1. ¿Qué es un delito?
Los delitos son acciones que dan lugar, según los legisladores, a hechos
merecedores de un castigo. Los diferentes tipos de delitos están regulados en
el Código Penal. Estas acciones y su castigo serán investigadas y enjuiciadas, por
el derecho procesal penal en el proceso que corresponda, por la comisión de uno o
varios delitos.
¿Qué es el dolo?
Es la conciencia y voluntad de una persona para realizar una o varias acciones
que supongan un daño o perjuicio a otra persona.
Para entenderlo mejor, el autor del hecho, quería cometer dicha acción y la
consecuencia de la realización de esta acción es el perjuicio a la otra persona.
A partir del dolo podemos agrupar los delitos en dolosos o no dolosos.
Ejemplo: Voy a una tienda de bisutería y cojo un collar, me lo meto en el abrigo y
me voy sin pagarlo. Esto es un delito doloso de hurto.
Cuando cogí el collar yo ya sabía que me iba a ir sin pagarlo y además soy
consciente, que yéndome sin pagar el collar la tienda tendrá una pérdida de dinero.
Aunque casi todos los delitos van a ser considerados dolosos hay algunos casos de
delitos por imprudencia que no deben considerarse dolosos.
Ejemplo: un atropello con resultado de muerte porque el conductor no vio a una
persona que cruzaba por donde no debía.
Clases de dolo
Dolo directo de primer grado
El autor de la acción provoca un daño de manera voluntaria. El resultado de esta
acción es el fin que quería conseguir el autor.
Ejemplo: Una persona fuerza la puerta de una casa para entrar a robar y se lleva un
jarrón chino de incalculable valor que sabía que estaba en esa casa.
Dolo directo de segundo grado
El resultado de la acción que el autor realiza no es el fin último planeado por dicho
autor, pero este sabe que se producirá, pues esta acción es necesaria para
2. conseguir el fin planeado. En un mismo acto se pueden cometer más de un delito
doloso.
Ejemplo: El resultado de forzar la puerta de la casa es romper la cerradura y, romper
dicha cerradura es necesario para poder entrar a robar el jarrón chino, que es el fin
último de las acciones que el autor está realizando.
Dolo eventual
Se produce cuando el autor no descarta que se pueda producir algún tipo de daño
derivado de la acción que va a realizar, pero, aun así, realiza la acción.
Se cataloga igualmente de delito doloso a este tipo de delitos, aunque se haya
producido de manera eventual.
Ejemplo: Unos ladrones de bolsos van subidos en una moto y por el método del
tirón van a robar el bolso a una señora mayor. Es probable que al tirar del bolso con
la moto en marcha puedan tirar a la señora y hacerla daño. Aun así, deciden tirar
del bolso y finalmente la señora cae y se golpea con la acera.
LA CULPA
La culpa es una imputación que se realiza a alguien por una conducta que generó
una cierta reacción. También se conoce como culpa al hecho que es causante de
otra cosa. Por ejemplo: “La familia del actor asegura que la estrella se suicidó por
culpa del acoso periodístico”, “Mi abuelo tuvo que abandonar el país por culpa de la
persecución política”, “La televisión no sirve más por culpa de la tormenta eléctrica
que quemó los circuitos”.
En el ámbito del derecho, la culpa hace referencia a la omisión de diligencia exigible
a un sujeto. Esto implica que el hecho dañoso que se le imputa motiva su
responsabilidad civil o penal. La culpa, por lo tanto, consiste en la omisión de la
conducta debida para prever y evitar un daño, ya sea por negligencia, imprudencia
o impericia.
Un delito culposo está dado por el acto o la omisión que genera un resultado que
es descrito sancionado por la ley penal. El culpable debería haber previsto dicho
resultado; en cambio, no actuó con el cuidado que debía.
La culpa implica un accionar imprudente y descuidado. El dolo, en cambio, está
dado por el conocimiento y la voluntad de realizar una conducta punible que
3. constituye un delito. Un hombre que dispara contra otro tiene intención de herirlo
(existe dolo); en cambio, si una persona está limpiando un arma y se dispara por
error, es culpable aunque no exista el dolo.
