Este documento enfatiza la importancia de la colaboración entre las diferentes partes involucradas en el proceso educativo, incluyendo a las administraciones educativas, profesores, centros docentes, familias y la sociedad en general, para garantizar una educación de calidad con equidad. Señala que el éxito escolar no depende solo del esfuerzo de los estudiantes, sino también de la participación de todos los agentes educativos. Además, destaca el derecho de los padres a participar en la definición del modelo educativo de sus hij
1. Práctica 3A Carlos Sánchez de la Cruz
El análisis es el siguiente:
Corresponde a las Administraciones educativas promover las medidas
necesarias para que la tutoría personal de los alumnos y la orientación
educativa, psicopedagógica y profesional, constituyan un elemento
fundamental en la ordenación de esta etapa.
La combinación de calidad y equidad que implica el principio anterior exige
ineludiblemente la realización de un esfuerzo compartido. Con frecuencia se
viene insistiendo en el esfuerzo de los estudiantes.
Se trata de un principio fundamental, que no debe ser ignorado, pues sin un
esfuerzo personal, fruto de una actitud responsable y comprometida con la
propia formación, es muy difícil conseguir el pleno desarrollo de las
capacidades individuales.
Pero la responsabilidad del éxito escolar de todo el alumnado no sólo recae
sobre el alumnado, sino también sobre sus familias, el profesorado, los centros
docentes, las administraciones educativas y, en última instancia, sobre la
sociedad en su conjunto, responsable última de la calidad del sistema
educativo.
Las familias habrán de colaborar estrechamente y deberán comprometerse con
el trabajo cotidiano de sus hijos y con la vida de los centros docentes. Los
centros y el profesorado deberán esforzarse por construir entornos de
aprendizajes ricos, motivadores y exigentes.
La participación de la comunidad educativa y el esfuerzo compartido que debe
realizar el alumnado, las familias, el profesorado, los centros, las
Administraciones, las instituciones y la sociedad en su conjunto constituyen el
complemento necesario para asegurar una educación de calidad con equidad.
Impulsar la colaboración con las familias, con instituciones y con organismos
que faciliten la relación del centro con el entorno, y fomentar un clima escolar
que favorezca el estudio y el desarrollo de cuantas actuaciones propicien una
formación integral en conocimientos y valores de los alumnos.
Las familias del alumnado constituyen una parte esencial del proceso educativo
y, actuando en colaboración con el profesorado como miembros de la
comunidad educativa, son agentes básicos para la mejora de la educación.
Los padres y madres, y los tutores o tutoras legales tienen derecho a elegir y
participar en la definición del modelo de educación de sus hijos e hijas o
pupilos, a asociarse en defensa de sus derechos y a participar en el gobierno
de los centros de acuerdo con lo dispuesto en la Ley 3/2007, de 8 de marzo, de
2. Participación Social en la Educación y lo establecido en el artículo 4 de la Ley
Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la Educación.