La caries rampante es una enfermedad dental que afecta principalmente a niños y se produce cuando los padres les dan biberones o chupetes con azúcar, dejando que las bacterias destruyan los dientes. Esto era común en el pasado pero aún ocurre, causando la pérdida rápida de dientes en solo 2 semanas. Los profesionales de la salud deben educar a los padres sobre la importancia de la higiene dental desde una edad temprana para prevenir este problema.
Presentación dictada en el 36 aniversario del Grupo de Estudios Odontológicos, Inc. sobre la definición, epidemiología y manejo de la caries en los niños de corta edad.
Diapositivas de una de las especialidades mas tiernas de la odontología, como lo es la Odontopediatria, que es la atención al paciente infantil desde los 4 meses de edad.
Cepillado para la salud bucal
La salud bucal comienza con dientes limpios. Mantener limpia la zona donde los dientes se encuentran con las encías puede prevenir la enfermedad de las encías, mientras que mantener limpias las superficies de los dientes puede ayudarte a evitar las caries y las enfermedades de las encías.
Ten en cuenta estos conceptos básicos de cepillado:
Cepíllate los dientes dos veces al día. Cuando te cepilles, no te apresures. Tómate unos dos minutos para hacer un trabajo minucioso. No te cepilles inmediatamente después de comer, especialmente si ingeriste algo ácido como toronja o refresco. No olvides limpiarte la lengua, que alberga bacterias, con un cepillo de dientes o un raspador de lengua.
Usa el equipo adecuado. Usa una pasta dental con flúor y un cepillo de dientes de cerdas suaves que se adapte cómodamente a la boca. Considera el uso de un cepillo de dientes eléctrico o a pilas, que puede reducir la placa y una forma leve de enfermedad de las encías (gingivitis) más que el cepillado manual. Estos dispositivos también son útiles si tienes artritis u otros problemas que dificultan el cepillado eficaz.
Practica una buena técnica. Sostén el cepillo de dientes en un ángulo leve: apuntando las cerdas hacia el área donde los dientes se encuentran con las encías. Cepilla suavemente con movimientos circulares cortos hacia adelante y hacia atrás. Cepillarse demasiado fuerte o con cerdas duras puede dañar las encías.
Cepíllate los dientes durante dos minutos. Recuerda cepillarte el exterior, el interior y las superficies de masticación de los dientes, así como la lengua.
Mantén tu equipo limpio. Siempre enjuaga el cepillo de dientes con agua después de cepillarte. Guarda el cepillo de dientes en posición vertical y déjalo secar al aire hasta que lo vuelvas a usar.
Trata de mantenerlo separado de otros cepillos de dientes en el mismo soporte para evitar la contaminación cruzada. No cubras rutinariamente los cepillos de dientes ni los guardes en recipientes cerrados, ya que esto puede estimular el crecimiento de bacterias, moho y levaduras.
Debes saber cuándo debe reemplazar el cepillo de dientes. Invierte en un cepillo de dientes nuevo o en un cabezal de repuesto para el cepillo de dientes eléctrico o a pilas cada tres meses, o antes si las cerdas se deshilachan o se vuelven irregulares.
La importancia de inculcar el hábito de higiene bucal como rutina diaria debe empezar desde que el niño es recién nacido, y mantenerlo durante las etapas de crecimiento.
1. CARIES RAMPANTE O ENFERMEDAD DEL BIBERÓN
La caries rampante es un problema que ha tenido un aumento en los países subdesarrollados
como el Perú.
Esto es gracias a que no se ha generado la suficiente conciencia y educación preventiva en
los padres de familia.
Ya que ellos restan importancia a la higiene dental de sus hijos.
Para poder solucionar este problema los profesionales de salud deberían brindar charlas
preventivas.
Donde se traten temas de higiene y limpieza oral, para concientizar a los padres de familia
y disminuir la problemática.
La caries rampante se produce cuando los padres dan el biberón o el chupete a los niños
mojando la tetina en azúcar, para que duerman y se relajen.
Ésta era una práctica muy común hace algunos años, y aunque actualmente se realiza en
menor medida, sigue produciéndose, con unas consecuencias que pueden desencadenar
2. severos problemas de salud, como es el caso de la caries rampante.
La caries rampante tiene un efecto fulminante.
En dos semanas puede acabar con los dientes. Suele producirse entre los 4 y los 8 años.
Poner a los niños azúcares en las tetinas de biberones y chupetes puede ser un recurso muy
efectivo para tranquilizar a los pequeños.
Pero también puede resultar muy dañino para los menores, a que este mismo azúcar, queda
impregnado en los dientes dejando que las bacterias actúen tranquilamente, provocando la
caries rampante.
El síndrome caries del biberón debe diferenciarse de la hipoplasia del esmalte, la cual
resulta de las deficiencias nutricionales, daños al nacer prematuros, ingesta de químicos
como el exceso de flúor.
Los defectos hipoplásicos muestran un patrón simétrico que puede correlacionarse con la
cronología de la calcificación de los dientes.
Para diferenciarlo más claramente, el síndrome caries del biberón raramente incluye los
bordes incisales, y los pacientes tienen una historia de exposición excesiva a líquidos
altamente carigénicos.
3. Aunado a un esmalte inmaduro de reciente erupción y una mala higiene bucal, proporciona
condiciones óptimas para la destrucción de los tejidos duros por caries, la que progresa
rápidamente en la dentición temporal.
SUS EFECTOS SON FULMINANTES Y ACABA CON LA DENTADURA
El niño puede llegar a perder todas sus piezas dentales, además de provocar infecciones de
garganta y abscesos en encías.
Todos estos problemas pueden derivar también en problemas digestivos graves.
Otro gran problema es que los residuos que quedan en la boca del niño pueden mantenerse
en la raíz de los dientes de leche y provocar así la desviación de los brotes dentales
definitivos.
“Sería estupendo decir que tiene una solución, sin embargo, su tratamiento es muy difícil,
ya que la única opción es la de extraer las piezas dentales”.
FOMENTAR LOS HÁBITOS DE HIGIENE DESDE MUY PEQUEÑOS
4. Es por esto por lo que los especialistas inciden en la importancia de acabar con estos malos
hábitos y fomentar los positivos.
Como es la higiene dental desde que comienzan a salir los primeros dientes, enseñando
poco a poco a los pequeños a usar el cepillo de dientes y a convertirlo en una más de sus
rutinas.
Cuidar la higiene dental de los niños resulta muy importante para evitar problemas en un
futuro.
Teniendo en cuenta que las infecciones y problemas de higiene bucal pueden tener muchas
consecuencias para la salud general de los niños.
Lo que debe quedar claro es que el azúcar es el máximo enemigo de los dientes y, por
tanto, ha de evitarse en lo posible el contacto con ellos.
Especialmente si no son azúcares naturales, como pueden ser los de la fruta.