1. Juegos para la motricidad gruesa:
Hacerle un pequeño circuito con obstáculos. Por el
espacio en el que él se vaya a desplazar, ponerle cajas
(con distintos pesos y tamaños), cojines, juguetes…
cualquier cosa que le vaya a estorbar y que implique que
él se mueva para liberar el camino o buscar un camino
nuevo.
Esconder un juguete que haga ruido debajo o detrás de
cojines, cajas, la puerta, algún mueble… para que él
tenga que encontrarlo.
Juegos de tacto:
Ofrecerle una caja llena de cosas con diferentes
texturas pero que no sean juguetes (un estropajo, un
corcho de botella, un tubo de pvc, una cuchara, un
calcetín, una esponja, un trozo de cartón…) y meterle
las manitas o los pies para que vaya tocando. También
se le puede tocar a él con las distintas cosas para que
note las texturas.
Motricidad fina:
Ponerle pegatinas en las manos o en distintas partes del
cuerpo para que se las quite.
Hacer un agujero en una caja de cartón y darle
distintos objetos para que los meta por el agujero.
Ofrecerle rotuladores gruesos para que él los coja y
haga rayas o puntos en una hoja.