El documento resume las principales herejías cristológicas, trinitarias y antropológicas de los primeros siglos del cristianismo, incluyendo el pelagianismo, el semipelagianismo, el arrianismo y el nestorianismo. Explica las enseñanzas de cada herejía y cómo fueron condenadas en concilios como el de Nicea, que estableció el credo niceno para defender la doctrina ortodoxa de la Trinidad frente al arrianismo.