La pedagogía antiautoritaria surge de la crítica a la escuela tradicional autoritaria entre las dos guerras mundiales en Europa. Se caracteriza por principios como la libertad del estudiante, enseñanza centrada en el estudiante, autogobierno del grupo y no usar premios o castigos. Los objetivos son erradicar sentimientos de opresión en los estudiantes y crear personas libres y autónomas para formar una sociedad similar.