de la Biblia à Fazienda de Ultramar (h.
1220). Minucioso itinerario a Tierra Santa basado en
fuentes librescas y a su vez traducción de la Biblia: los
episodios de ésta eran el prólogo obligado a cualquier
obra medieval. La iglesia española de la época no era
partidaria de las biblias romanceadas, en el Concilio de
Tarragona de 1233 se llegó a prohibir su lectura.
HECHO IMPORTANTE: Fernando III el Santo ordena que
todos los documentos notariales que tengan un interés
público, sean redactados en lengua romance à medio
apto para comunicar ideas por escrito.
La Escuela de traductores de Toledo.
Merece una mención aparte. Es un grupo de personas
que siguió unos métodos comunes para trabajar y
trasladar a Europa la sabiduría de Oriente (en especial de
árabes y griegos). Los árabes, en su expansión por tierras
de Bizancio, asimilaron, tradujeron, comentaron,
estudiaron y conservaron obras de aquellos autores y las
trajeron consigo a la Península junto con un ingente
bagaje cultural propio.
Toledo fue la primera ciudad musulmana conquistada por
los cristianos en 1085. Con la presencia de doctos
hebreos e intelectuales europeos cristianos acogidos por
el cabildo de la catedral, se genera una atmósfera para
que se convierta en mediadora cultural entre Oriente y
Occidente. Se dan dos periodos separados por una fase
de transición en la Escuela de traductores de Toledo:
1) Arzobispo don Raimundo de Sauvetat(S. XII) à
traducción de obras de filosofía del árabe al latín.
En Europa se empieza a conocer el aristotelismo
neoplatónico. Traducen a Avicena, ALfarabí, Ibn
Gabird, el Corán y salmos del A. T. Se empieza con
ello a recibir la ciencia oriental en Europa
(Ptolomeo, Galeno, Al-Juwarizmi). Con ayuda de
Domingo Gundisalvo y Juan Hispalense: el
primero traducía el texto árabe al castellano y el
segundo al latín.
2) Alfonso X (S. XIII) à Traducciones al romance de
tratados de astronomía, física, alquimia y
matemáticas, así como composición de diversas
obras a instancias del rey. Las traducciones se
hacen al castellano à desarrollo del romance.
2. EL PERIODO DE ALFONSO X
Ampliando lo que su padre inició, Alfonso X elevó el
castellano al rango de lengua oficial y de cultura; va a ser
empleado durante su reinado en documentos sin
excepción y servirá como base para obras científicas, de
forma que se convierte en vehículo de las tres
comunidades, además de llevar a una secularización de la
cultura (Deyermond).
Lengua que participaba de los caracteres burgaleses,
toledanos y leoneses, y que prescindiera del apócope
extranjerizante y cultismos innecesarios, si bien introdujo
neologismos latinos o árabes que no tenían equivalencia.
La norma ortográfica transcribirá, así, la pronunciación
más prestigiada. El castellano se convierte en sustituto
del latín por la aplicación de la lógica nacionalista alfonsí.
Aunque, obviamente, no todas las obras que se le
atribuyen fueron escritas de su puño y letra, dirigió
personalmente un equipo de expertos de las tres
creencias que traducían y preparaban textos históricos,
científicos y legales (Joseph Snow). Rico defiende que es
probable que algunas partes de sus obras las llegara a
redactar o las dictase directamente, dados fragmentos
con carácter personal (en la General Estoria, en las partes
en que se habla de los reyes).
Gonzalo Menéndez Pidal distinguió dos periodos:
1) Periodo de las traducciones: Años anteriores a
1260. Los equipos trasladaban escritos al
castellano según el método usado hasta
entonces en la ETT, pero prescindiendo de la
parte latina, también con dos hombres. Se centra
en los textos científicos. («Mandó trasladar el rey
de arávigo en lenguaje castellano»)
2) Periodo de composiciones: A partir de 1269 (hay
una interrupción provocada por ocupaciones
políticas y militares). Equipos formados por más
hombres y con más fases: recopilación de
materiales, selección, traducción de los que no
estaban en castellano, «ayuntamiento» de las
obras. («después que ove fecho ayuntar
escriptos e muchas estorias… escogí dellos los
más verdaderos e los mejores que y sope, e fiz
ende fazer este libro»).
