El documento habla sobre la necesidad de que las escuelas se conviertan en organizaciones inteligentes que puedan vincular a los estudiantes con la sociedad y dialogar entre los diferentes mundos que habitan los niños y adolescentes. Plantea que los estudiantes viven entre culturas y que la escuela debe ayudarlos a transitar entre esos mundos de manera significativa. También resalta la importancia de que las escuelas sean heterogéneas y puedan acoger la diversidad, formando una comunidad educativa inclusiva.