A finales de los años 60, lingüistas británicos propusieron que el objetivo del aprendizaje de lenguas debería ser el desarrollo de la competencia comunicativa, no sólo la competencia lingüística. Esto dio lugar al enfoque comunicativo, cuyo objetivo es capacitar a los estudiantes para comunicarse de forma efectiva en la lengua extranjera. El enfoque comunicativo utiliza materiales y actividades auténticas que simulan situaciones de comunicación reales y enfatiza la interacción entre estudiantes.