El documento trata sobre el comportamiento humano y el aprendizaje. Explica que el comportamiento está determinado por factores tanto internos como externos y que desde la antigüedad se ha tratado de estudiar y comprender el comportamiento humano para mejorar la vida de las personas. También discute que el aprendizaje ocurre principalmente a través de la imitación y que los niños tienden a imitar a sus padres, maestros y otros. Finalmente, explica que tanto factores genéticos como ambientales influyen en el desarrollo del comportamiento humano.
1. DEFINICIÓN Y COMPRENSIÓN DE LA CONDUCTA DEL SER HUMANO EN
SITUACIÓN DE APRENDIZAJE
El comportamiento humano es el conjunto de actos exhibidos por el ser humano y
está determinado por absolutamente todo el entorno en que se vive; tiene
influencias más sociales, es decir, del sentido común como la cultura, los valores
culturales, los valores de la persona, la ética, el ejercicio de la autoridad, la relación,
la hipnosis, la persuasión, la coerción e influencias más propios de cada individuo
como la genética, los gustos, etc.
El comportamiento humano desde los inicios de su historia se ha tratado de estudiar
y comprender, esto para tratar de aprovechar sus características en el desarrollo de
actividades o mejorarlo para permitirle al mismo vivir de una mejor manera, ya sea
observando sus fortalezas, mejorando esos aspectos y tratar de disminuir las
debilidades aumentando la atención en los puntos en los que generalmente el ser
humano suele fallar.
Muchos consideran el comportamiento humano algo muy complicado, sin embargo
no lo es, puesto que desde sus inicios el ser humano ha demostrado su interés de
aprender sobre lo que lo rodea y aprovecharlo para su beneficio y comodidad, si
bien el ser humano es curioso, también es creativo, al inventar toda una serie de
formas para comunicarse, desde el lenguaje por señas, el escrito, incluso el oral,
entre otras muchas más cosas que ayudaron a facilitar la vida del ser humano, así
como su supervivencia. Otro aspecto importante sobre la forma de ser de las
personas es el hecho de la manera en la que éstas aprenden; siendo esto la
imitación, este recurso es muy utilizado por el ser humano desde la antigüedad,
evidentes ejemplos de esto es el hecho de que mediante la copia o imitación se
aprende a hablar o caminar. Algunos de los inventos se basan en la imitación de la
naturaleza como lo es el caso de los aviones, imitando la anatomía de las aves o el
del helicóptero, siendo muy parecido a las libélulas. El aspecto del comportamiento,
en el cual las personas deben poner atención, es el hecho que la imitación esta
presente y posee mucha relevancia ya que desde la infancia se fomenta el imitar
como una manera de aprender, así se aprende a hablar, caminar entre otras cosas;
de esta manera muchos prácticamente adoptan la personalidad de otra persona,
por lo cual las personas deben tener cuidado en su forma de actuar, ya que aquellos
quienes tienden a copiar lo que ven son los infantes que siempre tienen en mente
ser como su “héroe” es decir a quien admiran.
En primera instancia, se tiene a los padres o tutores encargados de los infantes
como figura, de los cuales, en sus primeros pasos tendrán como ejemplo durante
esta etapa. El comportamiento humano de los infantes, es en su mayoría, el reflejo
de lo que observa y oye en su entorno, como su hogar, la escuela o los lugares a
los que normalmente concurre, así como de las personas de las que se rodea,
padres, hermanos, familia en general, maestros, compañeros, etc.
Cuando el infante empieza a dejar la infancia para convertirse en preadolescente,
empezaran cambios físicos y psicológicos, que drásticamente irán en torno a su
2. comportamiento humano, ya que la etapa de cambio, genera la entrada a un nuevo
modo de pensar, se viven situaciones muy diferentes que en los primeros años de
vida.
El comportamiento de la persona (así como de otros organismos e incluso
mecanismos), cae dentro del rango de lo que es visto como lo común, lo inusual, lo
aceptable y por fuera de los límites aceptables. En sociología el comportamiento es
considerado como vacío de significado, no dirigido a otro sujeto y por lo tanto una
acción esencialmente humana. El comportamiento humano no puede confundirse
con el comportamiento social que es una acción más desarrollada y que está dirigido
a otro sujeto. La aceptación del comportamiento es relativamente evaluada por
la norma social y regulada por diferentes medios de control social.
El comportamiento de la gente es estudiado por las disciplinas académicas de
la psicología, la sociología, la economía, la antropología, la criminología y sus
diferentes ramas.
