La ira es una emoción que aumenta el ritmo cardíaco y la presión arterial. Puede ser útil para enfrentar amenazas, pero dificulta el aprendizaje al desviar la atención y paralizar la memoria. Para regular la ira, es necesario implementar técnicas de relajación y reestructurar pensamientos de manera positiva con ayuda de un psicoterapeuta. La terapia cognitivo-conductual es útil para crear conciencia sobre los impulsos de ira y desarrollar estrategias de resolución
1. UNIVERSIDAD YACAMBÙ
FACULTAD DE HUMANIDADES
PROGRAMA DE LICENCIATURA EN PSICOLOGÌA
MODALIDAD DE ESTUDIOS A DISTANCIA
Autor (a):
María De los Ángeles Araujo Rivera
C.I: 26.123.457
Valera, Julio 2017
2. La ira, rabia , enojo o furia es una emoción
que se expresa a través del resentimiento o
de la irritabilidad. Los efectos físicos de la
ira incluyen aumento del ritmo cardíaco, de
la presión sanguínea y de los niveles de
adrenalina y noradrenalina. Algunos ven la
ira como parte de la respuesta cerebral de
atacar o huir de una amenaza o daño
percibidos. La ira se vuelve el sentimiento
predominante en el comportamiento,
cognitivamente, y fisiológicamente cuando
una persona hace la decisión consciente
de tomar acción para detener
inmediatamente el comportamiento
amenazante de otra fuerza externa
3.
4. Es necesario regular la
intensidad de la emoción
(ira) para evitar el bloqueo
inconsciente de la
información.
La ira dificulta la
asimilación de
conocimientos en
muchas ocasiones
impidiendo
totalmente el proceso
de aprendizaje.
La ira desvía la
atención y paraliza
la memoria activa,
vital para aprender.
Los centros nerviosos y
los neurotransmisores que
regulan las emociones y la
motivación están
involucrados en el proceso
de aprendizaje.
5. Para la modificación de esta, es necesario implementar técnicas de
relajación que permitan experimentar la calma ante sentimientos de
enojo, así mismo la reestructuración de cognitiva mediantes una
apreciación mas positivas de las adversidades, identificar y resolver
los distintos inconvenientes que la puedan desencadenar, se dice que
en ocasiones que el humor puede ayudar a calmar la rabia, nos ofrece
una perspectiva mas equilibrada y relativiza de los hechos, para de
esta manera generar bienestar general en el individuo.
Así mismo, la ayuda de un psicoterapeuta influye decisivamente a
gestionar este tipo de reacciones emocionales, que el paciente pueda
gestionar y controlar su ira.
6. Trastorno explosivo
intermitente
Trastorno de estrés
postraumático
Depresión mayor
Trastorno de
personalidad limite
Trastorno de
personalidad antisocial
Enfermedades de eje III
(Hipertensión esnecial,
enfermedad coronaria
7. Para mejorar el manejo de la ira se emplea ampliamente la terapia
cognitivo-conductual, lo cual a partir del reconocimiento de los impulsos
de ira pretende:
Crear un nivel de conciencia sobre los
impulsos.
Controlar los pensamientos negativos
relacionados.
Gestionar el estrés emocional derivado al
episodio de ira.
Desarrollar estrategias para resolver
conflictos adecuadamente .