En un cuadrilátero, la suma de los ángulos interiores es constante y siempre igual a 360° debido a que cada par de ángulos adyacentes forman triángulos, y la suma de los ángulos interiores de un triángulo es 180°. Así, al sumar los ángulos de los dos triángulos formados por la diagonal de un cuadrilátero, se obtiene 360°.