2. Lesiones del miembro inferior
Las lesiones más frecuentes del miembro inferior se
producen en la rodilla, la pierna y el pie; las lesiones de
las caderas constituyen incluso menos del 3 %.
• Durante los estirones del
crecimiento, los huesos crecen
realmente más rápido que los
músculos que están insertados. La
tensión combinada sobre las láminas
epifisarias debida a la actividad física
y al crecimiento rápido produce
irritación y lesión de las láminas y del
hueso en desarrollo (osteocondrosis).
Los adolescentes son los más
propensos a sufrir estas lesiones
3. Traumatismos del hueso coxal
Las fracturas del hueso coxal se
denominan fracturas pélvicas
• fracturas por avulsión del hueso
coxal: Una pequeña parte del hueso,
junto con una porción de tendón o
ligamento unido a él, es
«avulsionado»
• Estas fracturas se producen en los
procesos
fractura de la cadera suele aplicarse (de
forma inadecuada) a las fracturas de la
cabeza, el cuello o los trocánteres femorales
4. Coxa vara y coxa valga
coxa vara
• Cuando el ángulo de
inclinación disminuye
• El término «vara» o
«varus» describe
cualquier hueso o
articulación de un
miembro que está
deformado de modo
que el componente
distal se desvía hacia
la línea media
coxa valga
• cuando el ángulo de
inclinación aumenta
• El término «valga» o
«valgus» describe un
hueso o una
articulación de un
miembro que está
deformado de modo
que el componente
distal se aleja de la
línea media
5. Deslizamiento epifisario de la cabeza del
fémur
traumatismo agudo o a
microtraumatismos de repetición
• En los niños mayores y los
adolescentes, la epífisis de la cabeza
del fémur puede alejarse del cuello
del fémur a causa de la debilidad de la
lámina epifisaria
La epífisis suele deslizarse lentamente y
causa una coxa vara progresiva.
6. Fracturas del fémur
fracturas
intracapsulares: que se
producen en el interior
de la cápsula de la
articulación coxal
Las fracturas de la
porción proximal :
• transcervicales (parte
media del cuello)
• Intertrocantéreas
• suelen deberse a un
traumatismo indirecto
(tropezar o descender
con fuerza, como de un
bordillo o un escalón).
fracturas del trocánter mayor y del
cuerpo del fémur: suelen deberse a
un traumatismo directo y son las
más frecuentes durante los años
de mayor actividad
fracturas de la porción distal
del fémur
• pueden complicarse por la
separación de los cóndilos,
lo que provoca una
alteración de la alineación
de las caras articulares en la
articulación de la rodilla, o
por hemorragia de la gran
arteria poplítea que discurre
directamente sobre la cara
posterior del hueso.
7. Fracturas de la tibia
El cuerpo de la tibia es el lugar de
fractura más frecuente y también la que
tiene una peor irrigación
• Como su cara anterior es subcutánea,
el cuerpo de la tibia es la localización
más frecuente de fracturas abiertas
• La fractura de la tibia a través del
conducto nutricio predispone a la no
unión de los fragmentos óseos a
causa de la lesión de la arteria nutricia
8. Las fracturas transversas por
sobrecarga del tercio inferior
de la tibia
• habituales en las personas
que realizan grandes
caminatas antes de estar
preparados para esta
actividad.
• La sobrecarga puede
fracturar la cortical anterior
de la tibia. La violencia
indirecta aplicada sobre el
cuerpo de la tibia cuando el
hueso gira con el pie fijo
durante una caída puede
producir una fractura
fractura en diagonal
• suelen asociarse a un
acortamiento del miembro,
por el encabalgamiento de
los fragmentos de fractura
• Con frecuencia, durante la
práctica del esquí se
produce una fractura por
una caída hacia delante a
gran velocidad, que angula
la pierna sobre la rígida
bota de esquí, produciendo
una fractura «por encima
de la bota»
9. Fracturas que afectan a las láminas epifisarias
• El centro de osificación primario del
extremo superior de la tibia une el cuerpo
de la tibia durante la adolescencia
• Las fracturas de la tibia en los niños son
más graves cuando afectan a las láminas
epifisarias, porque puede verse afectado el
crecimiento normal continuo del hueso.
• . La rotura de la lámina epifisaria en la
tuberosidad de la tibia puede causar
inflamación de ésta y dolor crónico
recidivante durante la adolescencia
(enfermedad de Osgood-Schlatter).