Para la psicología, por último, la culpa es una acción u omisión que genera un
sentimiento de responsabilidad por un daño causado: “Siento que, por mi culpa, mi
hija sufrió demasiado”.
La culpa como medida de control
En muchas ideologías se utiliza la culpa como una medida de control. A través de
mecanismos emocionales, se consigue que los sujetos que se desea dominar
asuman una culpa que ha sido dictaminada por el poder hegemónico; esto los
vuelve vulnerables y capaces de enfrentarse a lo que haga falta con tal de no obrar
de forma incorrecta.
El sentimiento de culpa es uno de los mayores problemas que invaden nuestra vida.
Desde pequeños nos aturden con él, demostrándonos que no somos libres y que
todo lo que hagamos repercute en la vida de los otros, aun si lo que hacemos es
auténticamente nuestro. Nos enseñan a entender la vida en base a obligaciones y
responsabilidades. No nos educan para ser libres sino para depender de los otros
de una forma enfermiza. Todo esto alimenta un circulo vicioso de infelicidad donde
la felicidad individual parece no ser importante.
Si bien en la vida en sociedad es necesario que todos pongamos nuestro granito de
arena para poder llevar una existencia ordenada, a veces confundimos armonía con
sumisión. Si hay algo que nos daña como individuos debemos trabajar por eliminarlo
de nuestra vida, aun si resolver aquello exige que rompamos una relación con otra
persona. Dañar a los demás es algo inevitable porque cada uno percibe el mundo
a su manera, pero cuando el daño no ha sido el objetivo de nuestro accionar, sino
la búsqueda de nuestra propia libertad ¿cuál puede ser realmente el problema?
En la educación religiosa el sentimiento de culpa es un arma de manipulación que
consigue que muchos individuos, después de haberse salido de la Iglesia hace
mucho tiempo, continúen sufriendo esa angustia y ese ahogo causado por la culpa.
En la moral la culpa ocupa un lugar fundamental para «obligar» a los fieles a obrar
de la forma en la que la Iglesia considera que todos deberíamos actuar; de no
hacerlo, el individuo se verá condenado a una vida de tortura psicológica que podría
llevarlo a desarrollar una tristeza profunda y la imposibilidad de luchar por sus
propios deseos.
4. Diferencia entre dolo y culpa
La diferencia entre el dolo y la culpa es la mala fe como elemento característico
del dolo.
La culpa, particularmente, puede ser consciente o no, pero quien realiza una acción
de la cual se obtiene como resultado un daño o perjuicio para un tercero, no persigue
dicho fin de manera consciente.
La definición característica de la culpa es el resultado de ejecutar una acción por la
falta de observancia de los cuidados necesarios derivados de ejecutar dicha acción.
El autor tendrá la culpa de los daños o lesiones producidos en los siguientes casos:
Por la falta del cuidado necesario en la ejecución de la acción.
Por el mero descuido al ejecutar dicha acción
Por no prever las consecuencias del resultado de realizar la acción.
En general, se tendrá culpa por la producción de una lesión de un daño al ejecutar
una acción y no preocuparse de los posibles resultados de ejecutar aquella.
Las clases de culpa pueden ser:
1. Culpa consciente: Quien ejecuta la acción prevé el resultado, pero confía en que
no se produzca. Ejemplo: un peatón junto con su hijo pequeño cruza una calle por
un sitio por donde no debe confiando en que no va a pasar ningún coche, pero
puede que pase alguno y las consecuencias pueden ser nefastas.
2. Culpa inconsciente: Quien ejecuta la acción no ha previsto el resultado que se ha
dado finalmente. Ejemplo: Un conductor transita por una vía a velocidad adecuada,
de repente, en un paso de peatones, empiezan a cruzar dos personas, intenta frenar
pero al coche le fallan los frenos, siendo estos dos peatones atropellados.