Obras alfonsíes
Obras jurídicas: preocupación fundamental de Alfonso X
la de dotar a sus reinos de un código legal común para
todos. Con las Siete Partidas pretende regular todos los
aspectos de la vida nacional, vista desde su vertiente
eclesiástica y profana, la ley civil y la criminal. Tuvo
considerable influencia en épocas posteriores. Toma
materiales del Fuero juzgo y de derecho romano, leyes
eclesiásticas, la Biblia, colecciones de exempla y
sentencias. Redactada entre 1256 y 1265. Temas:
religión, realeza, justicia y administración, matrimonio y
familia, redacciones comerciales, testamentos y
herencias, leyes penales. Referencia costumbres y vida
de la época.
Obras científicas: Astronomía, astrología y lapidarios. La
mayor parte son traducciones del árabe. El más
importante son las Tablas alfonsíes, en que se estudian
los movimientos de los astros, traducción ampliada de un
astrónomo cordobés. Fueron conocidas en Francia y se
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divulgaron a Europa. Otras obras son Libro del saber de
Atronomía; Astrolabio llano; Astrolabio redondo; Libro de
la ochava Esfera; Lapidario (clasificación de las piedras
siguiendo los signos del Zodiaco).
Obras recreativas: Juego y deporte como medio de librar
al hombre de sus preocupaciones cotidianas. Libros de
axedrez, dados e tablas.
Obras históricas: Ninguna llegó a ser finalizada. Tienen
papel importante en el proyecto alfonsí: ejercicio de la
razón y conocimiento del mundo y su historia.
& ESTORIA DE ESPAÑA: Se pretende hacer una historia
exhaustiva de España desde los orígenes hasta la
propia época alfonsí. Su estilo no tiene personalidad
propia, sino el de las fuentes: búsqueda de los
hechos de España en fuentes nobles (Biblia, textos
clásicos, crónicas medievales latinas, historiadores
árabes y cantares de gesta). Diego Catalán afirma
que la obra no fue redactada toda seguida, sino por
capítulos, de ahí su estado de poca elaboración. El
nuevo estilo historiográfico en lengua vulgar cuenta
con un lector más ingenuo y usa lo que Pidal llama
«interpretación expresivista de las fuentes latinas»,
con amplificación o distorsión. Para Pidal, esto es ya
intención literaria.
& LA GENERAL E GRAND ESTORIA: Pretendió ser una
historia universal, desde la creación hasta la época
alfonsí, pero solo llegó hasta los padres de la Virgen.
Sus fuentes son amplias, motivo por el que
representa la cultura de aquel tiempo. La estructura
de la obra, tomada de las tablas cronológicas de
Eusebio de Cesarea y San Jerónimo, la separan de las
biblias historiales; se introducen episodios de la
historia y leyendas clásicas (historia troyana, vida de
Alejandro magno, historia de Tebas…). Comentan y
glosan sus fuentes. Es importante la medievalización
de los materiales: F. Rico ha demostrado que tenían
una perfecta noción de separación temporal entre
periodos de la historia, pero los cambios de motivos
hacían más comprensibles la materia al lector de la
época, situándolo en ambiente medieval.
La gran obra de Alfonso X se compone de trabajo de
traducción y de recopilación. No hay que buscar, por
tanto, originalidad en sus escritos; es ante todo una
labor enciclopédica de proporciones gigantescas.
3. LA PROSA POSTERIOR A ALFONSO X
Visión panorámica
A partir de la segunda mitad del XIII à proliferación de
escritos en prosa. Causas (Deyermond): demanda
creciente de libros por la secularización de la cultura +
adelantos técnicos: difusión del papel y construcción de
las lentes + impulso que Alfonso X dio al romance.
Composición de textos literario originales.
