El documento argumenta que la creatividad, las metodologías basadas en actividades y la sinergia entre estas dos áreas y la tecnología son fundamentales para la educación. Propone que las ideas creativas son más importantes que el hardware y el software, y que las herramientas tecnológicas deben usarse para facilitar el aprendizaje a través de la investigación, la colaboración y la expresión, en lugar de verlas como un fin en sí mismas.