En este trabajo hemos querido resaltar el sentido y la razón de las prácticas educativas llevadas a cabo por el profesorado de una escuela de infantil y primaria “especializada en marginalidad” de Málaga, que se ha visto abocado a responsabilizarse de un alumnado “conflictivo”, “en riesgo de exclusión social”, un alumnado que nadie quiere. Por ello, en primer lugar procederemos a describir la difícil realidad de este centro, que nos sirva para la comprensión del contexto socioeducativo y a continuación, nos detendremos en el colectivo del profesorados y estrategias educativas que han promovido para la mejora de la educación. Confiar en todo el alumnado de esta escuela es el rasgo definitorio e inseparable del profesorado de este centro que se ha sentido parte del problema, ha pasado de la crítica a la autocrítica y se ha mostrado capaz de provocar el proceso de cambio necesario para construir una escuela de todos y todas, una comunidad de convivencia y aprendizaje. En resumen, este colectivo de profesores, ha dado el primer paso que consiste en vencer la inercia que tienen los obstáculos y se ha movido de la impotencia a la potencia, totalmente comprometidos con el discurso de la inclusión.