• Colecciones de cuentos: Castigos e documentos
para bien vivir, que el rey don Sancho IV de
Castilla dio a su hijo. Es un speculum principis.
Agapito Rey considera que no fuer redactada de
puño y letra por el rey. También se escribe el
Libro de la vida de Barlaam y del rey Josafat de la
India, cuentos orientales que, para Deyermond,
son una versión cristiana de la leyenda de Buda.
• Obras sapienciales: Libro del consejo y de los
consejeros, de Maestre Pedro. Dichos de los
santos padres de Pedro López de Baeza, etc.
• Obras didácticas y doctrinales: San Pedro
Pascual, Impunaçión de la seta de Mahomah, o el
manual para confesores de Martín Pérez o el
Libro de las consolaciones de la vida humana, de
Pedro de Luna. También sermones escritos en
castellano y tratados de cetrería como el Libro de
la caza de las aves, de Pedro López de Ayala.
• Crónicas: Textos sobre reinados particulares que
pretenden completar la Estoria alfonsí. Subraya
Diego Catalán la tendencia de los refundidores a
preferir el testimonio de la épica al de las fuentes
latinas. En este grupo está la Crónica del rey don
Pedro del Canciller Pedro López de Ayala, con
intención de justificar el comportamiento
personal de su autor. Procura animar el relato
con cambios de técnica narrativa y el uso de
artificios literarios, además de un análisis
psicológico.
• Libros de viajes: Junto con las biografías
particulares. Libro del conoscimiento de todos los
reinos e tierras e señoríos que son por el mundo
(1350-1360), escrito por un franciscano.
La ficción
Didactismo à La mayor parte de los textos prosísticos de
ficción tenían una intención moralizante, como hemos
visto al tratar de las colecciones de cuentos. La lectura
debía poseer un armazón ético-religioso y ser transmitido
cuidadosamente. Pero en algunos casos se dejaba un
margen de indeterminación en cuanto al sentido y la
enseñanza moral: aparece un nuevo sistema
interpretativo en el que los destinatarios deben valorar la
aceptabilidad del cuento, hermenéutica a la que recurre
el LBA. El didactismo evoluciona con El conde Lucanor,
puesto que, como vamos a ver más adelante, el autor se
proyecta en su obra y consigue un nuevo sentido de la
ejemplaridad.
Libro de caballerías y novela de aventuras à Relato que
prescinde de la finalidad moralizante para centrarse en la
creación de un universo ficticio: el libro de caballerías. Se
da una exaltación de los ideales caballerescos en un
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momento en que la nobleza abandona sus hábitos y se
hace cortesana. Surge entonces el héroe galante, cuyo
único móvil es la defensa de la justicia y el servicio de su
dama.
Tiene su origen en el roman courtois francés, de entre
cuyos temas destaca el ciclo bretón, que llega a la novela
de caballerías a través de Chrétien de Troyes en el siglo
XII, sobre las hazañas del rey Arturo, la búsqueda del
Santo Grial y los amores de Tristán e Isolda. En España,
las primeras versiones datan de finales del XIII-principios
del XIV: Estoria de Merlín, El baladro del sabio Merlín,
Demanda del Santo Grial…
La primera novela caballeresca autóctona, de principios
del XIV es el Libro del cavallero Zifar, atribuido al
arcediano Ferrand Martínez.
Reviste importancia el Amadís de Gaula en las huellas de
la narrativa del XVI. Lo que ha llegado es una refundición
de Garci Rodríguez de Montalvo publicada en 1508, pero
tenemos datos que permiten suponer que existía antes
de 1345.
4. DON JUAN MANUEL
Como dice Blecua, DJM es el primer autor español «que
ofrece una clarísima conciencia de escritor». Deyermond
dice de él que sobresalen su devoción a la orden de los
dominicos (para quienes fundó el monasterio de Peñafiel)
y su obsesiva y consciente ambición. Individualismo,
conciencia de originalidad. Preocupado por tener un
estilo personal: rechaza las citas de escritos anteriores y
usa su propia autoridad para avalar lo que dice. Cuida
la corrección de sus escritos, trata de ser claro y conciso,
aunque por instancias de terceros llegó a usar un estilo
que adelantaría en parte al usado en los Siglos de Oro. Un
ornamentum del ars dictaminis: apóstrofes, variación por
anáfora, quiasmos, frases paralelísticas, etc.