Relación con su entorno: el hábitat del hombre no adaptación sino transformación.
El animal está vinculado a su entorno. Entorno en el que encuentra satisfacción a
sus estímulos y eso le basta. Es verdad que el hombre también busca la satisfacción
de sus instintos pero, al mismo tiempo, se hace cargo de mucho más, conoce otras
muchas realidades y se interesa por ellas aunque no le sean útiles ni le proporcionen
una satisfacción.
Para la ardilla no existe la hormiga que sube por el mismo árbol. Para el hombre no
solo existen ambas sino también las lejanas montañas y las estrellas, cosa que
desde el punto de vista biológico es totalmente superfluo.
El animal capta y conoce una parte del mundo lo que necesita del mundo, y eso es
para él "Todo el mundo". El hombre está abierto a todo el mundo, o mejor, a todo el
ser.
DESARROLLO DEL SER HUMANO
La finalidad de todo organismo y con él de su especie es conseguir la
supervivencia para llevar a cabo el trasvase generacional del genotipo
mediante el acto reproductor. Para sobrevivir el organismo adopta una
conducta dirigida a la obtención de alimento y por otro, elabora una estrategia
efectiva para vivir de sus enemigos tróficos. Todo ser humano crece con un
instinto o manera de supervivencia.
Los genes juegan gran parte en esta conducta o instinto del ser humano.
Estos comportamientos son determinados tanto por herencia como por el
ambiente, cada uno contribuyendo diferentes grados de reacciones
particulares. Las reacciones son limitadas por la habilidad del individuo de
detectar y responder al estímulo presentado. El comportamiento tiene
algunas conductas que son innatas, estas ocurren cuando la acción debe ser
realizada correctamente desde la primera vez. Estos tipos de conducta rara
3. a la vez son genéticamente modificadas y están hechas a nivel de población.
Además de las conductas innatas tenemos un comportamiento que se puede
desarrollar en un ambiente flexible o estricto. En un ambiente flexible es fácil
poder modificar el comportamiento por las diferentes experiencias e
instituciones. Esto hace que la conducta sea adaptativa, en cambio un
ambiente estricto deja poco lugar para influencias externas haciendo difícil la
modificación del comportamiento que ya posee.
COMPORTAMIENTO DE LA CONDUCTA
El comportamiento, es un aspecto social de la conducta humana, de tal modo
que, el comportamiento social puede ser definido como el conjunto de pautas
de conducta que organizan la relación entre los individuos que conforman un
grupo, el modo de actuación de éste, en su globalidad, con respecto al medio
en el que habita, existiendo una finalidad de carácter adaptativo que le
convierte en una de las claves esenciales del proceso evolutivo, al estar
constantemente sometido a la variación de los criterios selectivos y, por tanto,
a los selectores directos del cambio.
Las prácticas culturales usualmente tienen una gran influencia en diferentes
tipos de comportamientos sociales. Este fenómeno de prácticas culturales se
origina cuando el repertorio de dos o más individuos crean una unidad
duradera que posee la posibilidad de durar más allá del tiempo de esos
individuos. Las prácticas que se pasan de generación en generación por
décadas, pasando por un proceso evolutivo a nivel cultural, son los que más
influencia tienen en nuestra realidad. Esto hace que en estas prácticas
culturales el comportamiento de una persona influya el comportamiento de
otra persona que influye a la otra persona como una concatenación de
acontecimientos. Esto crea la misma estructura cultural que se construye por
los diferentes comportamientos de la sociedad. A su vez la cultura influye el
proceso de socialización de los jóvenes por las diferentes instituciones.
¿QUÉ HAY DETRÁS DE NUESTROS COMPORTAMIENTOS?
Un antiquísimo debate diferencia claramente las dos posiciones encontradas que
han marcado las diferencias entre los que afirman que toda conducta es
predeterminada genéticamente, o que todo es innato e impreso en los genes desde
nuestra concepción, y los que con la misma rotundidad afirman que todo es
adquirido, que las condiciones culturales conforman las conductas de los individuos.
A pesar de los abanderamientos, febriles en muchos casos, por una u otra postura,
cada día la biología aporta más datos que permiten suponer que en la especie
4. humana hay genéticamente más información predeterminada de la que se sabía, y
por otra parte, como afirman las ciencias sociales, cada día es más difícil detectar
en los adultos la diferencia entre aquello con lo que se nace y lo que realmente es
adquirido.
