Definición de ira. Localización de la ira en el cerebro. Influencias del aprendizaje. Modificaciones y tolerancia. Trastornos comunes. Tratamiento a estas reacciones.
2. LA IRA: definición
Es una respuesta evolutiva que
permite a las personas enfrentar las
amenazas. Según la psicología hay
tres tipos de ira son reconocidos por
los psicólogos:
• La ira precipitada y repentina:
conectada al impulso de
autopreservación. Es compartida
por humanos y animales y ocurre
cuando se sienten atormentados o
atrapados.
• La ira estable e intencionada:
una reacción a una percepción de
daño o trato injusto por otros de
manera malintencionada.
• La ira recurrente: es decir, no es
episódica, como las anteriores, y
está relacionada más con los
rasgos de carácter que con los
instintos o pensamientos.
3. LOCALIZACIÓN DE LA IRA EN EL CEREBRO
La amígdala juega un papel importante en la aparición de la ira y de las
reacciones emocionales violentas, con aumento de la actividad subcortical. La
corteza prefrontal juega un papel importante en la supresión de tales
conductas, haciéndonos ver sus consecuencias negativas. Cuando se produce
una reacción de enfado, se activan la corteza orbitofrontal y prefrontal medial.
El aumento de actividad de las neuronas serotoninérgicas se asocia con la
agresión, la violencia y la asunción de riesgo.
4. INFLUENCIA DEL
APRENDIZAJE
Las emociones son fenómenos de
carácter biológico y cognitivo, que
tienen sentido en términos
sociales. En el caso de la ira:
Dificulta la asimilación de
conocimientos, impidiendo, en
algunas ocasiones, el proceso de
aprendizaje.
Desvía la atención y paraliza la
memoria activa vital para
aprender
Los centros nerviosos y los
neurotransmisores que regulan
las emociones y la motivación
están involucrados en el proceso
de aprendizaje.
Es necesario regular la
intensidad de la emoción (ira)
para evitar el bloqueo
inconsciente de la información.
5. MODIFICACIONES
Y TOLERANCIA
La ira puede ser suprimida, para
poder redirigirla, dejando de
focalizarnos en el sentimiento de
enfado y centrándonos en algo
positivo, inhibiendo la rabia y
convirtiéndola en un
comportamiento más
constructivo. El peligro es que si no
se permite su expresión externa, la
ira puede volverse contra uno
mismo. Las personas que se enojan
con facilidad, por lo general tienen,
baja tolerancia a la frustración, no
pueden tomar las cosas con calma,
particularmente si la situación
parece de alguna manera
injusta. Socioculturalmente, la ira se
considera un sentimiento negativo,
no se permite mostrar nuestro enojo,
con la consiguiente dificultad para
aprender mecanismos que nos
permitan manejarlo
constructivamente.
6. TRASTORNOS COMUNES
Trastorno Explosivo
Intermitente:
caracterizado por
expresiones extremas de
enfado, a menudo hasta el
punto de rabia incontrolada,
que son desproporcionadas
respecto a las circunstancias
en que se producen.
Trastorno de Estrés
Postraumático:
hace que se sienta estresado
y con temor luego de pasado
el peligro
Depresión mayor:
Se presenta cuando los
sentimientos de tristeza,
pérdida, ira o frustración
interfieren con la vida diaria
durante un largo período de
tiempo.
Trastorno de Personalidad
Límite:
se caracteriza primariamente
por inestabilidad emocional,
pensamiento extremadamente
polarizado y dicotómico,
impulsividad y relaciones
interpersonales caóticas
Trastorno de Personalidad
Antisocial:
persona tiene un patrón
prolongado de manipulación,
explotación o violación de los
derechos de otros. A menudo
este comportamiento es
delictivo.
Hipertensión esencial y
enfermedades coronarias
7. TRATAMIENTO
Hoy en día se emplea
ampliamente la Terapia
Cognitivo-Conductual, cuyo
objetivo principal es reconocer
los impulsos de la ira con la
finalidad de:
• Crear un nivel de conciencia
sobre esos impulsos
• Controlar los pensamientos
negativos relacionados
• Gestionar el estrés emocional
derivado de los episodios de
ira
• Desarrollar estrategias para
resolver conflictos
adecuadamente
8. BIBLIOBRAFÍA Y REFERENCIAS
ELECTRÓNICAS
• Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales, DSM-IV-TR. Barcelona. American
Psychiatric Association (APA). 1997.
• BISQUERA, R.: Educación Emocional y Bienestar.
Barcelona. Ed. Praxis. 2000
• REME: “Aproximaciones a la emoción de la ira: De la
conceptualización a la intervención psicológica”.
Revista electrónica de Motivación y Emoción.
Volumen XI. Junio. 2008.