Didactismo .
Tiene dos tipos de influencias fundamentales: oriental,
árabe (por las fuentes y la introducción del “yo” en los
textos) e influencia cristiana ligada a la influencia general
de los dominicos en su vida. Mª Rosa Lida ha estudiado el
papel desempeñado por los dominicos: el castellano para
redactar sus escritos, toma cuentos (los de El conde
Lucanor), determina su pensamiento religioso y social
(defensa de la sociedad de ataques exteriores, sociedad
en tres estamentos —defensores, oradores, labradores,
recogida en el Libro de los estados—, poder real que
proviene de Dios, incluso cuando el rey no es cristiano
debe ser respetado; ortodoxia de la iglesia; rechazo de las
discusiones con herejes y judíos; veneración intelectual
por la Virgen).
Sobrino de Alfonso X, participó activamente en la política
desde el momento de la muerte de Sancho IV. Intenta ser
regente, cargo que consigue en 1319, no sin que hubiera
a partir de ese momento asesinatos e intrigas que hacen
que Alfonso XI se declare mayor de edad con trece años.
En 1336 toma partido por el rey de Portugal: se
consideraba igual a los reyes y ellos lo tomaban por un
igual.
Obra literaria
Puso cuidado en la redacción de los manuscritos y
depositó una copia de sus obras en el monasterio de
Peñafiel, que paradójicamente se perdió en un incendio.
Sus textos están contenidos en copias mediocres y
muchas se han perdido, aunque conocemos sus títulos
por el prólogo general a sus obras y el del Conde Lucanor.
La más moderna, según Blecua, es la del Prólogo general:
Libro del cavallero et del escudero: basado en el Libre del
Ordre de cavayleria de R. Llull, San Isidoro y las obras de
Alfonso el Sabio. Se basa en el método de preguntas y
respuestas. Trata problemas que entran en el campo de
la filosofía, religión, las ciencias naturales y la caballería.
Libro de los estados: Nueva versión de la leyenda de
Barlaam en el que se quiere enseñar a vivir bien y
prudentemente. Aparecen las ideas de DJM sobre su
época.
El conde Lucanor
Parece haber sido terminado el 12 de junio de 1335 (se
adelanta a Bocaccio). Pertenece a la tradición de cuentos
enmarcados, con un leve hilo argumental: la
conversación que mantiene un conde con su consejero
que da coherencia a los 51 cuentos.
La estructuración tiene las mismas pautas: el conde
plantea un problema a Patronio, quien le responde con
un cuento del cual se extrae una conclusión que contiene
la solución al conflicto, solución que una vez aceptada es
generalizada por el autor.
Carácter original (Deyermond): tendencia generalizadora
que surge de la leyenda que sirve de marco y que luego
corrobora DJM; que el autor se introduzca a sí mismo en
la obra como un personaje más en tercera persona, de
foram que sirve de puente entre el relato y los propios
lectores.
Fuentes: cuentos de diversas procedencias. Sabe vivificar
tremendamente el relato, comunicarle gran movilidad. El
- Libro de las armas
- Castigos y consejos a su
hijo
- Libro de Patronio
- Libro de los estados
- Libro del cavallero et del
escudero
- Libro de la caballería
- Crónica abreviada
- Crónica complida
- Libro de los engennos
- Libro de la caza
- Libro de las cantigas
- Reglas de trovar
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tema y el argumento de los cuentos no es original, pero
sí la recreación concreta del autor.
Hay un corte que divide la obra en dos partes, distintas
por el estilo empleado: la primera parte está escrita en
un estilo más sencillo, las II, III y IV tienen un estilo más
complejo con sintaxis distorsionada, por causa de la
insistencia de su amigo Jaime de Jerica. La quinta sección
del libro explica cuáles son las cosas que hay que conocer
para entrar al Paraíso.