En la práctica, mientras los científicos aportan sus propias conclusiones, es mucho
más sensato, eficaz y seguro, pensar que todo es adquirido, ya que en el mundo de
los adultos, es prácticamente imposible diferenciar lo innato de lo adquirido. El
adulto es un ser «como es en ese momento», y como tal hay que actuar con él.
LO QUE APRENDEMOS
Aprender es, según la mayoría de los expertos, cambiar de conducta con cierta
permanencia. Desde este punto de vista, casi todo el bagaje ideológico, cultural,
social, de valores o de necesidades, es adquirido. Los medios de comunicación, en
pleno impacto de una sociedad cuya base es la información homogeneizan a todos
los seres humanos. Es a través de esa situación de hecho desde la que hay que
descubrir los aspectos individuales de cada persona de la especie humana y tomar
decisiones en cuanto a sus necesidades de aprendizaje.
Lo innato, en la práctica, no deja de ser un sustrato, digno de tener en cuenta, pero
que afecta muy poco o nada, la propia personalidad del adulto en formación.
El aprendizaje lo definimos como el cambio de conducta que con cierta
permanencia se produce en los individuos de la especie humana. Por esa razón las
acciones formativas deben poseer un sentido del reposo, de la estabilidad y de la
reflexión que permita que las cosas queden en la memoria a largo plazo, evitando
todo aquello que lleve a la rapidez, al aprendizaje memorístico y a todas las
actuaciones irreflexivas.
LO QUE SE PERCIBE DE LA REALIDAD
La percepción es el proceso mediante el cual un individuo adquiere una sensación
interior que resulta de la impresión material hecha en los sentidos. Esta sensación
puede ser consciente o inconsciente. A la percepción inconsciente, por estar bajo el
límite de la consciencia, o subconsciente, le llamamos percepción subliminal. Los
ojos, los oídos, las terminaciones nerviosas de la piel son el primer medio de
contacto con el medio ambiente. El cerebro percibe por miles o millones de canales,
los llamados perceptores, que tanto son los denominados sentidos tradicionales
como cualquier otro lugar o forma de hacer que un estímulo penetre en el cerebro.
La información pasa por sistemas de codificación, que aceptan (motivación), o
rechazan el estímulo. El sistema nervioso convierte información en impulsos
eléctricos que trasmite al cerebro donde producen cadenas de reacciones eléctricas
y químicas. El resultado es la conciencia interna de un objeto o de un suceso. La
percepción precede a la comunicación y ésta deberá conducir al aprendizaje.
5. El profesor no debe olvidar que en el proceso cognitivo de cualquier aprendizaje
existe lo que se llama memoria a corto plazo, que es la que hace que actuemos con
informaciones recibidas en el momento, o que rescatamos del cerebro, del
consciente o del inconsciente, con el fin de trabajar con ella durante cortos espacios
de tiempo. Algunos científicos afirman que esta memoria solamente está retenida
durante espacios no mayores de media hora. Si las clases duran más, es probable
que esta memoria pueda retenerse mayor espacio de tiempo, debido al debate, al
interés momentáneo que despierta una situación, o a la capacidad que el profesor
tenga de mantenerla en el interés del alumno. Para ello están las actividades de
clase.
La memoria a largo plazo es la que genera realmente aprendizaje, conductas
duraderas. Sin las actividades de las que hablábamos antes, es imposible que el
alumno logre «aprender». Sin embargo, no podemos considerar verdadero o eficaz
por lo menos, un aprendizaje si este no es capaz de ser transferido a otras
situaciones parecidas o incluso diferentes. El recuerdo, o lo que es lo mismo, el
rescate de la información de la memoria a largo plazo, es lo que hace que los
individuos reproduzcamos situaciones, provoquemos acontecimientos o nos
comportemos de una forma o de otra.
Hay dos principios de la percepción especialmente importantes. Primero, el
fenómeno de la percepción está constituido por muchos mensajes sensoriales que
no se dan separadamente sino estructurados en patrones complejos. Estos llegan
a formar la base del conocimiento que la persona adquiere sobre el mundo que le
rodea. Segundo, un individuo reacciona solamente a una pequeña parte de los
estímulos del medio en un momento dado. Elige aquella parte del universo que
quiere experimentar, o que atrae su atención en ese momento (por esto, debemos
diseñar materiales que atraigan y conserven la atención del alumno). La percepción
es una experiencia personal y única. No es exactamente igual para dos personas.
