Una mujer de 36 años acudió a urgencias con dolor abdominal agudo en el hipocondrio izquierdo. Las pruebas de imagen mostraron un gran hematoma retroperitoneal posterior izquierdo y varios angiomiolipomas en el riñón derecho, uno de los cuales había sangrado causando el hematoma. Se realizó una embolización de la lesión sangrante con éxito para detener el sangrado, resolviendo los síntomas de la paciente.
Presentación 361: DOLOR ABDOMINAL AGUDO EN MUJER JOVEN COMO PRIMERA MANIFESTACIÓN DE UN SÍNDROME: NO SE SOSPECHA LO QUE NO SE CONOCE
1. DOLOR ABDOMINAL AGUDO EN MUJER JOVEN COMO PRIMERA MANIFESTACIÓN DE UN SÍNDROME: NO SE SOSPECHA LO QUE NO SE CONOCE Jesusa Guardia Urtubia(2), Claro Izco Salinas(1), Yolanda Martínez Cámara(1), Yeray Cabrera Alonso(1), Julián Tobajas Calvo(1), Elena Baztarrica Echarte(3). (1)C.S.Tafalla.Navarra (2)C.S.Cascante.Navarra (3)HospitaldeNavarra Introducción El dolor abdominal es una de las causas más frecuentes de consulta en los servicios de urgencias, y en las consultas de atención primaria, presentamos un caso poco frecuente, el llamado Síndrome de Wünderlich o hematoma retroperitoneal atraumático debido al sangrado de un angiomiolipoma renal, lo realizado en urgencias y posteriormente a corto plazo. Mujer de 36 años sin antecedentes personales de interés, que acude por presentar molestias difusas abdominales evolucionando a franco dolor abdominal en hipocondrio izquierdo de 6 horas de evolución, asociado a eructos, náuseas y vómito de contenido alimenticio en tres ocasiones. Niega sensación distérmica, clínica respiratoria y síndrome miccional. En la exploración física está consciente y orientada, BEG, normocoloreada, normohidratada, afebril, normotensa y eupneica. Auscultación cardiopulmonar normal. Abdomen blando, depresible, con masa de bordes definidos que se extiende desde cuadrante superior izquierdo hasta fosa renal ipsilateral, dolorosa a la palpación y mate a la percusión, con ruidos intestinales ausentes en hemiabdomen izquierdo y ausencia de signos de peritonismo. Sucusión renal negativa. En las exploraciones complementarias, la analítica sanguínea básica, incluyendo hemograma, coagulación y bioquímica, resultó normal. Se realizó radiografía de tórax, normal, y de abdomen (Fig. 1) en decúbito y ortostatismo, objetivándose en ambas proyecciones desplazamiento caudal de asas intestinales en hemiabdomen izquierdo y borramiento ipsilateral de la línea del psoas-ilíaco. Se continuó el estudio radiológico Estudio radiológico Se realizó ecografía abdominal que objetivó masa heterogénea anterior al psoas y perirrenal izquierda compatible con hematoma, que desplaza al riñón izquierdo antero-superiormente, con "estiramiento" de los vasos renales. En riñón derecho al menos tres lesiones focales corticales hiperecogénicas, la mayor de 10mm. Previa administración de contraste, se realizó TAC abdominal (Fig. 2) que confirmó la presencia de gran hematoma peri y pararrenal posterior izquierdo (RI), existiendo en su seno densidad grasa y un área hiperdensa en las fases portal y tardía que podría corresponder con puntos de sangrado activo. En riñón derecho, se identifican varias lesiones de densidad grasa de pequeño tamaño compatibles con angiomiolipomas. Se realizó aortografía abdominal urgente (Fig. 3). El estudio selectivo de arteria renal izquierda muestra tumoración grande del polo inferior renal, con áreas de hipervascularización muy manifiestas y gran área avascular, posiblemente correspondiente a hematoma, e imagen de extravasación de contraste en su borde inferior. Evolución Se inició tratamiento sintomático con aceptable respuesta analgésica. La paciente se mantuvo estable clínica y hemodinámicamente durante su estancia en Observación. En la analítica de control realizada cuatro horas después se objetivó anemización, con Hemoglobina de 10,5 g/dL y Hematocrito de 31,4 %, y normalidad del resto de parámetros. Se realizó embolización de la lesión con Embosferas de 500-700 micras de diámetro y de 700-900 micras. El seguimiento realizado a las tres semanas evidencia normalización del hemograma, paciente asintomática y ecografía de control sin signos de complicación. Tordera P, Salvador G, Montaner MJ, Cervera JI, Micó L. Síndrome de Wünderlich como primera manifestación de angiolipomatosis renal bilateral. An Med Interna (Madrid) 2004; 21: 42-43. Machuca J, Julve E, Galacho A, Pérez D, Alonso JM. Hematoma retroperitoneal espontáneo: nuestra experiencia. Actas Urol Esp 1999; 23 (1): 43-50. Harabayashi T, Shinohara N, Katano H, Nonomura K. Management of renal angiomyolipomas associated with tuberous sclerosis complex. J Urol 2004; 171 (1): 102-5. Discusión En general, los sangrados retroperitoneales espontáneos están descritos en la literatura en pacientes que toman anticoagulantes orales o que están en tratamiento con heparina. La mayoría de los angiomiolipomas renales asociados a ET, aunque crecen a lo largo de la vida, no suelen complicarse con un sangrado retroperitoneal masivo y puede adoptarse una actitud conservadora en su seguimiento. La tríada típica de Wünderlich de dolor lumbar, masa en flanco e hipovolemia no se dio en nuestro caso pero sólo aparece completa en el 40% por lo que su ausencia no debe confundirnos a la hora de sospechar y diagnosticar el cuadro, sobre todo en individuos con factores de riesgo. Posteriormente se realizó estudio genético para descartar Esclerosis Tuberosa (ET). En nuestro caso, sin ET, se realizó embolización de la lesión con Embosferas de 500-700 micras de diámetro.