La bronquiectasia puede deberse a infecciones post-infecciosas que dañan las vías respiratorias, obstrucciones bronquiales, deficiencias inmunológicas o alteraciones en las células ciliadas. Inicialmente causa una inflamación que intenta eliminar bacterias, pero si esto no ocurre la inflamación se vuelve dañina de forma crónica y progresiva, lo que destruye la pared bronquial y puede extenderse a los pulmones y el sistema.