Un hecho puede percibiese en forma de experiencias pasadas, de motivación
presente y de vivencias actuales.
LO QUE NOS MUEVE A ACTUAR
Citando otra vez a Maslow, lo que mueve a actuar a la especie humana, es
fundamentalmente, igual que a los animales, las necesidades primarias, las
biológicas, alimenticias, de abrigo y fisiológicas. No obstante, como se afirmaba
anteriormente, el mismo Maslow, se plantea el interrogante sobre la cantidad de
casos y situaciones que no confirman su propia regla. La especie humana es muy
compleja y los intereses de la misma, no responden a conductas preestablecidas
sino que pueden variar en función de parámetros en la mayoría de los casos
impensables.
En el caso concreto de los intereses laborales, la generalidad de los alumnos que
pretenden una formación profesional ocupacional, intenta que su futuro trabajo
responda a intereses ligados a su propia preparación personal. Es lo normal en
6. cuanto a intereses, pero no en cuanto a posibilidades de trabajo. Hace ya dos o tres
décadas, los universitarios centroeuropeos y nórdicos, sabían ya que su carrera, o
sus carreras universitarias, debían esperar en su futuro laboral, pues los puestos
laborales de diversas especialidades estaban saturados. Mientras podían acceder
al puesto de trabajo más ligado a sus estudios, trabajaban en «otra cosa», mientras
se preparaban más y mejor para su futuro.
LA NECESIDAD DE CAMBIAR LOS INTERESESCUANDOEXISTECONFLICTO
En toda Europa, incluido nuestro país, se reproduce ya el esquema citado
anteriormente. Ni la universidad, ni la Formación Profesional, ni ningún otro estudio,
aseguran el trabajo «per se». El puesto laboral, hay que lograrlo, en muchas
ocasiones en ámbitos y aspectos muy diferentes a lo que la persona desea. Se crea
en este caso un conflicto de intereses muy grave, que obliga a cambiar los intereses
si no se quiere llegar a una total frustración.
Intereses no son la misma cosa que deseos, ganas o caprichos. Tienen que ver
con la realidad total de los individuos. «No tengo ganas de trabajar», o «no puedo
trabajar en lo que me gusta», son intereses encontrados con «debo trabajar para
sobrevivir». La necesidad está en trabajar para vivir. La especie humana posee una
gran capacidad de adaptación, ya que tiene cerebro para cambiar sus propios
intereses, necesidades y objetivos, es decir, al contrario que los animales, puede
aprender desligándose de las necesidades primarias.
APRENDIZAJE HUMANO: LA NATURALEZA DEL PROCES
Hablar de aprendizaje, más allá de que estamos hablando de un proceso esencial
en la definición del ser humano como especie y, obviamente, como individuo, es
hablar también de conocimiento. Hacia allá apunta el proceso de aprendizaje; es,
por así decirlo, su materia prima. Por ello empezaremos con algunas breves
reflexiones sobre la teoría del conocimiento. Nada muy profundo, pero que sí nos
permitan consensuar algunas definiciones básicas. Definiciones que apuntan más
bien a explicitar el ámbito desde el cual vamos a analizar los procesos de
aprendizaje, el marco a partir del cual haremos nuestras opciones teóricas al
respecto.
Desde que Descartes implantara la certeza como posibilidad y como meta a lograr,
la duda -que fue la base misma de la filosofía y de la visión de conjunto- se marginó
del campo de preocupaciones de la gran mayoría de quienes construyen el
pensamiento. Se instala la modernidad, y con ella la física pasa a ocupar el primer
plano, quedando la metafísica relegada a un campo supuestamente arcaico,
supuestamente superado. La ciencia “objetiva” comienza a reinar en el campo del
pensamiento y con ella se avanza vertiginosamente hacia el imperio de los hechos,
7. hacia la capacidad de hacer, de instrumentalizar por sobre la de reflexionar. Las
preguntas sobre el sentido de ese quehacer, la dudas sobre la naturaleza de los
hechos quedan atrás.