La parte más interesante es la de los relatos:
- Exemplo III «Del salto que fizo el rey Richalte de
Inglaterra en la mar contra los moros», usado por
Tirso de Molina en El condenado por
desconfiado.
- E. VII. «Doña Truhana», quizás inspirado en un
cuento de Calila e Dimna y origen del popular
cuento de la lechera.
- E. X, «HOmne que comía atramuces» cuyo tema
será el de la décima de La vida es sueño «Cuentan
de un sabio que un día…»
- E. XXXII, «El mancebo que casó con mujer brava»,
situado en la España andalusí y tema de La dama
de la bravía de Shakespeare.
Frente al Decamerón, no hay notas eróticas, sino que se
ensalza la fidelidad y prevé un público amplio en el que
las mujeres están incluidas (declarado en “commo se
engendra”).
La intencionalidad didáctica recorre toda la obra.
Valoración ideológica:
- Ideario de la alta nobleza que aspira a un sentido
universal, para lo que cuenta con la lengua
supranacional: el latín, al que DJM quiere que su
obra se traduzca.
- Prudencia en política.
- Moral aristocrática racional.
- Actividad como virtud esencial.
CONCLUSIÓN
à La historiografía medieval de Alfonso X, como
interpretación del pasado, presente y futuro a través de
Dios. Una lectura del Libro + elemento de razón que debía
beneficiar al señor y al súbdito.
à Relatos breves al servicio de una lección, bien sea
religiosa, bien defensora de una esfera laica, como las
colecciones orientales. Son raros los casos de finalidad
cómica, frente a los fabliaux franceses (excepto algunos
episodios del Libro del buenamor).
à Sólo contamos con una parte mínima de los relatos
breves que circularían en la Edad Media, y el hecho de
fijarlos por escrito implica, en gran medida, dotarlos de
una utilidad, principalmente para la didáctica religiosa. à
Proceso de desacralización con DJM, quien usó viejas
anécdotas para defender una sociedad estamental en
crisis.
à DJM, el autor del Libro del cavallero Zifar y Juan Ruiz
son quienes superan los motivos y argumentos antiguos
que utilizan y abren camino a lo que será la “novella”.
Sólo a partir del S. XV se hará visible la confusión entre
dos universos culturales: la ejemplaridad medieval
convive ya con algunas formas narrativas, desprovistas de
aparente utilidad.
à El que haya sentidos múltiples, que los narradores no
sean del todo fiables, hace que la lectura se vuelva lo que
Steiner diría “un placer difícil”.
BIBLIOGRAFÍA
Ballesteros Berreta, A. (1963), Alfonso X el Sabio, CSIC,
Barcelona: Salvat.
Blecua, J. M. (1969) Edición de El Conde Lucanor,
Valencia: Castalia.
Castro y Calvo, J.M y Riquer, M. Eds. (1955), Obras de don
Juan Manuel, Barcelona: Clásicos hispánicos.
Deyermond, A. (1979), Historia y crítica de la literatura
española, Vol. I, Edad Media, Barcelona: Crítica.
Fernández Ordóñez, I. «El taller historiográfico alfonsí. La
Estoria de España y la General Estoria en el marco
de las obras promovidas por Alfonso el Sabio»
González Jiménez, M. (2004), Alfonso X el Sabio,
Barcelona: Ariel.
Lacarra, M.J. (1999), Cuento y novela corta en España
(Edad Media), Barcelona: Crítica.
Lida de Maldiel, M. R. (1976), El cuento popular y otros
ensaños, Buenos Aires: Losada.
---- (1966) «Tres notas sobre Don Juan Manuel», Estudios
de literatura española y comparada, Buenos Aires:
Eudeba.
López Estrada, F. (1974), La prosa medieval (Orígenes, S.
XIV), Madrid: La Muralla.
Pedraza Jiménez & Rodríguez Cáceres (2012), Las épocas
de la literatura española, Barcelona: Ariel.
Rico, F. (1972), Alfonso el Sabio y la «General Estoria»,
Barcelona: Ariel