A la base de gran parte de las posturas teóricas dominantes -ya sea que exalten lo
individual o lo colectivo; que dogmaticen un algo más allá del Hombre o que nieguen
toda trascendencia- hay un problema que no sólo refleja el total imperio de la
racionalidad instrumental sino que también responde al síndrome de autoritarismo
que atraviesan nuestras estructuras sociales y sicológicas. Hablamos de la
intolerancia a la ambigüedad, del miedo a la incertidumbre, del rechazo total a los
grises y al impulso casi descontrolado a definir las cosas a partir de dicotomías
absolutas: blanco negro; bueno o malo. . Es decir, la incapacidad del hombre
moderno para aceptar el viejo drama existencial que encierra la metafísica: siendo
nosotros finitos, pudiendo gozar sólo por momentos de una conciencia expandida,
debiéramos asumir lo misterioso, la duda, lo incierto con humildad, con conciencia
de nuestros límites; pero el advenimiento del racionalismo nos impide hacerlo.
Pareciera que es aquí, en este nudo gordiano de la modernidad, donde podremos
encontrar algunas claves para desentrañar lo que es el conocimiento y, por lo tanto,
lo que es el proceso que lo hace posible, el proceso de enseñanza-aprendizaje. Si
negamos las grandes preguntas que van llenando el plano de lo metafísico -si nos
negamos a vivir con ellas- habremos dado el paso decisivo hacia la aceptación de
que podemos poseer verdades absolutas. Y en ese momento, empobreceremos
irremediablemente la amplia gama de posibilidades que ofrece el conocimiento.
El camino de elaboración del conocimiento debiera tomarse como una aventura, la
aventura del aprendizaje humano, debiera vivirse con cierto desapego que nos
permita deshacernos de una convicción, sin dramatizar, sin sentir que nuestro
mundo estará en peligro, cuando la vida nos enseña que no era verdadera, o no lo
era en el plano en que lo pensamos. El camino del conocimiento debiera ser
transitado no sólo con la cabeza, aunque ella sea la que comande el proceso.
Debiera ser transitado desarrollando, al mismo tiempo que el pensamiento, las
capacidades de hacer y moviéndose, también, en el ámbito de la subjetividad y de
las emociones; sin olvidar ni por un momento la naturaleza fugaz y transitoria de
cualquier “verdad” que aprendamos. El desarrollo del conocimiento -dejando atrás
las certezas- debe ser inscrito en una nueva forma de ver la realidad, el ser humano
y su mutua relación.
Quien abre una ancha puerta para enfrentar este desafío son los biólogos chilenos
Francisco Varela y Humberto Maturana. No se puede reflexionar sobre el
conocimiento y el aprendizaje sin recoger los aportes que ellos han hecho en este
campo. Ellos sostienen que todos tendemos a vivir un mundo de certidumbres,
donde las cosas son como son, así, de la manera como las vemos. Para entender
la teoría de estos biólogos tenemos que suspender la tentación de la certidumbre
porque lo que ellos intentan demostrar, justamente, es que toda experiencia
cognitiva involucra al que conoce de una manera personal, con toda su estructura
8. biológica y psicológica individual y en un contexto social determinado. En otras
palabras, postulan que no percibimos el mundo que está fuera de nosotros sino que
vivimos ese mundo en el propio espacio que generamos al actuar, al hacer cosas
en ese mundo: y al vivir ese mundo, por nuestras propias características, no somos
capaces de distinguir entre percepción e ilusión. Esta es la clave para entender la
teoría del conocimiento que ellos proponen. No niegan la existencia, fuera de
nosotros, del mundo en que vivimos. Lo que postulan es que no podemos separar
ese mundo de nuestra historia de acciones, tanto biológicas como sociales, en él.
En el acto de conocer, no podemos separar ese mundo real de la forma cómo ese
mundo se nos aparece a nosotros. No tenemos certeza si ese mundo es la realidad
o es nuestra ilusión de realidad. Dicho de otro modo, nuestro conocimiento no es
un reflejo de la realidad. Existe una continuidad entre lo social, lo humano y su
sustrato biológico. Hay una inseparabilidad entre nuestro ser, nuestro hacer y
nuestro conocer que hace que este conocer no es “en sí” sino que es producto de
nuestro ser y de nuestro quehacer. Es el resultado de la continuidad entre la acción
y la experiencia, continuidad que no sólo se da en el plano puramente físico, sino
que también se da en nuestro mundo interior, en el plano del lenguaje y de la
reflexión; y el lenguaje es nuestra peculiar forma de ser humanos y de estar en el
hacer humano. Por ello, el lenguaje es nuestro instrumento cognoscitivo por
excelencia.
Wiki sobre: conducta del ser humano en situación
de aprendizaje
Elaborado por: lever Ascanio
Asignatura: Teorías del Aprendizaje y los Entornos Virtuales